Petrona Eyle, art¨ªfice del sufragio femenino en Argentina
Hija de emigrantes suizos, la m¨¦dica y activista social lider¨® numerosas campa?as en favor de los derechos de las mujeres y de los menores
Petrona Eyle fue la segunda mujer que ejerci¨® la Medicina en Argentina. Sin embargo, a pesar de ser pionera en el campo de la ciencia en el pa¨ªs sudamericano, ha pasado a la posteridad por su dedicaci¨®n a reivindicar el rol de la mujer y a luchar por su igualdad en los ¨¢mbitos laboral, social y familiar.
Siendo muy joven logr¨® el t¨ªtulo de maestra normal, y despu¨¦s viaj¨® a Suiza, pa¨ªs de sus padres, para estudiar Medicina en Z¨²rich, la ¨²nica universidad europea que admit¨ªa mujeres en sus carreras. M¨¢s tarde regres¨® a Argentina y convalid¨® su t¨ªtulo para empezar a trabajar en diversos hospitales p¨²blicos.
Eyle comenz¨® compaginar su trabajo con su activismo social, y destac¨® por su capacidad de persuasi¨®n y su don de palabra, con los que lider¨® numerosas organizaciones feministas y hasta una revista, de la que fue la primera directora. A lo largo de su vida luch¨® no solo por derechos de las mujeres y su reconocimiento social, sino tambi¨¦n por los de los menores que sufr¨ªan abusos y marginalidad.
Dos a?os despu¨¦s de su fallecimiento, Petrona Eyle vio reconocido todo su esfuerzo en favor de las mujeres y de la igualdad de derechos con el reconocimiento del sufragio femenino. Sus campa?as se extendieron por todo el continente hasta ser considerada una activista social clave en la primera mitad del siglo XX.
Petrona Eyle naci¨® en Baradero (Argentina), el 18 de enero de 1866. Hija de emigrantes suizos que formaron la primera colonia de origen alem¨¢n y franc¨¦s en Argentina, su padre fue cirujano militar y lleg¨® a ejercer como concejal en la localidad. El Gobierno les dio a esos primeros colonos tierras que dedicaron a actividades agropecuarias.
Petrona fue enviada en 1877 al municipio de Concepci¨®n del Uruguay, ya que all¨ª funcionaba la primera Escuela Normal de mujeres en Argentina. Logr¨® el t¨ªtulo de maestra normal en 1886 y un a?o despu¨¦s, con 21 a?os, viaj¨® a Suiza para estudiar Medicina.
Z¨²rich fue la primera universidad europea que acept¨® mujeres, y en ella Eyle tuvo un doble y dif¨ªcil trabajo: aprender la profesi¨®n y tambi¨¦n el idioma. Se gradu¨® en 1891 y su tesis doctoral, escrita y defendida en alem¨¢n y en ingl¨¦s, la titul¨® Anomal¨ªas de las orejas de los delincuentes.
El estudio carece en la actualidad de cr¨¦dito cient¨ªfico dentro de la antropolog¨ªa criminal, pero en aquellos a?os las teor¨ªas sobre la delincuencia iban encaminadas a la expresi¨®n de una patolog¨ªa de fuertes rasgos hereditarios: el tama?o del cr¨¢neo, o su forma, o el tama?o de las orejas, u otros rasgos f¨ªsicos particulares que permit¨ªan identificar a un criminal potencial o consumado.
La tesis de Eyle, por tanto, ten¨ªa que ver con una corriente cient¨ªfica muy prestigiosa de la ¨¦poca y para realizarla utiliz¨® material del Instituto de Ontolog¨ªa de Z¨²rich y de la c¨¢rcel de esa ciudad, en la que investig¨® las anomal¨ªas del pabell¨®n auricular propias de los delincuentes.
En 1893 Petrona Eyle regres¨® a Argentina y convalid¨® su t¨ªtulo europeo en la Universidad de Buenos Aires. Ejerci¨® su profesi¨®n en diversos hospitales p¨²blicos, aunque no existen muchos detalles de esta actividad. Tan solo se sabe que form¨® parte de la Asociaci¨®n M¨¦dica Argentina, en la que ingres¨® avalada por la ya prestigiosa Cecilia Grierson, la primera mujer que desempe?¨® la Medicina en el pa¨ªs.
En los a?os siguientes, y sin dejar del todo la Medicina, Petrona comenz¨® a dedicarse a actividades sociales que buscaban mejorar la situaci¨®n de la mujer en una sociedad clasista y machista. Su en¨¦rgica oratoria y su don de gentes hicieron que empezase a ser m¨¢s conocida por esta faceta que por su trabajo como m¨¦dica.
En 1901 fue una de las fundadoras de la Asociaci¨®n de Universitarias Argentinas, la entidad que en 1910 organiz¨® con un rotundo ¨¦xito y participaci¨®n de diversos pa¨ªses sudamericanos el Primer Congreso Femenino Internacional aprovechando el centenario del pa¨ªs.
La Asociaci¨®n de Universitarias Argentinas present¨® en los siguientes a?os numerosas iniciativas al Congreso Nacional que ten¨ªan que ver con la reivindicaci¨®n de derechos para las mujeres, entre lo que se encontraban la Protecci¨®n a la Maternidad (1903), Sanidad y Asistencia Social (1906), Jubilaci¨®n del Magisterio (1907) e Igualdad de Derecho Civiles para la Mujer (1919).
En 1924 Petrona Eyle fund¨® la Liga contra la Trata de Blancas, ya que Argentina era considerada en aquellos a?os un gran mercado de mujeres seg¨²n el Comit¨¦ Internacional contra la Trata de Blancas, que depend¨ªa de la Sociedad de Naciones (antecesora de la ONU). Como presidenta de dicha Liga, la doctora Eyle luch¨® tambi¨¦n por el derecho de los menores, que de una manera normalizada sufr¨ªan abusos, marginalidad, explotaci¨®n laboral, embarazos tempranos, abusos sexuales y prostituci¨®n. Asimismo, comenz¨® a reivindicar la instituci¨®n del voto femenino.
Eyle, adem¨¢s, fund¨® y fue la primera directora de la revista Nuestra causa (1918), el ¨®rgano de expresi¨®n de estas corrientes feministas y de activismo social en favor de la igualdad y el reconocimiento social y pol¨ªtico de la mujer. Gracias a estos medios de expresi¨®n, la causa del feminismo se extendi¨® por el resto de pa¨ªses sudamericanos.
Poco a poco, sin embargo, la referencia de Petrona Eyle fue cayendo en el ostracismo y casi en el olvido. A partir de 1930 poco se supo de ella, salvo que en 1937 integr¨® una comisi¨®n de homenaje a la doctora pionera de la Medicina en Argentina, Cecilia Grierson.
Sorprende que a pesar de su dedicaci¨®n a la Medicina y de su activismo social apenas se puedan encontrar textos suyos m¨¢s all¨¢ de su tesis doctoral y alg¨²n art¨ªculo en la revista Nuestra causa. Est¨¢ claro que lo suyo fue la oratoria, pero la historia se ha encargado de dedicarle un reconocimiento, tanto a nivel cient¨ªfico en Argentina como a nivel social y cultura en toda Latinoam¨¦rica.
Petrona Eyle muri¨® en Buenos Aires el 12 de abril de 1945, a los 79 a?os de edad. Su trabajo de activismo y empoderamiento de la mujer tuvo su recompensa dos a?os despu¨¦s de su fallecimiento, ya que en 1947 las mujeres argentinas obtuvieron su reconocimiento en el derecho al voto.
En la actualidad, una de las calles de Buenos Aires, en el barrio de Puerto Madero, lleva su nombre, as¨ª como un sector de la prestigiosa biblioteca fundada por Justo Jos¨¦ de Urquiza, como homenaje a su incansable lucha por los derechos de las mujeres.
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