El enero fatal que dispar¨® el virus en Extremadura: ¡°Nos hemos relajado¡±
La tercera ola golpea a Herrera del Duque, uno de los municipios que comenz¨® el a?o con las peores incidencias
La lluvia arrecia y el viento azota la plaza Mayor vac¨ªa de Herrera del Duque (Badajoz, 3.500 habitantes). El municipio extreme?o lleva confinado desde el 8 de enero y su aspecto es fantasmag¨®rico. Los bares han cerrado y los vecinos se repliegan en sus casas. Los pocos que salen lo hacen para ir al m¨¦dico, a la farmacia o a trabajar. Un butanero, solitario, deposita las bombonas en las aceras. Las calles, ahora desiertas, eran un hervidero de gente estas navidades. Javier Valad¨¦s, de 58 a?os, expresa la nostalgia general: ¡°Est¨¢bamos tan bien en Nochebuena¡¡±. El pueblo, que arranc¨® el a?o sin contagios, registr¨® un brote en una fiesta navide?a de un local de la zona, el d¨ªa 5, con 7 casos y 24 contactos. Tres semanas despu¨¦s, los casos ascienden a 200 positivos y 300 contactos. Antonio Caler¨®n, un vecino sexagenario que pasea con doble mascarilla, se lamenta: ¡°Es un enero fatal, nos hemos relajado¡±.
El alcalde, Saturnino Alc¨¢zar (PSOE), no contempla un confinamiento domiciliario pero apela a la responsabilidad ciudadana: ¡°La Navidad nos ha pasado factura, toca aprender¡±. El caso de Herrera del Duque es paradigm¨¢tico de lo que ha ocurrido en Extremadura. La tercera ola ha golpeado la regi¨®n, que registra desde el comienzo de 2021 las peores cifras de incidencia acumulada de toda Espa?a. El 15 de enero, duplicaba la media nacional, con 1.400 casos por 100.000 habitantes. La Junta ha cerrado perimetralmente la comunidad y la actividad econ¨®mica se ha reducido a lo esencial. Los comercios est¨¢n clausurados en todos los municipios mayores de 3.000 habitantes y se han suspendido los espect¨¢culos p¨²blicos. La hosteler¨ªa tampoco se libra. La pareja de guardias civiles que patrulla por la zona ya no se preocupa por vigilar el aforo de los bares.
En Herrera del Duque asumen estas restricciones con aplomo. Paula Vega, de 26 a?os, sostiene sin tapujos que ¡°ya era hora de ponerse serios¡±. Su hermana Sof¨ªa, dos a?os menor y m¨¢s relajada ante el virus, se ha reunido en fiestas con amigos y varios han dado positivo: ¡°Hemos sido un poco irresponsables¡±. Los j¨®venes de entre 18 y 35 a?os son uno de los colectivos m¨¢s afectados en la regi¨®n, seg¨²n remarca un portavoz de Sanidad. Juan Vindel, el coordinador del centro de salud local, tilda la situaci¨®n de ¡°colapso inesperado¡± y explica que han realizado un cribaje a 1.600 vecinos, casi la mitad del pueblo. Extremadura ha optado por el rastreo masivo y la detecci¨®n precoz. En un mes, el 20% de la poblaci¨®n se ha realizado un test y un 17% ha dado positivo. La enfermera Anabel Serrano resume la situaci¨®n: ¡°El bicho se ha colado por todas partes¡±.
Nadie ofrece explicaciones claras para este descontrol. Un portavoz de Sanidad apunta a las pruebas masivas realizadas. ¡°El 68% de los casos diagnosticados en Extremadura son asintom¨¢ticos. Si lo buscas, lo encuentras¡±, concluye. El consejero de Sanidad, Jos¨¦ Mar¨ªa Vergeles, acusa al puente de diciembre y al plan de Navidad ¡°de m¨ªnimos¡±, por intentar que las fiestas fueran lo m¨¢s normal posible. Otro de los argumentos es el geogr¨¢fico, ya que en Extremadura la mayor¨ªa de municipios son peque?os (menos de 5.000 habitantes) lo que favorece la movilidad y el contacto entre todos por negocios o n¨²cleos familiares.
El epidemi¨®logo Juli¨¢n Mauro, uno de los especialistas que trabaja con la Junta, tambi¨¦n se?ala a los j¨®venes que estudian en otras comunidades y vuelven a casa: ¡°Los chavales se creen inmunes¡±. La m¨¦dica preventivista Mar¨ªa Jes¨²s L¨®pez, que coordina el trabajo con los t¨¦cnicos del Ministerio de Sanidad, sostiene que es ¡°una suma de todo¡± y pide controlar la movilidad dentro de los pueblos: ¡°El per¨ªmetro es una restricci¨®n disuasoria. La clave est¨¢ en la responsabilidad individual. Hay gente que sigue movi¨¦ndose sin asumir la nueva realidad y contagian a los que se cuidan¡±.
En la residencia de ancianos ¡°La Siberia¡±, a las afueras de Herrera del Duque, han tomado medidas dr¨¢sticas. La directora, Mar¨ªa Jos¨¦ Bravo, lamenta el relajamiento navide?o y ¡°cruza los dedos¡± para que los mayores lleguen sanos a la segunda dosis de la vacuna el pr¨®ximo viernes: ¡°Aqu¨ª no entra ni Cristo¡±. Juana Paniagua, de 89 a?os, saluda animosa manteniendo la distancia de seguridad: ¡°Estoy la mar de bien, resguardadina¡±. Para Antonio Calero, de 102 a?os, este reto es su ¡°tercera mili¡±. Bravo entiende que el aislamiento es la ¨²nica opci¨®n, pero remarca la importancia de ¡°humanizar¡± esta crisis. ¡°No s¨®lo se trata de cuidar la salud f¨ªsica, tambi¨¦n la mental. Trabajamos para mantenerles animados y darles cari?o¡±, se?ala. Despu¨¦s de un a?o aciago, los m¨¢s mayores por fin ven un atisbo de luz. Si todo va bien, la pr¨®xima semana finalizar¨¢n la ¨²ltima fase de la ansiada vacunaci¨®n.
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