Pol¨¦mica en Pa¨ªses Bajos por la apertura de dos iglesias calvinistas a cientos de fieles sin mascarilla
Cuatro parroquianos han sido detenidos, uno de ellos por haber intentado atropellar a un reportero de los que cubr¨ªan la noticia en sendas localidades del Cintur¨®n B¨ªblico, de estricta tradici¨®n religiosa
Dos iglesias protestantes calvinistas de Pa¨ªses Bajos reunieron el domingo en su interior a centenares de feligreses contraviniendo la recomendaci¨®n del Gobierno para todos los credos de seguir el culto de forma telem¨¢tica durante la pandemia. El primer ministro en funciones, Mark Rutte, ha mostrado su repulsa y se han sucedido las muestras de rechazo social del resto de la ciudadan¨ªa. Y cuatro parroquianos han sido detenidos, uno de ellos por haber intentado atropellar a un reportero de la televisi¨®n. La madrugada de este martes, una explosi¨®n ha da?ado los cristales de uno de los templos, y la situaci¨®n ha reavivado el debate sobre la actitud ante la crisis mostrada por la comunidad m¨¢s conservadora del denominado Cintur¨®n B¨ªblico: una zona que cruza el pa¨ªs de suroeste a noreste y re¨²ne a unos 300.000 cristianos de las distintas ramas de la Iglesia Protestante Reformada. Unas comunidades regidas por las ense?anzas de la Biblia y una tradici¨®n calvinista estricta, y donde el rechazo a las vacunas ha favorecido brotes de polio (1971, 1978, 1992) y sarampi¨®n (2013-2014).
La iglesia de Mieras, en la localidad de Krimpen aan den Ijssel, situada junto a R¨®terdam, es la que ha sufrido el asalto. No hubo heridos, y las c¨¢maras de seguridad muestran a un encapuchado con un petardo similar a los usados en los fuegos artificiales, seg¨²n las primeras investigaciones policiales. La otra iglesia que abri¨® el domingo a cientos de fieles es la de Sion, situada en Urk, en el centro del pa¨ªs. Ambas comunidades religiosas son representativas de los grupos m¨¢s conservadores del Cintur¨®n B¨ªblico holand¨¦s, que consideran que la sociedad ¡°se ha secularizado demasiado y temen perder por ello su identidad¡±, explica por tel¨¦fono el historiador holand¨¦s Fred van Lieburg, especialista en el protestantismo. El experto a?ade que estas comunidades son minor¨ªa porque hay grupos liberales y menos extremos en el seno del protestantismo holand¨¦s, pero la espiritualidad de los radicales ¡°est¨¢ m¨¢s cerca de las tradiciones del Siglo de Oro, del calvinismo anterior a la Ilustraci¨®n, que de nuestros d¨ªas¡±. El caso de Urk es especial, porque con unos 20.000 habitantes ¡°cuenta con 15 iglesias de diferentes denominaciones muy conservadoras¡±, indica Van Lieburg.
La Constituci¨®n holandesa protege la libertad de culto. El Gobierno ha recortado las libertades individuales para evitar contagios pero en el caso de los templos que descarten la v¨ªa telem¨¢tica solo puede pedir que no haya en su interior m¨¢s de 30 fieles de cualquier credo. El uso de mascarilla y mantener la distancia de 1,5 metros, adem¨¢s de evitar c¨¢nticos completan los consejos de las autoridades sanitarias. Otros lugares de rezo respetan estas normas, si bien hubo desalojos en iglesias cat¨®licas por exceso de aforo al principio de la pandemia.
En la iglesia de Mieras, los hechos tuvieron lugar el pasado domingo por la ma?ana, cuando varios periodistas fueron increpados y recibieron patadas por parte de un grupo de feligreses por hacer preguntas y filmar con sus c¨¢maras en las inmediaciones. Al oficio religioso acudieron entre 600 y 700 fieles sin mascarilla. Aseguraron que respetar¨ªan en el interior la distancia de seguridad. Los choques fueron recogidos por los medios nacionales. El consejo de la Iglesia se disculp¨® en su p¨¢gina web diciendo que ¡°no ten¨ªa que haber pasado algo as¨ª¡±. En su serm¨®n de la tarde, el reverendo Anthonie Kort se?al¨® que la reacci¨®n de los feligreses era comprensible ¡°cuando somos acosados y atormentados de este modo¡±.
A las puertas de la iglesia de Sion, en Urk, que abri¨® para unos 500 fieles sin mascarilla, un reportero de la televisi¨®n sufri¨® un amago de atropello por parte de un parroquiano que fue detenido luego por la polic¨ªa. ¡°Los miembros de las SS fueron m¨¢s amables durante la II Guerra Mundial: no son periodistas sino terroristas¡±, declar¨® el lunes Hessel Snoek, portavoz y consejero parroquial, al rotativo regional Stentor, para ilustrar lo ocurrido. El consejo de la Iglesia se excus¨® en un mensaje publicado en el sitio web de la iglesia diciendo que Snoek ¡°estaba bajo presi¨®n de los medios y exhausto¡± cuando habl¨®. Los mismos responsables religiosos calificaron a su vez el comportamiento de los reporteros de agresivo e intimidatorio. Gert-Jan Segers, l¨ªder del partido Uni¨®n Cristiana, de inspiraci¨®n protestante, critic¨® ¡°las vergonzosas¡± agresiones a la prensa en su cuenta de Twitter. En otros tuits, a?adi¨® que ¡°esta es la amarga cosecha de hablar de forma consistente y negativa del Gobierno y del mundo¡±. El partido calvinista SGP tiene tres de los 150 esca?os del Parlamento, y es el mayor partido de Urk y la segunda fuerza en Krimpen aan den Ijssel.
El cap¨ªtulo de las vacunas tambi¨¦n preocupa al Gobierno. Si bien no son obligatorias, el 70% del Cintur¨®n B¨ªblico est¨¢ vacunado seg¨²n el calendario oficial, mientras que el resto no, seg¨²n los datos presentados en 2012 por la Universidad Libre, de ?msterdam (VU, en sus siglas en neerland¨¦s). Van Lieburg explica que estas cifras son dif¨ªciles de reunir, y aunque dicho porcentaje ha aumentado con el tiempo -en Urk no llega al 50%- hay grandes diferencias. ¡°El rechazo a las vacunas deriva en estas comunidades de un problema teol¨®gico sobre la Providencia. Si llega el contagio acuden al m¨¦dico, pero no se act¨²a con car¨¢cter preventivo para no contradecir la voluntad de Dios¡±, se?ala.
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