Los mayores de 70 recuperan el terreno cedido
La franja de edad relegada por las decisiones sobre AstraZeneca alcanza ya un 38% de vacunados con primera dosis, frente al 34% de los que han cumplido 60 a?os
En casa de Antonio y Mar¨ªa llevaban meses ¡ªen realidad m¨¢s de un a?o¡ª esperando la llamada. Empezaban a recibirla amigos y familiares y se pasaban el d¨ªa mirando el m¨®vil de reojo. Cuando lleg¨®, no pudieron evitar unas l¨¢grimas que mezclaban alegr¨ªa y emoci¨®n. ¡°Le llamamos de su centro de salud, tiene usted cita para vacunarse el jueves a las 9.18¡±. Este matrimonio de septuagenarios es uno de los 3,9 millones de espa?oles con entre 70 y 79 a?os que ya contemplaban impacientes c¨®mo la vacuna avanzaba entre personas de m¨¢s edad pero tambi¨¦n entre otras m¨¢s j¨®venes, y no les llegaba a ellos. Pero su franja va recuperando el terreno cedido. Este viernes, un 37,9% de los que tienen entre 70 y 79 a?os hab¨ªa recibido al menos una dosis, y adelantaban por primera vez a los sexagenarios (34,1%), que est¨¢n recibiendo el f¨¢rmaco de AstraZeneca.
Lo que decida el martes la Agencia Europea del Medicamento (EMA son sus siglas en ingl¨¦s) sobre las vacunas de Janssen, ahora suspendidas por eventos adversos muy infrecuentes, influir¨¢ en la velocidad en la administraci¨®n de dosis a este grupo. Pero incluso si siguieran paradas, con las dosis previstas de otras farmac¨¦uticas se alcanzar¨ªa la inmunizaci¨®n completa en la segunda quincena de mayo, tras terminar tambi¨¦n la de los octogenarios.
En Espa?a, las decisiones de las autoridades sanitarias han relegado a los mayores de 70 a?os a vacunarse despu¨¦s de los que tienen entre 60 y 69. La mayor¨ªa de los pa¨ªses europeos hab¨ªa tomado a principios de marzo la decisi¨®n de inmunizar a toda persona de m¨¢s de 60 con AstraZeneca para agilizar la protecci¨®n de los grupos m¨¢s vulnerables, pero Espa?a prefiri¨® mantener el l¨ªmite de edad en los 69 a?os, pese a que las pruebas cient¨ªficas ya muestran claramente que este f¨¢rmaco protege a esas personas frente a la hospitalizaci¨®n y muerte por covid de forma igual de efectiva que las que se usan en Espa?a para mayores: Pfizer y Moderna.
Esta decisi¨®n ha retrasado un mes el turno de los septuagenarios que, eso s¨ª, ya avanzan a muy buen ritmo.
Antonia Garc¨ªa, de 79 a?os, es una de los 1,8 millones de septuagenarias que ya ha recibido la vacuna. Est¨¢ euf¨®rica. Impaciente, esperaba el pasado mi¨¦rcoles su turno para acceder a uno de las instalaciones habilitadas en el Parc Tecnologic de Barcelona Activa, en el vecindario de la Guineueta de la capital catalana. Desde esta semana, all¨ª se halla un punto de inmunizaci¨®n a los mayores de 70 a?os del ¨¢rea de referencia de cuatro centros de salud de la zona.
La mujer se descubre el hombro; en apenas unos segundos, una enfermera clava la inyecci¨®n en su brazo y ya est¨¢ hecho: la primera dosis de Pfizer ya est¨¢ en su cuerpo. En dos d¨ªas, le toca a su marido, de la misma edad. ¡°Estoy muy contenta. Ha sido muy duro. Mi vida son mis nietos y, aunque mis hijos viven cerca, no han venido para nada: solo se suben al ascensor y mi marido y yo, desde la puerta de casa, con la mascarilla, los saludamos. Pero no he podido tocarlos¡±, se?ala con los ojos vidriosos. No verles la cara a Bruna, de 16 a?os, y a V¨ªctor y Vera, de 13, ha sido ¡°lo m¨¢s dif¨ªcil¡±, dice esta mujer, que trabaj¨® media vida de tejedora. ¡°Que no puedan venir a casa a comer es lo que peor he llevado¡±, se entristece.
Tambi¨¦n echa de menos a sus amigos, salir a la calle y viajar. A causa de la pandemia tuvo que suspender dos viajes el a?o pasado, uno a Benidorm y otro por el interior de Catalu?a. ¡°Ha habido un tiempo en que ech¨¢bamos mucho de menos salir y viajar, pero cuando sal¨ªas a la calle ve¨ªas tanta tristeza, tanto silencio, que era una pena¡±, recuerda.
Antes de la pandemia, Antonia Garc¨ªa, que vive en la parte alta de Barcelona, disfrutaba viendo el mar, pero lleva 16 meses sin avistarlo. Ni siquiera se ha permitido un paseo fugaz a la playa de la Barceloneta. ¡°No he hecho ninguna imprudencia, he sido demasiado estricta. Por eso ahora vacunarme es, para m¨ª, una satisfacci¨®n. No tengo otra salida: quiero salud¡±, explica. Ni siquiera las pol¨¦micas suscitadas por los raros efectos secundarios de algunas vacunas han aplacado sus ansias por vacunarse. ¡°Que me den lo que tengan que darme y lo que sea ser¨¢. De algo hay que morir¡±, dice entre risas.
Aunque no hay una l¨ªnea clara que separe las caracter¨ªsticas del grupo de septuagenarios del de los mayores de 80 a?os, en general los primeros son una generaci¨®n m¨¢s activa, con m¨¢s estudios y mejor incorporados en el mercado laboral, especialmente las mujeres, seg¨²n explica Raymond Torres, director de Coyuntura y Econom¨ªa Internacional de Funcas. Y a?ade: ¡°Este grupo de personas de 70 a 79, que en general no lleva mucho tiempo jubilada, suele tener m¨¢s actividad econ¨®mica, se manejan mejor con las nuevas tecnolog¨ªas¡±. Torres se?ala tambi¨¦n que los mayores de 70 han perdido seguramente m¨¢s actividades cotidianas que los ancianos durante la pandemia. ¡°Era muy frecuente ver a personas de esta franja en conferencias y actividades culturales a las que pueden ir porque en general tienen mucha independencia y mucho tiempo libre¡±.
El rechazo a la vacuna en este grupo est¨¢ siendo anecd¨®tico. Vicente Rodr¨ªguez, del grupo investigador sobre envejecimiento del CSIC, comenta: ¡°Est¨¢n deseando vacunarse, lo reclaman, hacen colas de varias horas porque han dicho que sobran en alg¨²n lugar¡±. Este experto indica que hay poca literatura cient¨ªfica espec¨ªfica sobre c¨®mo los mayores han afrontado esta crisis. ¡°Por la biograf¨ªa internacional lo que est¨¢ claro es que se han reforzado la sensaci¨®n de soledad, la depresi¨®n y la ansiedad en las personas que ya ten¨ªan predisposici¨®n¡±, a?ade.
No es el caso de Rosa Gonz¨¢lez, de 78 a?os. Esta gallega vive con su sobrina en Barcelona y el confinamiento, asegura, no la ha afectado. ¡°No soy muy ansiosa y me mentalizo: solo he salido a comprar y al m¨¦dico. Pero s¨ª he dejado de ver a familiares que tengo aqu¨ª en Barcelona¡±, explica. Esta semana ha ido a vacunarse con alegr¨ªa. ¡°Hay que hacer lo que haga falta para acabar con esta plaga¡±, sentencia.
Durante la pandemia, pas¨® seis meses en su pueblo natal, Folgoso do Courel (Lugo) para cuidar a su cu?ado, marido de su difunta hermana, que tiene 90 a?os. ¡°Cuando se pueda, volveremos a ir¡±, se?ala.
Esta gallega afincada en Barcelona no tuvo reticencias a vacunarse y huye de la mala prensa de las vacunas y las teor¨ªas conspiranoicas alrededor de estos f¨¢rmacos. ¡°Tan pronto como viniese, me la iba a poner. Por m¨ª¡±. Y pregunta con retranca: ¡°Estas cosas que dicen de que son malas¡ a ver, ?qui¨¦n y por qu¨¦ va a querer matarme a m¨ª?¡±.
"Queremos ver a los hijos y nietos, salir con la familia"
Francisco Garc¨ªa Lara, de 77 a?os, y su esposa, Mar¨ªa Celades, de 72 a?os (en la imagen de arriba), ya han pasado la covid, pero ansiaban vacunarse. Garc¨ªa ha sido el primero y Celades espera a¨²n cita. ¡°S¨ª que ten¨ªamos ganas. Queremos ver a los hijos y a los nietos, salir con la familia¡¡±, explica la mujer. Los ¨²ltimos meses no han sido f¨¢ciles: ¨¦l, hospitalizado 15 d¨ªas, y ella, aunque asintom¨¢tica, pas¨® el ingreso a su lado porque la covid provoc¨® en Francisco un deterioro cognitivo que a¨²n arrastra, con episodios de desorientaci¨®n y p¨¦rdidas de memoria. ¡°No tenemos miedo a los efectos secundarios. Una aspirina tambi¨¦n te puede matar¡±, zanja Celades.
Manuel Fidalgo, de 78 a?os, tampoco tiene "miedo a nada". Espera en la cola para entrar al punto de vacunaci¨®n en el Parc Tecnologic de Barcelona Activa, en el vecindario de la Guineueta. Impecable, con una chaqueta americana azul y la vista al frente, ordena y pone orden en la fila, donde una decena de personas aguardan su turno. ¡°Estoy dese¨¢ndolo. Con la vacuna estar¨¦ m¨¢s seguro, me dar¨¢ m¨¢s confianza y podr¨¦ abrazar a los nietos¡±, se?ala el hombre, natural de Jerez de la Frontera. Antes de la Navidad conoci¨® a la m¨¢s peque?a, de siete meses, pero ya no la ha vuelto a ver. ¡°Hacemos videollamadas con la familia, pero lo m¨¢s dif¨ªcil es no hablar con la gente, no poder ver a los amigos¡ Con la vacuna quiero estar seguro¡±, se?ala.
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