Los contagios de coronavirus se multiplican por ocho en las residencias de mayores en solo dos semanas
Los centros tienen m¨¢s de mil casos activos, pero el efecto de las vacunas contiene las muertes: fueron 37 del 19 al 25 de julio
La quinta ola ha irrumpido en las residencias de mayores y los contagios crecen con fuerza. En solo dos semanas, los positivos se han multiplicado por ocho. Si del 5 al 11 de julio hab¨ªa 123 ancianos infectados, del 19 al 25 eran 1.029, seg¨²n los ¨²ltimos datos del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso), que publica las cifras semanalmente. Hay que remontarse a principios de febrero para encontrar otro periodo con m¨¢s de un millar de casos activos, pero hay una gran diferencia respecto a entonces: en aquellos siete d¨ªas hubo 606 muertes; del 19 al 25 fueron 37. La campa?a de inmunizaci¨®n ha bajado en picado los fallecimientos en estos centros, que fueron uno de los grandes focos de la pandemia, y la mayor¨ªa de los ancianos permanecen ahora asintom¨¢ticos o con formas leves de la enfermedad. Pero los expertos advierten de que el riesgo a¨²n acecha: la vacuna no es infalible, los mayores no tienen un sistema inmune tan robusto como los j¨®venes y, adem¨¢s, cada positivo implica un aislamiento, periodos que pasan factura, especialmente a quienes tienen deterioro cognitivo. La clave est¨¢ en calibrar las medidas restrictivas y los protocolos y ajustarlos a la situaci¨®n epidemiol¨®gica, para lograr un equilibrio entre la protecci¨®n y el bienestar emocional.
Las muertes y los contagios en residencias se redujeron dr¨¢sticamente en Espa?a cuando termin¨® la campa?a de vacunaci¨®n, coincidiendo adem¨¢s con la bajada de la tercera ola. Desde entonces, el goteo de casos y de fallecimientos no ha cesado, aunque han sido cifras muy bajas para un sector que cuenta con m¨¢s de 380.000 plazas. Incluso lleg¨® a registrarse una semana sin decesos, seg¨²n los informes del Imserso, elaborados con datos de las comunidades aut¨®nomas. Pero las cosas han cambiado, y mucho, en el ¨²ltimo mes. Con una nueva oleada que multiplic¨® por tres la incidencia acumulada en Espa?a del 5 al 23 de julio ¡ªjornada en que se situaba en 677,78 casos por cada 100.000 habitantes en 14 d¨ªas¡ª, no es de extra?ar que los positivos se dispararan en los centros: desde el inicio de la pandemia, los epidemi¨®logos han repetido una y otra vez que si la situaci¨®n es mala en una regi¨®n, es normal que el virus se cuele. Las residencias recalcan, eso s¨ª, que la situaci¨®n no tiene ahora nada que ver con la de anteriores olas. La mayor¨ªa de los ancianos y del personal est¨¢n vacunados y eso lo cambia todo.
Cada comunidad, como a lo largo de toda la pandemia, aplica una receta, y el escenario var¨ªa por autonom¨ªas. Por ejemplo, en la Comunidad Valenciana llevan 17 semanas sin muertes. Catalu?a ha ampliado de una a tres las PCR semanales al personal de residencias no vacunado y el n¨²mero permitido de visitantes se ha restringido de tres a dos, adem¨¢s tienen que presentar un test de ant¨ªgenos negativo y las salidas del centro deber¨¢n ser de al menos tres d¨ªas. En Arag¨®n, de momento, no se han planteado restricciones nuevas y se toman medidas residencia a residencia, pero los trabajadores no vacunados tendr¨¢n que pagar de su bolsillo un test diagn¨®stico cada tres d¨ªas. En Andaluc¨ªa, la Junta asume cada semana el cribado de un tercio del personal de sus centros, de forma que cada 21 d¨ªas han sido examinados todos. En Madrid, donde el lunes estudiar¨¢n si deben ampliarse las restricciones, los test son mensuales. En Galicia, con un cribado semanal, se permite incluso contacto f¨ªsico con los familiares durante las visitas, aunque con mascarilla y previa desinfecci¨®n.
¡°Hay que extremar las medidas de precauci¨®n¡±, defiende Jos¨¦ Mart¨ªnez Olmos, profesor de la Escuela Andaluza de Salud P¨²blica. Y explica que hay tres vectores de contagios: los trabajadores, las visitas y las salidas. ¡°Las visitas deber¨ªan ser preferiblemente de personas con la doble pauta de vacunaci¨®n y en lugares abiertos¡±, prosigue. Aunque pide un equilibrio, los mayores no pueden volver a quedar totalmente aislados. ¡°Ya han sufrido mucho tiempo de aislamiento y soledad¡±. El a?o y medio de pandemia pesa. Ignacio Fern¨¢ndez-Cid, presidente de la Federaci¨®n Empresarial de la Dependencia, una de las cuatro grandes patronales del sector, afirma que sienten ¡°mucho cansancio y mucha incomprensi¨®n ante noticias que se publican¡±. Desde el inicio de la crisis sanitaria, 29.675 mayores que resid¨ªan en estos centros han fallecido por covid, m¨¢s de 10.000 de ellos con s¨ªntomas compatibles con la enfermedad y a los que ni siquiera se les pudo hacer un test que confirmara el diagn¨®stico. ¡°Ahora, en los centros, estamos haciendo cribados continuos, as¨ª que van saliendo positivos. La mayor¨ªa de ellos son asintom¨¢ticos, cosa que es muy positiva, pero en cierto modo peligrosa porque la persona no siente nada y hay m¨¢s riesgo de que el contagio se propague¡±, sostiene Fern¨¢ndez.
Los expertos explican que la infecci¨®n en esta poblaci¨®n puede agravar patolog¨ªas de base. El jefe de Enfermedades Infecciosas del Hospital Vall d¡¯Hebron de Barcelona, Benito Almirante, recuerda que hay pacientes con una inmunidad m¨¢s deficitaria, personas trasplantadas o inmunodeprimidas en las que la vacuna no produce la misma respuesta y no otorga la misma protecci¨®n. ¡°Es posible que, al estar vacunados, haya menos gravedad de la infecci¨®n por la covid, pero que otras patolog¨ªas de base se descompensen y haya m¨¢s mortalidad¡±, agrega el especialista. Precisamente, un estudio del Vall d¡¯Hebron en colaboraci¨®n con la patronal catalana ACRA ha revelado, tras estudiar m¨¢s de 2.000 casos de 160 residencias durante marzo y mayo de 2020, que hay varias caracter¨ªsticas cl¨ªnicas que elevan el riesgo de mala evoluci¨®n por covid entre los residentes. Almirante, que es autor de este estudio, se?ala que, aparte de la edad, ¡°tener demencia es la problem¨¢tica de base que implica un peor pron¨®stico¡± si el paciente contrae la covid.
Quienes tienen deterioro cognitivo preocupan. Toni Andreu, director de Estrategia de ACRA, defiende que, aunque sea doloroso, aumentar restricciones es ¡°absolutamente necesario¡± porque la alternativa ser¨ªa ¡°terrible¡±. ¡°Cuando el virus entra en la residencia, se extiende de una manera muy r¨¢pida y eso tiene como consecuencia empezar a hacer procesos de sectorizaci¨®n y aislamiento que tienen un impacto muy negativo para la salud emocional y f¨ªsica de los usuarios¡±, explica. Especialmente con demencias. Andr¨¦s Rueda, miembro de la Asociaci¨®n de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, confirma que uno de sus principales temores ahora mismo son los aislamientos. Cada caso supone un periodo de cuarentena. ¡°Se ha bajado la guardia en prevenci¨®n. Nos preocupa la velocidad con la que aumentan las infecciones, en un contexto de una variante [la delta] m¨¢s transmisible¡±.
Coincide en esto ¨²ltimo Jaime P¨¦rez, miembro de la junta directiva de la Asociaci¨®n Espa?ola de Vacunolog¨ªa. El especialista en medicina preventiva indica que la respuesta de los mayores a la vacuna es ¡°excelente¡±, pero precisa que hay estudios que apuntan que con el tiempo es posible que su efectividad disminuya un poco y que quiz¨¢s sea necesaria una tercera dosis en determinados grupos. Y recalca: ¡°La mejor manera de proteger estos centros ante futuros brotes son las medidas de protecci¨®n y conseguir que toda la poblaci¨®n se vacune lo antes posible para controlar la incidencia en la comunidad¡±.
Catalu?a, la comunidad donde la quinta ola ha pegado m¨¢s fuerte (927 casos por 100.000 habitantes a 14 d¨ªas), es tambi¨¦n la regi¨®n con mayor impacto en sus residencias. Seg¨²n los datos del Departamento de Salud, m¨¢s actualizados que los del Imserso, las muertes, que a principios de julio apenas eran una o dos a semana, se cuentan ahora por decenas cada semana, aunque siguen lejos de las cifras reportadas en las oleadas anteriores. La situaci¨®n, no obstante, preocupa. Hay 122 residencias ¡ªel 12% de todos los centros en la comunidad¡ª con casos activos. Vicente Botella, presidente de Upimir, patronal catalana de peque?as y medianas residencias, habla de un ¡°retroceso brutal¡±. El auge de contagios ha vuelto a tensionar los centros. ¡°Hay mucho malestar entre los familiares y todo esto supone tambi¨¦n una carga de trabajo para los profesionales. Nos est¨¢n cargando de trabajo y lo que se mengua es la atenci¨®n a los usuarios. Estamos muy faltos de personal¡±, lamenta.
Las asociaciones familiares lamentan el efecto negativo del aumento de las restricciones. Mariv¨ª Nieto, miembro de Marea de Residencias, entiende que ¡°tiene que haber¡±, pero critica que sean muchas veces ¡°excesivas¡±. Pide que si hay contagios no se cierre todo el centro, como hacen algunas autonom¨ªas. Mar¨ªa Jos¨¦ Carcel¨¦n, portavoz de la Coordinadora de Residencias 5+1 y miembro de la asociaci¨®n estatal La Plataforma, define como un atropello a los derechos de los ancianos ¡°tantas limitaciones a derechos fundamentales, como la libertad de movimiento¡±. ¡°Los est¨¢n encerrando, no los consideran ciudadanos de pleno derecho. Est¨¢n una prisi¨®n sin delito ni condena¡±, protesta, y asegura que han denunciado las restricciones ante la Fiscal¨ªa. ¡°Nuestros familiares lo llevan muy mal, piensan que los hemos abandonado. La protecci¨®n no es encerrarlos, sino tener profesionales suficientes para hacer bien las sectorizaciones, mantener los grupos burbuja y hacer test a residentes y trabajadores. Ahora est¨¢n haciendo medidas que no son efectivas y los est¨¢n condenando a vivir en soledad la ¨²ltima etapa de su vida¡±.
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