La Corte Interamericana de Derechos Humanos condena a El Salvador por encarcelar a una mujer que sufri¨® un aborto espont¨¢neo
La sentencia reconoce que Manuela sufri¨® una emergencia obst¨¦trica y se?ala como sistem¨¢tica la persecuci¨®n judicial a las mujeres en el pa¨ªs centroamericano
Manuela siempre fue inocente. Lo sab¨ªa su familia y lo probaron sus abogadas, pero faltaba que un tribunal lo confirmara para que El Salvador fuera se?alado oficialmente como responsable de violar todos sus derechos. Manuela fue encarcelada injustamente por una emergencia obst¨¦trica. Muri¨® de c¨¢ncer bajo detenci¨®n. Este martes la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) ha declarado que el Estado salvadore?o se equivoc¨®: Manuela no debi¨® morir en la c¨¢rcel. La Corte ha condenado a El Salvador por la criminalizaci¨®n arbitraria de una mujer por intentar acceder a servicios de salud cuando enfrent¨® un parto precipitado.
La sentencia del m¨¢s alto tribunal americano de derechos humanos sienta un hist¨®rico precedente a favor de las mujeres en El Salvador, un pa¨ªs en donde perder un embarazo se castiga como un homicidio. A Manuela le fue impuesta una pena de 30 a?os, la pena m¨ªnima prevista para el delito de homicidio agravado, que puede llegar hasta los 50 a?os.
¡°En el presente caso no cabe duda de que Manuela sufri¨® una emergencia obst¨¦trica causada por la preeclampsia. La Corte rescata que las emergencias obst¨¦tricas, por tratarse de una condici¨®n m¨¦dica, no pueden dar lugar autom¨¢ticamente a una sanci¨®n penal¡±, se?ala el tribunal, que enumera varios puntos que el pa¨ªs debe ajustar para garantizar el respeto a los derechos de las mujeres.
La sentencia ordena regular el secreto profesional m¨¦dico y la confidencialidad de la historia cl¨ªnica y desarrollar un protocolo para atender la atenci¨®n de emergencias obst¨¦tricas. ¡°Hemos esperado largo tiempo esta sentencia de la Corte, podemos decir que se ha hecho justicia porque los m¨¦dicos tendr¨¢n que garantizar el secreto profesional de sus pacientes y nunca m¨¢s mujeres criminalizadas por complicaciones obst¨¦tricas en El Salvador¡±, se?al¨® Morena Herrera, activista de la Agrupaci¨®n Ciudadana para la Despenalizaci¨®n del Aborto.
El fallo, explica Catalina Mart¨ªnez, coordinadora regional del Centro de Derechos Reproductivos, reconoce que en ese pa¨ªs casos como el de Manuela se dan en un contexto de persecuci¨®n sistem¨¢tica a las mujeres que sufren abortos espont¨¢neos. Un patr¨®n que se ha apoyado en la prohibici¨®n absoluta del aborto. ¡°Tambi¨¦n se reconoce la tortura a la que Manuela fue sometida cuando la engrilletan a la camilla, detenida, a¨²n estando convaleciente. Ese acto fue considerado por la Corte como tortura¡±, se?ala Mart¨ªnez.
??ltima hora??: La Corte Interamericana de Derechos Humanos (@CorteIDH ) confirma que el Estado salvadore?o se equivoc¨®, Manuela tuvo una emergencia obst¨¦trica.
— Centro de Derechos Reproductivos (@ReproRightsLAC) November 30, 2021
Se hizo justicia, Manuela siempre fue inocente.#ManuelaJusticiayEsperanza pic.twitter.com/QAs56YX2sM
Manuela, su mam¨¢, su pap¨¢, y sus hijos sufrieron todas las injusticias posibles. La sentencia destaca que no se le respetaron las garant¨ªas al debido proceso, la justicia no quiso escuchar los testimonios de su familia. ¡°El Salvador vulner¨® su derecho a la integridad personal, a vivir libre de violencia, a no ser discriminada¡±, agrega Mart¨ªnez, que explica que, aunque el caso no tuvo como centro del debate el aborto porque se trat¨® de una emergencia, s¨ª reconoce que las mujeres son perseguidas incluso por perder sus embarazos.
Manuela ten¨ªa 31 a?os cuando fue llevada a prisi¨®n. El personal m¨¦dico que la atendi¨® cuando lleg¨® despu¨¦s de sufrir un desmayo la denunci¨® y la acus¨® de provocarse un aborto. El c¨¢ncer linf¨¢tico que ya empezaba a afectar su salud durante el embarazo no fue tenido en cuenta y en 2010, dos a?os despu¨¦s de ser encarcelada, muri¨®.
Su mam¨¢ buscaba desde 2008 justicia. Cada palabra del fallo reivindica la lucha que ha mantenido para que la inocencia de su hija, de la que nunca dud¨®, por fin sea respaldada con una sentencia, que adem¨¢s ordena reparaciones a su favor y crea un marco de jurisprudencia para todos los pa¨ªses que hacen parte del sistema interamericano de derechos humanos.
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