Pa¨ªses Bajos penaliza al cliente que sepa o sospeche que las prostitutas son v¨ªctimas de explotaci¨®n o de trata de personas
La nueva norma, que ha entrado en vigor el 1 de enero, protege tambi¨¦n a las menores de edad, y contempla penas de c¨¢rcel de hasta seis a?os y multas de m¨¢s de 22.000 euros para la clientela
La prostituci¨®n es legal en Pa¨ªses Bajos desde el a?o 2000 siempre que los trabajadores del sexo ¡ªen su mayor¨ªa mujeres¡ª no sean menores de edad, v¨ªctimas de explotaci¨®n o de trata de personas. Desde este 1 de enero, los clientes que sepan o sospechen que ocurre algo as¨ª cometer¨¢n un delito si siguen adelante en lugar de avisar a la polic¨ªa. Pueden imponerse penas de hasta seis a?os de c¨¢rcel, y el Ministerio de Justicia ha lanzado una campa?a informativa para alertar a la clientela de las consecuencias de sus actos. Bajo el lema ¡°No todo es lo que parece¡±, los anuncios aparecer¨¢n a lo largo de 2022 en internet, las redes sociales y tambi¨¦n en carteles en las ciudades.
En uno de los v¨ªdeos que ilustran la campa?a del Gobierno puede verse a una mujer sentada con un fondo similar a las luces del Distrito Rojo, de ?msterdam. Es el barrio donde se encuentran las famosas ventanas de las habitaciones alquiladas para la prostituci¨®n, aunque dicha est¨¦tica se repite en otras ciudades del pa¨ªs. Con minifalda, una camiseta de tirantes con mallas y botas altas, junto a la joven aparece la siguiente frase: ¡°He escogido de forma consciente este trabajo¡±. El rojo se apaga poco a poco y la escena se ilumina en tonos azules. Entonces, ella pasa de mostrarse segura a adoptar una postura de indefensi¨®n.
A la m¨¢xima inicial se a?ade esta explicaci¨®n: ¡°Hasta que tropec¨¦ con la gente equivocada¡±. Una voz femenina superpuesta advierte de que ¡°no todo es lo que parece¡± y pide al cliente que se detenga y denuncie ¡°si sabe o sospecha que la prostituta no tiene 18 a?os o est¨¢ siendo forzada a trabajar¡±. ¡°A partir de este 1 de enero es un delito¡±, concluye la narradora. La nueva norma contempla penas de hasta cuatro a?os de c¨¢rcel y una multa de hasta 22.500 euros para el cliente que siga adelante en estas circunstancias. Si se trata de menores de edad forzadas a prostituirse, la pena puede llegar a los seis a?os de prisi¨®n.
El otro v¨ªdeo de la campa?a alerta precisamente sobre prostituci¨®n y menores. Sobre el mismo fondo rojo aparece una chica m¨¢s joven y vestida como la anterior, aunque con medias de malla y grandes tacones. ¡°Soy mayor de edad¡±, puede leerse esta vez. Cuando cambian las luces, se revela la realidad de la situaci¨®n denunciada. Es esta: ¡°Ser¨¦ mayor de edad el 24 de mayo de 2024¡å. El ministerio le explica al cliente las posibles se?ales de los abusos que debe denunciar. Dice, por ejemplo, que ¡°el trabajador del sexo puede tener cardenales o bien otras se?ales de maltrato; puede estar asustado, triste o no sentirse bien all¨ª; encontrarse en un lugar apartado, como una zona industrial o un garaje¡±. Si bien se usa el t¨¦rmino trabajador del sexo en los textos, la campa?a presenta a mujeres dada su presencia mayoritaria en el ¨¢mbito de la prostituci¨®n.
Al cliente se le indica adem¨¢s que ¡°busque solo a mayores de 18 a?os y se asegure de que no hay menores en situaci¨®n de explotaci¨®n¡±. Tambi¨¦n, que no responda a ofertas en grupos cerrados de WhatsApp o Telegram, chat o a trav¨¦s de terceros. ¡°Use el sentido com¨²n¡±, es la advertencia final. En caso de sospecha, puede hacerse una denuncia an¨®nima o marcar el tel¨¦fono de emergencia, tambi¨¦n el 112 en el caso holand¨¦s. Los que alerten inmediatamente de la situaci¨®n no ser¨¢n penalizados.
Desde la legalizaci¨®n de la prostituci¨®n hace dos d¨¦cadas, la cifra de negocios del sexo se ha ido reduciendo en Pa¨ªses Bajos debido a las dificultades para obtener un permiso de apertura de un burdel. En el a?o 2000 hab¨ªa 1.350 de estos locales abiertos. Ahora son unos 250, seg¨²n un sondeo efectuado este diciembre por el equipo de investigaci¨®n de la cadena televisiva KRO-NCRV. Las licencias, que suelen ser para cinco a?os sin garant¨ªas de renovaci¨®n, est¨¢n en manos de los Ayuntamientos. De estos depende a su vez la pol¨ªtica aplicada al ejercicio de la prostituci¨®n, y la reducci¨®n de la cifra de autorizaciones corre pareja al ¨¦nfasis puesto en la lucha contra la trata de personas y la explotaci¨®n.
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