El IVA menstrual: un impuesto sobre las mujeres
La rebaja fiscal a compresas y tampones, aplazada por el Gobierno tras caerse de la reforma de la ley del aborto, se abre espacio en la agenda pol¨ªtica y ya est¨¢ en vigor en otros pa¨ªses
Cuando hace falta contar cada c¨¦ntimo para llegar a final de mes, gastarse 10, 15, 20 euros en compresas y protegeslips se hace un mundo. Ni Eugenia, de 49 a?os, ni su hija, de 15, pueden elegir si menstruar o no, ni cu¨¢ndo hacerlo. La regla les llega religiosamente cada ciclo, y da igual que, una vez descontado el alquiler, les queden apenas 80 euros para vivir, 100 si hay suerte y a la madre le han salido ¡°m¨¢s horitas¡± limpiando. ¡°Esos productos no pueden faltar. A lo mejor dejo de comprar otra cosa, leche por ejemplo. La leche me da un poquito de espera, esto no¡±, admite esta colombiana que lleva apenas siete meses en Espa?a y que usa su segundo nombre porque prefiere no ser identificada.
Su historia es muy dura, no se puede extrapolar a todo el pa¨ªs. Pero s¨ª refleja una realidad incuestionable. Los productos de higiene femenina son una necesidad y constituyen un gasto al que deben hacer frente todas las mujeres en edad de menstruar, independientemente de su renta. Es tan b¨¢sico en un hogar como un paquete de legumbres o el papel higi¨¦nico, y el debate sobre c¨®mo financiarlo ha despertado en distintos puntos del globo.
Pa¨ªses como Canad¨¢ o la India han eliminado la tasa a los art¨ªculos de higiene femenina; Escocia ha aprobado que compresas y tampones sean gratuitos; en varios Estados de la Uni¨®n Europea la pobreza menstrual ha entrado en la agenda pol¨ªtica. En Espa?a, el movimiento feminista lleva a?os reclamando que se elimine el IVA para estos productos o se aplique el tipo superreducido del 4%, destinado a art¨ªculos que se consideran de primera necesidad. Ahora ese impuesto es del 10%, el mismo con el que se tasa una cena en un restaurante, un billete de avi¨®n y una entrada para un partido de f¨²tbol. Tambi¨¦n existe un modelo alternativo al que apunta el comit¨¦ de expertos para la reforma fiscal: un tipo ¨²nico de IVA, donde el Estado compensa a las personas con menos recursos.
La OCU calcula que el gasto medio en estos productos supera los 50 euros anuales para cada mujer, aunque es muy variable, de 13 a 59 si solo se usan compresas, cinco euros al a?o si se opta por una copa menstrual. La mayor¨ªa de las mujeres combinan varios productos. Teniendo en cuenta que la vida f¨¦rtil dura unos 40 a?os, el gasto supera los 2.000 euros. Un gran esfuerzo para muchos hogares.
El compromiso pol¨ªtico de una rebaja fiscal tambi¨¦n lleva a?os encima de la mesa. Ni este es un debate nuevo ni es la primera vez que distintos partidos prometen bajar el IVA. Ya hab¨ªa ocurrido con anterioridad y esta legislatura ha vuelto a suceder. El PSOE y Unidas Podemos introdujeron en su acuerdo de coalici¨®n, a finales de 2019, el compromiso de rebajarlo al 4%. Estos d¨ªas, en el borrador de la reforma de la ley del aborto, el Ministerio de Igualdad intent¨® algo m¨¢s: eliminarlo por completo. Calculaba que costar¨ªa unos 30 millones anuales. Pero no sali¨® adelante. Para que el Consejo de Ministros diera luz verde al anteproyecto, el ¨¢rea de Irene Montero (Unidas Podemos) tuvo que renunciar, entre otras cuestiones, a esta iniciativa.
Ambos socios de gobierno aseguran que suceder¨¢ a lo largo de la legislatura. Pero no entr¨® en los ¨²ltimos Presupuestos Generales del Estado (PGE) y Hacienda se ha negado a que su eliminaci¨®n est¨¦ en la reforma normativa del aborto. Las responsables de Igualdad han prometido que volver¨¢n a proponerlo en las pr¨®ximas cuentas. El departamento que dirige la socialista Mar¨ªa Jes¨²s Montero asegura que no hay veto a la rebaja fiscal al 4%, pero defiende que la medida se enmarque en un debate presupuestario por su impacto econ¨®mico, como ya hab¨ªa apuntado la misma ministra.
El IVA es un impuesto indirecto que grava el consumo final de productos y servicios. Sus l¨ªneas b¨¢sicas est¨¢n definidas por la UE y permiten que coexistan tipos impositivos distintos, adem¨¢s de exenciones. En Espa?a hay un tipo general del 21% ¡ªel est¨¢ndar no puede ser inferior al 15%¡ª, un tipo reducido del 10% y otro superreducido del 4%, adem¨¢s de haber art¨ªculos y prestaciones exentas, como la sanidad o la educaci¨®n.
La l¨®gica de estos beneficios fiscales es reducir el coste de bienes y servicios b¨¢sicos, que a los ciudadanos con menos recursos le consumen una mayor proporci¨®n de su renta. Pero hay tambi¨¦n otras razones, vinculadas al dise?o del sistema tributario o a decisiones pol¨ªticas dirigidas a proteger determinados sectores.
Es as¨ª que medicamentos y alimentos b¨¢sicos como pan, frutas y hortalizas, huevos o leche, considerandos bienes de primera necesidad, gozan del tipo superreducido del 4%. El IVA del 10% se aplica a una lista m¨¢s amplia de productos y servicios, entre ellos las compresas y los tampones. En el mismo caj¨®n se encuentran tambi¨¦n la hosteler¨ªa, las flores, las entradas a conciertos y los festejos taurinos. Bienes que, a diferencia de los productos de higiene femenina, pueden ser consumidos con mayor o menor intensidad en funci¨®n de la renta de cada uno.
Alejandro Esteller, catedr¨¢tico de Econom¨ªa en la Universidad de Barcelona e Investigador del IEB, explica que los productos de primera necesidad se distinguen de los dem¨¢s porque su demanda se mantiene estable aunque crezca la capacidad econ¨®mica del contribuyente. ¡°Es el caso de las compresas y los tampones. Da igual que una mujer sea rica o pobre, los va a necesitar igualmente¡±, ilustra.
Eso mismo es lo que dice Eugenia. El esfuerzo ¡°es muy grande¡±. ¡°Con un solo paquete no nos alcanza, nos toca comprar m¨¢s, hay meses que gastamos tres y medio¡±, dice. En Colombia ten¨ªa una parcela y ganado. ¡°Ahora no tengo nada¡±. Sali¨® de all¨ª buscando seguridad, porque su familia est¨¢ amenazada por la guerrilla, y se rompe al recordarlo. All¨ª quedaron su hermana, y su hija mayor, de 26 a?os. Los inicios aqu¨ª no est¨¢n siendo f¨¢ciles. Su hija participa en un programa de ocio de Save the Children, en la localidad madrile?a de Legan¨¦s, y C¨¢ritas las ayuda con comida. ¡°Pero nada de aseo¡±. Ahora va a pedirlo expresamente.
Kena Yuguero, voluntaria en la red solidaria popular Latina Carabanchel, en Madrid, cuenta que al principio las mujeres no ped¨ªan estos productos. Comenzaron a trabajar en el barrio en 2014 y una vez al mes ofrecen art¨ªculos no perecederos. ¡°Nos hicieron una donaci¨®n de compresas y al principio se quedaban all¨ª, muertas de risa. Las mujeres no lo planteaban, supongo que desde la verg¨¹enza m¨¢s absoluta¡±, prosigue. Explica que la filosof¨ªa de la red es darse un apoyo mutuo. Las 30 familias a las que ayudan participan en asambleas. All¨ª es donde se ha dado cuenta de hasta qu¨¦ punto la regla sigue siendo un tab¨². Una de ellas cont¨® que lleg¨® a tener que ponerse un pa?al de la persona mayor a la que cuidaba.
Es algo en lo que tambi¨¦n incide Ana Enrich, directora de la organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro Period Spain, filial de la Fundaci¨®n Period.org de Estados Unidos, y que aqu¨ª surgi¨® durante el confinamiento ¡°para erradicar el estigma y la pobreza menstrual¡±. Cree que hay un ¡°vac¨ªo total¡±, que muchas ONG y despensas solidarias no reparten estos productos de forma habitual.
Apenas hay datos, lo cual hace que esta realidad se invisibilice. Enrich razona que, si dos de cada diez mujeres viven bajo el umbral de la pobreza, es posible que esa misma proporci¨®n tenga dificultades para adquirir estos productos. ¡°Hay mujeres que utilizan trapos o que usan una compresa tres d¨ªas seguidos. Esto las lleva a una situaci¨®n de vulnerabilidad extrema porque la pobreza menstrual tiene consecuencias f¨ªsicas, como infecciones recurrentes, por ejemplo, y psicol¨®gicas, porque el nivel de humillaci¨®n es muy importante¡±, afirma.
Una encuesta online elaborada por el Instituto Universitario de Investigaci¨®n en Atenci¨®n Primaria Jordi Gol y Gurina concluye que el 22% de las m¨¢s de 22.000 participantes no hab¨ªa tenido acceso a productos menstruales en alg¨²n momento de su vida por cuestiones econ¨®micas. Es ¡°el primer proyecto de investigaci¨®n¡± al respecto en el pa¨ªs, seg¨²n se lee en su web. ¡°La pobreza menstrual existe en Espa?a¡±, recalca Carmela del Moral, responsable de pol¨ªticas de infancia en Save the Children. Hay organizaciones que piden no poner apellidos a la pobreza. Ella insiste en que, aunque esta ¡°constituye un fen¨®meno estructural, abordarla desde distintos ¨¢mbitos ayuda a pensar en soluciones espec¨ªficas¡±. Teme que, dado que hay mujeres que no pueden permitirse comprar estos productos, ¡°haya alumnas que est¨¦n faltando a clase cuando tienen la regla¡±.
Tanto Enrich como Del Moral recuerdan que a¨²n hay mucho desconocimiento en torno a la regla y reclaman educaci¨®n menstrual. El anteproyecto de la reforma de la ley del aborto prev¨¦ que estos art¨ªculos se entreguen de forma gratuita en centros educativos, los que ofrecen servicios sociales para mujeres en riesgo de exclusi¨®n y en prisiones, y que progresivamente todas las dependencias de los organismos p¨²blicos vayan incorporando esta medida. Enrich lo considera ¡°una magn¨ªfica estrategia¡±, que han seguido ¡°pa¨ªses como Francia y Nueva Zelanda¡±. Recuerda que, en exenci¨®n de impuestos, ¡°el primer pa¨ªs fue Kenia¡±, en 2004. A partir de ah¨ª, otros se fueron uniendo.
Realidades distintas
La realidad var¨ªa enormemente en funci¨®n del territorio. En la UE, nueve de los 27 socios contemplan un tipo de IVA por debajo del est¨¢ndar (15%) a productos relacionados con la menstruaci¨®n o la higiene femenina, seg¨²n los datos de la Comisi¨®n Europea a 1 de enero de 2021. Irlanda es el ¨²nico que aplica un tipo cero, aceptado por Bruselas porque Dubl¨ªn ya ten¨ªa esa norma antes de su incorporaci¨®n al club comunitario en 1973. En los cinco pa¨ªses m¨¢s poblados de la Uni¨®n, el tipo es del 7% en Alemania, 5,5% en Francia, 10% en Italia (a partir de este a?o), 10% en Espa?a y 5% en Polonia.
La lista podr¨ªa ampliarse r¨¢pidamente porque la UE modific¨® el mes pasado la directiva que regula la aplicaci¨®n del IVA para facilitar la introducci¨®n de tipos reducidos (por debajo del 15% y por encima del 5%). Los Estados podr¨¢n rebajarlos en ciertos casos, sin necesidad de esperar la autorizaci¨®n de Bruselas, como ocurr¨ªa hasta ahora. Se da esta posibilidad para ¡°los productos farmac¨¦uticos utilizados con fines m¨¦dicos o veterinarios, incluidos los contraceptivos y los productos de higiene ¨ªntima femenina, y los productos absorbentes de higiene personal¡±. La norma tambi¨¦n permite aplicar un tipo por debajo del 5% (el llamado superreducido) y uno al 0% a un m¨¢ximo de siete categor¨ªas de productos considerados b¨¢sicos, entre los que figuran alimentos, medicinas y productos farmac¨¦uticos.
Esta mayor libertad para reducir el IVA facilitar¨¢ los cambios dentro de cada pa¨ªs. Pero la Comisi¨®n Europea recuerda peri¨®dicamente la p¨¦rdida de recaudaci¨®n que suponen las rebajas y excepciones. Bruselas la define como ¡°brecha pol¨ªtica¡±, porque no es consecuencia de fraude o elusi¨®n, sino de decisiones deliberadas de cada Gobierno. Y seg¨²n el ¨²ltimo informe, de septiembre de 2021, los 27 pa¨ªses pierden de media el 44,69% de lo que recaudar¨ªan si se suprimiesen todas las excepciones.
Espa?a figura a la cabeza de esas p¨¦rdidas, con un 57,94%. Ese dato est¨¢ hinchado por la exenci¨®n general en las islas Canarias ¡ªque ya eximi¨® a compresas y tampones del Impuesto General Indirecto Canario, equivalente del IVA¡ª y el r¨¦gimen especial de Ceuta y Melilla. Pero en la parte de la brecha pol¨ªtica atribuida exclusivamente a los tipos reducidos (donde Canarias, Ceuta y Melilla no tienen efecto), Espa?a (13,96%) tambi¨¦n se encuentra por encima de la media (9,83%). Con datos de 2019, el informe calcula que Espa?a tiene el tipo efectivo del IVA m¨¢s bajo de la UE (8,8%).
Esta es una de las razones por las que el comit¨¦ de expertos para la reforma fiscal ¡ªcomprometida con Bruselas para 2023¡ª ha recomendado al Gobierno un cambio de calado en el IVA: la eliminaci¨®n progresiva de los tipos reducido y superreducido y el dise?o de un sistema que compense a los hogares con menos recursos. Si este mecanismo de compensaci¨®n no pudiera garantizarse, propone mantener tipos m¨¢s bajos para los productos de primera necesidad, y una parte del comit¨¦ aconseja bajar al 4% el IVA de los art¨ªculos de higiene ¨ªntima femenina.
El economista Alejandro Esteller coincide en que ser¨ªa m¨¢s eficaz implantar un tipo ¨²nico de IVA y dise?ar pol¨ªticas por el lado del gasto. ¡°Implicar¨ªa un gran cambio, pero no es imposible. Los pa¨ªses n¨®rdicos ya lo hacen¡±, a?ade. ¡°Con un tipo ¨²nico, el aumento de recaudaci¨®n podr¨ªa financiar pol¨ªticas de gasto social dirigidas a aquellos grupos de poblaci¨®n realmente necesitados. Es una manera m¨¢s eficiente y eficaz de ayudar a esos grupos de poblaci¨®n¡±.
En Espa?a, las rentas altas son las que m¨¢s se benefician de los tipos reducidos, debido a sus mayores consumos. La Autoridad Fiscal (Airef) calcula que el 20% de hogares con mayor renta acapara el 38% del beneficio fiscal de IVA e impuestos especiales; el 20% con menores ingresos solo se aprovecha del 8%.
Mary Mimbela se sorprende de lo que cuestan las compresas y tampones. Ella lleg¨® de Per¨² hace cuatro a?os y ahora vive junto a sus cuatro hijos en Madrid, tres chicas y un chico. La mayor es econ¨®micamente independiente, de hecho paga 250 euros por su habitaci¨®n y as¨ª ayuda a su madre con un alquiler de 680. Pero las dos peque?as dependen exclusivamente de ella, que trabaja como interna en una casa e ingresa 1.000 euros al mes. Aunque en la red solidaria de Latina Carabanchel le dan compresas, sus hijas usan tampones, que ella tiene que abonar. ¡°Me ha pasado muchas veces no tener para comprarlos, y he tenido que ver c¨®mo lo hago. Cuando me he quedado sin efectivo he tenido que agarrar la tarjeta de cr¨¦dito y pagar con eso¡±. Es algo ¡°indispensable¡±. Por eso no puede comprender los precios.
Con informaci¨®n de Mar¨ªa Sosa Troya, Laura Delle Femmine, Isabel Vald¨¦s y Bernardo de Miguel.
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