Sesenta y seis cl¨ªnicas han dejado de practicar abortos en EE UU tras la sentencia del Supremo

Este domingo se cumplieron 100 d¨ªas de la sentencia del Tribunal Supremo que derog¨® la protecci¨®n federal del aborto y dej¨® a los Estados la potestad para legislar sobre el tema. El Instituto Guttmacher, de referencia en Estados Unidos en materia de salud reproductiva, ha hecho balance sobre las consecuencias de esa restricci¨®n del derecho a decidir de las mujeres que trajo la decisi¨®n del alto tribunal y calcula, en un informe publicado este jueves, que al menos 66 cl¨ªnicas de 15 Estados, que contaban con 79 centros en total, han dejado en este tiempo de ofrecer servicios abortivos.

Esos territorios son los que cuentan con una prohibici¨®n total de las intervenciones (13 de los 15) o a partir de las primeras seis semanas desde la concepci¨®n, un plazo que en la pr¨¢ctica equivale al veto; pocas mujeres son conscientes de su estado a esas alturas del embarazo.

De las 79 cl¨ªnicas, 26 han cerrado sus puertas por completo, mientras que 40 siguen abiertas y dedicadas a proveer servicios de salud reproductiva, tales como el suministro de p¨ªldoras anticonceptivas o revisiones para la detecci¨®n temprana del c¨¢ncer de mama. Tambi¨¦n prestan ayuda para viajar a otros Estados, donde s¨ª est¨¢ protegido un derecho constitucional que garantizaba hasta el pasado 24 de junio un precedente de m¨¢s de medio siglo sentado en 1973 por la sentencia Roe contra Wade. Los 13 centros que siguen interrumpiendo embarazos de acuerdo con las nuevas restricciones de seis semanas est¨¢n todos en Georgia.

¡°En total, estos 15 estados albergan a casi 22 millones de mujeres en edad reproductiva (de 15 a 49 a?os)¡±, detalla el informe del Instituto Guttmacher. ¡±Eso significa que casi un tercio (29%) de la poblaci¨®n total de mujeres en edad reproductiva de Estados Unidos vive en lugares donde el aborto no est¨¢ disponible o est¨¢ severamente restringido¡±.

Luisiana y Misisip¨ª ya no tienen ninguna cl¨ªnica de salud reproductiva, practique interrupciones del embarazo o no, aunque Texas es la que ha registrado el cambio m¨¢s dr¨¢stico: hab¨ªa 23 centros, de los que 12 han cerrado sus puertas y 11 ofrecen otros servicios, pero ninguna realiza abortos.

El Estado del sudoeste del pa¨ªs, el m¨¢s grande de la uni¨®n, con un tama?o similar a Francia, ha abanderado esta nueva oleada regresiva. En septiembre del a?o pasado, su gobernador, el republicano Gregg Abbott, firm¨® una norma que se conoci¨® como ¡°la ley del latido¡±, porque proh¨ªbe el aborto desde el momento en que se detectan el pulso cardiaco en el feto, alrededor de las seis semanas de gestaci¨®n. Tras la sentencia del Supremo, se activ¨® una norma aprobada de antemano y que estaba esperando a ese momento para entrar en vigor y prohibir totalmente el aborto en el territorio.

Este nuevo r¨¦gimen, que en algunos Estados incorpora penas para quienes ayuden a las mujeres que aborten e incita a la delaci¨®n, ha dejado a los m¨¦dicos en un limbo legal, en el que se ven obligados a elegir entre el juramento hipocr¨¢tico y el c¨®digo penal.

El aborto est¨¢ llamado a ser uno de los temas clave de la campa?a para las elecciones legislativas (aunque no tanto como la alta inflaci¨®n o la mala marcha de la econom¨ªa). Se celebran el pr¨®ximo 8 de noviembre para renovar la totalidad de los esca?os del Congreso y un tercio de los del Senado. Se espera que la decisi¨®n del Supremo movilice el voto femenino. En algunos Estados, como M¨ªchigan o Kentucky, ese d¨ªa se vota adem¨¢s sobre si prohibir el aborto o no.

A principios de agosto, los ciudadanos de Kansas, los primeros en pronunciarse en un referendo sobre el tema, decidieron con una mayor¨ªa del 60% en favor de la libertad de elegir de las mujeres.