La artrosis, una enfermedad asociada a la vejez que puede prevenirse de joven: ¡°Es como una puerta oxidada¡±
La mitad de las personas mayores de 65 a?os sufre esta dolencia cr¨®nica que va en aumento, no tiene cura y puede ser altamente incapacitante
La artrosis es una enfermedad ¡°traicionera¡±, en palabras de Josep Verg¨¦s, uno de los mayores en expertos en la materia de Espa?a. El cart¨ªlago se va desgastando poco a poco con el paso de los a?os sin dar se?ales y cuando duele ¡°es tarde¡±: ha llegado al hueso. ¡°Es punzante e incapacitante; quien no lo ha tenido no sabe lo que es¡±, dice Marisa Ibarra, uno de los siete millones de personas que la padecen en el pa¨ªs.
Como cualquier dolencia asociada a la edad, en un pa¨ªs cada vez m¨¢s envejecido va inexorablemente en aumento. Seg¨²n el Libro blanco sobre envejecimiento demogr¨¢fico y artrosis, publicado a finales de junio (y en el que figuran todos los datos que aparecen en este reportaje), el 50% de la poblaci¨®n mayor de 65 a?os la padece, porcentaje que sube al 80% entre las personas con m¨¢s de 80, con especial prevalencia entre las mujeres.
A Ibarra se la diagnosticaron con 50 a?os. Le afecta a la cadera, con dolores que tuvo que ir sobrellevando con infiltraciones para aguantar en su trabajo, en el mercado de la Boquer¨ªa de Barcelona. ¡°Cuando eres aut¨®noma tienes que aguantar lo que te echen¡±, dice. Luego se jubil¨®, se asesor¨® bien y con actividad f¨ªsica, dieta y los medicamentos adecuados, asegura que la enfermedad es m¨¢s llevadera.
El hecho de que se asocie a la edad, a la vejez, le quita ¡°glamour¡±, seg¨²n Verg¨¦s, que en 2016 fund¨® la Fundaci¨®n Internacional de la Artrosis (OAFI, por sus siglas en ingl¨¦s). La poblaci¨®n m¨¢s joven la ve lejana y le presta poca atenci¨®n, pese a que es en esta etapa cuando se puede comenzar a poner medidas para prevenirla, con pautas de vida sana que aplican para casi cualquier enfermedad: suficiente (pero no excesiva) exposici¨®n al sol para generar vitamina D, dieta baja en grasas saturadas, dulces y procesados, evitar el alcohol y el tabaco, ejercicio sin llevar al extremo a las articulaciones.
Silvia S¨¢nchez, de 50 a?os, lleva diagnosticada de artrosis dos d¨¦cadas. Naci¨® con problemas para caminar y tuvo m¨²ltiples operaciones. Pero su vida discurri¨® con normalidad hasta que a los 30 comenz¨® a sufrir una serie de esguinces. Comenz¨® el dolor y su d¨ªa a d¨ªa se fue resintiendo. Despu¨¦s de muchas pruebas ¡ªla enfermedad tarda una media de algo m¨¢s de tres a?os en diagnosticarse despu¨¦s de los primeros s¨ªntomas¡ª le hicieron una resonancia que dio con la tecla. Pero ese desgaste de los cart¨ªlagos llevaba mucho tiempo produci¨¦ndose, comenz¨® a degenerar y ahora tiene problemas en ¡°pr¨¢cticamente todas las articulaciones¡±.
Despu¨¦s de varias cirug¨ªas de columna, le dieron una incapacidad permanente en 2015. ¡°Para m¨ª fue un vac¨ªo total. Yo era funcionaria, hab¨ªa sacado mi plaza hac¨ªa 10 a?os y fue un golpe bastante fuerte. Media vida estudiando y llega un momento en el que te llama inspector m¨¦dico y te dice que no puedes seguir. Fue bastante duro y me cost¨® asimilarlo¡±, explica.
La artrosis crea c¨ªrculos viciosos e influye en otras enfermedades. Los medicamentos que se toman para los dolores, tambi¨¦n. Nueve de cada 10 pacientes sufre comorbilidades: hipertensi¨®n, diabetes, problemas g¨¢stricos. cardiopat¨ªas... Pero, sobre todo, problemas de salud mental. Las enfermedades asociadas m¨¢s frecuentes son la ansiedad y la depresi¨®n, que padecen un 38% de los que tienen artrosis. Por la angustia que producen los dolores, las limitaciones para desplazarse, para caminar, incluso para coger objetos. ¡°La tarea m¨¢s b¨¢sica puede convertirse en un enorme obst¨¢culo¡±, dice Carmen S¨¢nchez, que la padece desde hace d¨¦cadas.
Ella procura estar activa, moverse. Aunque reconoce que muchos pacientes tienen la tentaci¨®n de quedarse quietos, es lo peor que pueden hacer. ¡°Los m¨¦dicos te dicen que es como una puerta oxidada. Si no la tocas se va a anquilosar. Pero si la abres y cierras con frecuencia, lo vas a poder hacer siempre¡±, cuenta.
Tambi¨¦n evita quedarse en casa Silvia S¨¢nchez, que pr¨¢cticamente no puede andar, pero hace nataci¨®n para ejercitarse, va a fisioterapia con frecuencia (a cambio de privarse de alguna cena fuera) y utiliza un scooter el¨¦ctrico para desplazarse por Valencia. ¡°Te abre muchas posibilidades, oportunidades de poder ir a sitios a los que antes no acud¨ªa porque no pod¨ªa caminar, no llegaba y no iba. Por ejemplo, me perd¨ªa las Fallas porque no pod¨ªa desplazarme de una a otra. Con este tipo de veh¨ªculos la cosa cambia. Pero tambi¨¦n hay momentos en los que me siento abrumada y me pregunto: ¡®?Por qu¨¦ a m¨ª?¡¯. Recibo terapia para ayudarme a lidiar con la enfermedad y el dolor constante¡±, dice.
Los gastos que tiene que afrontar S¨¢nchez por culpa de la enfermedad no son pocos. Los m¨¢s de 2.000 euros del veh¨ªculo el¨¦ctrico y los 40 de las sesiones de fisioterapia semanales y el psic¨®logo se los tiene que pagar ella. La mayor¨ªa de los medicamentos que toma est¨¢n financiados por la seguridad social. No existe ninguno curativo, y los que hay se usan para paliar s¨ªntomas. Los pacientes recurren a antiinflamatorios, opioides o los denominados Sysadoa (acr¨®nimo en ingl¨¦s de medicamento de acci¨®n lenta para la artrosis), que son los ¨²nicos que est¨¢n indicados espec¨ªficamente para la artrosis.
F¨¢rmacos limitados
Estos ¨²ltimos son los que menos efectos secundarios tienen, pero tambi¨¦n los m¨¢s cuestionados. Hay muchos estudios que muestran resultados contradictorios: algunos le atribuyen el mismo efecto que el placebo, otros, algo superior. El Ministerio de Sanidad ten¨ªa listo en 2019 un plan para dejar de financiarlos y ahorrar as¨ª m¨¢s de 36 millones de euros al a?o. Pero fundaciones como OAFI (internacional) y otras asociaciones de pacientes, con el respaldo de la Sociedad Espa?ola de Reumatolog¨ªa, lograron frenarlo. Defienden que benefician a los pacientes y que es el ¨²nico recurso que tienen muchos de ellos, ya que otros f¨¢rmacos les est¨¢n contraindicados o tienen fuertes efectos adversos. ¡°No es un efecto inmediato, como el de los antiinflamatorios, pero s¨ª mejoras con el tiempo¡±, relata Carmen S¨¢nchez.
El coste de estos f¨¢rmacos a las arcas p¨²blicas es residual si se compara con el gasto sanitario que produce la artrosis, que el Libro blanco cifra en casi 4.800 millones de euros, si se suman f¨¢rmacos, ingresos, bajas laborales... A pesar de eso, el Sistema Nacional de Salud no incluye a la enfermedad entre sus indicadores clave, no la monitoriza como s¨ª hace con otras, algo que reclama OAFI, que pide tambi¨¦n establecer una estrategia estatal para personas mayores frente a patolog¨ªas de alta prevalencia y cr¨®nicas como la artrosis.
En opini¨®n de Raquel S¨¢nchez, de la Asociaci¨®n Espa?ola con la Osteoporosis y la Artrosis (AECOSAR), existe una falta de concienciaci¨®n debido a la escasez de informaci¨®n. ¡°El enfoque actual es sesgado y carece de un enfoque multidisciplinar. Es necesario uno integral que vaya m¨¢s all¨¢ del diagn¨®stico y los medicamentos, abordando aspectos deportivos, vivienda, educaci¨®n, diagn¨®stico precoz, formaci¨®n e informaci¨®n¡±, explica. Pone como ejemplo las dificultades que tienen para adaptar sus casas las personas con movilidad reducida por culpa de la enfermedad.
Otro problema de este desconocimiento, tanto de los pacientes como de los profesionales, es que sea complicado dar con el m¨¦dico adecuado, seg¨²n S¨¢nchez. ¡°Antes de ser atendida por un reumat¨®logo, me sent¨ªa perdida y no sab¨ªa qu¨¦ causaba mis dolores y fisuras constantes. Si experimentas hinchaz¨®n en las manos y dificultad para agarrar una taza de desayuno u otros objetos, puede resultar confuso a qui¨¦n acudir para obtener ayuda adecuada¡±, lamenta.
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