Primera victoria para la familia Buza: el exnovio de Ana ser¨¢ finalmente juzgado por homicidio imprudente cinco a?os despu¨¦s
La familia de la joven, hallada muerta en una cuneta, va a recurrir la calificaci¨®n porque quiere que se siente en el banquillo por homicidio doloso o asesinato. ¡°No fue un suicidio, ¨¦l la mat¨®¡±, sostiene su padre
El padre de Ana Buza est¨¢ seguro de que su hija no se suicid¨®. Es la convicci¨®n que ha movido a Antonio desde que hace cinco a?os le comunicaron que el cuerpo sin vida de su hija de 19 hab¨ªa sido hallado detr¨¢s del quitamiedos de la autov¨ªa A-4, a la altura de la localidad sevillana de Carmona. En este lustro, Buza ha liderado una batalla legal para que se reabriera su caso y se juzgara al que entonces era su novio, R. V., y que conduc¨ªa el coche en el que iba la joven, por su muerte. Ese deseo est¨¢ m¨¢s cerca de cumplirse, aunque no es completo. El juez que lleva la instrucci¨®n acaba de determinar que se abra procedimiento abreviado y que R.V. se siente en el banquillo como presunto autor de un homicidio imprudente. La familia va a recurrir la calificaci¨®n de los hechos, que es la que propuso la fiscal, porque entiende que debe ser juzgado por un delito de homicidio doloso o asesinato. ¡°No estamos de acuerdo con el calificativo de imprudente y lo vamos a demostrar¡±, sostiene Buza.
La representante de la Fiscal¨ªa estipul¨® que las pruebas biol¨®gicas y periciales que se practicaron en el lugar de los hechos y los ¡°imparciales informes periciales¡± emitidos por el Equipo de Reconstrucci¨®n de Accidentes de Tr¨¢fico de la Guardia Civil y por los M¨¦dicos Forenses del Instituto de Medicina Legal de Sevilla ¡°concluyen de forma tajante que la muerte de Ana Buza no es compatible con un atropello por el veh¨ªculo y s¨ª con la salida de la misma del veh¨ªculo en marcha cuando este circulaba a una velocidad de 117 kil¨®metros hora¡±, indica el informe del Ministerio P¨²blico al que ha tenido acceso este diario. Por ello, la fiscal infiere que no se puede considerar que los hechos sean constitutivos de un delito de asesinato u homicidio doloso, como sostiene la familia de la joven.
La fiscal, sin embargo, s¨ª considera que deber¨ªan calificarse como homicidio por imprudencia, porque el veh¨ªculo circulaba a 117 kil¨®metros en un desv¨ªo en el que deb¨ªa irse a 80. En su escrito, tambi¨¦n llama la atenci¨®n sobre el hecho de que el investigado ¡°no haya dado una explicaci¨®n veros¨ªmil de lo ocurrido en el interior del veh¨ªculo. No solo dio diversas versiones de los hechos en los momentos inmediatamente posteriores al accidente, sino que la explicaci¨®n proporcionada en el juzgado no es cre¨ªble¡±. La fiscal recuerda que ambos hab¨ªan discutido previamente y que ¡°en esa situaci¨®n de tensi¨®n existente, el investigado circulaba a una velocidad muy por encima de la permitida legalmente y, sobre todo, teniendo en cuenta las circunstancias concurrentes de enfado y discusi¨®n entre la pareja, el investigado no guard¨® la prudencia o diligencia requerida, dando lugar a una conducci¨®n presuntamente irregular que pudo influir de manera determinante en que Ana saliera del veh¨ªculo en marcha, sufriendo lesiones de gravedad que causaron su muerte¡±.
Esta calificaci¨®n es la que comparte el juez de violencia contra la mujer que lleva la investigaci¨®n de la causa. ¡°Por lo que se refiere a la solicitud de la acusaci¨®n particular de imputar al investigado un delito de asesinato u homicidio doloso, hemos de descartar el mismo en atenci¨®n a las diligencias de investigaci¨®n practicadas durante la fase de instrucci¨®n¡±, dice el magistrado en su auto fechado el pasado 3 de diciembre y que tambi¨¦n ha podido leer EL PA?S.
La defensa, que pidi¨® el sobreseimiento de la causa en su escrito de calificaci¨®n, tambi¨¦n va a recurrir la calificaci¨®n. ¡°No van a poder relacionar el exceso de velocidad con la muerte de la joven, porque hubiera fallecido igualmente si se tir¨® del coche a 117 kil¨®metros hora que a 80¡å, indica el abogado de R. V., Alejandro G¨®mez Luna.
¡°No fue un accidente, ¨¦l la mat¨®¡±, sostiene tajante Buza. El padre de Ana ha confirmado a este diario que este mismo jueves van a presentar un recurso de reforma ante el juez para que corrija la calificaci¨®n de los hechos. A lo largo de estos cinco a?os la familia de Ana ha contratado a ingenieros y crimin¨®logos que han reconstruido el accidente y que concluyen que a esa velocidad era imposible que se abriera la puerta del coche en el que iba la joven y sostienen que, por alg¨²n motivo, ella se baj¨® del coche y, mientras andaba por la cuneta, su novio la atropell¨® intencionadamente. ¡°Se quiso hacer pasar como suicidio lo que era un asesinato machista¡±, indica Buza. Esos informes de los expertos, adem¨¢s de todos los mensajes que se intercambiaron su hija y su expareja, en los que se constataba el car¨¢cter celoso y controlador de ¨¦l, hasta el punto de que ella misma consigui¨® que ¨¦l fuera a una psic¨®loga para tratar su temperamento, y la manipulaci¨®n del m¨®vil de su hija que realiz¨® el investigado, es lo que Buza quiere presentar ante un jurado, peri que, si se sigue la causa por homicidio imprudente, no podr¨ªa hacer porque el procedimiento a seguir ser¨ªa abreviado y ante un solo juez.
Cinco a?os de instrucci¨®n
Buza no entiende que ni la fiscal ni el juez de violencia sobre la mujer hayan hecho referencia en sus respectivos escritos a esos correos o a los testimonios de la psic¨®loga que trat¨® a R. V. y de una amiga de su hija, que constat¨® c¨®mo el joven hab¨ªa aislado progresivamente a Ana de sus amigas, prohibi¨¦ndole tener redes sociales. ¡°Se han utilizado exactamente las mismas pruebas por las que hace cinco a?os se concluy¨® que Ana se hab¨ªa suicidado¡±, puntualiza su padre.
Porque Buza no puede olvidar c¨®mo la jueza de Instrucci¨®n de Carmona y el fiscal cerraron el caso 36 horas despu¨¦s de que el 7 de septiembre de 2019 se hallara el cad¨¢ver de su hija, afirmando que se trataba de un suicidio porque dieron verosimilitud a una de las cuatro versiones que ofreci¨® su novio en la que aseguraba que ella estaba disgustada porque acababa de discutir con su padre por problemas de dinero. 10 d¨ªas despu¨¦s, Buza recibi¨® un correo en el que le informaban de que seis meses antes de fallecer, Ana hab¨ªa pedido ayuda a una psic¨®loga para que tratara a R. V. por su comportamiento celoso, manipulador, controlador y violento. Su padre constat¨® que la causa se hab¨ªa cerrado demasiado pronto y cuando fue a los juzgados para solicitar su reapertura se top¨® con la incomprensi¨®n de la instructora y del fiscal: ¡°Su hija se ha suicidado, est¨¢ clar¨ªsimo ?Se entera o no se entera? Me voy a la sala de vistas, que tengo cosas m¨¢s importantes que hacer¡±, le espet¨® ella; ¡°Es comprensible que un padre no acepte el suicidio de su hija y busque culpable en terceras personas¡±, dej¨® por escrito ¨¦l.
Cinco a?os despu¨¦s, la perseverancia de Buza, que, efectivamente, nunca acept¨® que su hija se hubiera suicidado y recab¨® pruebas para demostrarlo, han permitido confirmar que hay un presunto culpable, su exnovio. Un camino penoso, no solo por tratar de imponer esa convicci¨®n moral a una realidad judicial que, adem¨¢s, presentaba a su padre como el responsable de la decisi¨®n de su hija de quitarse la vida ¨C¡±eso ha sido una tortura constante¡±, reconoce Buza¡ª, sino por los obst¨¢culos y las demoras incomprensibles de una instrucci¨®n que se ha extendido durante cinco a?os, que no han hecho sino prolongar el dolor de la familia. Porque, la Audiencia Provincial s¨ª decidi¨® reabrir el caso en noviembre de 2019 y en julio de 2020, R.V. era imputado por la muerte de la joven, gracias a las pruebas presentadas por los Buza. Sin embargo, el caso todav¨ªa tard¨® tres a?os en pasar a un juzgado de violencia de g¨¦nero.
¡°Estoy completamente seguro de que R. V. asesin¨® a mi hija y voy a demostrarlo¡±, asegura Buza. Conviene no tomar a la ligera su determinaci¨®n, porque si algo demuestran estos cinco a?os es que su perseverancia y resiliencia le han permitido demostrar que Ana Buza no se suicid¨® y sentar en el banquillo al presunto responsable de su muerte.
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