Chile cierra sus grandes alamedas por la covid-19
Arranca una cuarentena total en la capital, Santiago, donde el sistema sanitario amenaza con colapsar y donde viv¨ªan 221 de las 394 personas fallecidas en el pa¨ªs por el virus
Este viernes por la noche, a las diez en Chile, los 7,4 millones de habitantes de Santiago comenzar¨¢n una cuarentena por la covid-19. Hasta ahora, el Gobierno solo hab¨ªa impulsado confinamientos parciales en determinados municipios. Pero el mi¨¦rcoles se inform¨® de que se disparaban las cifras de contagios ¡ªsubi¨® un 60% en una sola jornada, de 1658 a 2.660¡ª y la inmensa mayor¨ªa se detectaron en la ciudad. El Ejecutivo de Sebasti¨¢n Pi?era, por lo tanto, tuvo que adelantar una medida a la que se resist¨ªa por el momento: decretar que los ciudadanos volvieran a sus casas y cerrar la capital con cordones sanitarios para impedir los traslados hacia zonas del pa¨ªs menos complicadas. De los 394 muertos que ha cobrado la pandemia en Chile, 221 habitaban en la urbe metropolitana. Las camas de las unidades de cuidados intensivos (UCI) est¨¢ llegando a su tope ¡ªal menos un 93%, de acuerdo al ¨²ltimo informe de la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva (Sochimi)¡ª, por lo que las autoridades sanitarias ya trasladan a pacientes a hospitales regionales.
¡°Estoy intensamente preocupado, porque hemos dise?ado un adelantamiento de la respuesta que cre¨ª que iba a ser m¨¢s necesaria hacia el mes de junio. La hemos tenido que adelantar a mayo¡±, reconoc¨ªa el jueves el ministro de Salud, Jaime Ma?alich, en una entrevista concedida al peri¨®dico La Tercera. El m¨¦dico indic¨® que el contexto social y pol¨ªtico ha dificultado el control de la covid-19: ¡°Si bien es cierto que el brote del coronavirus ha puesto en par¨¦ntesis la crisis pol¨ªtica de Chile, que comenz¨® el 18 de octubre, decirle a la gente que conf¨ªe en lo que el Estado le dice como conducta correcta es muy dif¨ªcil. Ese trasfondo de falta de confianza rec¨ªproca nos jug¨® una mala pasada en la lucha contra esta pandemia¡±.
Con cr¨ªticas por no haber decretado antes la cuarentena en Santiago, como se lo pidieron algunos alcaldes y expertos, Ma?alich defendi¨® el cronograma del Gobierno: ¡°Hay que tomar la medida adecuada para el momento adecuado, lo que es una decisi¨®n extraordinariamente dif¨ªcil. Tener una cuarentena nacional en un momento en que ten¨ªamos pocos casos, como algunos propon¨ªan, no ten¨ªa sentido y sus da?os habr¨ªan sido mucho mayores que sus potenciales beneficios¡±, se?al¨® el mi¨¦rcoles en la rueda de prensa diaria que realizan las autoridades sanitarias desde La Moneda.
Las ¨²ltimas horas antes del comienzo de la cuarentena han sido intensas en Santiago, donde un 42% de la poblaci¨®n de todo el pa¨ªs comenzar¨¢ un confinamiento que, en principio, durar¨¢ una semana, pero que con mucha probabilidad se extienda. Puente Alto y La Florida son dos poblados y populares municipios del sur de la capital, dos de los cuatro que en Santiago han registrado m¨¢s de 1.000 casos positivos de la covid-19 en las 10 semanas de pandemia. Los conecta la avenida La Florida, donde hasta hace algunas horas todav¨ªa era posible observar a mucha gente por la calle ¡ªcon y sin mascarilla¡ª y largas colas para intentar entrar a supermercados y farmacias, aunque estos establecimientos seguir¨¢n abiertos en los d¨ªas de cuarentena. Se han restringido los permisos, pero en un portal virtual de Carabineros se pueden conseguir autorizaciones para ir al m¨¦dico, pasear mascotas o pagar servicios b¨¢sicos.
En un pa¨ªs con 2,6 millones de trabajadores informales, en Puente Alto vendedores de frutas y verduras aprovechaban para vender en la calle antes del encierro total, aunque una parte de este municipio se encontraba ya en cuarentena. J¨®venes sin mascarilla segu¨ªan ofreciendo limpiar los parabrisas a cambio de una moneda en los sem¨¢foros en rojo, como siempre, al igual que ancianos sin ninguna protecci¨®n que ped¨ªan ayuda en las esquinas. De acuerdo la Comisi¨®n Econ¨®mica para Am¨¦rica Latina y el Caribe (CEPAL), la pobreza en Chile volver¨¢ a los dos d¨ªgitos por la crisis sanitaria y pasar¨ªa de 9,8% a un rango entre 11,9% y 13,7% en 2020. Incluso el Gobierno ha reconocido que el desempleo podr¨ªa llegar al 18%, como no se ve¨ªa desde la crisis econ¨®mica de comienzos de los a?os ochenta.
Chile ha realizado muchos test ¡ª341.312?¡ª y ha detectado 39.452 casos (de ellos, 16.114 se han recuperado y 22.534 siguen activos). La tasa de positividad diaria en los ex¨¢menes, que se manten¨ªa en torno al 10%, ha subido a m¨¢s del doble en los ¨²ltimos d¨ªas, justamente porque el virus que comenz¨® en los sectores acomodados se fue desplazando a las zonas m¨¢s populares y hacinadas de la ciudad. La mortalidad de la covid-19, sin embargo, sigue siendo baja: est¨¢ en torno al 1%. Pero el gran peligro es el colapso del sistema p¨²blico y privado que el Gobierno ha decidido centralizar a prop¨®sito de la pandemia. Hasta hoy, en el pa¨ªs hab¨ªa solo 419 respiradores disponibles, por lo que el Ministerio de Salud busca atajar el n¨²mero de contagios diarios a menos de 2.000. El Gobierno calcula que de cada 100 infectados, un 7% requerir¨¢ hospitalizaci¨®n y un 6% ingresar¨¢ a una unidad de cuidados intensivos.
En las 10 semanas de pandemia, el Ejecutivo de Pi?era ha apostado a realizar muchas pruebas PCR y a las cuarentenas parciales y din¨¢micas, establecidas de acuerdo a la cantidad de contagios. La f¨®rmula funcion¨® en varias ciudades del sur del pa¨ªs, como Osorno o Punta Arenas, pero no en Santiago, donde viv¨ªan 19 de las 26 personas cuyas muertes fueron informadas este viernes, un r¨¦cord de fallecimientos en una sola jornada (el m¨¢ximo hab¨ªa sido 22, ayer). Al Gobierno se le acusa de haber privilegiado la econom¨ªa y contribuido al relajamiento de las medidas de autocuidado, cuando el 19 de abril comenz¨® a hablarse de la ¡°nueva normalidad¡± y del ¡°retorno seguro¡± a las actividades, sobre la base de que la cifra de nuevos contagiados comenzaba a equipararse a la de recuperados.
Una de las principales cr¨ªticas a la gesti¨®n oficial ha sido la presidente de Colegio M¨¦dico, Izkia Siches, que ayer luego de una reuni¨®n en La Moneda se endureci¨® ante las autoridades sanitarias: ¡°A m¨ª no me sirve que el ministro de Salud cambie el tono. Yo necesito que haya un cambio en la forma de gobernar esta pandemia¡±, asever¨® Siches, una figura que ha emergido con alta valoraci¨®n en medio de la crisis sanitaria, que en Chile se vive con fuerte polarizaci¨®n.
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