Psoriasis, en las profundidades de la piel
Un mill¨®n de residentes en Espa?a padece esta enfermedad inflamatoria que de forma visible se manifiesta en el exterior del cuerpo, pero que puede provocar dolencias cardiovasculares, hep¨¢ticas, ansiedad o diabetes
Elena Cort¨¦s, una estudiante de Filolog¨ªa Catalana, ten¨ªa 9 a?os cuando un compa?ero de clase de cuarto de Primaria le se?al¨® unas descamaciones blancas que se le desprend¨ªan de la cabeza. ¡°Tienes caspa¡±, le dijo sentado en el pupitre de atr¨¢s. Esta valenciana de car¨¢cter extrovertido se lo cont¨® a su madre, con quien inici¨® un viaje de m¨¦dico en m¨¦dico, en los 90, para averiguar qu¨¦ le suced¨ªa. Tras varias observaciones, le diagnosticaron psoriasis, una enfermedad inflamatoria inmunomediada (imid) que, a sus 36 a?os, todav¨ªa la acompa?a.
Esta dolencia que padece un mill¨®n de residentes en Espa?a y un 2,3% de la poblaci¨®n mundial, seg¨²n la asociaci¨®n Acci¨®n Psoriasis, es cr¨®nica, pero no se contagia. Se manifiesta de forma visible en la piel (las primeras lesiones de Cort¨¦s fueron en el cuero cabelludo) y puede afectar a otros ¨®rganos, como el coraz¨®n o el h¨ªgado, y repercutir en la salud mental. Caprichosa e impredecible, aparece el d¨ªa menos pensado. ¡°Me quieres, ?eh?¡±, dice para s¨ª misma Cort¨¦s cuando tras un periodo de remisi¨®n ¡°esta pu?etera enfermedad¡± brota de nuevo.
Cu¨¢les son las causas que la provocan
Ricardo Ruiz-Villaverde, jefe de Dermatolog¨ªa del Hospital Universitario San Cecilio (Granada), se?ala varios factores que activan el sistema inmunitario, lo que causa una inflamaci¨®n indeseada del organismo y lesiones en la piel. Puede ser una infecci¨®n en edad infantil o adolescente, como unas anginas. La puede causar el estreptococo, una bacteria. Puede deberse a un f¨¢rmaco, que ¡°act¨²e como un gatillo [un detonante]¡±, un traumatismo en la piel, estr¨¦s tanto f¨ªsico como psicol¨®gico, ¡°que no es la causa pero precipita la enfermedad¡±.
La inflamaci¨®n comienza en el sistema inmunitario, en los linfocitos T, que est¨¢n presentes en la sangre y protegen el cuerpo de infecciones y otras enfermedades. Estas c¨¦lulas se activan indebidamente en el caso de la psoriasis, lo que provoca que aumenten y se dilaten los vasos sangu¨ªneos y se genere el color rojo de las lesiones. Esta activaci¨®n indebida tambi¨¦n acarrea que los queratinocitos, las c¨¦lulas de la capa m¨¢s superficial de la piel (epidermis) se reproduzcan r¨¢pidamente y se acumulen, lo que da lugar a placas escamosas.
Cortes, que lleva 27 a?os con psoriasis, lo achaca al estr¨¦s que padeci¨® de ni?a. ¡°Me insultaban mis compa?eros¡±, afirma esta valenciana, que trabaja por las tardes en una cafeter¨ªa del centro de la ciudad, cerca del Turia. Por las ma?anas asiste a clases en la universidad, a la que se matricul¨® en 2006. ¡°De joven me toc¨® trabajar. Pero lo que empiezo lo acabo. Tengo mucho tes¨®n¡±, reconoce Cort¨¦s, que viste ropa de algod¨®n o de lino porque da?a menos la piel que las prendas acr¨ªlicas, un tejido sint¨¦tico que no transpira.
La psoriasis no es hereditaria, pero existe una predisposici¨®n gen¨¦tica a padecerla. Un tercio de los afectados tiene familiares directos que la han sufrido. ¡°Mi t¨ªa abuela¡±, recuerda Cort¨¦s.
Todos a la consulta
Santiago Alfonso es el director de Acci¨®n Psoriasis, una asociaci¨®n creada en 1993. Alfonso hace un llamamiento a que los pacientes acudan a su m¨¦dico y tomen las riendas de su enfermedad. Los que ya est¨¢n diagnosticados pero abandonaron los tratamientos y todos los que presenten alg¨²n s¨ªntoma. ¡°Tienen que acudir informados y formados a la consulta. Han de aprender a navegar en el sistema sanitario¡±, insiste.
La atenci¨®n ha cambiado en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Ruiz-Villaverde lo corrobora: ¡°La medicina ya no es paternalista, sino mucho m¨¢s colaborativa. Se empodera al paciente. Las decisiones se toman de forma consensuada¡±. El viaje por su enfermedad comienza la primera vez que se pone un pie en la consulta. ¡°Emprendemos una labor de acompa?amiento. Se trata de encontrar el tratamiento que le permita vivir de forma normal. A veces se tarda m¨¢s en lograrlo¡±, explica Ruiz, que, como Alfonso, anima al paciente a que tome conciencia de la enfermedad.
Cortes, una joven veterana, asegura que la comprensi¨®n del m¨¦dico es cada vez mayor. ¡°La primera pregunta que me hacen es c¨®mo estoy o c¨®mo me encuentro, no qu¨¦ me pasa¡±, relata en defensa de una medicina que no solo cura sino que tambi¨¦n cuida.
Enfermedad secundarias que se pueden desencadenar
Se llaman comorbilidades y se trata de dolencias que la psoriasis puede acarrear sin todav¨ªa conocerse la causa real. ¡°La psoriasis no solo compromete a la piel, sino a otros ¨®rganos del cuerpo¡±, afirma el dermat¨®logo. Seg¨²n la encuesta NEXT Psoriasis, elaborada por Acci¨®n Psoriasis, el 31% de los pacientes de psoriasis desarrolla artritis psori¨¢sica, que forma parte tambi¨¦n de las enfermedades inflamatorias inmunomediadas y que afecta a las articulaciones. El 30% padece sobrepeso, el 26% sufre ansiedad y el 15%, hipertensi¨®n.
Por eso resulta tan importante practicar ejercicio, llevar una dieta saludable, no fumar ni beber. No se trata de ejercer una presi¨®n extra en un paciente ya de por s¨ª estresado, pero s¨ª de proporcionarle toda la informaci¨®n y ayuda. En algunos hospitales existen enfermeros especializados para realizar un seguimiento de su peso, h¨¢bitos alimentarios, actividad f¨ªsica. Sucede a la inversa tambi¨¦n, conviene prevenir. ¡°Las personas con sobrepeso tienen entre dos y tres veces m¨¢s probabilidades de padecer psoriasis¡±, asegura Ruiz.
Cortes se desplaza en bicicleta al trabajo. Su pareja es nutricionista, lo que se ha traducido en una ingesta mayor de verduras y hortalizas y en una reducci¨®n del consumo de carne ¨Cson las recomendaciones de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud y del Ministerio de Consumo¨C. ¡°He desarrollado grasa abdominal por no cuidar del todo mi dieta¡±, afirma esta aficionada a dar paseos cuando hace sol. ¡°Me contaron en la asociaci¨®n que puede derivar en diabetes. ?No quiero tener m¨¢s cosas ya!¡±, se revuelve sin perder la simpat¨ªa. Acci¨®n Psoriasis brinda apoyo y proporciona informaci¨®n contrastada. ¡°El paciente llega preocupado porque es una enfermedad que va a padecer toda la vida¡±, apunta Alfonso con franqueza.
El diagn¨®stico y el despistaje
Ruiz-Villaverde afirma que se ha avanzado en el conocimiento de la psoriasis y que los m¨¦dicos de atenci¨®n primaria tienen una mayor formaci¨®n, lo que redunda en diagn¨®sticos m¨¢s precoces y una mejor calidad del paciente al contar con el tratamiento adecuado en los primeros estadios de la dolencia. ¡°El paciente se pone en el centro, no la enfermedad¡±, ilustra. La forma de detectarlo es por exploraci¨®n cl¨ªnica, ¡°no se requieren anal¨ªticas ni pruebas complementarias¡± a menos que se les presenten dudas por la parte del cuerpo en la que se encuentran las lesiones. ¡°Para descartar que es alopecia si es en el cuero cabelludo; o un eczema de contacto, en la palma¡±, explica el dermat¨®logo.
Otro de los avances logrados es la colaboraci¨®n entre dermat¨®logos y reumat¨®logos. Un tercio de los pacientes de psoriasis desarrolla artritis psori¨¢sica, que afecta a las manos, a los pies, a las rodillas¡ En eso consiste el despistaje, en ir anticip¨¢ndose a enfermedades secundarias que se pueden desencadenar asociadas a la psoriasis. A Cort¨¦s la exploran, le miden el volumen abdominal y del pecho, le controlan el peso y le toman la tensi¨®n.
El siguiente paso va encaminado a lo que llaman la medicina de precisi¨®n, para acertar cada vez m¨¢s en los tratamientos. La t¨ªa abuela de Cort¨¦s solo se aplicaba aceite de oliva en las placas y descamaciones. Ella sigue un tratamiento y asegura que, aunque todav¨ªa existe desinformaci¨®n, la gente est¨¢ m¨¢s al corriente y no hace preguntas impertinentes o incomoda tanto con la mirada.