¡°La probabilidad de fracaso escolar aumenta con el abuso de las nuevas tecnolog¨ªas¡±
El responsable espa?ol de adicciones propone talleres en los colegios y formaci¨®n del profesorado para evitar las dependencias a Internet o al juego 'online'
El 21% de los j¨®venes entre 14 y 18 a?os en Espa?a usa de manera abusiva las nuevas tecnolog¨ªas y uno de cada diez reconoce haber apostado dinero online. Adem¨¢s, un 44,8% de las personas con problemas de ludopat¨ªa ha jugado antes de los 18. Estos datos han llevado al Ejecutivo a incluir por primera vez las adicciones sin sustancia, como las nuevas tecnolog¨ªas, los juegos online y los videojuegos, en la Estrategia Nacional de Adicciones.
Francisco Bab¨ªn (Madrid, 1959) es el delegado del Gobierno para este plan nacional, aprobado hace tres semanas por el Consejo de Ministros. El objetivo de la Estrategia es disminuir aquellas conductas relacionadas con las nuevas tecnolog¨ªas que pueden ser susceptibles de generar adicci¨®n o problemas para la salud de los menores. Entre otras medidas, se proponen talleres en las escuelas, formaci¨®n del profesorado y la regulaci¨®n de la publicidad de lo juegos de apuestas en espacios que frecuentan los menores de edad.
Pregunta. ?Por qu¨¦ se han a?adido las adicciones sin sustancia a este plan?
Respuesta. Fundamentalmente porque hoy sabemos mucho m¨¢s que anta?o de las adicciones. Hoy sabemos que los mecanismos del cerebro que devienen en una adicci¨®n son pr¨¢cticamente id¨¦nticos cuando hablamos de adicciones con sustancia que cuando hablamos de adicciones sin sustancia. Eso implica que tenemos una capacidad de ser eficientes si abordamos determinados aspectos de la prevenci¨®n conjuntamente. Hay una preocupaci¨®n social evidente a la cual hay que dar respuesta y ahora estamos m¨¢s preparados desde el punto de vista sanitario y social.
P. ?Cu¨¢l es la dimensi¨®n real del problema de adicci¨®n a las nuevas tecnolog¨ªas por parte de los j¨®venes a nivel nacional?
R. En la Encuesta Estatal sobre uso de Drogas en Ense?anzas Secundarias (Estudes) de 2014 y 2015, el 16% de los chicos y chicas de 14 a 18 a?os de edad hac¨ªan un uso compulsivo de Internet. Pero, seg¨²n los ¨²ltimos datos que acabamos de procesar, de la encuesta de 2016 y 2017, el porcentaje ha aumentado al 21%. Es decir, uno de cada cinco chicos y chicas de 14 a 18 a?os est¨¢ haciendo un uso inadecuado de Internet. Pero un uso compulsivo no es necesariamente una adicci¨®n. Estos j¨®venes pueden acabar desarrollando problemas si contin¨²an con este uso de las nuevas tecnolog¨ªas. En las encuestas ellos mismos nos dicen que no pueden parar de navegar cuando se lo hab¨ªan propuesto, que cuando no tienen acceso a Internet sufren ansiedad, que han perdido inter¨¦s por el estudio o que las relaciones familiares y con sus amistades se han deteriorado por el uso de las nuevas tecnolog¨ªas.
El Plan aborda el consumo de alcohol o hipnosedantes
El plan, que se elabora cada ocho a?os y se extender¨¢ hasta 2024, tiene en total una dotaci¨®n de m¨¢s de 1.000 millones de euros. La nueva estrategia tambi¨¦n priorizar¨¢ los efectos sobre la salud del consumo de alcohol en el conjunto de la poblaci¨®n y, especialmente, de los menores. Del mismo modo, se trabajar¨¢ con una mayor profundidad en el consumo y adicci¨®n de los hipnosedantes, las ¨²nicas sustancias que en Espa?a presentan una prevalencia mayor en mujeres que en hombres. Tambi¨¦n por primera vez se ha puesto el foco en los mayores de 64 a?os consumidores cr¨®nicos en los a?os 80 y 90 en Espa?a con el objetivo es conocer sus actuales necesidades y contribuir a su plena integraci¨®n en la sociedad.
P. ?Se ha fallado en la prevenci¨®n?
R. Yo no hablar¨ªa de un fracaso de la prevenci¨®n, sino de que ahora estamos tomando conocimiento de esta situaci¨®n y lo siguiente es intervenir. Estamos hablando de fen¨®menos nuevos. Hasta ahora las acciones que se han hecho han sido m¨¢s bien puntuales. Hay muy buenas experiencias de tratamiento de estos menores que ya han desarrollado un problema, tanto en el marco de las ONGs, como Proyecto Hombre, como en el Hospital de Bellvitge o el Ram¨®n y Cajal, donde hay unidades que son referentes internacionales.
En el caso de la prevenci¨®n a las nuevas tecnolog¨ªas hay una diferencia fundamental con la prevenci¨®n de otras adicciones. Cuando hablamos de drogas ilegales, el objetivo es que no se consuman, pero no se puede hurtar todo lo que de bueno tienen las nuevas tecnolog¨ªas a la poblaci¨®n. Por ello, la estrategia debe buscar que hagan un uso adecuado frente al uso inadecuado.
P. La estrategia se centra en el uso inadecuado que hacen los j¨®venes de las nuevas tecnolog¨ªas, pero ?qu¨¦ ocurre con los adultos?
Uno de cada cinco j¨®venes de 14 a 18 a?os usa de manera abusiva las nuevas tecnolog¨ªas
R. Frente a ese 21% de los menores que hacen un uso compulsivo de Internet, en el caso de los adultos el porcentaje est¨¢ en el 2,9%. Estamos estudiando dos poblaciones diferentes. Una naci¨® antes y no ha estado tan imbuida por el uso de las nuevas tecnolog¨ªas, lo cual justifica en buena parte el que el porcentaje sea muy inferior. La estrategia prioriza a los j¨®venes porque, adem¨¢s de que la problem¨¢tica se incrementa en esa edad comparado con edades posteriores, todas las estrategias de prevenci¨®n v¨¢lidas demuestran que es la intervenci¨®n precoz la que va a evitar en su mayor parte los efectos a medio y largo plazo de esos comportamientos.
P. En el Consejo de Ministros de hace tres semanas, afirm¨® que se ofrecer¨¢n programas de probada eficacia para las familias y escuelas que permitan instruir mejor a los j¨®venes en el uso de las nuevas tecnolog¨ªas. ?En qu¨¦ consistir¨¢n estos programas?
R. Todav¨ªa no hay un plan concreto escrito con objetivos, metas y metodolog¨ªa. El primer plan de acci¨®n, que se desarrollar¨¢ entre 2018 y 2020, previsiblemente estar¨¢ listo para finales de abril. Tenemos que empezar a trabajar desde la primaria porque sabemos que se accede muy pronto a las nuevas tecnolog¨ªas, algo que hasta ahora no se ha hecho. A los ni?os, de cuatro a seis a?os pr¨¢cticamente no se les tiene como poblaci¨®n objetiva. Cuando hablamos de prevenir adicciones, necesitados dos cosas: que esa actividad de prevenci¨®n empiece relativamente pronto y se mantenga en el tiempo y que no sea una clase magistral que el profesor le dice a los alumnos lo que tienen que hacer. Proponemos talleres, seminarios o debates donde los propios chicos y chicas contribuyan a llegar a conclusiones y aportar soluciones. Se dar¨¢ una formaci¨®n al profesorado para que tengan esto en cuenta y lo apliquen en distintos campos.
P. ?Tiene alguna relaci¨®n la adicci¨®n a las nuevas tecnolog¨ªas con el fracaso escolar y el consumo de drogas?
R. S¨ª. La probabilidad de fracaso escolar aumenta con el abuso de las nuevas tecnolog¨ªas. En general, las calificaciones son peores y la capacidad de concentraci¨®n para el estudio tambi¨¦n, quiz¨¢s no por el hecho del abuso sino por las horas en las que se produce ese abuso. Se descansa peor y no se est¨¢ en las mejores condiciones para aprovechar el tiempo en las aulas. Indubitadamente hay una correlaci¨®n entre el abuso de las nuevas tecnolog¨ªas y otro tipo de problem¨¢ticas como el fracaso escolar o el consumo de drogas. Incluso hay problem¨¢ticas f¨ªsicas: es m¨¢s probable que les duela la espalda y tengan jaquecas.
"Hay una correlaci¨®n entre el abuso de las nuevas tecnolog¨ªas y el fracaso escolar o el consumo de drogas"
P. En cuanto al juego online, ?qu¨¦ porcentaje de menores juega dinero en la red?
R.El 9,8% de los menores de 14 a 17 a?os ha jugado dinero en Internet. Cuando hacemos una encuesta a menores de edad es muy dif¨ªcil que nos sepan contestar si esas webs estaban en Espa?a o en el extranjero. Los menores de edad no deber¨ªan poder acceder a ninguna tipolog¨ªa de juego en la que se apueste dinero y la mayor parte de las veces nos dicen que han accedido sin ning¨²n problema. Eso quiere decir que la mayor¨ªa han accedido a webs que no est¨¢n autorizadas en Espa?a, ya que aqu¨ª un menor no puede acceder a una web de juego sin tener que identificarse. Luego lo har¨¢ suplantando la personalidad de un adulto, con un DNI que no sea suyo.
Por otro lado, el 0,9% de toda la poblaci¨®n de 18 a 65 a?os de edad tiene una ludopat¨ªa. Esta cifra aparentemente no ha aumentado en la ¨²ltima d¨¦cada. Pero se trata de muchas personas, cerca de 270.000. Casi la mitad de quienes acaban desarrollando esa adicci¨®n al juego empezaron a jugar siendo menores de edad. La edad de inicio es importante, ya que cuanto m¨¢s tarde se empiece es m¨¢s dif¨ªcil que se desarrolle la adicci¨®n.
P. ?Qu¨¦ medidas abordar¨¢ la nueva estrategia en este sentido?
El 0,9% de la poblaci¨®n de 18 a 65 a?os tiene ludopat¨ªa, es decir, 270.000 personas
R. Eso es un problema que tenemos que abordar desde la prevenci¨®n. No lo podemos abordar desde la regulaci¨®n, ya que Espa?a no puede regular una web que est¨¦ en Singapur. El Ejecutivo est¨¢ trabajando en la elaboraci¨®n de un real decreto, que ver¨¢ la luz en los pr¨®ximos meses, para regular la publicidad de los juegos de apuestas en espacios y actividades dedicadas a menores de edad. Adem¨¢s, hoy por hoy sabemos que la atenci¨®n a la ludopat¨ªa no est¨¢ cubierta equitativamente en todo el territorio. En unos casos se encargan asociaciones de exlud¨®patas y en otros la administraci¨®n. Tendremos que trabajar con las Comunidades Aut¨®nomas, que son las prestadoras del servicio, para garantizar una atenci¨®n a la demanda por ludopat¨ªa que sea homog¨¦nea y equitativa.
P. La Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) ha incluido el trastorno por videojuegos como enfermedad mental en el borrador de su pr¨®xima edici¨®n de la Clasificaci¨®n Internacional de Enfermedades. Hay estudios internacionales se?alan que hasta un 9% de las personas que juegan alrededor del mundo sufren adicci¨®n a los videojuegos. ?C¨®mo se va a abordar esta problem¨¢tica?
R. No hay una prevenci¨®n espec¨ªfica de videojuegos, otra para Internet y otra para el m¨®vil. Tenemos que ense?ar a hacer un uso adecuado de las nuevas tecnolog¨ªas en general. El tema de videojuegos hace muchos a?os que existe y pocas veces se ha tenido en cuenta suficientemente. Muchas veces se acaba regalando un juego a un menor porque lo pide sin tener en cuenta si ese juego est¨¢ recomendado para esa edad. Ah¨ª hay un primer escal¨®n de prevenci¨®n que tenemos que difundir y respetar m¨¢s. Adem¨¢s, los juegos han cambiado. Ahora en vez de jugar t¨² contra el juego, se juega dentro de una red. Adem¨¢s, en ocasiones esos juegos implican el uso de dinero: se pueden adquirir armas a base de un intercambio monetario.
P. ?Qu¨¦ normas en el hogar pueden prevenir el desarrollo de comportamientos adictivos de esta clase?
R. Yo no tengo ning¨²n inconveniente en que a determinadas edades el menor tenga un ordenador o una tableta para que se vaya familiarizando con el uso de las nuevas tecnolog¨ªas, pero es recomendable que lo hagan en el espacio com¨²n de convivencia de la casa. Si yo pongo un ordenador de sobremesa en un rinc¨®n del sal¨®n, desde esa perspectiva tengo una capacidad mucho mayor de control del tiempo que est¨¢ metido en Internet. Tambi¨¦n hay que estar pendientes de si se produce un cambio en la conducta. Por ejemplo, si un menor empieza a aislarse, deber¨ªamos averiguar qu¨¦ est¨¢ pasando o pedir ayuda. Hay bastantes instrumentos ya publicados que permiten a los padres orientarse en c¨®mo manejar este tipo de situaciones.
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