Elon Musk demanda a OpenAI y Sam Altman porque ya no buscan el ¡°bien de la humanidad¡±
El magnate argumenta que la organizaci¨®n en la que se gest¨® ChatGPT, que ¨¦l ayud¨® a crear, ha abandonado su prop¨®sito original de desarrollar inteligencia artificial sin ¨¢nimo de lucro al asociarse con Microsoft
La guerra entre Elon Musk y Sam Altman sube un punto de intensidad. El due?o de Tesla interpuso ayer por la noche una demanda contra OpenAI, la empresa responsable de ChatGPT, contra su consejero delegado, Sam Altman, y contra otros altos cargos de la organizaci¨®n, como Greg Brockman (presidente de OpenAI), por haber abandonado la misi¨®n original de la compa?¨ªa que ¨¦l cofund¨®: contribuir al desarrollo de la inteligencia artificial (IA) de forma desinteresada, sin ¨¢nimo de lucro. Musk cree que eso es totalmente imposible a tenor del acuerdo de OpenAI con Microsoft, la mayor empresa del mundo por capitalizaci¨®n burs¨¢til, que ha invertido 13.000 millones de d¨®lares en su socia.
Los abogados de Musk sostienen que, desde el momento en que Microsoft se asoci¨® con OpenAI, esta cambi¨® de objetivo y se centr¨® en ganar dinero, lo que choca con su contrato fundacional. ¡°OpenAI, Inc. se ha transformado en una filial de facto de c¨®digo cerrado de la mayor empresa tecnol¨®gica del mundo: Microsoft¡±, se lee en la demanda interpuesta en San Francisco. ¡°Bajo su nuevo consejo de administraci¨®n, no solo est¨¢ desarrollando, sino tambi¨¦n perfeccionando, una AGI [IA general, la que pueda igualar o superar las capacidades humanas] para maximizar los beneficios de Microsoft, en lugar de hacerlo en beneficio de la humanidad¡±.
El equipo jur¨ªdico de Musk argumenta tambi¨¦n a modo de ejemplo que la compa?¨ªa mantuvo en ¡°secreto absoluto¡± el dise?o y desarrollo de GPT-4, el modelo m¨¢s avanzado lanzado hasta la fecha. Y a?ade una cita del consejero delegado de Microsoft, Satya Nadella, de noviembre del a?o pasado: no importar¨ªa ¡°si OpenAI desapareciera ma?ana. (¡) Tenemos sus capacidades, su gente, su computaci¨®n, sus datos. Lo tenemos todo¡±.
Elon Musk fue uno de los fundadores de OpenAI, que naci¨® en 2015 como una organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro que persegu¨ªa contribuir al desarrollo cient¨ªfico de la IA. El due?o de Tesla, SpaceX o X (la antigua Twitter) aport¨® 50 millones de d¨®lares de su fortuna personal para que echara a andar.
Extraoficialmente, OpenAI fue el intento de Musk y otros pesos pesados de Silicon Valley, como Peter Thiel, uno de los primeros inversores en Facebook y fundador de Palantir, de tratar de hacer frente a la supremac¨ªa que por aquel entonces ten¨ªa Google en el desarrollo de esta tecnolog¨ªa. Uno de los detonantes necesarios para el surgimiento de OpenAI, cuyo nombre fue idea de Musk, fue cuando Google compr¨® en 2014 DeepMind, uno de los laboratorios m¨¢s punteros del mundo en aprendizaje profundo, la t¨¦cnica de IA m¨¢s potente. ¡°Musk estaba profundamente preocupado por ello. Cre¨ªa (y sigue creyendo) que en manos de una empresa privada y con ¨¢nimo de lucro como Google, la inteligencia artificial supone un peligro para la humanidad¡±, explicita el texto de la demanda.
Fue el propio Musk quien puso a Altman al frente de OpenAI. Aunque esa relaci¨®n se trunc¨® pocos a?os despu¨¦s: abandon¨® la organizaci¨®n en 2018, en la que ha sido una de las mayores equivocaciones de su carrera, seg¨²n ha reconocido. Ya fuera de OpenAI, impuls¨® una carta pidiendo una moratoria de seis meses en la investigaci¨®n de IA y, mientras tanto, desarroll¨® su propio proyecto, xAI, con el que present¨® a finales del a?o pasado Grok, su alternativa a ChatGPT.
Altman, por su parte, se ha convertido en la cabeza visible de la revoluci¨®n de la IA generativa, abanderada en buena medida por su compa?¨ªa. El ejecutivo fue despedido de forma fulminante el a?o pasado por la junta de accionistas de OpenAI. Sin embargo, tras las presiones del personal, que incluso amenaz¨® con irse en masa a Microsoft, fue restituido en el cargo en menos de una semana.
ChatGPT es una de las aplicaciones m¨¢s exitosas de la historia. Lanzada en noviembre de 2022, consigui¨® 100 millones de usuarios en dos meses, una marca nunca antes vista, y hoy tiene en torno a 200 millones de usuarios. Su irrupci¨®n provoc¨® una carrera en el sector tecnol¨®gico por liderar la llamada IA generativa. Microsoft no tard¨® en asociarse con la propia OpenAI, en una alianza que todav¨ªa est¨¢n examinando las autoridades de competencia de EE UU y la UE, mientras que Google se reorganiz¨® internamente para acelerar el lanzamiento de herramientas apoyadas en la IA.
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