HBO contra Woody Allen: una serie documental reabre el caso por presunto abuso sexual
La plataforma estrena cuatro episodios que han contado con la colaboraci¨®n de la familia Farrow, y que intentan demoler las exoneraciones del director en las dos investigaciones judiciales
Un nuevo obst¨¢culo se levanta para la carrera de Woody Allen en Estados Unidos. Su hijo biol¨®gico Ronan Farrow lidera un marcaje al director por un presunto abuso sexual cometido contra su hija Dylan en agosto de 1994, del que fue exonerado en dos investigaciones independientes. Ronan ha logrado que Allen no encuentre ni financiaci¨®n ni distribuci¨®n de sus pel¨ªculas en EE UU, y que sus memorias, A prop¨®sito de nada (Alianza Editorial), firmadas inicialmente con el poderoso grupo editorial Hachette (en el que publica Farrow), acabaran siendo editadas por Arcade Publishing. Ahora la plataforma HBO estrenar¨¢ el pr¨®ximo lunes 22 Allen v. Farrow, serie documental de cuatro episodios de una hora dirigida por Kirby Dick y Amy Zering, pareja ganadora de dos Emmy y candidata al Oscar gracias a La guerra invisible, sobre las numeros¨ªsimas violaciones en el Ej¨¦rcito estadounidense, y que tambi¨¦n han realizado trabajos previos, por ejemplo, sobre abusos sexuales en la Iglesia cat¨®lica en EE UU. Y aunque ¨¦l no ha colaborado en el desarrollo de la serie, y s¨ª aparezca hablando a la c¨¢mara, Ronan Farrow tiene un contrato con HBO para creaci¨®n de contenidos documentales.
Woody Allen y Mia Farrow fueron pareja durante 12 a?os. Viv¨ªan separados ¡ªcada uno a un lado del neoyorquino Central Park¡ª y tampoco se casaron. Juntos rodaron 13 pel¨ªculas, adoptaron dos ni?os (Dylan y Moses, en puridad, primero los adopt¨® Farrow y luego Allen pidi¨® convertirse en su padre) y tuvieron otro biol¨®gico, Satchel, que cuando la pareja rompi¨® cambi¨® su nombre por el de Ronan. En 1992 la relaci¨®n salt¨® por los aires. Primero Farrow encontr¨® unas fotos en casa de Allen de su hija de 20 a?os Soon-Yi Previn (adoptada por la actriz cuando estaba casada con el compositor y director de orquesta Andr¨¦ Previn) desnuda; y el 4 de agosto, Dylan, de entonces 7 a?os, acus¨® a Allen de haber abusado de ella en la casa de campo de Farrow en Connecticut. Desde ese momento, esta exfamilia ha vivido una guerra en la que, incluso, algunos hijos se han enfrentado a otros, Y que, art¨ªsticamente, ha provocado que la actriz no haya vuelto a trabajar con continuidad ¨Csolo la contratan fuera de EE UU¨C y que el director no haya logrado estrenar en EE UU ni D¨ªa de lluvia en Nueva York ni Rifkin¡¯s Festival.
Allen v. Farrow solo cuenta con testimonios de la parte de Farrow, empezando por la actriz, siguiendo por Dylan, Ronan y algunos de sus hermanos, y acabando con amigos de ella, como la cantante Carly Simon. Los directores insisten en que han pedido entrevistas con Allen, su ahora esposa Soon-Yi Previn, que ya ha cumplido 50 a?os (llevan juntos desde aquel 1992, se casaron en 1997 y tienen dos hijos adoptados). En una entrevista en The New York Times Dick y Ziering explican que el proyecto les atrajo porque ¡°nadie hab¨ªa contado la historia completa¡±.
Los dos primeros episodios se centran en la familia Farrow. Mia cuenta: ¡°Me siento culpable porque yo traje a ese hombre a la familia¡±. Y recuerda con nostalgia los mejores momentos de su relaci¨®n con el director, ¡°cuando todo era rom¨¢ntico¡±. Dylan tambi¨¦n rememora los ¡°viajes familiares en jet privado¡±, aunque advierte que hasta ahora solo se ha conocido ¡°el iceberg¡± de su caso.
Hay numerosas grabaciones de la felicidad familiar tanto en Nueva York como en Frog Hollow, la casa de campo en el colindante Estado de Connecticut para que su numerosa prole (entre biol¨®gicos y adoptados, 14) pudiera disfrutar de la naturaleza. Para contrarrestar la falta de testimonio de Allen, los documentalistas usan extractos del audiolibro de A prop¨®sito de nada, le¨ªdo por el mismo cineasta. Amigas de Farrow hablan de c¨®mo Allen se convirti¨® en un padre atento, presente much¨ªsimos d¨ªas en la casa de Farrow desde el desayuno a la cena... y subrayan que su favorita era Dylan. ¡°Si aparec¨ªa Woody, la ni?a solo estaba con ¨¦l y no jugaba con los otros ni?os¡±. Ronan (que en ese momento ten¨ªa 4 a?os, es dos a?os menor que Dylan) cuenta que su hermana ¡°empez¨® a agobiarse y a pedir que la escondieran de pap¨¢¡±. Un cartel asegura que Allen inici¨® una terapia ante su excesivo amor por su hija (no se aporta ning¨²n dato m¨¢s, y en el juicio por la custodia se concluy¨® que era mentira) y que en 1991 Dylan comenz¨® tambi¨¦n a visitar a un psic¨®logo por su ¡°timidez y mutismo¡±. Tampoco hay equidistancia en las grabaciones telef¨®nicas: aparecen numerosas realizadas por Farrow, donde muchas veces Allen es inaudible y nunca sabe que le est¨¢n grabando, y solo ofrecen una del director, justo en la que le miente a la actriz cuando ella le pregunta si le est¨¢ grabando.
El secreto de Dylan
Mia Farrow insiste ante la c¨¢mara: ¡°En 1991 Dylan me dijo que ten¨ªa un secreto, y yo empec¨¦ a vigilar. Un d¨ªa vi c¨®mo Woody le daba un manotazo a Dylan; cuando le pregunt¨¦ por qu¨¦ hab¨ªa hecho eso me contest¨® que la ni?a le hab¨ªa cogido el pene. Y yo me plante¨¦ por qu¨¦ hac¨ªa eso una ni?a peque?a¡±. A lo que sigue una declaraci¨®n de Dylan recordando que el cineasta le dirig¨ªa para que le ¡°chupara el pulgar¡±. Sin embargo, a pesar de esas sospechas, la actriz mantuvo su relaci¨®n igual y apoy¨® que Allen se convirtiera en el padre legal de Dylan y Moses en diciembre de 1991.
El 13 de enero de 1992 Farrow descubre las fotos de Soon-Yi, y con ellas la relaci¨®n sentimental. Sobre los meses siguientes y las dudas de Allen hay numerosas contradicciones entre la versi¨®n de Farrow en la serie y la de Allen en A prop¨®sito de nada. Lo mismo ocurre con el presunto abuso sexual realizado por Allen a Dylan el 4 de agosto de 1992, en la primera visita del director a sus hijos despu¨¦s de que en enero, Mia le prohibiera verlos en el ¨¢tico de la casa de campo. En pantalla habla la au pair Sophi¨¦ Berg¨¦, una de las dos ni?eras de Farrow. Pero no la otra, ni una tercera, vigilante de los hijos de Casey Pascal, amiga de Mia, que tambi¨¦n estaban en el sal¨®n viendo la tele: las tres y la encargada de la casa ten¨ªan ¨®rdenes estrictas de no dejar solo a Allen con Satchel / Ronan ni con Dylan. Aun as¨ª, se supone que padre e hija subieron juntos al ¨¢tico durante 20 minutos. Aquella visita tuvo lugar adem¨¢s, en mitad del ambiente enrarecido de la separaci¨®n, como recordaba Moses en una carta p¨²blica, con los ni?os en una atm¨®sfera hostil, algo que no se muestra en el documental.
El cuarto episodio es una narraci¨®n f¨¢ctica de c¨®mo el caso volvi¨® a los medios de comunicaci¨®n tras el Globo de Oro de honor al cineasta en 2014, la siguiente carta de Dylan en Vanity Fair, la respuesta de Moses en People ¡ªque subraya que ¡°hab¨ªa cinco ni?os y tres adultas en la casa¡± y que llega a plantearse si la muerte de algunos de sus hermanos no la provoc¨® ¡°el triste ambiente¡± de su infancia¡ª, el estallido del caso Harvey Weinstein y la reflexi¨®n sobre si el arte se puede separar del comportamiento de sus creadores, adem¨¢s de la aparici¨®n final de Mia Farrow que dice: ¡°Sigo asustada de Woody¡±. Sin embargo, el final del segundo cap¨ªtulo y todo el tercer episodio contienen elementos m¨¢s interesantes.
Por fin se pueden ver partes de la grabaci¨®n realizada a Dylan por Mia al d¨ªa siguiente del supuesto abuso (aunque no se cuenta si ha sido montada o cu¨¢nto dura en realidad) y el documental entra a demoler las dos investigaciones realizadas en Connecticut y Nueva York que exoneraron a Allen. En sus memorias el cineasta escribe en su defensa que si hizo algo malo, ?c¨®mo es que le dejaron adoptar a dos ni?os con Soon-Yi? Pero es cierto que en las dos causas hubo hechos irregulares. Las ¡°inconsistencias del testimonio de Dylan¡± fueron dictaminadas por un equipo del hospital de Yale-New Haven para la investigaci¨®n dirigida por Frank Maco, fiscal del Estado de Connecticut. Los psiquiatras realizaron numerosas entrevistas a Dylan (tantas, que eso sorprende a expertos en abusos infantiles, que aseguran que lo correcto es menos para no afectar al testimonio), y tras elaborar el informe, destruyen las notas, con lo que no queda constancia de los pormenores de su investigaci¨®n, en la que por cierto, no quedaban bien parados ni Mia y Allen. Maco decide ¡°por el bien de Dylan¡± cerrar la investigaci¨®n. Al final de la serie se reencuentra con Dylan y le pide perd¨®n por haberle impedido contar¡± su historia. Sin embargo, no se cuenta que Maco fue durante los tres a?os de luchas judiciales un visitante habitual en Frog Hollow. Tambi¨¦n se cerr¨® la investigaci¨®n en el Estado de Nueva York, exonerando a Allen por falta de pruebas.
Los dos procesos fueron hiperescrutados en el juicio por la custodia de Ronan y Dylan impulsado por Allen, y que se desarroll¨® en la primavera de 1993. Edu Gal¨¢n, en su libro El s¨ªndrome Woody Allen, analiza las actas, donde se reflejan las presiones recibidas por los trabajadores sociales en Nueva York (s¨ª se muestra en el documental) y las contradicciones en las declaraciones de lo ocurrido en el ¨¢tico y de los testimonios de Mia Farrow (el documental lo omite para insistir en una imagen excesivamente bondadosa de la actriz). Aquel juicio lo gan¨® Farrow, pero el juez Elliott Wilk advert¨ªa en la sentencia: ¡°Las pruebas indican que es muy poco probable que Allen pueda ser procesado por abuso sexual¡±. Ese documento de 33 p¨¢ginas es seguramente el an¨¢lisis m¨¢s juicioso y objetivo que jam¨¢s se ha realizado de toda esta historia, resumido en una frase: ¡°Nunca sabremos qu¨¦ ocurri¨® el 4 de agosto¡±.
S¨ª sabemos qui¨¦n fue la v¨ªctima principal: Dylan, que la semana pasada public¨® su primera novela, de g¨¦nero fant¨¢stico. Ella cuenta ante la c¨¢mara su sufrimiento porque alguien escuchara su historia (¡±Si dudas, tu acusaci¨®n es inconsistente; si repites los hechos, est¨¢s adiestrada¡±), su incapacidad durante a?os de tener una relaci¨®n sentimental, y c¨®mo solo el paso del tiempo (ahora tiene 35 a?os y una hija de cuatro) pueden ayudarla a verbalizar con frialdad aquellos d¨ªas, que la dejaron por mucho tiempo ¡°devastada¡±.
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