Todas las ciudades son la misma: por qu¨¦ Netflix quiere que Barcelona, Madrid o Par¨ªs se vean igual en sus series
En su nueva apuesta, ¡®El inocente¡¯, la plataforma lleva a Espa?a una historia de Nueva Jersey sin cambiar siquiera el nombre de sus personajes
Cuesta saber cu¨¢ndo ocurre la mayor¨ªa de series de Netflix. Sex Education est¨¢ ambientada en un instituto brit¨¢nico con est¨¦tica de high school estadounidense (taquillas, club de canto, cazadoras de f¨²tbol americano), en el que la ropa es de los ochenta, los muebles, de los setenta y los coches de los noventa pero existe internet. Los personajes tienen tel¨¦fonos inteligentes en su bolsillo y televisiones de tubo en su sal¨®n. En otra comedia dram¨¢tica adolescente, Esta mierda me supera, los chavales hablan sobre vapeadores pero aseguran preferir el VHS al l¨¢ser disc.
Tampoco es f¨¢cil d¨®nde est¨¢n ubicadas. The End of The F*** World tiene lugar en una Gran Breta?a llena de diners estadounidenses, moteles, carreteras des¨¦rticas y camisas hawaianas. Sus series existen en un no-lugar y un no-tiempo tan evidente que sus propios componentes hablan de ello. ¡°Est¨¢n cambiando las reglas que dictan c¨®mo el p¨²blico recibe las series, lo que est¨¢ dispuesto a aceptar y en qu¨¦ universos es m¨¢s o menos cr¨¦dulo¡±, le dec¨ªa la actriz de Sex Education Gillian Anderson a Radio Times en 2019. ¡°Creo que Netflix se siente satisfecha con esa combinaci¨®n¡±.
La dimensi¨®n atemporal y desubicada en la que tiene lugar la mayor¨ªa series de Netflix es en buena parte consecuencia de su primer y mayor ¨¦xito, Stranger Things, ambientada en (la versi¨®n de Hollywood de) los a?os ochenta. Les ofrece un reclamo intergeneracional porque un padre y una hija pueden ver la misma serie y captar referencias a sus respectivas adolescencias. Hace que su producci¨®n se asemeje a series cl¨¢sicas que han triunfado en la plataforma como Friends o The Office. El presente real no resulta televisivo: ¡°Si fu¨¦ramos realistas los personajes estar¨ªan todo el tiempo mirando el m¨®vil y eso no funciona dram¨¢ticamente¡±, explica Carlos Montero, creador de ?lite y El desorden que dejas. Pero hay un factor a?adido para esta no-localizaci¨®n: las series de Netflix deben funcionar en 190 pa¨ªses distintos. ?Significa eso que, para integrarse en el cat¨¢logo de la mayor plataforma de televisi¨®n por internet del mundo y triunfar en el extranjero, las series espa?olas deben des-espa?olizarse?
Este viernes, la plataforma estrena El inocente, de Oriol Paulo, que adapta la novela del estadounidense Harlan Coben y traslada su misterio de Nueva Jersey a Barcelona. Ni siquiera necesita cambiar todos los nombres: al personaje de Mario Casas, Mateo, todos le llaman Mat. Del mismo modo, a tenor de su car¨¢cter, los personajes podr¨ªan ser japoneses, noruegos o colombianos: el guion entero de El inocente, sin cambiar ni una coma, podr¨ªa ambientarse en cualquier ciudad del mundo. ¡°Quer¨ªamos ubicar la historia en Barcelona, pero a la vez que el espectador la pueda sentir como su ciudad¡±, aclara Paulo, quien cita a David Fincher como principal referencia est¨¦tica por su ¡°naturalismo generador de sensaciones¡±.
En El inocente se reconoce el Eixample, y se ven varios puntos emblem¨¢ticos de Barcelona (el MNAC, la Fira o las Torres Mapfre, donde est¨¢ la oficina de Mat). Pero la est¨¦tica anglosajona, dice Laia Farr¨¢n, directora de localizaciones de El inocente, ¡°aporta velocidad¡±. Consigue que el espectador no se distraiga de la trama porque reconoce los c¨®digos visuales instintivamente. Sylvia Steinbrecht, su directora de arte, pone como ejemplo que para las oficinas de Madrid se inspiraron en Black Mirror y en Marvel: ¡°Un centro de acciones que te sugiera que son los malos¡±. Esto es clave para que el p¨²blico acepte creerse la trama. Una detective de homicidios tan intr¨¦pida como Lorena (Alexandra Jim¨¦nez, peinada y vestida como hero¨ªna de Hollywood) no funcionar¨ªa si la pusiesen en una comisar¨ªa de Albacete.
¡°Los decorados con est¨¦tica internacional hacen que el p¨²blico no se pregunte la verosimilitud de la trama. Si ve algo local necesitar¨¢ un aspecto m¨¢s aut¨¦ntico para cre¨¦rselo, pero si ve situaciones que podr¨ªan pasar en cualquier lado se mete m¨¢s en la historia¡±, explica Steinbrecht, quien se?ala el ¨¦xito mundial de La casa de papel como punto de inflexi¨®n en la p¨¦rdida definitiva del complejo de inferioridad de las series espa?olas. ¡°La ves y no piensas ¡®est¨¢n en Espa?a¡¯, podr¨ªa estar en cualquier sitio. Ayer vi una serie ambientada en Estados Unidos, hoy me salta una espa?ola y no me choca porque ambas est¨¢n dentro de un c¨®digo est¨¦tico muy universal. Hace que los espectadores m¨¢s j¨®venes se enganchen m¨¢s f¨¢cilmente¡±.
Tambi¨¦n Bernat Bosch, director de fotograf¨ªa de El inocente, admite que aspiraban a ¡°una est¨¦tica lo m¨¢s neutra posible, que pudiese pasar en cualquier ciudad europea o americana, de f¨¢cil reconocimiento: esto es una comisar¨ªa, etc. Al ir en una plataforma que se ve en todo el mundo, tienes que tener en cuenta que tu p¨²blico no es solo local¡±. Bosch considera que hay que abrirse mercado con ¡°un producto m¨¢s exportable¡± primero y luego ir haciendo ficciones m¨¢s localistas. Lo cierto es que el mayor bombazo internacional de la ficci¨®n espa?ola en 2020, Veneno, no podr¨ªa ser m¨¢s espa?ola en fondo y forma. Las apuestas de HBO Espa?a (Patria, 50 monedas, XHOXB) tambi¨¦n est¨¢n muy enraizadas en la sociedad local. ?Existe, por tanto, una ¡°est¨¦tica Netflix¡±?
El consultor urban¨ªstico Stephen Rowley, autor del libro Movie Towns & Sitcom Suburbs llama ¡°ciudades nocionales¡± a este tipo de no-lugares: espacios urbanos reconocibles pero gen¨¦ricos. La primera apuesta espa?ola de la plataforma era una excepci¨®n (Las chicas del cable ten¨ªa lugar en el Madrid de principios de siglo); la segunda y m¨¢s explosiva, ?lite, estaba a rodada en los alrededores de Madrid (El Escorial, Villaviciosa, Villalba) y cuando sus propios creadores la vieron se sorprendieron de lo sueca que les hab¨ªa salido.
¡°El pijer¨ªo madrile?o, con sus banderitas de Espa?a y sus zapatos castellanos nunca nos interes¨®¡±, admite Montero. Sus referentes fueron Crueles intenciones y los institutos de las pel¨ªculas de Hollywood: Las Encinas, el centro ficticio, no tiene baile de promoci¨®n pero s¨ª eventos muy similares. Sin embargo, Montero asegura que la ¡°est¨¦tica internacional¡± de la serie no fue intencionada. ¡°Casi fue m¨¢s fruto del azar. Para m¨ª el lujo tiene que ver con el agua, con un estanque, y para tener agua hab¨ªa que rodar en zonas residenciales. Y esas son iguales en todo el mundo¡±. Su director de arte, Ant¨®n Blanco, a?ade: ¡°Tratamos de darle una est¨¦tica m¨¢s potente, m¨¢s internacional; ten¨ªamos que inventarnos un mapa, una geograf¨ªa que el espectador entienda, y El Escorial se parec¨ªa m¨¢s a un suburbio de Inglaterra que Fuenlabrada¡±.
Tambi¨¦n las ciudades del mundo real se van pareciendo m¨¢s entre s¨ª, seg¨²n el arquitecto Jorge Gorostiza (autor de Cine y arquitectura). Entre otras cosas porque todas imitan el urbanismo de las pel¨ªculas. ¡°Las ciudades occidentales del siglo XX no son las primeras iguales entre s¨ª pero es cierto que por primera vez en la historia, en gran parte gracias al cine, un modelo de ciudad (el occidental) se ha implantado en todos los pa¨ªses del planeta¡±, indica.
Esto beneficia mucho a Netflix, que quiere que todo su contenido tenga una est¨¦tica similar para que el espectador pueda saltar de una serie a una pel¨ªcula y luego a otra serie sin sobresaltos sensoriales. Para que el consumo fluya durante horas, mecido por una armon¨ªa visual. En un coloquio sobre fotograf¨ªa organizado en dentro del festival Lo Que Viene en 2019, la directora de fotograf¨ªa Raquel Fern¨¢ndez explic¨® que Netflix da a elegir a sus cineastas entre varios modelos concretos de marcas con las que la plataforma tiene acuerdos.
Sylvia Steinbrecht confirma que ¡°dan a escoger ciertas cosas¡± y prefieren ¡°unas mejores que que otras¡±. ¡°A los directores de fotograf¨ªa les piden pautas y si se las quieren saltar tiene que ser por una propuesta muy justificada. Netflix habr¨¢ hecho sus estudios sobre qu¨¦ c¨®digos est¨¦ticos resultan m¨¢s atractivos, pero est¨¢n abiertos al discurso creativo y tienen m¨¢s cintura de la que parece. En Elisa y Marcela accedieron al blanco y negro cuando ninguna otra cadena o distribuidora lo permit¨ªa. En la televisi¨®n gallega y en TV3 se emiti¨® en color. Isabel Coixet estaba horrorizada¡±.
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