A?o 3021: queda inaugurado este yacimiento universal

Hay pocas dudas de que Abderram¨¢n III era pelirrojo, le daba al frasco con alegr¨ªa y levant¨® en solo 30 a?os una asombrosa ciudad ¨¢ulica, de m¨¢s de 120 hect¨¢reas a unos ocho kil¨®metros de C¨®rdoba para competir en esplendor con la todopoderosa Damasco. De hecho, se la conoce como el Versalles andalus¨ª. Las dubitaciones aparecen, en cambio, cuando se disfruta de un documental franc¨¦s como Medina Azahara, la ciudad perdida de Al-?ndalus, y el espectador se pregunta por las carencias econ¨®micas y de protecci¨®n que el monumento omeya ha sufrido en el ¨²ltimo siglo. De hecho, en el reportaje se descubre un impresionante joyero de marfil, conocido como P¨ªxide de Al-Mughira, que adornaba alguna sala del ¨¢rea palatina y que se expone en el Louvre, pero que los productores dicen no saber de d¨®nde ha salido. En realidad, formaba parte de una colecci¨®n privada y fue vendido al museo parisino en 1898, como antes lo fueron la Dama de Elche o el Tesoro de Guarrazar.

¡°Se lleva excavando m¨¢s de cien a?os¡±, asegura una voz en off. Sin embargo, solo se ha investigado y consolidado el ¨¢rea del gran palacio y queda por descubrir toda la ciudad, m¨¢s del 90 por ciento del yacimiento. En 2020, la Junta de Andaluc¨ªa destin¨® 118.000 euros para inversiones y en 2021, otros 275.000. Entre 1975 y 1986, nada. ?Cu¨¢nta riqueza ¨Decon¨®mica, cient¨ªfica y cultural¨D se ha perdido por no recuperar en los ¨²ltimos 111 a?os, cuando fue descubierta, la Ciudad Brillante? No se trata de excavar por excavar, sino de consolidar y, sobre todo, de invertir en la joya de corona de la arqueolog¨ªa espa?ola.

Es decir, que al ritmo actual, para investigar y recuperar el resto del yacimiento (unas 108 hect¨¢reas) se necesitar¨¢n 999 a?os (milenio tercero, a?o 3021), m¨¢s o menos la distancia temporal que nos separa del momento en que Abderram¨¢n puso la primera piedra en este enclave, declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO en 2018. Los pol¨ªticos, tras la distinci¨®n, prometieron que iban a invertir mucho m¨¢s...

Son profesionales como F¨¦lix Arnold, Alberto Canto, Antonio Vallejo, Alberto Luque o Inmaculada Mu?oz y otros los que en los ¨²ltimos a?os han tomado la antorcha de la investigaci¨®n de los que los precedieron, como el pionero Ricardo Vel¨¢zquez Bosco en aquel lejano 1911. Pero los presupuestos que manejan para hacer su trabajo son ¨ªnfimos.

Las c¨¢maras de la productora muestran el interior del llamado Sal¨®n Rico, una impresionante construcci¨®n donde Abderram¨¢n recib¨ªa a las epatadas embajadas o llevaba a cabo suntuosas celebraciones. Pero solo han podido entrar los documentalistas franceses, porque esta bella edificaci¨®n est¨¢ vedada a los visitantes, ya que se encuentra en proceso de restauraci¨®n ¨Dsus paredes estaban recubiertas de ataurique, una decoraci¨®n de tipo vegetal¨D que, tras la destrucci¨®n de la ciudad, termin¨® convertida en millones de peque?os pedazos. Los arque¨®logos llevan m¨¢s de 50 a?os encaj¨¢ndolos. Hasta el momento, solo se ha podido emparejar el 30% de los fragmentos.

Como dec¨ªa Toro Sentado, ¨Dsi es que lo dijo, porque la sentencia tambi¨¦n se la adjudican a Gandhi y Saint-Exup¨¦ry¨D ¡°no heredamos la tierra de nuestros padres, sino la tomamos prestada de nuestros hijos¡±. Aunque a este ritmo, deb¨ªan haber dicho: ¡°De nuestros nietos, bisnietos, tataranietos, choznos, choznietos o bichoznos¡±. El Diccionario de la RAE no recoge m¨¢s tipos de descendientes hasta poder completar 999 a?os.

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