La Casa Blanca es en ¡®spanglish¡¯
Marcas tan importantes como McDonald¡¯s o Colgate usan este ¡®idioma h¨ªbrido¡¯ como una forma de potenciar la inclusi¨®n y la identificaci¨®n con el p¨²blico hispano. Ahora, tambi¨¦n los partidos pol¨ªticos
Dos de cada diez estadounidenses son hispanos. Es la minor¨ªa ¨¦tnica m¨¢s grande del pa¨ªs y la que m¨¢s r¨¢pido ha crecido en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Representa a m¨¢s del 25% de la poblaci¨®n en seis estados, incluyendo Arizona y Nevada, dos de los llamados swing states que pueden ser decisivos en noviembre.
Con esos datos, es l¨®gico que las campa?as de Joe Biden y Donald Trump est¨¦n ajustando buena parte de sus mensajes a los c¨®digos y formas de comunicaci¨®n de este grupo. Y una tendencia que destaca es el uso del spanglish, la mezcla del ingl¨¦s y el espa?ol, en las conversaciones habituales del d¨ªa a d¨ªa.
De acuerdo con un estudio del PEW Research Center, el 64% de los hispanos de Estados Unidos utiliza el spanglish al menos algunas veces y un 40% admite usarlo a menudo. Entre los menores de 49 a?os, buena parte de ellos de segunda o tercera generaci¨®n de inmigrantes latinos, lo usan 7 de cada 10.
Voces destacadas como la de Ilan Stavans, profesor del Amherst College de Massachusetts y experto en cultura latina, consideran que el spanglish se ha transformado para muchos en un ?veh¨ªculo de comunicaci¨®n? que refleja su identidad y mezcla cultural, apareciendo incluso versiones m¨¢s espec¨ªficas seg¨²n el origen: dominicanish (mezcla del dominicano e ingl¨¦s), tex mex (M¨¦xico) o el cubonix (Cuba).
Un spot publicitario publicado hace unos a?os por el Servicio de Correo Postal de Estados Unidos reflej¨® a la perfecci¨®n esta realidad. Un ni?o de familia hispana le ped¨ªa a su madre un ?trompo? para Navidad. Ella lo compraba por Internet, pero, cuando ve¨ªa a su hijo caminando por la casa haciendo ruidos de trompeta con una hoja de papel, se daba cuenta de que ¨¦l no se refer¨ªa a un ?trompo?, sino a una ?trumpet? (trompeta en ingl¨¦s).
Como muestra ese anuncio, desde hace algunos a?os el spanglish ya es parte de la cotidianeidad de muchas familias y, por tanto, tambi¨¦n de la cultura publicitaria americana. Marcas tan importantes como McDonald¡¯s o Colgate lo usan como una forma de potenciar la inclusi¨®n y la identificaci¨®n con el p¨²blico hispano. Quien en su casa y con sus amigos habla en spanglish se siente m¨¢s unido a una marca que le habla del mismo modo.
Y la pol¨ªtica no se queda atr¨¢s. Este a?o, Biden ya ha promocionado al menos dos v¨ªdeos en spanglish dirigidos a usuarios espec¨ªficos de redes sociales. En uno de 15 segundos, titulado For Us, una voz en off va mezclando el espa?ol y el ingl¨¦s mientras se muestran im¨¢genes del presidente y de electores latinos. Tiene frases como: ?Cada programa de Joe Biden is for us?, ?el student loan debt est¨¢ bajando? o ?Joe Biden doesn¡¯t fight for los ricos?.
No es la primera vez que la campa?a del dem¨®crata usa esta estrategia. En 2020 ya dirigi¨® spots en spanglish a estados re?idos como Arizona. Uno se titulaba ?S¨ª se puede, hope again? y en ¨¦l contaba su historia una emprendedora hispana golpeada por la pandemia y las pol¨ªticas econ¨®micas de Donald Trump. La jugada le sali¨® bien y los dem¨®cratas ganaron ese estado por primera vez en 24 a?os.
Este a?o, la campa?a dem¨®crata ha comenzado a interpelar a la poblaci¨®n latina muy temprano, ante los n¨²meros preocupantes que muestran las encuestas en los ¨²ltimos meses. A pesar de que Biden todav¨ªa tiene mayor intenci¨®n de voto entre estos electores, su ventaja se ha reducido de manera considerable en comparaci¨®n a la que ten¨ªa cuando gan¨® la presidencia en 2020.
Los hispanos eval¨²an especialmente mal a Biden en los asuntos econ¨®micos. De acuerdo con una encuesta de Axios e Ipsos, mientras que solo el 20% considera que el presidente actual es bueno para la econom¨ªa, un 42% dice lo mismo de Trump.
Para detener la fuga de votos, desde principios de mayo la campa?a de Biden tambi¨¦n ha activado otra l¨ªnea de contenidos dirigida a votantes latinos: recuperar v¨ªdeos de archivo sobre los insultos de Trump a los inmigrantes y el efecto de sus pol¨ªticas migratorias, que separaron a miles de familias cuando este era presidente. Y es que los hispanos no solo tendr¨¢n una influencia decisiva en qui¨¦n gana la presidencia, sino que, adem¨¢s, son fundamentales en la lucha por el control del Senado y la C¨¢mara de Representantes. Para esta cuesti¨®n tambi¨¦n son importantes en estados como Florida, California, Texas y Nuevo M¨¦xico.
En 2020, Biden gan¨® Arizona solo por 10.457 votos y Nevada por 33.596. Si no consigue recuperar la ventaja que tuvo entre los hispanos ese a?o, probablemente no ganar¨¢ all¨ª y su camino hacia la Casa Blanca se estrechar¨¢ considerablemente. Tomando esto en consideraci¨®n, es seguro que su campa?a hablar¨¢ mucho m¨¢s spanglish en lo que queda hasta llegar a noviembre. La pol¨ªtica tradicional puede seguir relegando el espa?ol, pero ya no puede prescindir del spanglish. El mejor s¨ªmbolo de la integraci¨®n a trav¨¦s de la fusi¨®n, la mezcla y la hibridaci¨®n ling¨¹¨ªstica.
Siga toda la informaci¨®n de las elecciones en Estados Unidos en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.