Regina Jos¨¦ Galindo: ¡°En Guatemala no vemos posibilidad de un cambio real¡±
Una de las artistas de performance m¨¢s prestigiosas y controvertidas de Latinoam¨¦rica presenta en el MoMA PS1 su obra ¡®Tierra¡¯, centrada en el genocidio de Guatemala
Regina Jos¨¦ Galindo (Guatemala, 1974) es una de las artistas m¨¢s prestigiosas y controvertidas de Latinoam¨¦rica. Es una poeta que usa la performance como medio art¨ªstico para denunciar las injusticias sociales, especialmente por cuestiones de raza y g¨¦nero. Su trabajo forma parte de las colecciones m¨¢s importantes del mundo, como el MoMA PS1, el Guggenheim, la Tate y la fundaci¨®n Pompidou, entre otras. En sus 25 a?os de trayectoria ha recibido premios como el Le¨®n de Oro en la 51 Bienal de Venecia, en 2005, como artista joven o el Premio Pr¨ªncipe Claus en los Pa¨ªses Bajos, en el 2011, que valora el impacto positivo dentro de un campo cultural o social.
En esta entrevista habla a prop¨®sito de su obra Tierra, centrada en el genocidio de Guatemala que, durante 36 a?os de dictadura acab¨® con la vida de 200.000 personas, y que puede verse de abril a septiembre en el MoMA PS1 de Nueva York. A pesar de los temas dur¨ªsimos que visibiliza mediante su obra, la artista no pierde la calma ni eleva el tono de voz. Hay una fortaleza interior que la sostiene.
Pregunta. Tierra es una pieza audiovisual del 2013, pero sigue siendo relevante.
Respuesta. Est¨¢ abierta a interpretaci¨®n propia seg¨²n el contexto. Es una pieza que habla del conflicto de tierras. Hay una mujer desnuda enraizada a un trozo de tierra que cree que le pertenece y una excavadora que se la va arrebatando. Representa muy bien el conflicto palestino por la cantidad de tierra que ha ido perdiendo Palestina a lo largo del tiempo. Y es interesante destacar que Guatemala tiene una relaci¨®n muy directa con Israel, lo apoya desde 1947.
P. Est¨¢ asistiendo al juicio que se est¨¢ llevando a cabo contra el exjefe del ej¨¦rcito de Guatemala, Manuel Benedicto Lucas Garc¨ªa, por delitos de genocidio.
R. Asisto porque es diferente leer la historia que escucharla de los que la vivieron. Me impresiona la fuerza de las mujeres para no romperse mientras dan su testimonio. Se rompen despu¨¦s, es una muestra de resiliencia.
P. ?C¨®mo influyen estas experiencias en su trabajo?
R. Recuerdo que en una ocasi¨®n en otro juicio romp¨ª a llorar ante el horror de las historias que contaban las v¨ªctimas y una mujer maya me dijo: ¡°Aqu¨ª no se viene a llorar, se viene a luchar. Estamos vivas y hay que luchar¡±. Ese fue mi lema durante mucho tiempo.
P. ?Ha mejorado la situaci¨®n en Guatemala con el cambio de Gobierno?
R. El pueblo tom¨® las calles durante meses para luchar contra la corrupci¨®n y cuando se form¨® un nuevo Gobierno progresista el pasado mes de enero lo vivimos como un triunfo colectivo. Pero el Gobierno est¨¢ maniatado, hay otros poderes que impiden el cambio. Siguen los castigos ejemplares. Hay personas que siguen presas, como el director de ElPeri¨®dico, Jos¨¦ Rub¨¦n Zamora, que investigaba la corrupci¨®n gubernamental. Y otras que siguen exiliadas como mi amiga la periodista Luc¨ªa Escobar. As¨ª que hay un desgaste porque no vemos posibilidad de un cambio real.
P. ?Ha pensado alguna vez en irse?
R. En una ocasi¨®n me ofrecieron una residencia art¨ªstica de varios a?os, muy bien pagada, en Alemania, pero solo me dieron visado a m¨ª, no a mi familia. Me dijeron espec¨ªficamente que yo era una mujer at¨ªpica y que por tanto, era mejor que mi hija se quedara en Guatemala al cuidado de sus abuelos, si es que ten¨ªa, mientras yo estaba fuera. As¨ª que no pudimos mudarnos.
P. Ahora que est¨¢ en Estados Unidos, ?qu¨¦ opina de la posibilidad de un regreso de Trump al poder?
R. No lo veo como una posibilidad sino como una certeza. Pero creo que los dem¨®cratas son tambi¨¦n responsables de lo que est¨¢ pasando.
P. ?Qu¨¦ le dir¨ªa a los latinos que pierden la esperanza de conseguir documentos legales?
R. Son esp¨ªritus resilientes movidos por la fuerza de la utop¨ªa, porque en muchos casos volver no es una opci¨®n. Les dir¨ªa que, en cualquier caso, tienen el logro de haber logrado llegar.
P. ?El arte activista solo apela a los que ya est¨¢n concienciados?
R. El arte sirve para contar momentos hist¨®ricos pero no alcanza a hacer cambios dr¨¢sticos. Lo importante es que puede generar di¨¢logo y, en ese sentido, el arte es un eslab¨®n para el cambio. Recuerda el caso de Efra¨ªn R¨ªos Montt, condenado a 80 a?os de prisi¨®n por genocidio y cr¨ªmenes de guerra en Guatemala. A los diez d¨ªas de que se diera el veredicto, la sentencia se anul¨®. Eso ninguna pieza de arte lo cambia.
P. Usted con La fiesta cre¨® una comunidad y consigui¨® un espacio para que los trabajadores hispanos en Jap¨®n pudieran reunirse.
R. Nunca lo hab¨ªa visto de esa forma, pero es cierto. En Jap¨®n los trabajadores hispanos ten¨ªan prohibido bailar y hasta hablar y su esp¨ªritu latinoamericano se estaba apagando. Ten¨ªan que cumplir un reglamento que no se correspond¨ªa con su personalidad. Aquella fiesta que organic¨¦ les sirvi¨® para conocerse y tener un espacio donde poder reunirse m¨¢s veces.
P. ?Cu¨¢ndo decidi¨® que se dedicar¨ªa ¨²nicamente a ser artista?
R. Cuando gan¨¦ el Le¨®n de Oro de Venecia en el 2005. La Prometeo Gallery compr¨® los derechos de mi obra ?Qui¨¦n puede borrar las huellas? y me anim¨® a entregarme por completo al arte. Para convencerme, me pagaron durante dos a?os el mismo sueldo que ganaba entonces en la agencia de publicidad en la que yo trabajaba.
P. ?Cu¨¢l es su pr¨®ximo proyecto?
R. Vuelvo a Nueva York para relacionarme con los objetos personales que una mexicana deportada dej¨® en una bodega, en un storage. La performance tendr¨¢ lugar el 13 de septiembre en Grace Exhibition Space, en el East Village.
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