Las mujeres ayudar¨¢n a Kamala Harris a romper el techo de cristal
La esperanza en estas elecciones en Estados Unidos, m¨¢s que nunca, est¨¢ puesta en la fuerza del voto femenino
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Cuando Amanda Zurawski, Hadley Duvall y Kaitlyn Joshua aparecieron en el estrado en el primer d¨ªa de la Convenci¨®n Nacional Dem¨®crata en la que Kamala Harris acept¨® su cargo como candidata a la Casa Blanca, pocos imaginaban que las historias de estas tres mujeres har¨ªan saltar las l¨¢grimas de los asistentes. Estas residentes de Texas, Louisiana y Kentucky ¡ªtres de los Estados m¨¢s restrictivos en cuanto al aborto¡ª dieron sus testimonios de sufrimiento y dolor: una por tener que seguir adelante con un embarazo no viable, incluso a costa de su propia salud, otra por haber quedado embarazada a los 12 a?os tras la violaci¨®n de un familiar y la tercera por la falta de atenci¨®n m¨¦dica ante un aborto espont¨¢neo.
¡°Un segundo periodo de [Donald] Trump nos quitar¨ªa todav¨ªa m¨¢s derechos¡±, advirti¨® sobre el escenario Zurawski, donde cont¨® junto a su esposo el calvario que sufrieron por tener que seguir adelante con un embarazo que sab¨ªan que no llegar¨ªa a t¨¦rmino. ¡°Tenemos que votar como si nuestras vidas dependen de ello, porque as¨ª es¡±.
A lo largo de su carrera, Harris ha sido una firme defensora del derecho a decidir de las mujeres, cercenado en los ¨²ltimos a?os en su pa¨ªs. Probablemente fue esa batalla por la que muchos estadounidenses la vieron por primera vez. ¡°?Puede pensar en alguna ley que le d¨¦ al Gobierno la posibilidad de decidir sobre el cuerpo de un hombre?¡±, le espet¨® en 2018 la entonces senadora de California a un enmudecido juez Brett Kavanaugh al preguntarle por su postura sobre el fallo Roe v. Wade, que garantizaba el derecho al aborto en Estados Unidos. Sucedi¨® en la audiencia de confirmaci¨®n del nominado por Donald Trump a la Corte Suprema.
Por episodios como ¨¦se, la candidatura de Harris ha adquirido en poco tiempo una especie de furor esperanzador, especialmente entre las mujeres, convirti¨¦ndola en una abanderada de sus causas. La candidata trajo un aire fresco a una elecci¨®n que se preve¨ªa let¨¢rgica. Logr¨® en pocos d¨ªas alcanzar el umbral de los mil millones de d¨®lares, la donaci¨®n monetaria a una campa?a m¨¢s veloz de la historia. Y que las mujeres se volcaran a su paso, abriendo r¨¢pidamente la ¡°mayor brecha de g¨¦nero que jam¨¢s hayamos visto¡±, seg¨²n FM3, una firma de investigaci¨®n de opini¨®n orientada a pol¨ªticas p¨²blicas.
Las estadounidenses que en 2017 salieron en millones a las calles de Washington y de otras ciudades en una marcha hist¨®rica de protesta ante la toma de posesi¨®n del presidente Donald Trump para defender los derechos que ve¨ªan amenazados, podr¨ªan ahora ayudar a romper el mayor techo de cristal a Harris, una pol¨ªtica que ya ha quebrado casi todos.
A la primera fiscal general de California, la primera persona de color elegida para el Senado por ese Estado, la primera vicepresidenta, y la primera candidata de color a la Casa Blanca la respaldan principalmente las mujeres. Seg¨²n la encuesta de CBS News/YouGov, ellas la apoyan en porcentajes mayores que a Trump, e incluso al propio presidente Joe Biden. Y aunque se sabe que el voto femenino tradicionalmente es dem¨®crata, la brecha crece gracias al giro repentino de las votantes indecisas, seg¨²n reflejan los sondeos.
En torno a esa ola de esperanza han cerrado filas pol¨ªticas como Alexandra Ocasio-Cortez, Elizabeth Warren, Nancy Pelosi, Hillary Clinton o Michelle Obama. La ex primera dama se refiri¨® a ese furor tangible en la segunda jornada de la convenci¨®n dem¨®crata en Chicago: ¡°Algo m¨¢gico est¨¢ pasando, ?no lo notan?¡±, exclam¨®. ¡°No solo en esta arena, tambi¨¦n en todo el pa¨ªs. Es la fuerza contagiosa de la esperanza¡±, asegur¨®.
¡°Hemos abierto muchas grietas en el techo de cristal m¨¢s alto y m¨¢s duro¡±, record¨® por su parte la exsecretaria de Estado Hillary Clinton en un poderoso discurso el primer d¨ªa de la convenci¨®n. Ella, que se enfrent¨® a Donald Trump en 2016 como primera mujer en postularse oficialmente a la presidencia por uno de los principales partidos, conf¨ªa ahora en que Harris pueda terminar el trabajo iniciado. ¡°El futuro est¨¢ aqu¨ª¡±, reiter¨®.
Y haciendo uso de la mejor oratoria de sororidad, Clinton extendi¨® su mano asegurando que, en esta ocasi¨®n, la que estar¨¢ del otro lado ser¨¢ Kamala Harris asumiendo la presidencia de EE UU. Porque, exclam¨® con voz vibrante, ¡°cuando una barrera cae para una, cae -y abre el camino- para todas¡±.
Pero, como muy bien sabe Clinton por experiencia, para ellas, las barreras son m¨¢s. Harris, por ejemplo, ha debido enfrentar cuestionamientos que nada tienen que ver con su capacidad para el cargo. Trump la llama ¡°desagradable¡±, ¡°despiadada¡± y ¡°ambiciosa¡±, un t¨¦rmino que sabemos que va cargado de negatividad cuando se usa en femenino.
Tambi¨¦n ha tenido que encarar un escrutinio por su forma de vestir o de re¨ªr. Y luego est¨¢n las declaraciones de 2021 del candidato republicano a la vicepresidencia, J.D. Vance, que cuestion¨® el derecho al voto de las personas sin hijos en una entrevista viralizada en redes con la nominaci¨®n de Harris, que no tiene hijos propios, aunque es madrastra de los dos de su esposo. En esa entrevista, Vance tambi¨¦n lamentaba que EE UU estuviera gobernado ¡°por un pu?ado de se?oras con gatos y sin hijos ¡ªentre las que mencionaba a Harris¡ª que se sienten desgraciadas de sus propias vidas y de las decisiones que han tomado, y por eso quieren que el resto del pa¨ªs tambi¨¦n se sienta desgraciado¡±.
La candidata dem¨®crata no ha respondido a esas declaraciones, pero s¨ª lo han hecho la actriz Jennifer Aniston o los seguidores de la cantante Taylor Swift ¡ªsin hijos y con gatos¡ª con todo el poder de movilizaci¨®n que eso implica. Lo cierto es que parte de la generaci¨®n Z parece estar viendo en Kamala Harris su aliada, as¨ª como otras fuerzas de la cultura pop como Beyonc¨¦, Pink y la rapera Megan Thee Stallion, aunque no sabemos qu¨¦ tanto se convertir¨¢n en votos.
Pero no debemos olvidar que entre la fallida elecci¨®n de Hillary Clinton y la candidatura de Kamala Harris han pasado el movimiento #MeToo, una desastrosa presidencia de Trump, un amenazante triunfo de Javier Milei en Argentina, la elecci¨®n de una mujer al frente del Gobierno de M¨¦xico y otros momentos clave para las mujeres y el feminismo.
¡°En este momento, Kamala Harris, lo queramos o no, es la mujer al frente de todas las mujeres. (Espero)¡ seamos capaces de rodearla y sostenerla, porque nos estaremos sosteniendo a todas nosotras¡±, escribi¨® la periodista feminista Angeles Caso en su columna en Art¨ªculo14.
¡°Hist¨®ricamente decirse feminista cuando est¨¢s en una carrera presidencial ha sido una mala idea, algo que se supone espanta al electorado¡±, explica, por su parte, la escritora feminista Catalina Ru¨ªz-Navarro. Sin embargo, ahora podr¨ªa darle vuelta al escenario. ¡°La llegada de Kamala llen¨® esta campa?a de energ¨ªa (...) de una esperanza muy necesaria para ganar una elecci¨®n¡±, asegura.
El apoyo a Harris parece ahora casi una demostraci¨®n de principios frente a un candidato republicano que no oculta sus tendencias mis¨®ginas, dispara frases machistas a quemarropa y que ha sido declarado culpable de abuso sexual, adem¨¢s de otros 34 delitos y que, de llegar a la presidencia, promete penalizar el aborto en todo el pa¨ªs.
En frente tendr¨¢ el 5 de noviembre a una hija de inmigrantes, que es la cara del sue?o americano y criada en el seno de una familia progresista que ha mantenido siempre en su agenda la libertad reproductiva de las mujeres entre sus causas, especialmente tras la derogaci¨®n de la sentencia Roe v. Wade en 2022 por la Corte Suprema de mayor¨ªa conservadora, tras varios nombramientos hechos por Trump.
En marzo de este a?o, Harris se convirti¨® en la primera vicepresidenta en visitar una cl¨ªnica abortista de Planned Parenthood, una declaraci¨®n de intenciones que contrast¨® con el tibio apoyo mostrado hasta entonces por Biden. Y el hombre que ha elegido como ¡®n¨²mero 2¡ä, Tim Walz, fue el primer gobernador que garantiz¨® el derecho al aborto, anticoncepci¨®n y tratamientos de fertilidad en su Estado, Minnesota.
Pero, atendiendo a sus declaraciones p¨²blicas, su lucha por la igualdad va m¨¢s all¨¢. ¡°El estatus de la mujer es el estatus de la democracia¡±, dijo Harris en su primer discurso ante Naciones Unidas como vicepresidenta de EE UU en 2021. ¡°Nosotros confiamos en las mujeres¡±, reafirm¨® en su discurso de aceptaci¨®n de la candidatura dem¨®crata este jueves. Y, de llegar a la Casa Blanca, tiene claras sus prioridades. ¡°Cuando el Congreso apruebe una ley para proteger los derechos reproductivos, yo, como presidenta de EE UU, la firmar¨¦ con orgullo¡±, asegur¨®.
Pero antes, como advert¨ªa Zurawski en Chicago, hay que votar ¡°como si la vida dependiera de ello¡±. La esperanza en estas elecciones, m¨¢s que nunca, est¨¢ puesta en la fuerza del voto femenino.
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