Mucho m¨¢s que Barack Obama hablando de peces: ¡®Our Oceans¡¯, la serie que demuestra que hay esperanza para el mar

Embotellar la inmensidad de los oc¨¦anos es una tarea complicad¨ªsima. ?Cu¨¢nto metraje se necesita para capturar su belleza, su atrocidad, su tama?o, sus amenazas, su diversidad? Para los creadores de Our Oceans ha resultado, reconocen, casi imposible, pero han acabado haciendo de la necesidad, virtud: han resumido sus m¨¢s de 53.000 horas sobre el terreno, sus 4.000 horas buceando y las m¨¢s de 1.000 especies que han grabado en cinco horas, como los cinco inmensos mares (Pac¨ªfico, ?ndico, Atl¨¢ntico, ?rtico y Ant¨¢rtico) que van pasando por esta serie documental de Netflix coproducida por Barack y Michelle Obama y narrada, adem¨¢s, por el expresidente de Estados Unidos El ambicioso proyecto retrata la complejidad de todos ellos, pero lo hace de una forma no siempre vista: a trav¨¦s de la mirada de expertos que le sacan todo el jugo, con miles y miles de horas de grabaci¨®n encima y debajo del agua y con historias que atrapan al espectador, desde ballenas tramposas en busca de salm¨®n enjaulado como aperitivo hasta sepias que ligan bailando o j¨®venes Nemos a punto de ser pap¨¢s.

Netflix estrena el metraje despu¨¦s de casi cinco a?os de producci¨®n y como uno de los proyectos m¨¢s ambiciosos en su categor¨ªa de documentales. Como ejemplo, a lo largo de este lustro de rodaje ¡ªarrancaron poco antes de la pandemia¡ª, se han investigado tantos aspectos de la vida marina que han dado como resultado 20 papers o publicaciones cient¨ªficas. Han descubierto comportamientos nuevos de animales como los leones marinos de Gal¨¢pagos (una t¨¦cnica por la que soplan burbujas para cazar at¨²n) o han filmado por primera vez a pulpos lanzando rocas a peces para proteger sus hogares. El primer episodio est¨¢ centrado en el oc¨¦ano Pac¨ªfico, lo que sirvi¨® como excusa para que, a finales de septiembre, sus productores y el gran equipo investigador lo presentara en el acuario de la ciudad de Monterrey, en la costa central de California, uno de los principales del Estado.

Despu¨¦s de a?os de trabajo, los brit¨¢nicos James Honeybourne (productor ejecutivo) y Jonathan Smith (productor), acompa?ados de la investigadora Inka Creswell, pudieron ver la reacci¨®n del p¨²blico, adem¨¢s de prensa y poblaci¨®n local, muchos de ellos, trabajadores del medio marino que conviven d¨ªa a d¨ªa con criaturas similares, pero que aun as¨ª mostraron su sorpresa por la grandiosidad del metraje. Ellos mismos se muestran agradecidos por la c¨¢lida acogida, y ansiosos tambi¨¦n porque el p¨²blico finalmente vea el material que llevan a?os preparando. ¡°Me di cuenta de que no estaba mirando a la pantalla, sino al p¨²blico¡±, reconoce, socarr¨®n, Smith, en una charla posterior con EL PA?S. ¡°Para ver las reacciones, las risas y la sorpresa. Fue estupendo¡±.

No siempre es f¨¢cil que las grandes plataformas que dominan el entretenimiento global apuesten en darle su espacio (y su dinero) a producciones de este tipo. ¡°No es solo que compitamos con pel¨ªculas y dem¨¢s, sino que tambi¨¦n tenemos una especie de prop¨®sito detr¨¢s de todo esto, para nosotros se trata de conectar a la gente emocionalmente¡±, reflexiona Honeybourne, que es tambi¨¦n bi¨®logo y a trav¨¦s de su productora, Freeborne Media, se ha especializado en retratar la naturaleza. ¡°Si podemos darles el abanico de respuestas emocionales que tendr¨ªan con una pel¨ªcula normal, va a ser entretenimiento, tanto en partes divertidas como en dram¨¢ticas. Ese fue siempre nuestro plan, siempre quisimos que el p¨²blico se enganchara. Y hay una gran dificultad en conectar con la vida m¨¢s all¨¢ de las olas, est¨¢ fuera de nuestra vista y tambi¨¦n de nuestro pensamiento. Pero hemos sido testigos de c¨®mo una vez que se te permite entrar en ese mundo, ya est¨¢¡±.

No le falta raz¨®n. Es dif¨ªcil ver qu¨¦ puede tener de llamativo la corriente del Pac¨ªfico o la vida en el helado ?rtico. Pero ellos han logrado darle una vuelta al cl¨¢sico documental de sobremesa para que no solo deje con la boca abierta durante unos segundos, sino que den ganas de ver m¨¢s. Lo han hecho gracias a una intensa planificaci¨®n, igual que la de una ficci¨®n (ten¨ªan un guion previo, incluso un storyboard, para saber qu¨¦ planos buscaban), a horas y horas de grabaci¨®n, a esperar en el agua o en barcos durante incluso d¨ªas, o durante temporadas enteras, a que pasara exactamente lo que esperaban, o a que ocurriera una historia nueva e inesperada a¨²n mejor; por ejemplo, para una parte sobre un pulpo que se ve en el segundo cap¨ªtulo, en el ?ndico, pasaron m¨¢s de 70 horas de rodaje. ¡°Quisimos darle de verdad un enfoque de Hollywood a cada historia¡±, asegura el productor Smith. ¡±Cada una de esas peque?as criaturas que ves por primera vez son estrellas de cine de Hollywood por derecho propio en sus vidas¡±, sonr¨ªe. Para documentarlas, han contado con tecnolog¨ªa puntera, como c¨¢maras en 4K que han sumergido a 3.000 metros de profundidad en el ?rtico.

Sin embargo, la estrella principal del documental es una, y no de Hollywood, sino m¨¢s bien de la Casa Blanca. El expresidente Barack Obama es, adem¨¢s de productor, narrador ¡ªen la versi¨®n original¡ª de los episodios. Como explica Honeybourne, le conocieron en un proyecto anterior sobre los parques nacionales de Estados Unidos hace un par de a?os, y desde entonces ¡°la relaci¨®n continu¨®¡±. ¡°Estuvo muy implicado, en la narraci¨®n, pero tambi¨¦n ayud¨¢ndonos, improvisando en algunas partes... Y est¨¢ muy unido a la visi¨®n editorial¡±, asegura Honeybourne. ¡°Cre¨® reservas en Haw¨¢i y en el Pac¨ªfico durante su mandato, en el Mar de Ross [en el Ant¨¢rtico]... Tiene un historial asombroso tomando medidas¡±.

De hecho, el expresidente estuvo en el acuario de Monterrey el d¨ªa anterior, como parte de la promoci¨®n del documental. La investigadora de la serie, la bi¨®loga marina brit¨¢nica Inka Cresswell, para la que este es su primer gran proyecto televisivo, pas¨® tiempo con ¨¦l durante esa visita, as¨ª como con un pu?ado de girl scouts. ¡°Hablamos del oc¨¦ano y compartimos con ellas nuestra pasi¨®n por ¨¦l. Fue un momento inspirador, no solo para m¨ª, sino para todas esas ni?as, tener a alguien que invierte su tiempo y su energ¨ªa y lo comparte con ellas... Se les iluminaba la cara. Cuando acab¨®, cuatro de las nueve quer¨ªan ser bi¨®logas marinas, as¨ª que me lo tomo como un ¨¦xito absoluto¡±, r¨ªe. ¡°Creo que ese es un legado de la pasi¨®n que siente por el oc¨¦ano, hasta ser capaz de compartirla, pero tambi¨¦n de la profundidad de su conversaci¨®n. Ha hecho cosas incre¨ªbles para proteger los oc¨¦anos, es un tema que claramente le apasiona, as¨ª que es incre¨ªble trabajar con ¨¦l, me sent¨ª realmente honrada de compartir mi tiempo con ¨¦l¡±.

Una de las cuestiones importantes para la investigadora, al igual que para los productores, es demostrar los da?os que el cambio clim¨¢tico han provocado en los oc¨¦anos, pero, tambi¨¦n, hacer ver que con buenas dosis de concienciaci¨®n y de investigaci¨®n, este puede ser reversible. ¡°Cuando grab¨¢bamos, ve¨ªamos pl¨¢sticos y pl¨¢sticos que recog¨ªamos en nuestras redes. Hemos visto ballenas enredadas en esos pl¨¢sticos, cosas que son ya un lugar com¨²n. Entiendo que es f¨¢cil perder la esperanza. Pero tambi¨¦n trabajamos con los m¨¢s incre¨ªbles bi¨®logos marinos, a un nivel alt¨ªsimo de innovaci¨®n, de ideas, de creatividad. No puedes evitar tener esperanza despu¨¦s de trabajar con gente tan valiente, su entusiasmo es contagioso. Si les tenemos trabajando en los oc¨¦anos, hay esperanza¡±, asegura Cresswell.

Algo que comparten tambi¨¦n los productores, para quienes los mares tienen ¡°una capacidad de sanar como ninguna otra en la Tierra¡±. De su largo periplo entre ballenas, osos polares y bosques de an¨¦monas, han salido con la esperanza de que puede y debe haber un nuevo cap¨ªtulo para los mares. Como cuenta Smith, con pasi¨®n y esperanza, ¡°muchos de esos animales son m¨¢s inteligentes de lo que pens¨¢bamos. Cuando miras a los peces a los ojos... guau¡±.