El primer Trump deport¨® menos que Obama, Clinton o Bush, pero de forma m¨¢s indiscriminada

A pesar de que Donald Trump se ha erigido como el mayor abanderado de las deportaciones, prometiendo llevar a cabo la mayor expulsi¨®n de extranjeros de la historia de Estados Unidos, su primera presidencia no lidera el n¨²mero de deportaciones realizadas. Sus antecesores en el cargo sobrepasaron los 1,5 millones que realiz¨® entre 2017 y 2021, los a?os que ocup¨® la Casa Blanca. Lo superaron los cinco millones de deportaciones que ocurrieron durante la presidencia de Barack Obama, entre 2009 y 2017, y m¨¢s a¨²n, los 10 millones ocurridos durante el mandato de George W. Bush y los 12 millones de la era de Bill Clinton. Aunque en los tres casos se incluyen las deportaciones de dos mandatos, no de uno, como en el caso de Trump.

Tambi¨¦n el actual presidente, Joe Biden, casi ha alcanzado al presidente electo. Los datos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en ingl¨¦s) apuntan a que hasta septiembre de este a?o se realizaron 1,4 millones de deportaciones (sin contar las devoluciones administrativas, realizadas cuando los interesados retiran voluntariamente su solicitud de asilo). Y eso sin contar las expulsiones que sucedieron mientras estaba en vigor el T?tulo 42, que obligaba a los migrantes a volver a M¨¦xico mientras esperaban cita en los tribunales para pedir asilo en Estados Unidos. Aunque la legislaci¨®n fue obra de la Administraci¨®n de Trump, la mayor parte de los tres millones de expulsiones derivadas de ella se produjeron durante el mandato de Biden, hasta que en mayo de 2023 el T¨ªtulo 42 fue cancelado.

Pero no solo los n¨²meros cuentan. Hay diferencias de forma. En el caso de Biden, la mayor parte de las deportaciones son devoluciones r¨¢pidas (returns, seg¨²n la denominaci¨®n del Departamento de Seguridad Nacional), realizadas en la frontera, igual que lo fueron las realizadas durante las presidencias de Bush y Clinton. Durante los dos mandatos de la Administraci¨®n Clinton, 11,4 millones del total de 12,3 millones de deportaciones (93%) fueron devoluciones, aunque esta cifra incluye tanto devoluciones policiales como administrativas (las que ocurren voluntariamente). Durante los dos mandatos de Bush, 8,3 millones de los 10,3 millones de deportaciones totales (81%) fueron devoluciones. Durante ambas Administraciones, los retornos fueron predominantemente a M¨¦xico.

¡°El enfoque de la Administraci¨®n Biden es similar al de Clinton y Bush porque enfatizan las devoluciones r¨¢pidas en la frontera entre Estados Unidos y M¨¦xico, pero la diferencia es que la mayor¨ªa de las llegadas bajo Clinton y Bush eran hombres mexicanos solteros, mientras que ahora el panorama es mucho m¨¢s panorama m¨¢s complejo, con familias y ni?os que llegan de todo el mundo¡±, afirma Kathleen Bush-Joseph, analista del Instituto de Pol¨ªtica de Migraci¨®n (MPI, por sus siglas en ingl¨¦s).

Hasta la Administraci¨®n Obama, a la mayor¨ªa de los migrantes detenidos en la frontera suroeste se les permit¨ªa regresar voluntariamente o retirar su solicitud de admisi¨®n en lugar de enfrentar una expulsi¨®n formal. Con Obama se produjo un cambio y las expulsiones realizadas en el interior del pa¨ªs superaron a las devoluciones de la frontera. Eso mismo ocurri¨® durante el mandato de Trump, aunque con marcadas diferencias.

Cualquiera ¡®deportable¡¯

La Administraci¨®n de Obama sigui¨® un criterio de expulsi¨®n de personas que hab¨ªan sido condenadas por alg¨²n delito. Sin embargo, ¡°Trump no ten¨ªan esas prioridades establecidas, as¨ª que simplemente deportaron a personas que eran deportables¡±, por haber entrado de forma ilegal en el pa¨ªs, explica Bush-Joseph. Una pol¨ªtica que implic¨® la separaci¨®n de familias y la detenci¨®n de miles de ni?os.

El temor a que esa situaci¨®n se produzca de nuevo ha aumentado al conocer los elegidos por Trump para dirigir las pol¨ªticas de migraci¨®n. El nuevo ¡°zar de la frontera¡±, Tom Homan, y el elegido como jefe adjunto de Gabinete de la Casa Blanca, Stephen Miller, fueron responsables de las separaciones familiares. Homan ya ha advertido que tiene intenci¨®n de deportar a familias enteras.

Biden recuper¨® el criterio de Obama de expulsar a quien representa una amenaza para la seguridad nacional y la seguridad p¨²blica, o si ha cruzado recientemente la frontera. El Gobierno de Biden registr¨® un aumento espectacular del n¨²mero de migrantes indocumentados queriendo entrar en el pa¨ªs. Desde el a?o fiscal 2021 hasta febrero de 2024, las autoridades reportaron 9,4 millones de encuentros, m¨¢s del triple que bajo Trump (aunque muchos de ellos fueron de migrantes que hab¨ªan intentado cruzar varias veces). Pero si hist¨®ricamente, Estados Unidos ha deportado a la mayor¨ªa de las personas a M¨¦xico y al norte de Centroam¨¦rica, en 2023 se deport¨® gente a m¨¢s de 170 pa¨ªses, incluidos ?frica y Asia, seg¨²n Bush-Joseph. Ello ha sido posible por haber negociado con los pa¨ªses de origen, incluso con algunos que se resistieron m¨¢s, como China, Cuba y Venezuela.

Para atajar la crisis, Biden aprob¨® en junio una restrictiva ley del asilo, que cerraba la frontera si se produc¨ªan m¨¢s de 2.500 cruces durante una semana. A pesar de que las entradas irregulares se redujeron a m¨ªnimos de los ¨²ltimos cuatro a?os, el presidente rebaj¨® a¨²n m¨¢s la barrera, hasta 1.500 personas por 28 d¨ªas consecutivos.

Si Trump, como ayer mismo volvi¨® a confirmar, pretende llevar a cabo la mayor deportaci¨®n de la historia, tendr¨¢ que superar dificultades log¨ªsticas y presupuestarias. Para subsanarlo, el Gobierno de Biden busc¨® aprobar un acuerdo bipartito que inyectara 19.000 millones de d¨®lares para personal, instalaciones y recursos de repatriaci¨®n, pero Trump consigui¨® pararlo en una maniobra electoral. Ahora queda por ver si podr¨¢ llevarlo a cabo, aunque ya ha asegurado que pagar¨¢ lo que cueste para poner su promesa en pr¨¢ctica.