De qui¨¦n habla Trump cuando dice que deportar¨¢ en primer lugar a los migrantes delincuentes
Los datos que da el presidente electo se contradicen con la realidad: la tasa de nativos con condenas por delitos violentos m¨¢s que duplica la de los migrantes con estatus irregular
Aunque no hay muchos detalles del ambicioso plan de deportaciones anunciado por Donald Trump, el presidente electo ha dejado claro que empezar¨¢ por expulsar del pa¨ªs a los migrantes indocumentados que hayan sido condenados por alg¨²n delito y aquellos que ya tengan orden de deportaci¨®n. Lo que no es tan evidente es a quienes se refiere. Durante su campa?a electoral, el magnate se apoy¨® en algunos datos para difundir la idea de que la Administraci¨®n de Joe Biden abri¨® las puertas a los delincuentes, que llegaban a Estados Unidos desde c¨¢rceles de otros pa¨ªses, justificando as¨ª sus promesas de expulsarlos a todos. En varias ocasiones, Trump reiter¨® que hay 13.000 asesinos indocumentados sueltos vagando por el pa¨ªs. La realidad, sin embargo, es otra.
¡°Se trata de personas que han sido condenadas por homicidio en los ¨²ltimos 40 o 50 a?os, y lo ¨²nico que significa es que hay 13.000 de ellos que no est¨¢n bajo custodia de inmigraci¨®n, lo que significa que o est¨¢n en prisi¨®n o fueron deportados de Estados Unidos, o est¨¢n muertos. No son personas que deambulan libres por el pa¨ªs¡±, explica Alex Nowrasteh, vicepresidente de Estudios Econ¨®micos y de Pol¨ªtica Social del instituto CATO. Por no estar en las dependencias controladas por la Agencia de Inmigraci¨®n y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en ingl¨¦s), asumen que vagan por las calles.
El discurso sobre el peligro que los migrantes indocumentados suponen para los ciudadanos fue fundamental para que muchos votantes apoyaran a Trump en sus planes de aplicar mano dura contra ellos. En torno a la mitad de la poblaci¨®n aprueba las deportaciones masivas.
Sin embargo, lo que muestran las estad¨ªsticas es que los indocumentados cometen menos cr¨ªmenes que los migrantes documentados y que los ciudadanos nacidos en Estados Unidos. El ¨²nico Estado que tiene en cuenta la diferenciaci¨®n en sus estad¨ªsticas es Texas y los expertos lo usan como referencia para el resto del pa¨ªs. Cuando un agente policial de Texas arresta a alguien, tiene que buscar el lugar de nacimiento y ciudadan¨ªa de esa persona. Para hacerlo, las agencias env¨ªan las huellas dactilares del detenido al Departamento de Seguridad Nacional, que informa de su estado migratorio.
Entre 2012 y 2018 en Texas, la tasa total de arrestos por delitos violentos fue de 213 por 100.000 para ciudadanos nacidos en Estados Unidos y 96,2 por 100.000 para inmigrantes indocumentados. Y seg¨²n datos recogidos por CATO, un total de 1.336 personas fueron condenadas por homicidio en Texas en 2022. De ellas, 1.209 eran estadounidenses nativos, 67 eran inmigrantes ilegales y 60 eran inmigrantes legales. Los inmigrantes ilegales constitu¨ªan alrededor del 7,1% de la poblaci¨®n del Estado fronterizo en 2022, pero representaban solo el 5% de las personas condenadas por homicidio. Para el resto de los delitos como agresi¨®n, agresi¨®n sexual, robo, hurto e incendio provocado, el patr¨®n es parecido y las tasas de delincuencia de los inmigrantes indocumentados son m¨¢s bajas que las de los ciudadanos nacidos en Estados Unidos. Tambi¨¦n en el caso de delitos relacionados con drogas, los indocumentados tiene menos de la mitad de probabilidades de ser arrestados que los ciudadanos estadounidenses nativos.
Uno de los motivos que lo explican es que despu¨¦s de arriesgar la vida en largas traves¨ªas no tiene sentido exponerse a una expulsi¨®n. Los migrantes recorren miles de kil¨®metros atravesando selva y desierto y sobreviven a la violencia de las mafias que operan a lo largo del camino en busca de una vida mejor. Arriesgarse a ser devuelto a sus pa¨ªses de origen no parece una idea muy atractiva. ¡°Temen ser arrestados, por lo que no cometen delitos¡±, explica Nowrasteh.
Texas es la excepci¨®n y la mayor¨ªa de los estudios tratan a todos los migrantes como un grupo uniforme, independientemente de si se encuentran legalmente en el pa¨ªs. Como grupo, los migrantes han tenido tasas de encarcelamiento m¨¢s bajas que los nacidos en Estados Unidos durante 150 a?os y han disminuido desde 1960: los inmigrantes hoy tienen un 60% menos de probabilidades de ser encarcelados que los nacidos en Estados Unidos, seg¨²n un estudio de la Oficina Nacional de Investigaci¨®n Econ¨®mica.
El ejemplo de ciudades que han acogido a m¨¢s migrantes indocumentados en los ¨²ltimos a?os revela que un aumento de la migraci¨®n no es equivalente a un aumento de la delincuencia. En Nueva York, Chicago y Denver, ciudades que han recibido m¨¢s migrantes, las tasas de homicidio han disminuido. De manera similar, los condados fronterizos de Texas tienen tasas de delitos violentos m¨¢s bajas que el estado y el pa¨ªs en general, seg¨²n ha publicado The New York Times con datos del analista criminal Jeff Asher.
Multas de tr¨¢fico, no asesinatos
Otra contradicci¨®n con el discurso que ha repetido Trump en la campa?a electoral y despu¨¦s de su victoria tiene que ver con el tipo de delito que les atribuye. Frente a los ¡°asesinos¡± y ¡°violadores¡± con los que el magnate ha equiparado a los migrantes indocumentados, la mayor¨ªa de los delitos cometidos son leves, como multas de tr¨¢fico o conducir bajo los efectos del alcohol, seg¨²n los datos del ICE.
En Estados Unidos hay entre 11 y 13 millones de indocumentados y casi el 90% no tiene antecedentes penales. Cerca de cinco millones de ni?os tienen a un progenitor con estatus migratorio irregular. Angela Kelley, asesora principal del Consejo Estadounidense de Inmigraci¨®n, ofrece un perfil de ellos: ¡°Los 11 millones que viven aqu¨ª sin estatus han residido en los Estados Unidos durante un promedio de 16 a?os. M¨¢s de dos tercios viven con un ciudadano estadounidense, como su c¨®nyuge o un hijo. No son turistas accidentales. Han echado ra¨ªces, no robado bancos. Es una mala pol¨ªtica y perjudicial para Estados Unidos confundir a personas con antecedentes penales con personas que carecen de documentos¡±.
Trump ha dicho que las deportaciones, que el presidente electo pretende iniciar desde el primer d¨ªa en el Despacho Oval, comenzar¨¢n con los delincuentes, pero en su anterior mandato la pol¨ªtica migratoria estuvo m¨¢s centrada en la frontera, donde se aplic¨® la llamada ¡°tolerancia cero¡±, que result¨® en la dram¨¢tica separaci¨®n de familias. Las deportaciones que realiz¨® desde el interior del pa¨ªs fueron menores y no prioriz¨® a migrantes con condenados por alg¨²n delito. Datos de CATO muestran que el magnate prefiri¨® deportar a los migrantes que cruzaban ilegalmente al pa¨ªs que perseguir a los que hab¨ªan cometido alg¨²n delito. En contraste, la Administraci¨®n de Biden ha igualado en deportaciones a la primera de Trump y s¨ª ha priorizado a quienes han cometido alg¨²n delito.
Desde 2021, la pol¨ªtica laxa que el presidente aplic¨® supuso la entrada de dos millones de migrantes en el pa¨ªs, la mayor registrada, siendo un 60% de ellos indocumentados. La masiva llegada de extranjeros no supuso, sin embargo, un aumento de la delincuencia, m¨¢s bien sucedi¨® lo contrario y la criminalidad se redujo. Los cruces ilegales en la frontera han ca¨ªdo en los ¨²ltimos meses por las restricciones al asilo que el presidente saliente aprob¨® en verano
Trump planea comenzar las deportaciones con los delincuentes, pero en su plan caben todos los indocumentados, una definici¨®n confusa donde caben desde los centroamericanos acogidos al Programa de Protecci¨®n Temporal (TPS), que les ofreci¨® asilo por huir de pa¨ªses de extrema violencia, hasta los dreamers, que llegaron al pa¨ªs siendo ni?os. Con respecto a estos ¨²ltimos, el presidente electo ha suavizado su discurso y ha afirmado que buscar¨¢ un acuerdo con los dem¨®cratas, pero muchos ponen en duda su credibilidad.
David Leopold, asesor legal de la organizaci¨®n America¡¯s Voice, cree que ¡°el plan de deportaci¨®n masiva de Trump se centrar¨¢ en los inmigrantes trabajadores que han estado aqu¨ª durante a?os, criaron hijos, enriquecieron el tejido de nuestras comunidades pero que se les impide obtener la ciudadan¨ªa estadounidense debido a la incapacidad del Congreso durante d¨¦cadas para corregir la ley de inmigraci¨®n. Trump habla duro sobre la deportaci¨®n de criminales violentos pero, como vimos durante sus primeros cuatro a?os en el cargo, expulsar¨¢ a cualquiera que caiga en sus manos¡±.
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