El cambio de bando de ¡®Pescao¡¯: un exparamilitar lidera una facci¨®n de la disidencia de las Farc
El ej¨¦rcito colombiano tiene como una de sus m¨¢ximas prioridades acabar con Pescao, que en el pasado asesin¨® a un alcalde cuando lideraba una autodefensa
La guerra colombiana se ha llenado de mercenarios. El tiempo de los grandes ideales, cuando la gente dejaba atr¨¢s su vida y se echaba al monte para luchar por una causa ha quedado atr¨¢s. Lo demuestran casos como el de Luis Felipe Jim¨¦nez Ram¨ªrez, alias Pescao. Las fuerzas armadas colombianas han descubierto con sorpresa que el exparamilitar lidera en este momento una facci¨®n de las disidencias de las Farc, peque?os grupos armados que no se acogieron al proceso de paz y que se dedican ahora, principalmente, al tr¨¢fico de drogas. Pescao, seg¨²n la fiscal¨ªa, fue el principal responsable del secuestro y posterior asesinato en 2014 de un alcalde de un municipio de Boyac¨¢. Ante los familiares de la v¨ªctima, los delincuentes que se lo llevaron se identificaron como miembros de las Autodefensas Unidas del Casanare, el nombre de un grupo paramilitar.
¡°Esa es la informaci¨®n que tenemos. Pescao se cambi¨® de bando¡±, explican fuentes militares. Trazar su trayectoria no es nada sencillo. En 2005, se le sit¨²a como integrante del Frente D¨¦cimo de las antiguas Farc, cuando la guerrilla m¨¢s poderosa de Latinoam¨¦rica segu¨ªa activa. Faltaba m¨¢s de una d¨¦cada para que firmase la paz y la mayor¨ªa de sus combatientes se reintegrasen a la vida civil. Pescao no tom¨® ese camino. En vez de dejar las armas, cre¨® un grupo criminal propio, junto a otros siete exguerrilleros, que se dedicaba a la extorsi¨®n y que empez¨® a presentarse como una banda paramilitar. Es decir, los enemigos de la guerrilla. No se calent¨® mucho la cabeza con el nombre: la banda del Pescao.
El abogado Juan Carlos Torregroza, experto en derechos humanos, sigue la trayectoria criminal de Pescao desde que matase al alcalde Samuel Boh¨®rquez V¨¢squez. ¡°Cuando ocurri¨® eso, ¨¦l ya no pertenec¨ªa a las Farc desde mucho antes de la desmovilizaci¨®n. Ya hab¨ªa formado esa banda criminal y paramilitar. Queda m¨¢s claro que nunca que las disidencias son estructuras mercenarias, que no tiene nada que ver con los ideales. Se quieren llamar Farc, pero no lo son. Su lucha ha perdido todo el sentido¡±, explica Torregroza.
Las disidencias de las Farc ten¨ªan una fuerte presencia en la regi¨®n de Arauca, en la frontera con Venezuela. Es un punto clave para controlar el tr¨¢fico de drogas. Sin embargo, hace un a?o el ej¨¦rcito venezolano emprendi¨® una ofensiva contra las disidencias que las dej¨® muy diezmadas. Varios de sus cabecillas fueron asesinados. Ese vac¨ªo de poder provoc¨® el ascenso de Pescao. No lo iba a tener f¨¢cil. El ELN, a partir de enero, tambi¨¦n entr¨® en guerra con las disidencias y las ha arrinconado hasta los l¨ªmites de la regi¨®n. Por ejemplo, han sido expulsadas por completo del municipio de Saravena, donde antes controlaban el negocio de la prostituci¨®n y cobraban un impuesto revolucionario a los comerciantes. Pescao y sus tropas est¨¢n cerca de la derrota, seg¨²n fuentes militares, y es probable que en los pr¨®ximos meses apenas quede rastro de ellos en Arauca. A diferencia de las disidencias, el ELN tiene apoyo social y su ¨¦xito no solo es militar.
El grupo de Pescao est¨¢ aliado con la facci¨®n de Gentil Duarte, un se?or de la guerra que proviene tambi¨¦n de las antiguas Farc, de donde fue expulsado por no acatar ¨®rdenes. Ahora mismo Duarte es el criminal m¨¢s buscado de Colombia. Las disidencias que comanda han sido incluidas en la lista terrorista de Estados Unidos. Duarte, por ahora, se ha impuesto a otros disidentes del viejo grupo guerrillero conocido como la Segunda Marquetalia de Iv¨¢n M¨¢rquez, golpeada por las muertes de tres de sus principales l¨ªderes: Jes¨²s S¨¢ntrich, El Paisa y Roma?a. Todos ellos fueron hombres que en su d¨ªa pelearon por un ideal, pero que acabaron convertidos en mercenarios de la guerra. Quienes les sustituyen son combatientes como Pescao, a los que no les importa lo m¨¢s m¨ªnimo cambiar de bando.
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