Por qu¨¦ los colombianos odian su sistema de salud

Yazm¨ªn, Jasm¨ªn y John son una familia de Bogot¨¢ com¨²n y corriente. Y cuando digo esto ¨²ltimo quiero indicar que viven en un barrio popular al suroccidente de la capital, lejos de lujos y m¨¢s bien llenos de privaciones.

Jasm¨ªn tiene una discapacidad cognitiva cong¨¦nita y, sin duda, desde que naci¨® ha contado con el respaldo del sistema de salud colombiano para poder recibir el acompa?amiento necesario que hace menos dif¨ªcil su vida y la de su familia. Sin embargo, eso que pareciera ser una bendici¨®n, a veces tiene cara de pesadilla para Yasm¨ªn, su mam¨¢; y John, su hermano.

La palabra clave es ¡°autorizaci¨®n¡±. Y es que para que la entidad aseguradora (EPS) le entregue a Jasm¨ªn sus medicamentos cada mes o para que le hagan alguno de los procedimientos que necesita, siempre se debe conseguir una ¡°autorizaci¨®n¡±.

La palabra es un reflejo de cuanto nos encanta la burocracia en Colombia: un m¨¦dico, tras la consulta, anota en su computador cu¨¢les son los medicamentos o tratamientos que Jasm¨ªn necesitar¨¢ los pr¨®ximos tres meses, pero ese registro no va directo a la farmacia o al centro de atenci¨®n donde tendr¨¢n que hacerle el procedimiento. De hecho, nadie sabe a d¨®nde va, pues a John o a Yazm¨ªn les toca cada mes ir a la oficina de la EPS a pedir que les ¡°autoricen¡± la entrega del tratamiento en la droguer¨ªa o que les ¡°autoricen¡± el procedimiento m¨¦dico. Eso desde hace m¨¢s de veinte a?os. Un absurdo.

Es como vivir en los a?os ochenta. ?Por qu¨¦ no se puede hacer el tr¨¢mite de autorizaciones internamente y trav¨¦s del veloz mundo que desde hace m¨¢s de veinte a?os nos ofrece internet? ?Qu¨¦ clase de mal¨¦volo sistema de salud es aquel que se vanagloria de tener una cobertura casi universal, pero que obliga a sus pacientes a hacer filas de dos horas o m¨¢s, luego de estar montado en transporte p¨²blico por una hora m¨¢s, solamente para que en una oficina digan que algo que un m¨¦dico prescribi¨® efectivamente es una orden autorizada por el sistema de aseguramiento?

En Colombia, hablando de salud, cobertura no es eficiencia. Es igual que la polic¨ªa en Bogot¨¢, que est¨¢ en todos los barrios y sin embargo nos ahogamos en la inseguridad.

Hay que aplaudir que a Jazm¨ªn le entreguen gratis o casi sin costo los medicamentos. Hay que celebrar que los tratamientos que debe recibir apenas le cuestan a su familia una peque?a suma de dinero. Eso lo permite el actual sistema de salud. Pero lo que no se puede aplaudir, y por eso es que muchos colombianos no quieren a las EPS, es que al paciente y a sus familiares se les trate con poca humanidad.

Desde el maltrato a personas de la tercera edad en dispensarios de medicamentos, hasta las filas diarias para pedir un turno para que un funcionario en una ventanilla asigne la cita con un m¨¦dico general, la salud en Colombia puede ser un ¨¦xito en t¨¦rminos de alcance, pero no en tratar bien a la gente. Lo dice el experto conferencista en servicio al cliente, Gabriel Vallejo: ¡°la interacci¨®n humana, ser amable con el paciente, es la clave del ¨¦xito en el servicio¡± y eso lo est¨¢n haciendo mal.

Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S sobre Colombia y reciba todas las claves informativas de la actualidad del pa¨ªs.