¡®Noticia de un secuestro¡¯, la mirada de Garc¨ªa M¨¢rquez sobre Pablo Escobar llega a la pantalla
El ¨²ltimo trabajo period¨ªstico del Nobel de Literatura acaba de ser lanzado en forma de serie de televisi¨®n. Podr¨¢ verse en 240 pa¨ªses y territorios
Pablo Escobar arrodill¨® a Colombia con su grito de guerra: ¡°Prefiero una tumba en Colombia que una c¨¢rcel en Estados Unidos¡±. Para tratar de impedir su extradici¨®n ¡ªque era inminente¡ª, en 1990 cometi¨® diez secuestros de personalidades importantes, la mayor¨ªa de ellas periodistas. Sobre este acontecimiento, Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez escribi¨® Noticia de un secuestro, cuya adaptaci¨®n a una serie de televisi¨®n acaba de ser lanzada en Prime Video.
Noticia de un secuestro une los dos nombres de colombianos ¡ªantag¨®nicos entre s¨ª¡ª que m¨¢s inter¨¦s despiertan en el mundo: Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, uno de los escritores m¨¢s sobresalientes de la literatura universal, y Pablo Escobar, quiz¨¢s el narcotraficante m¨¢s famoso y despiadado de todos los tiempos. No obstante, la serie no es sobre Escobar, sino sobre las v¨ªctimas del m¨²ltiple secuestro ordenado por ¨¦l.
En la d¨¦cada de los ochenta y principios de los noventa, el pa¨ªs ¡ªuno de los m¨¢s violentos del mundo¡ª estaba aterrorizado por el Cartel de Medell¨ªn, liderado por Escobar. En su guerra contra el Estado, asesin¨® a pol¨ªticos, periodistas, jueces, polic¨ªas y el candidato presidencial Luis Carlos Gal¨¢n. Mand¨® explotar carros bombas, hizo estallar un avi¨®n en vuelo con m¨¢s de cien pasajeros a bordo, dinamit¨® la sede del peri¨®dico El Espectador y el edificio del Departamento Administrativo de Seguridad (el ya desmantelado DAS, la polic¨ªa secreta). Las v¨ªctimas de Escobar se cuentan por miles.
As¨ª, Escobar consigui¨® que la Constituci¨®n promulgada en 1991 aboliera la extradici¨®n. El mismo d¨ªa que se aprob¨® el art¨ªculo correspondiente, se entreg¨® a la justicia colombiana, que cedi¨® a su condici¨®n de ir a una prisi¨®n que ¨¦l mismo hab¨ªa adecuado y era de su propiedad: La Catedral. Situada en una monta?a en la periferia de Medell¨ªn, era una mansi¨®n c¨¢rcel con habitaciones lujosas, jacuzzis, canchas de f¨²tbol y salas de billar. All¨ª hizo fiestas a las que asist¨ªan narcotraficantes, pol¨ªticos, reinas de belleza, jugadores de f¨²tbol y cantantes. Incluso hizo llevar hasta a sus c¨®mplices Gerardo Moncada y Fernando Galeano, a quienes asesin¨®. El supuesto encarcelamiento solo sirvi¨® para ponerlo a salvo de su principal enemigo, el Cartel de Cali, pues sigui¨® manejando sus negocios. Por presiones de los Estados Unidos, el Gobierno colombiano organiz¨® un plan para cambiarlo de c¨¢rcel y Escobar se fug¨® mediante una de las v¨ªas de escape que ten¨ªa listas. Fue perseguido durante un a?o y medio por el Bloque de B¨²squeda ¡ªconformado para esta tarea¡ª, hasta que lo dieron de baja en un tejado en Medell¨ªn, el 2 de diciembre de 1993.
¡°Yo creo que, como Escobar, no hubo ning¨²n colombiano en la historia de Colombia que haya condicionado m¨¢s en determinado momento la vida del pa¨ªs¡±, dijo Garc¨ªa M¨¢rquez en una entrevista que le concedi¨® al periodista Roberto Pombo, en 1996, cuando public¨® el libro.
En el desarrollo de su guerra contra Colombia, Escobar y su grupo Los extraditables cometieron varios secuestros de personajes notables en 1990. El primero fue el de la periodista Diana Turbay, hija del expresidente Julio C¨¦sar Turbay. En agosto de 1990, Diana viaj¨® de Bogot¨¢ a Medell¨ªn, junto con otros periodistas, supuestamente para entrevistar a Manuel P¨¦rez, el cura espa?ol que comandaba a la guerrilla del Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional (ELN). Era una trampa. Cinco meses m¨¢s tarde, en enero de 1991, fue asesinada en un confuso intento de rescate por la Fuerza P¨²blica.
A ese secuestro le sigui¨® el de Maruja Pach¨®n, directora del estatal Fondo Nacional de Cine y cu?ada de Luis Carlos Gal¨¢n, el candidato presidencial asesinado. Pach¨®n era esposa de Alberto Villamizar, representante a la C¨¢mara que promov¨ªa la extradici¨®n en el Congreso. Beatriz Villamizar, cu?ada de Pach¨®n, fue secuestrada la misma noche. Los Extraditables tambi¨¦n tuvieron como rehenes a Francisco Santos Calder¨®n, jefe de redacci¨®n del peri¨®dico El Tiempo; y a Marina Montoya, hermana del exsecretario de la presidencia Germ¨¢n Montoya, asesinada en cautiverio. En las operaciones de secuestro, asesinaron a varios de los conductores de los periodistas.
La investigaci¨®n y proceso de escritura de Noticia de un secuestro fue una tarea tit¨¢nica para el premio Nobel de Literatura. Entrevist¨® a m¨¢s de cincuenta personas y le tom¨® m¨¢s de tres a?os. Al final hizo un recuento detallado, no solo de los secuestrados sino de la vida de los secuestradores. ¡°No fue un reportaje que hizo como en los tiempos de anta?o, porque ten¨ªa tanta fama que adonde ¨¦l iba dejaba de ser noticia lo que ¨¦l estaba cubriendo para convertirse ¨¦l mismo en noticia, entonces necesit¨® dos ayudantes. Fue una investigaci¨®n un poco secreta¡±, explica Orlando Oliveros, periodista cultural y escritor. En su obsesi¨®n por los detalles, Garc¨ªa M¨¢rquez lleg¨® a consultar la carta astral de Escobar, relata Oliveros en el libro La m¨¢quina de la memoria, editado por la Fundaci¨®n Gabo.
Desde la clandestinidad, Escobar se enter¨® del libro que estaba escribiendo y Garc¨ªa M¨¢rquez tuvo la intenci¨®n de mostrarle el primer borrador, pero cuando estuvo listo, el narcotraficante ya hab¨ªa sido abatido. ¡°Es uno de los libros m¨¢s fatigantes que escribi¨® Garc¨ªa M¨¢rquez. Al final, ¨¦l se sent¨ªa como en un ring de boxeo, porque tuvo que organizar demasiados datos y darles un sentido narrativo¡±, concluye Oliveros.
***
Es de noche. Una c¨¢mara en movimiento muestra la persecuci¨®n de un carro. Otra, los primeros planos de los conductores al volante y de las v¨ªctimas. Una m¨²sica tensa in crescendo se mezcla con el sonido del freno de los motores y los cristales que se rompen. Disparos, gritos y resoplidos de los personajes. La angustiante escena es del primero de los secuestros que relata la serie: el de Maruja Pach¨®n y Beatriz Villamizar.
Todos los actores y actrices son colombianos. A Pach¨®n la interpreta la reconocida actriz Cristina Uma?a (Yo amo a Paquita Gallego, La dama de Troya, entre otros). En su primer papel biogr¨¢fico, Cristina trabaj¨® de la mano con Maruja para preparar su personaje. ¡°Me dio una tristeza inevitable, lloraba de repente de pensar en las escenas. La del rescate para m¨ª fue muy dif¨ªcil de filmar, porque fueron muchas horas. Las condiciones eran extremas: hab¨ªa lluvia, mucho fr¨ªo y neblina; era en un p¨¢ramo. Hab¨ªa un desgaste emocional importante y hab¨ªa que sostener esa emoci¨®n en el tiempo, en todos los planos¡±, cuenta Uma?a.
Pach¨®n, hoy de 84 a?os, atendi¨® por tel¨¦fono a EL PA?S y rememor¨® su secuestro: ¡°Fueron siete meses en un cuarto oscuro, chiquitico, siempre en peligro de muerte. ?ramos cinco personas: tres secuestradas y dos guardias. No puede existir nada m¨¢s terrible ni m¨¢s dram¨¢tico que lo que me pas¨®, no solo a m¨ª, sino a todos los colombianos¡±. En un principio, Garc¨ªa M¨¢rquez solo iba a contar la historia de Maruja y las gestiones de Villamizar por lograr su liberaci¨®n, pero se dio cuenta de que era imposible. ¡°No eran diez secuestros distintos ¡ªcomo nos pareci¨® a primera vista¡ª sino un solo secuestro colectivo de diez personas (¡) y ejecutado por una misma empresa con una misma y ¨²nica finalidad¡±, escribi¨® en el pr¨®logo del libro.
La serie de seis episodios narra la zozobra que viven los secuestrados y los intentos de las familias por rescatarlos. Acaba de estrenarse en Prime Video y puede verse en 240 pa¨ªses y territorios. La dirige el chileno Andr¨¦s Wood (director de Machuca y Violeta se fue a los cielos y ganador, entre otros premios, del Goya por La buena vida, en 2009). El cineasta Rodrigo Garc¨ªa Barcha, hijo del Nobel, es guionista y coproductor, y fue quien invit¨® a Wood hace unos a?os a formar parte del proyecto. ¡°Ya conoc¨ªa la obra y me pareci¨® siempre muy atractiva de llevar a la pantalla¡±, dice Wood, tambi¨¦n coguionista de la serie. Wood solo hab¨ªa trabajado en proyectos chilenos y adaptar una obra de Garc¨ªa M¨¢rquez le parec¨ªa un reto monumental. ¡°Rodrigo iba diciendo qu¨¦ se pod¨ªa y qu¨¦ no se pod¨ªa hacer; el ¨²nico l¨ªmite era no frivolizar, ni caer en la narcopornograf¨ªa como concepto y, sobre todo, respetar a las v¨ªctimas y a sus familiares¡±.
En 2021 Wood pas¨® cinco meses en Colombia. Las escenas fueron filmadas en Bogot¨¢ y sus alrededores con estrictos controles de seguridad por la pandemia. Aunque Noticia de un secuestro es una obra sobre un acontecimiento colombiano, fue realizada con especial cuidado para cautivar a otros p¨²blicos. Como es una adaptaci¨®n, algunas partes son ficticias, pero en su esencia es fiel a lo que pas¨®. ¡°Trabajar con una obra de Garc¨ªa M¨¢rquez era como una especie de or¨¢culo, porque muchas veces ten¨ªamos preguntas sobre los personajes y las situaciones y simplemente volviendo al libro me daba cuenta de que muchas de las respuestas estaban ah¨ª¡±, explica Wood.
Juan Pablo Raba interpreta a Villamizar, esposo de Pach¨®n. Ya hab¨ªa actuado en la serie Narcos, sobre Escobar. ¡°Hay un mayor peso sobre los hombros al estar involucrado en un proyecto de Garc¨ªa M¨¢rquez¡±, comenta en una llamada telef¨®nica con EL PA?S. ¡°Emocionalmente eso me sirvi¨® porque el covid es una suerte de secuestro, porque todos est¨¢bamos presos de cierta manera¡±, dice.
La construcci¨®n y acercamiento a su personaje lo hizo a trav¨¦s de Andr¨¦s Villamizar, hijo de Alberto, quien muri¨® en 2007. ¡°Con este proyecto me pas¨® algo curioso: me costaba definir la vida del set de mi vida normal. Mi personaje representaba esa Colombia que quer¨ªa hacer algo para cambiar la realidad, la Colombia que no se rinde¡±, explica Raba.
Antes del secuestro de Maruja, en 1986 Alberto hab¨ªa sufrido un ataque de sicarios del que sali¨® ileso. ¡°El carro de mi pap¨¢ recibi¨® como veinte impactos de bala; incre¨ªblemente ninguna le peg¨®, pero tuvimos que salir al exilio. La versi¨®n que muestran en la serie es muy novelada porque el atentado fue saliendo de la casa, y no con mi mam¨¢ presente; fue de d¨ªa, no de noche. Hacen unos cambios, pero entiendo que hacen parte de la licencia¡±, cuenta Andr¨¦s. En sus conversaciones preparatorias con Raba, le detall¨® al actor c¨®mo eran los gestos, el lenguaje corporal y hasta la forma en que su padre prend¨ªa el cigarrillo. ¡°Fue una experiencia emocionante y triste, pero cuando vi a Juan Pablo transformado en mi pap¨¢ fue conmovedor¡±. De la interpretaci¨®n que hizo Uma?a, Andr¨¦s tambi¨¦n considera que captur¨® la esencia de su madre. ¡°Nos pareci¨® algo manejado con mucho respeto como v¨ªctimas¡±, concluye.
***
Mar¨ªa Carolina Hoyos jur¨®, ante el cad¨¢ver de su madre ¡ªla periodista Diana Turbay¡ª, que nunca volver¨ªa a sonre¨ªr. Ten¨ªa 18 a?os y hab¨ªa pasado los meses m¨¢s angustiosos de su vida, sin saber nada de su madre. ¡°Ella estaba secuestrada, pero la familia tambi¨¦n. Yo padec¨ª un secuestro en libertad, que es peor que cualquier cosa¡±, dice. Sent¨ªa que su vida se hab¨ªa acabado. No quer¨ªa sonre¨ªr porque quer¨ªa solidarizarse con el dolor de Diana Turbay, asesinada a los 40 a?os. ¡°Estaba viendo a mi mam¨¢ tendida, en una camilla de quir¨®fano, despu¨¦s de largos meses de no verla, despu¨¦s de que yo hab¨ªa rezado y suplicado que esto no sucediera¡±, dice. Hoyos escribi¨® el libro Desde el fondo del mar sobre su tragedia y c¨®mo encontr¨® la fuerza para superarla. En 2015, el sicario confeso Jhon Jairo Vel¨¢squez, alias Popeye, le pidi¨® perd¨®n por el secuestro y asesinato de su madre.
El papel de Mar¨ªa Carolina es interpretado en la serie por Ilenia Antonini, el de su madre por Majida Issa, y el de su abuela, Nydia Quintero, por Constanza Duque. Julieth Restrepo personifica a Beatriz Villamizar, otra de las secuestradas. Parad¨®jicamente, en 2017 represent¨® a la esposa de Escobar en la pel¨ªcula Loving Pablo. ¡°Interpretar a Beatriz ha sido uno de los retos m¨¢s grandes de mi carrera. Aunque uno como actriz se prepara para esas situaciones, emocionalmente fue desgastante, porque las emociones eran muy reales e intensas. Siento que la serie es un homenaje a Beatriz y a todas las v¨ªctimas¡±, explica Restrepo.
Durante la filmaci¨®n, Issa (actriz de Sin senos s¨ª hay para¨ªso o La Guzm¨¢n), se dio cuenta de que a¨²n hay una herida abierta en Colombia. Aunque se puso en la piel de Diana, tem¨ªa quedarse corta, no poder transmitir la angustia y el sufrimiento. Pero cuando lleg¨® al set se percat¨® de que ni siquiera ten¨ªa que invocar los sentimientos. ¡°A veces ten¨ªamos que atajarlos. El director nos dec¨ªa: ?No tanto, por favor?, porque era imposible no romper en llanto¡±, cuenta.
Issa no cre¨® el personaje desde los ojos del periodismo o de los archivos, sino de Mar¨ªa Carolina. ¡°Fue muy triste revivir esta historia, no solo para m¨ª, tambi¨¦n para todo el equipo. Creo que est¨¢bamos en deuda de contarla desde el punto de vista m¨¢s justo de todos, que es el de las v¨ªctimas¡±, explica Majida. Para Mar¨ªa Carolina, ver la serie es revisitar la pena. ¡°Es importante que las nuevas generaciones conozcan los efectos del narcotr¨¢fico en la sociedad y todo el dolor que ha tra¨ªdo a miles de familias¡±, concluye.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S sobre Colombia y reciba todas las claves informativas de la actualidad del pa¨ªs.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.