Del ELN a A¨ªda Merlano, cinco puntos calientes del deshielo entre Bogot¨¢ y Caracas
El restablecimiento de las relaciones entre los gobiernos de Gustavo Petro y Nicol¨¢s Maduro a¨²n enfrenta obst¨¢culos en varios frentes
El naciente Gobierno de Gustavo Petro ha marcado un cambio de ciclo en las relaciones de Colombia con la Venezuela de Nicol¨¢s Maduro, que se encontraban rotas por completo desde 2019. Desde el momento en que fue elegido presidente, antes incluso de la investidura, Petro se ha propuesto la meta de una ¡°normalizaci¨®n¡±, que incluye reabrir plenamente los pasos formales y ¡°restablecer el pleno ejercicio de los derechos humanos¡± en una extensa y porosa frontera de m¨¢s de 2.200 kil¨®metros. Tambi¨¦n un trabajo conjunto para mejorar la seguridad e impulsar el comercio formal a lo largo de una l¨ªnea lim¨ªtrofe que lleva a?os bajo el control de los grupos armados ilegales.
Despu¨¦s de una inesperada reuni¨®n de cancilleres en el estado T¨¢chira, Petro y Maduro ya aterrizaron sus acercamientos con la designaci¨®n de sus respectivos embajadores: Armando Benedetti en Caracas y F¨¦lix Plasencia en Bogot¨¢. A¨²n queda la ardua tarea de reabrir los consulados para atender a los ciudadanos a lado y lado. Pero despu¨¦s de a?os de diferencias irreconciliables durante el periodo de Iv¨¢n Duque, que promovi¨® incansablemente un fallido ¡°cerco diplom¨¢tico¡± sobre el heredero de Hugo Ch¨¢vez y brind¨® su irrestricto apoyo al l¨ªder opositor Juan Guaid¨®, pasar la p¨¢gina no es tan f¨¢cil. A pesar del deshielo, que sigue en marcha, se mantienen varios puntos de fricci¨®n y considerables obst¨¢culos por sortear. Estos son cinco de los principales.
El ELN, a lado y lado
El Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional, la ¨²ltima guerrilla activa en Colombia, con la que el Gobierno Petro ya ha puesto en marcha un incipiente di¨¢logo como parte de su b¨²squeda de la ¡°paz total¡±, ha transitado hacia un formato de guerrilla binacional. En los ¨²ltimos cuatro a?os se ha fortalecido militarmente, se ha expandido y su presencia del lado venezolano es evidente. Organizaciones como Human Rights Watch han denunciado que las fuerzas de seguridad venezolanas han sido c¨®mplices, al punto de realizar ¡°operaciones conjuntas¡± con el ELN, que se destaca dentro del archipi¨¦lago de grupos criminales que operan en la frontera.
¡°Es un tema muy complejo, sobre todo porque al gobierno venezolano le va a costar mucho trabajo reconocer la realidad del ELN en Venezuela¡±, se?ala Ronal Rodr¨ªguez, investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, en Bogot¨¢. El ELN ha crecido del otro lado de la frontera, tiene componente venezolano y, como en Colombia, aprovecha los vac¨ªos del Estado. ¡°Esa penetraci¨®n es muy dif¨ªcil de deshacer¡±, valora Rodr¨ªguez. ¡°Negociar con el ELN es negociar no solo su desmovilizaci¨®n en Colombia, y su reinserci¨®n a la sociedad colombiana, sino tambi¨¦n su desmovilizaci¨®n y su reinserci¨®n en Venezuela¡±. Caracas emerge como un factor clave en cualquier eventual proceso de paz con la guerrilla.
Los puentes convertidos en paso peatonal
La frontera colombo-venezolana lleg¨® a ser la m¨¢s activa de Am¨¦rica Latina. El comercio alcanz¨® 7.290 millones de d¨®lares en 2008, pero se desplom¨® hasta 222 millones como valor total de las exportaciones de Colombia hacia Venezuela en 2020. Los dos gobiernos se proponen recuperar ese intercambio comercial y avanzar en la reapertura de los cruces formales, ahora mismo limitados a ser peatonales, pues Maduro cerr¨® el paso de veh¨ªculos desde 2015. Pero todav¨ªa hay considerables escollos en una frontera repleta de rutas ilegales, dominada por los grupos armados y por la que se filtra todo tipo de contrabando.
Ahora mismo, los camiones de carga internacional tendr¨ªan que pasar por los puentes Sim¨®n Bol¨ªvar o Francisco de Paula Santander, estructuras casi obsoletas luego de m¨¢s de medio siglo de servicio. Desde hace tiempo se menciona la necesidad de una revisi¨®n t¨¦cnica de las condiciones estructurales en las que est¨¢n ambos puentes. El cercano puente de Tienditas, una moderna infraestructura concluida en 2016 pero que nunca ha sido inaugurada, est¨¢ llamado a tener un papel protag¨®nico, pero todav¨ªa necesita al menos un par de meses de adecuaciones, en especial del lado venezolano.
El ¨¦xodo venezolano
Colombia es por mucho el principal destino de la di¨¢spora venezolana, con una pol¨ªtica de acogida que ha puesto al pa¨ªs a la vanguardia de Am¨¦rica Latina. Las cifras m¨¢s recientes muestran casi 2,5 millones de venezolanos en todo el territorio colombiano, de los m¨¢s de 6 millones que han salido de su pa¨ªs. Pero el asunto no ha emergido como una prioridad en el discurso del presidente Petro. ¡°La migraci¨®n es el elefante en la habitaci¨®n del que no se habla. Se habla de frontera, de comercio, de relaci¨®n bilateral, pero no se habla del tema migratorio¡±, apunta Ronal Rodr¨ªguez, el investigador del Observatorio de Venezuela.
El Gobierno de Colombia debe cooperar con los donantes internacionales para mejorar la protecci¨®n de los migrantes venezolanos que llegan al pa¨ªs, y ayudarlos a acceder a oportunidades econ¨®micas para as¨ª evitar tanto alimentar el ciclo de la xenofobia como que acaben reclutados por grupos armados y bandas criminales, advert¨ªa un reciente informe del International Crisis Group. Si bien el repunte de la econom¨ªa de Venezuela, impulsada en gran parte por la dolarizaci¨®n de facto del pa¨ªs, ha abierto la posibilidad de que m¨¢s migrantes decidan regresar voluntariamente, la inmensa mayor¨ªa tiene vocaci¨®n de permanencia, un tema que el Gobierno de Maduro suele esquivar. Adem¨¢s, en Colombia tambi¨¦n han terminado exiliados decenas de dirigentes pol¨ªticos, periodistas y defensores de derechos humanos que sufrieron la represi¨®n del chavismo y a los que ahora preocupa el deshielo.
Mon¨®meros, la empresa de la discordia
Mon¨®meros, una empresa de fertilizantes venezolana radicada en Colombia, tambi¨¦n ha sido motivo de agrias disputas. La empresa con sede en Barranquilla es uno de los importantes activos de Venezuela en el extranjero por los que Maduro forcejea con Juan Guaid¨® ¨Cque siempre cont¨® con el apoyo de Duque¨C, lo que ha provocado una larga puja. El l¨ªder de oposici¨®n tom¨® el control de la empresa despu¨¦s de haberse autoproclamado presidente encargado de Venezuela, mientras que Maduro ha sostenido con insistencia que la compa?¨ªa debe regresar a sus due?os, y ha intentado llevar el asunto hasta las negociaciones con la oposici¨®n que han tenido lugar en M¨¦xico. Petro, por su parte, tambi¨¦n le ha dado prioridad al espinoso asunto, y lo incluy¨® entre los temas de la comisi¨®n de empalme con la Administraci¨®n Duque, sin que hasta ahora se conozca un desenlace.
Aida Merlano, presa en Venezuela
El caso de la excongresista Aida Merlano, que se hizo famosa por una fuga de pel¨ªcula durante una consulta m¨¦dica despu¨¦s de haber sido condenada por delitos electorales, se convirti¨® en un enredo judicial y diplom¨¢tico cuando reapareci¨® por sorpresa meses despu¨¦s en Venezuela. Aunque fue capturada a comienzos de 2020 en Maracaibo por las Fuerzas de Acciones Especiales de la Polic¨ªa Nacional (FAES), creadas por el Gobierno de Maduro, Duque asegur¨® en su momento que pedir¨ªa la extradici¨®n al equipo de Guaid¨®, al que siempre consider¨® el presidente leg¨ªtimo de Venezuela. Ahora se abre la posibilidad de un verdadero pedido de extradici¨®n que tendr¨ªa consecuencias imprevisibles.
En ese caso, no est¨¢ claro cu¨¢l ser¨ªa la moneda de cambio para Maduro. La investigaci¨®n de la Corte Suprema de Justicia contra Merlano involucra a poderosos pol¨ªticos, y lo que pueda llegar a confesar sobre las redes de compra de votos hace temblar a la clase dirigente de Barranquilla, y en particular a la familia Char. Este a?o, Merlano acus¨® al exalcalde de Barranquilla Alex Char ¨Ccon quien sostuvo un romance¨C de ser su c¨®mplice tanto en la trama de compra de votos como en su fuga de la c¨¢rcel en 2019.
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