Las inciertas sedes donde se negociar¨¢ la paz con el ELN
El di¨¢logo entre la guerrilla y el Gobierno Petro que comienza el lunes en Caracas puede rotar entre varios pa¨ªses, como estaba contemplado en la agenda original
Para hablar del proceso que llev¨® al acuerdo de paz de 2016 entre el Estado colombiano y la extinta guerrilla de las FARC basta referirse a los di¨¢logos de La Habana, la capital cubana que alberg¨® por a?os esa negociaci¨®n. En contraste, la mesa que se iniciar¨¢ el lunes en Caracas entre las delegaciones del Gobierno de Gustavo Petro y el Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional (ELN) no tiene todav¨ªa un anclaje geogr¨¢fico tan firme. Las sedes de las conversaciones con la ¨²ltima guerrilla activa en Colombia ¨Cque naci¨® hace m¨¢s de medio siglo bajo el influjo de la revoluci¨®n cubana¨C suelen ser algo m¨¢s complejo de definir.
El jefe de la delegaci¨®n del Gobierno, como lo adelant¨® EL PA?S, es Otty Pati?o, un exguerrillero del M-19, el mismo grupo en el que milit¨® Petro en su juventud. Lo acompa?an otras figuras cercanas al presidente como los senadores Iv¨¢n Cepeda y Mar¨ªa Jos¨¦ Pizarro. Tambi¨¦n, en una sorpresa de ¨²ltimo minuto, Jos¨¦ F¨¦lix Lafaurie, el representante de los ganaderos. Por el ELN, est¨¢n viejos conocidos como ¡®Pablo Beltr¨¢n¡¯ y ¡®Aureliano Carbonell¡¯. Los dem¨¢s detalles, incluyendo los lugares que albergar¨¢n los dem¨¢s ciclos de di¨¢logos, est¨¢n por definirse. Venezuela es apenas el punto de partida, no una sede permanente.
El ELN, inspirado tambi¨¦n por la teolog¨ªa de la liberaci¨®n, tiene por primera vez como contraparte a un gobierno de izquierdas. Petro retoma el proceso que hab¨ªa puesto en marcha el Gobierno de Juan Manuel Santos, suspendido durante el cuatrienio de Iv¨¢n Duque, y su equipo ha insistido en que el di¨¢logo actual es una continuaci¨®n de la negociaci¨®n con Santos. Desde ese entonces se contemplaba una sede rotativa entre varios pa¨ªses. En los dos casos ha contado contar con amplio respaldo de la comunidad internacional.
Esa agenda original se divulg¨® tambi¨¦n en Caracas, en marzo de 2016, y las conversaciones se iniciaron a comienzos de 2017 en una antigua hacienda tabacalera en los alrededores de Quito ¨Cpostergadas por un tire y afloje en torno al tema del secuestro¨C. Los acercamientos con el ELN suelen tener un fuerte componente internacional, y en aquel entonces la fase p¨²blica de conversaciones que comenz¨® en Ecuador ten¨ªa la premisa de que las sesiones de trabajo tambi¨¦n pod¨ªan tener lugar en Brasil, Venezuela, Chile o Cuba ¨Cadem¨¢s de contar con Noruega como pa¨ªs garante¨C. Despu¨¦s se trasladaron a La Habana.
¡°No hay proceso con el ELN sin acompa?amiento internacional¡±, afirma la periodista Mar¨ªa Alejandra Villamizar, quien fue miembro de la delegaci¨®n del Gobierno en Quito. Es una tradici¨®n creada a lo largo de los muchos acercamientos de la guerrilla con distintos gobiernos colombianos en lugares tan distantes como Caracas y Maguncia, en Alemania. Las sedes en otros pa¨ªses, entre otras, permiten que mucha gente visite a los delegados, una comunicaci¨®n m¨¢s fluida con la sociedad civil que es un punto en el que siempre ha insistido el ELN. La idea de retomar la rotaci¨®n podr¨ªa llevar los nuevos di¨¢logos a Noruega o Cuba. ¡°No descarto que en alg¨²n momento la mesa llegue a Colombia, o a lugares cerca de la frontera [con Venezuela]¡±, se?ala Villamizar.
¡°Al ELN se le nota una especie de fascinaci¨®n por el roce con la comunidad internacional que les proporciona el marco de unas negociaciones p¨²blicas¡±, observa Juan Camilo Restrepo, el primer jefe negociador del Gobierno en esos di¨¢logos, en sus memorias Cuatro crisis que marcaron a Colombia (Planeta, 2022). ¡°Consideran supremamente apetecible el trato con embajadores, con agencias internacionales y con medios de comunicaci¨®n nacionales o extranjeros. Ello se explica quiz¨¢s por los largos a?os de sequ¨ªa medi¨¢tica y de alejamiento internacional en que los ha sumido su interminable trasegar terrorista¡±, escribe.
Aunque por razones de log¨ªstica no tiene mucho sentido ir cambiando de sede, pero por razones pol¨ªticas puede que s¨ª, apunta Angelika Rettberg, profesora de la Universidad de Los Andes que es experta en resoluci¨®n de conflictos armados y quien tambi¨¦n estuvo en la mesa con el ELN. Las partes necesitan confidencialidad y facilidades para hablar en un espacio protegido, que podr¨ªa ser incluso en Colombia. Pero las sedes, explica, ¡°dicen algo sobre el compromiso pol¨ªtico de los actores internacionales que acompa?an, y tambi¨¦n de las partes, que quieren ver involucrados a ciertos actores¡±.
El proceso arrancar¨¢ en el mismo punto en el que se detuvo a principios de 2019, cuando Duque lo dio por terminado despu¨¦s de que el ELN hizo estallar un carro bomba en una escuela de cadetes en Bogot¨¢, un atentado que dej¨® 24 muertos. La ruptura trajo profundas repercusiones diplom¨¢ticas, con alto costo para La Habana. Duque desconoci¨® los protocolos firmados por las partes, lo que dej¨® en el limbo a la delegaci¨®n del ELN que se encontraba en Cuba. La isla se neg¨® a extraditarlos, lo que provoc¨® a?os de hostilidad desde Bogot¨¢. Cuando el Gobierno de Donald Trump en Estados Unidos design¨® a Cuba como un ¡°Estado patrocinador del terrorismo¡±, en enero de 2021, justific¨® su decisi¨®n en los reclamos de Duque. ¡°Tristemente se sent¨® un muy mal precedente, que va a hacer que los pa¨ªses lo piensen mucho m¨¢s antes de asumir ese compromiso y van a exigir muchas mejores garant¨ªas¡±, apunta Rettberg.
Las dificultades para echar a andar una negociaci¨®n han quedado en el pasado. La pregunta sobre las sedes no. Hay que esperar que se re¨²nan el lunes las dos delegaciones, aseguran fuentes oficiales enteradas del proceso, pues la decisi¨®n ser¨¢ bilateral. Nada est¨¢ definido a¨²n sobre d¨®nde ser¨¢n los primeros ciclos y cu¨¢les, si las hay, las otras sedes. Es probable que se mantenga el principio de rotarlas, aseguran. Por lo pronto hay tres pa¨ªses garantes: Cuba, Venezuela y Noruega. Los gobiernos de Chile y Espa?a han ofrecido su territorio como una alternativa, pero esa posibilidad se antoja m¨¢s lejana. Las sedes definitivas de los di¨¢logos siguen de momento te?idas de indefinici¨®n.
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