La violencia en la frontera con Ecuador se recrudece
Los presidentes Petro y Lasso acuerdan combatir conjuntamente el narcotr¨¢fico en una l¨ªnea lim¨ªtrofe donde disidencias de las FARC libran una sangrienta guerra
Los departamentos fronterizos de Colombia con Ecuador han encendido todas las alarmas. Es una de las zonas del pa¨ªs donde todav¨ªa arde la guerra que el acuerdo de paz con la extinta guerrilla de las FARC buscaba extinguir. La semana pasada se conoci¨® la masacre de cinco personas en Orito, y el mes anterior la de al menos otras 18 personas en Puerto Guzm¨¢n, ambas poblaciones en el departamento de Putumayo. Bien sea por cuenta del campamento de Ra¨²l Reyes en suelo ecuatoriano, los cr¨ªmenes de alias Guacho a lado y lado de la l¨ªnea o el terror que ha sembrado la guerra entre las disidencias de las FARC y los Comandos de la Frontera, el l¨ªmite entre los dos pa¨ªses ha sido una zona de conflicto en lo que va de este siglo, con la proliferaci¨®n de grupos armados y narcotraficantes, que en los ¨²ltimos meses ha visto aumentar la violencia.
Ante la crisis, los presidentes Gustavo Petro y Guillermo Lasso ratificaron la semana pasada que realizar¨¢n operaciones conjuntas en la frontera com¨²n en un amable intercambio en Twitter, que no se limit¨® a las redes sociales. La Presidencia ecuatoriana confirm¨® posteriormente que los dos mandatarios conversaron por tel¨¦fono ¡°para ratificar que Ecuador y Colombia trabajar¨¢n juntos en la protecci¨®n de las fronteras para combatir desde los dos frentes al narcotr¨¢fico¡±, con el prop¨®sito de arrinconar a las bandas criminales y el crimen organizado. Desde hace tiempo, la presencia de las disidencias del otro lado se ha hecho m¨¢s palpable, incluso con ataques con explosivos.
El principal combustible del conflicto, como en tantos otros lugares de Colombia, es el narcotr¨¢fico. Desde hace varios a?os se ha consolidado una tendencia a la concentraci¨®n de los cultivos de coca particularmente en departamentos de frontera, y en zonas estrat¨¦gicas para la salida de la coca¨ªna. En toda Colombia hab¨ªa una cifra r¨¦cord de 204.000 hect¨¢reas de narcocultivos al cierre del 2021, de acuerdo con el ¨²ltimo informe del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Il¨ªcitos de Naciones Unidas (SIMCI), que se considera la medici¨®n oficial. Solo 3 de los 32 departamentos, Norte de Santander, Nari?o y Putumayo, concentran el 62% de toda la coca del pa¨ªs, destacaba el informe.
Mientras Norte de Santander limita con Venezuela, Nari?o y Putumayo ¨Cque suman casi 85.000 hect¨¢reas de cultivos de coca, algo as¨ª como el 40% de las de toda Colombia¨C se reparten la l¨ªnea lim¨ªtrofe con Ecuador. El coctel en esa frontera incluye adem¨¢s la miner¨ªa ilegal, el reclutamiento forzado, la trata de personas, los tr¨¢fico de ¨®rganos y de armas, y el contrabando de todo tipo, todo potenciado por la dolarizaci¨®n de la econom¨ªa ecuatoriana, que facilita el lavado de dinero. La costa del Pac¨ªfico, que ba?a a los dos pa¨ªses, es la salida natural para la droga que suele tener como destino final a Estados Unidos.
En distintos momentos, bajo diferentes Gobiernos, la frontera ha emergido como un punto de conflicto entre los dos pa¨ªses. Es muy recordada la ruptura diplom¨¢tica que provoc¨® a partir del 2008 el ataque colombiano que mat¨® a Ra¨²l Reyes en el campamento que manten¨ªa el para entonces n¨²mero dos de las FARC del lado ecuatoriano. En tiempos m¨¢s recientes, el secuestro y posterior asesinato de tres periodistas ecuatorianos del diario El Comercio, por parte de un grupo de narcotr¨¢fico disidente de las FARC en abril del 2018 conmocion¨® a Ecuador. En el sector fronterizo de Mataje el fot¨®grafo Pa¨²l Rivas, el redactor Javier Ortega y el conductor Efra¨ªn Segarra ¡°fueron asesinados con disparos en la nuca, a quemarropa, bajo una noche oscura y lluviosa en medio de la selva colombiana¡±, devel¨® tiempo despu¨¦s el informe Frontera Cautiva, producto de la investigaci¨®n de un consorcio de varias organizaciones period¨ªsticas que acab¨® con el secretismo oficial.
El responsable fue el Frente Oliver Sinisterra, una disidencia que ha operado a ambos lados de la convulsa l¨ªnea lim¨ªtrofe, en ese entonces bajo el mando de Walther Patricio Arizala, Guacho. Esa estructura ya hab¨ªa volado un cuartel de polic¨ªa del lado ecuatoriano, y el crimen convirti¨® a Guacho en uno de los m¨¢s buscados por las autoridades de ambos pa¨ªses. A finales de ese a?o fue abatido en Colombia, pero la tranquilidad no lleg¨® a la frontera.
Luego del desarme de las otrora Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, convertidas en un partido pol¨ªtico con representaci¨®n en el Congreso, se mantiene activo un desordenado archipi¨¦lago de grupos armados, con estructuras m¨¢s fracturadas. En muchos lugares donde existen todo tipo de econom¨ªas ilegales, dejaron un vac¨ªo que han copado otros actores armados ante la falta de respuesta estatal. El a?o pasado aument¨® el n¨²mero de conflictos armados internos en Colombia, de acuerdo con el balance del Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja (CICR). Y aunque las disidencias que encabezaban Iv¨¢n M¨¢rquez y Gentil Duarte han tendido a atraer los focos, uno de esos seis conflictos que persisten, de acuerdo con el an¨¢lisis de la organizaci¨®n humanitaria, es el enfrentamiento entre una de las facciones disidentes y los Comandos de la Frontera en Putumayo.
La violencia en ese departamento en particular se ha convertido en un gran desaf¨ªo a la pol¨ªtica de paz total que persigue el Gobierno de Petro, con la negociaci¨®n o sometimiento simultaneo de los distintos actores armados. All¨ª, la disputa territorial entre el Frente Carolina Ram¨ªrez y los Comandos de la Frontera, dos grupos h¨ªbridos, herederos en mayor o menor medida de las disidencias que se apartaron del proceso de paz, ha ba?ado de sangre el territorio. El mes pasado, la muerte de al menos 18 personas, de acuerdo con la Defensor¨ªa del Pueblo, activ¨® todas las alarmas.
El exdefensor del Pueblo Carlos Negret sostiene en di¨¢logo con EL PA?S que en ese combate en Puerto Guzm¨¢n murieron 35 personas, seg¨²n las versiones de las fuentes que todav¨ªa conserva en esa regi¨®n despu¨¦s de su gesti¨®n, muy volcada a los territorios apartados. A excepci¨®n de Naciones Unidas, se lamenta, ¡°nadie ha ido al d¨ªa de hoy en misi¨®n humanitaria para saber qu¨¦ pas¨® en Putumayo¡±. De acuerdo con sus cuentas, entre una masacre y otra, ha habido m¨¢s de 50 muertos en los ¨²ltimos 45 d¨ªas. Lo que ocurre en el departamento ¡°es una tragedia humana que el pa¨ªs no ha dimensionado¡±, subraya. ¡°Ah¨ª no par¨® la guerra. Hubo sitios en este pa¨ªs donde la paz no peg¨®; en el Cauca, en Nari?o, en Choc¨® o Putumayo¡±, departamentos que se repiten en la lista de las regiones que este a?o han registrado m¨¢s de una masacre.
Ha sido una frontera siempre en disputa, en la que se han venido presentando diversas modalidades de violencia, entre ellas el reclutamiento forzado, ¡°solo que no ha sido lo suficientemente visible¡±, se lamenta el representante Andr¨¦s Cancimance. ¡°Nunca recomendamos la militarizaci¨®n del territorio, es una equivocaci¨®n del Gobierno nacional pedir apoyo a otro pa¨ªs para militarizar la frontera¡±, valora el congresista de Putumayo, a pesar de pertenecer a la coalici¨®n de Gobierno. Pedir exclusivamente esfuerzos militares, advierte, ¡°va a aumentar la confrontaci¨®n¡±.
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