El proyecto de reindustrializaci¨®n del Gobierno de Petro avanza sin br¨²jula
La promesa de rescatar las capacidades productivas de sectores arrinconados desde la liberalizaci¨®n de los 90 a¨²n no cuenta con presupuesto ni metas a la vista
Durante buena parte del siglo XX Colombia apost¨® todas sus cartas a una industria protegida por la pol¨ªtica de sustituci¨®n de importaciones para evitar, en teor¨ªa, la compra de art¨ªculos como textiles o alimentos procesados en el extranjero. El resultado sin embargo fue modesto. Y la liberalizaci¨®n econ¨®mica de los 90 rompi¨® con la historia, llev¨¢ndose consigo a cientos de empresas y expulsando a otras tantas. Para dar una idea del declive, basta con recordar que en 2003 la asamblea de la Asociaci¨®n Nacional de Industriales (ANDI) decidi¨® cambiar su nombre por el de Asociaci¨®n Nacional de Empresarios (a¨²n mantiene, curiosamente, la ¡°I¡± de su sigla original).
La propuesta electoral del hoy presidente Gustavo Petro atrajo la atenci¨®n p¨²blica: ?Reindustrializar al pa¨ªs? La idea ten¨ªa como sustento las limitaciones que Colombia evidenci¨® durante la pandemia, al igual que la mayor¨ªa de pa¨ªses, para autoabastecerse de un sinn¨²mero de productos que empezaron a escasear ante el cierre de las fronteras. As¨ª fue como la Administraci¨®n de Iv¨¢n Duque (2018-2022) se enfoc¨® en revivir la producci¨®n de vacunas que el pa¨ªs alguna vez tuvo.
Aunque parec¨ªa complejo, el pasado abril se anunci¨® la firma de un contrato para operar, a trav¨¦s de una alianza p¨²blico privada, una primera f¨¢brica de inyectables en Bogot¨¢. Desde entonces no se han registrado mayores avances, a tal punto que el presidente Petro ha manifestado en privado su molestia por la par¨¢lisis del proyecto.
M¨¢s all¨¢ de casos dispersos como el anterior, hoy no existe un documento p¨²blico con detalles de la pol¨ªtica de reindustrializaci¨®n del Gobierno progresista. En el plan de campa?a se pueden consultar algunas ideas generales, y uno que otro art¨ªculo suelto en el Plan Nacional de Desarrollo contiene pasajes que el economista Diego Cort¨¦s califica de t¨ªmidos. Se sabe que, adem¨¢s del sector farmac¨¦utico, el plan abarca las ¨¢reas de energ¨ªas alternativas y movilidad sostenible; agricultura; industria aeroespacial y de inteligencia; y uno etiquetado como ¡°Territorios y tejido empresarial¡±.
A juicio del economista Jaime Acosta el panorama es insuficiente: ¡°No existen metas claras. No hay programas estrat¨¦gicos muy bien definidos. Mucho menos un documento que defina los recursos¡±.
A principios de mayo trascendi¨® que el presidente firm¨® en Madrid un memorando de entendimiento con el consorcio europeo Airbus, uno de los gigantes del sector aeroespacial con sede en Toulouse (Francia). El acuerdo, publicitado como parte del plan de reindustrializaci¨®n, contempla la fabricaci¨®n de aeropartes, as¨ª como el desarrollo de sistemas a¨¦reos no tripulados, o ¡®drones¡¯, en Colombia. ¡°El presidente Petro ha dicho¡±, recuerda Acosta, ¡°que atraer grandes inversiones como esa no es suficiente¡±. El economista no duda de que con una f¨¢brica de Airbus se generar¨ªan cientos de empleos y mucha gente se capacitar¨¢ en altas tecnolog¨ªas, pero advierte sobre los riesgos que supone arrancar sin una hoja de ruta que tenga en cuenta el ¡°encadenamiento que se va a desarrollar entre los sectores involucrados, o las capacidades cient¨ªficas y de desarrollo que va a implicar¡±.
El veterano economista Hernando G¨®mez Buend¨ªa afirma que se trata de una ¡°quijotada¡±. Argumenta que el pa¨ªs desaprovech¨® la posibilidad de estimular una industria fundamentada en la innovaci¨®n, la ciencia y la tecnolog¨ªa durante m¨¢s de medio siglo: ¡°Es un saludo a la bandera que llega a destiempo. Y en caso dado de que Colombia siga el camino de M¨¦xico, el presidente Petro estar¨ªa yendo en contra de algunas de las bases de su proyecto pol¨ªtico¡±.
El tambi¨¦n director del portal de periodismo de opini¨®n Raz¨®n P¨²blica explica que la industria mexicana ha tomado un segundo aliento en los ¨²ltimos a?os debido a la creciente inversi¨®n estadounidense. Un fen¨®meno que se encuadra dentro del pulso comercial para desplazar a China de la regi¨®n. Pero G¨®mez Buend¨ªa enumera algunos de los problemas derivados de una alianza comercial con algunos rasgos complejos: ¡°Salarios bajos para los trabajadores, poco recaudo en impuestos para el Estado por cuenta de los aranceles preferenciales para las empresas extranjeras y degradaci¨®n del medioambiente¡±.
Por lo pronto, y a la espera de que se conozcan m¨¢s detalles sobre el futuro del plan de reindustrializaci¨®n colombiano, Acosta cuenta que uno de los escollos tiene ra¨ªz en la falta de compromiso de los ministros de Petro. Un hecho inexplicable, agrega, teniendo en cuenta los beneficios hipot¨¦ticos que traer¨ªa una pol¨ªtica bien delineada: ¡°Estoy convencido de que antes de 20 a?os el pa¨ªs tendr¨ªa asegurada la sustituci¨®n de las importaciones de petr¨®leo y carb¨®n¡±.
Cort¨¦s estima, en la misma l¨ªnea, que es ¡°una oportunidad para diversificar nuestra matriz productiva¡±. Enfatiza que el debate actual nada tiene que ver con un regreso al mundo industrial y gris¨¢ceo de los siglos XIX y XX: ¡°Es una buena coyuntura para pensar en elaborar nuevos y mejores productos manufacturados. No podemos seguir estancados indefinidamente en la misma relaci¨®n comercial con el mundo a trav¨¦s del sector minero energ¨¦tico¡±.
La otra idea del Gobierno es fortalecer el atemperado sector automotriz, que viene en declive desde 2011, cuando se llegaron a producir unos 154.000 veh¨ªculos. De acuerdo con cifras de la ANDI, Colombia cuenta con solo 3 ensambladoras, a la que se suma cierta capacidad instalada desde el siglo pasado en la fabricaci¨®n de autopartes.
En l¨ªnea con el publicitado anuncio de transici¨®n energ¨¦tica del ¡°petrismo¡±, en febrero se conoci¨® la intenci¨®n de la estadounidense General Motors de instalar la primera planta de ensamblaje de veh¨ªculos el¨¦ctricos de la regi¨®n en Colombia. Se trata, en ¨²ltimas, de otro anuncio atractivo m¨¢s, pero que los expertos no acaban de encajar como los otros dentro del rompecabezas de una pol¨ªtica p¨²blica borrosa: ¡°Es que Colombia se ha saltado los pasos en el camino al desarrollo¡±, concluye Hernando G¨®mez Buend¨ªa.
En su opini¨®n el pa¨ªs salt¨® de un proceso de industrializaci¨®n ¡°consistente pero incompleto¡± a un modelo dependiente de la renta petrolera sin invertir en investigaci¨®n. Un requisito b¨¢sico para convertirse en una sociedad moderna y participar en esta suerte de tercera revoluci¨®n industrial que est¨¢ planteando el Gobierno de Gustavo Petro.
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