Petro se anota una reforma tributaria y deja varias promesas econ¨®micas pendientes
La propuesta del primer Ejecutivo de izquierdas en la Colombia reciente ha fijado la mirada de los mercados en un a?o de vaivenes tras los da?os causados por la pandemia
El primer Gobierno de izquierdas en d¨¦cadas en Colombia cumple un a?o. Tiempo suficiente para calmar a los mercados, esa figura abstracta que, al mando de los hilos financieros mundiales, al parecer se echaba las manos a la cabeza ante la llegada de un mandatario progresista latinoamericano m¨¢s. Gustavo Petro lleg¨® con propuestas en apariencia rompedoras para una econom¨ªa de crecimiento modesto, estable y poco dada a los experimentos. 365 d¨ªas m¨¢s tarde, la sensaci¨®n general entre los analistas es de mesura. Coinciden adem¨¢s en que varios puntos de la agenda del Gobierno, como la transici¨®n energ¨¦tica, la reforma tributaria, el gasto p¨²blico o el impulso de la denominada econom¨ªa popular, abordan temas necesarios. Unos atascados, otros obviados desde hace d¨¦cadas.
Parte del establishment econ¨®mico y empresarial, sin embargo, sigue con desconfianza el rumbo de las pol¨ªticas econ¨®micas. Tras los da?os causados a los mercados mundiales por la pandemia, la dependencia del d¨®lar y de los movimientos de Reserva Federal estadounidense, pero tambi¨¦n de las agencias calificadoras de riesgo, ha pasado a formar parte de las preocupaciones centrales de los colombianos. Los problemas, queda claro, no est¨¢n ligados ¨²nicamente a los movimientos macroecon¨®micos de Petro o del banco central, y en cada decisi¨®n o anuncio de reforma con corte izquierdista el fantasma de la fuga de capitales y otros demonios cambiarios reaparecen.
Lo cierto es que, dentro de las m¨²ltiples agujas para leer el cuadro econ¨®mico, el crecimiento del Producto Interno Bruto del primer trimestre arroj¨® un robusto e inesperado 3% anual; y la ¨²ltima cifra de desempleo, de junio, tambi¨¦n sorprendi¨® a m¨¢s de uno con un alentador 9,3% (bastante matizable para un mercado laboral lleno de puntos ciegos, informalidad y m¨²ltiples falencias). En cuanto a la inflaci¨®n, alta y complicad¨ªsima de romper en casi todo el mundo, cerr¨® junio en un 12,3% que, si bien va bajando, a¨²n no da respiro a los economistas. EL PA?S ha consultado a media docena de expertos para evaluar el avance de algunas de las pol¨ªticas impulsadas por el ministerio de Hacienda de la ¡®era Petro¡¯ durante sus primeros 365 d¨ªas en el Palacio de Nari?o.
Una reforma tributaria ambiciosa
El Gobierno del progresista Pacto Hist¨®rico y su bancada en el Congreso se estren¨® con la aprobaci¨®n, en su primer semestre, de la llamada reforma tributaria para la equidad y la justicia social. Era la carta de presentaci¨®n de un bloque de partidos con vitamina parlamentaria suficiente para que se lo equiparara entonces con una aplanadora. La reforma contaba con la aprobaci¨®n del exministro de Hacienda, Jos¨¦ Antonio Ocampo, un economista con credenciales de acad¨¦mico y una c¨¢tedra en la Universidad de Columbia. Para el economista y profesor de la Universidad Javeriana Daniel Castellanos el balance de la reforma, aprobada el 3 de noviembre del a?o pasado, deja un sabor agridulce: ¡°Desde mi punto de vista el grueso de la carga impositiva lo reciben las empresas y ciertos sectores econ¨®micos, no la mayor¨ªa de los ciudadanos¡±.
De la misma manera reconoce que ha sido la ¡°¨²nica reforma exitosa¡± del Gobierno y valora el esfuerzo por recaudar ingresos de alrededor de unos 20 billones de pesos, algo as¨ª como el 1,2% del PIB. ?Fue la reforma ideal? En su opini¨®n el pa¨ªs deber¨ªa incentivar m¨¢s a las empresas, la inmensa mayor¨ªa peque?as y medianas, y subir los impuestos sobre el patrimonio a las personas m¨¢s ricas. ¡°Hacer empresa en Colombia es muy complejo por temas de falta de competitividad¡±, se queja. El especialista en derecho tributario Henry Amorocho concluye con un ¨¢ngulo positivo en el esp¨ªritu de la reforma: ¡°Hay una voluntad evidente de reducir la evasi¨®n en 100 billones de pesos, que son aproximadamente 7 puntos del PIB. Como pol¨ªtica p¨²blica me parece acertado para ampliar el recaudo con otros mecanismos¡±.
Un gasto p¨²blico elevado
El d¨¦ficit fiscal en Colombia, tras los gastos de emergencia por la crisis sanitaria, rompi¨® el tope establecido del 55% del PIB, y se ubic¨® en un 57% que ha tensionado las redes de las finanzas p¨²blicas. La brecha estructural entre los recursos que recibe el Estado y lo que gasta ha sido un rasgo de la gesti¨®n econ¨®mica durante las ¨²ltimas d¨¦cadas. Por eso ahora los analistas recetan un plan de gasto p¨²blico mesurado para atenuar la deuda. Un punto de equilibrio que el Gobierno Petro no ha conseguido. Ni tampoco ha ajustado a las necesidades del pa¨ªs porque, explica el economista y acad¨¦mico de la Universidad de los Andes Oskar Nupia, sencillamente no ha sido capaz de ejecutar sus proyectos.
Es una paradoja. El Gobierno ha conseguido 20 billones de la reforma tributaria y una adici¨®n de 16 m¨¢s sin lograr canalizar el dinero para reactivar sectores tan afectados como la construcci¨®n o las obras p¨²blicas. ¡°El problema grande ha sido, hay que reconocerlo, los subsidios a la gasolina heredados del Gobierno anterior¡±, explica Nupia. Recuerda que han sido casi 19 billones de pesos destinados a cubrir esa deuda del combustible. El Gobierno, por su parte, ha atacado el problema aumentando el precio al p¨²blico. Un factor que las agencias calificadoras internacionales de riesgo han subrayado una vez tras otra en sus informes sobre el denominado riesgo-pa¨ªs de Colombia.
Por lo dem¨¢s, los rubros contemplados en el Presupuesto General de la Naci¨®n de este y el proyecto en cocci¨®n parlamentaria para el pr¨®ximo a?o, sintetizan las prioridades del Gobierno progresista: reforma agraria, salud, educaci¨®n y equidad. Mauricio C¨¢rdenas, exministro de Hacienda, remata: ¡°Un par¨¢metro para medir a los ministerios es su nivel de ejecuci¨®n en la administraci¨®n p¨²blica. Entonces, un Gobierno que no ejecuta, como ha sucedido durante este a?o, es un Gobierno sin resultados¡±.
Una reducci¨®n de la pobreza en veremos
Una de las banderas de Petro, no solo en la ¨²ltima campa?a presidencial si no en buena parte de su carrera pol¨ªtica, ha sido la de reducir las desigualdades. De acuerdo con cifras del Departamento Nacional de Estad¨ªstica, la pobreza multidimensional disminuy¨® 3,1 puntos porcentuales en 2022 con respecto a 2021. Un resultado dif¨ªcilmente atribuible a un Gobierno que reci¨¦n se estren¨® a mitad de a?o. Para la consultora en temas de pobreza y desigualdad Natalia Galvis lamenta que el balance de esta administraci¨®n haya sido muy modesto.
Los programas sociales, recuerda, han tardado en despegar. ¡°Los subsidios y transferencias monetarias para los hogares m¨¢s pobres y vulnerables, como Ingreso Solidario, ahora llamado Renta Ciudadana, solo se consolidaron en la ¨²ltima semana de mayo¡±. Lo que se traduce en que, durante los primeros seis meses de este Gobierno, unos 4 millones de hogares dejaron de recibir mensualmente sus subsidios estatales. A los tropiezos en el despliegue de esas ayudas se sum¨® el peso de una inflaci¨®n alta condicionada por el peso de los precios en los alimentos, que tuvieron subidas de hasta el 8%.
Los canales escogidos para pagar los subsidios, cuando finalmente se empezaron a liberar los recursos, resultaron insuficientes. ¡°El Banco Agrario no contaba con la cobertura, ni con las facilidades tecnol¨®gicas, para prestar un buen servicio¡±, recuerda Galvis. Las filas de beneficiarios frente las sedes bancarias alrededor del pa¨ªs quedaron como s¨ªmbolo de una ¨¦poca. ¡°A la fecha, los programas de Petro no alcanzan los 10 millones de hogares de cobertura con los que cerr¨® el Gobierno de Duque¡±.
Una econom¨ªa popular sin contenido claro
Una de las bases de la pol¨ªtica del Gobierno es la promesa de campa?a enfocada en la inserci¨®n de millones de personas que trabajan en la econom¨ªa informal. Hoy se tienen proyectados 3,5 billones de pesos en cr¨¦ditos, cooperativas y otros mecanismos de financiaci¨®n para vendedores ambulantes, obreros de la construcci¨®n, trabajadoras dom¨¦sticas, entre otros. Pero el economista Daniel Castellanos subraya que, un a?o m¨¢s tarde, el dise?o del plan est¨¢ listo pero a¨²n no hay rastros de ejecuci¨®n: ¡°Hay un esfuerzo grande e importante. Hay asignaci¨®n de recursos. Pero hace falta empezar con un antecedente que preocupa¡±.
Se refiere a la ¡°dispersi¨®n de subsidios¡± que el anterior Gobierno distribu¨ªa a trav¨¦s del sistema financiero, y que este ¡°por razones ideol¨®gicas ha decidido reversar con las consecuencias de ineficiencia ya conocidas del Banco Agrario, sobre todo en las ¨¢reas urbanas¡±. De cualquier forma, reconoce que se trata de una pol¨ªtica social y econ¨®mica loable porque ¡°antes nadie lo hab¨ªa pensado¡± en un pa¨ªs cuya econom¨ªa es, esencialmente ¡°popular¡±. ¡°No se pueden seguir desarrollando todos los instrumentos para grandes y medianas empresas cuando la gran mayor¨ªa de las personas est¨¢n en la calle rebusc¨¢ndose la vida como tenderos u otros oficios¡±.
El gran reto de la transici¨®n energ¨¦tica
M¨¢s all¨¢ de las pol¨¦micas salidas en falso de la exministra de Minas, Irene V¨¦lez, y sus l¨ªos de nepotismo por emplear a su pareja en el Estado, parece que la hoja de ruta en un tema tan sensible como la transici¨®n energ¨¦tica no va del todo mal. Es lo que piensa el consultor en temas medioambientales Manuel Guzm¨¢n. Para el experto el Gobierno ha seguido la l¨ªnea trazada por su predecesor, el conservador Iv¨¢n Duque, en cuanto al denominado Plan 2050. ¡°Se ha partido de sus avances y se han actualizado otros proyectos¡±, asegura.
As¨ª mismo reconoce que el ¡°enfoque de descarbonizaci¨®n, que es la base de cualquier transici¨®n, es un avance positivo porque contempla esquemas innovadores en La Guajira con la inclusi¨®n de las comunidades en proyectos de energ¨ªa e¨®lica¡±. La opini¨®n p¨²blica colombiana, sin embargo, a¨²n resiente cierta beligerancia de la exministra en sus difusos pronunciamientos sobre la suspensi¨®n de contratos y exploraci¨®n de hidrocarburos, una de las grandes fuentes de exportaci¨®n del pa¨ªs.
Pero a pesar de que sus afirmaciones err¨¢ticas sobre las reservas potenciales de petr¨®leo y de gas tambi¨¦n sacudieron el debate, Guzm¨¢n destaca que el Gobierno en un a?o ha avanzado en ¡°formas innovadoras de impulsar la transici¨®n energ¨¦tica, a pesar de que Colombia es un pa¨ªs que tiene muy pocas emisiones de carbono¡±. Y concluye: ¡°No se pueden concretar proyectos f¨ªsicos, de proyecto e¨®licos y dem¨¢s, pero el simple hecho de proponer otro camino, en armon¨ªa con los debates que se dan en el mundo, es destacable¡±.
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