Una imagen del X de Petro desata un debate sobre el uso de la inteligencia artificial en el Gobierno colombiano
El ministro de Cultura, Juan David Correa, recomienda a sus colegas en el Gabinete que no produzcan textos o fotos con IA
Un debate insospechado surgi¨® en Colombia por cuenta de la Inteligencia Artificial (IA) el pasado Primero de Mayo, una fecha en la que parec¨ªa que, al menos este a?o, no cab¨ªa un debate m¨¢s. El presidente Gustavo Petro convoc¨® a sus partidarios para que respaldaran en las calles sus reformas sociales. Despu¨¦s, public¨® en su cuenta de X unas fotos que evidenciaban los altos niveles de concurrencia en todo el pa¨ªs. Sin embargo, varios detalles llamaron la atenci¨®n en dos im¨¢genes: caras deformadas, colores mal combinados en las banderas, pancartas con errores ortogr¨¢ficos. ¡°Coombia. Potencia mundial die dil a vida [sic]¡±, se le¨ªa en uno de los letreros. Era evidente que los dibujos hab¨ªan sido fabricados con IA. En el D¨ªa del Trabajador, varios ilustradores y dise?adores gr¨¢ficos lo sintieron como un desplante hacia sus oficios.
¡°En nombre de tantas colombianas y colombianos que trabajan en dise?o gr¨¢fico e ilustraci¨®n, debemos exigirle a Petro y la Presidencia que deje de usar esas im¨¢genes horribles de IA que se nutren de robar y les paguen lo justo a artistas que van a hacerlo mucho mejor¡±, escribi¨® en esa misma red social Santiago Rivas, un artista pl¨¢stico y profesor de collage. Se refer¨ªa a programas que permiten formar im¨¢genes en segundos a partir de combinar fragmentos de muchas otras fotos que son de creaci¨®n humana. Es un punto sensible para un sector que ve c¨®mo las nuevas tecnolog¨ªas amenazan sus puestos de trabajo: es m¨¢s f¨¢cil, r¨¢pido y barato darle ¨®rdenes a una m¨¢quina que pagarle a un trabajador. ¡°La IA es una base de datos que se nutre de trabajo que tiene un costo¡±, remarc¨® el artista pl¨¢stico.
Varios en el sector reforzaron la postura de Rivas, en un debate que se tom¨® X. ¡°Adhiero. No como un llamado a dormirnos frente a la vertiginosa evoluci¨®n de los medios y la tecnolog¨ªa, romantizando los oficios tradicionales. Sino como reflexi¨®n sobre la naturaleza extractivista de las IAs y el reconocimiento del talento de tantos artistas humanos de aqu¨ª¡±, coment¨® el muralista Oscar Gonz¨¢lez, conocido como Guache. ¡°El mal uso de esas IA de creaci¨®n de im¨¢genes no ayuda en nada a una buena imagen presidencial. Una campa?a bien ilustrada y dise?ada es necesaria¡±, a?adi¨® Jair Zame, un dise?ador gr¨¢fico de Barrancabermeja. El profesor Lucas Ospina, por su parte, cit¨® una frase del escritor austr¨ªaco Karl Kraus: ¡°Expresada sin arte, una verdad sobre un mal es un mal¡±.
Muchos otros usuarios del espacio antes conocido como Twitter, sin embargo, defendieron al presidente. En el hilo, hay comentarios que sostienen que la IA evita el ¡°derroche de fondos p¨²blicos¡± o que los artistas deben adaptarse al uso de nuevas tecnolog¨ªas para sobrevivir. ¡°Como dise?ador gr¨¢fico, la he usado. Es un recurso que, mezclado con la creatividad, da buenos resultados¡±, remarc¨® Daniel Vargas, que se identifica como petrista en su perfil y que tambi¨¦n cuestiona en sus mensajes que el debate desv¨ªe la atenci¨®n del ¨¦xito de la convocatoria presidencial.
El ministro responde
El hilo de Rivas podr¨ªa haberse quedado en un debate m¨¢s de X. Pero el ministro de Cultura, Juan David Correa, entr¨® en la pol¨¦mica, y se puso del lado de Rivas. ¡°Tiene toda la raz¨®n, ya envi¨¦ el mensaje a los canales de comunicaci¨®n interministeriales. Nosotros estamos dando instrucciones diarias sobre el tema en el Ministerio de Cultura. Los artistas y dise?adores merecen respeto¡±, declar¨®. El reclamo, seg¨²n evidenciaba el ministro, hab¨ªa llegado a los m¨¢s altos niveles. El presidente, por su parte, borr¨® la imagen que ten¨ªa m¨¢s rostros desfigurados. De acuerdo con fuentes gubernamentales, la foto le hab¨ªa llegado directamente a su celular.
El ministro Correa comenta, en conversaci¨®n telef¨®nica con este peri¨®dico, que hace unas semanas que dispuso que la entidad que dirige no utilice IA para producir im¨¢genes o piezas escritas. Explica que fue ¡°un acto de verg¨¹enza y reflexi¨®n propia¡± por haber compartido en sus redes sociales un texto que otro Ministerio produjo con IA. No se hab¨ªa percatado del uso de esta tecnolog¨ªa y, tras enterarse por un asesor, decidi¨® borrar la publicaci¨®n. ¡°Vengo del gremio editorial, conozco a mis colegas dise?adores, he trabajado con ellos toda mi vida. Son gente que se ha devanado la cabeza para producir tipograf¨ªas y dise?os¡±, resalta el funcionario, que fue director literario de Planeta en Colombia.
Correa, no obstante, reconoce las limitaciones que tiene su mensaje a los otros ministros. ¡°No tengo ni poder ni autoridad para influir en todos los dem¨¢s. Es solamente una recomendaci¨®n porque los artistas se estaban quejando¡±, subraya. Asimismo, enfatiza en que no se opone a todo uso de IA, pero que es necesario dar debates para preparar al sector y definir l¨ªmites en c¨®mo debe utilizarse. ¡°Muchos oficios van a desaparecer. Y hay que establecer protocolos para asuntos como la forma en la que vamos a prevenir ceses colectivos¡±, a?ade. Seg¨²n explica, hay una comisi¨®n presidencial para la IA que est¨¢ en proceso de conformaci¨®n y que contar¨¢ con la participaci¨®n de los ministerios de Tecnolog¨ªas de la Informaci¨®n y Comunicaciones (TICs), Educaci¨®n, Ciencias y Cultura.
Los desaf¨ªos por delante son significativos. Nelson Remolina, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Los Andes, explica por tel¨¦fono que no existe una ley de IA en Colombia y muchos de los debates para definir qu¨¦ constituye una violaci¨®n de derechos de autor reci¨¦n empiezan en otras partes del mundo, como es el caso de la demanda que present¨® en diciembre The New York Times contra OpenAI y Microsoft. ¡°Muchas de estas leyes de propiedad intelectual se hicieron cuando el protagonista era el factor humano. Seguramente estas leyes ir¨¢n cambiando¡±, dice.
Sin embargo, el surgimiento de nuevas tecnolog¨ªas no quita que hay normas preexistentes que otorgan protecciones. Remolina se?ala que las personas que utilicen IA deber¨ªan manifestarlo al momento de compartir o difundir la pieza en cuesti¨®n. ¡°Hay que ser transparente y explicar. El art¨ªculo 20 de la Constituci¨®n dice que la informaci¨®n debe ser veraz e imparcial. Si transmito informaci¨®n sin transmitir la fuente, la hago pasar como si fuera m¨ªa... y eso no es veraz¡±, afirma. Adem¨¢s, existen leyes de protecci¨®n de derechos al consumidor que buscan prevenir los enga?os, como ser¨ªa hacer pasar una foto producida con IA como el retrato de una escena real.
La precariedad del sector
El ilustrador Adalberto Camperos, conocido como Electrobudista, enfatiza en que la imagen de Petro ha servido para poner la lupa en la vulnerabilidad del sector ante el surgimiento de la IA. ¡°Es como ser un ascensorista en 1960. No hay forma de competir con alguien que ponga palabras en una computadora y salga una imagen que se puede cambiar en tiempo real¡±, relata por WhatsApp. Para ¨¦l, es solo cuesti¨®n de tiempo hasta que un relevo generacional reemplace a los editores y directores de arte y comunicaci¨®n que se resisten al uso de la IA. ¡°Lo ¨²nico que puede hacer que se sigan produciendo ilustraciones a mano es que al p¨²blico le importe. ?Pero a qui¨¦n le importa? A las nuevas generaciones les va a dar igual que una imagen est¨¦ hecha por IA o no¡±.
Electrobudista remarca que la IA se suma a las dificultades propias de un sector precarizado: los pagos son reducidos, muchas veces se abona a los 90 d¨ªas de entregado el trabajo, los clientes no pagan por propuestas que luego descartan y a veces se considera que el reconocimiento de poner el nombre del artista ¡°en grande¡± es suficiente. Muchos no valoran el oficio porque lo ven como un pasatiempo, algo que a los ilustradores les gusta hacer y que no cuenta como trabajo. No obstante, Camperos insiste en que su ¡°apuesta pol¨ªtica y art¨ªstica¡± es seguir con la manualidad. Cree que, a largo plazo, las im¨¢genes an¨¢logas tendr¨¢n un mayor valor cultural y llevar¨¢n etiquetas sobre su elaboraci¨®n por un humano. ¡°Ya no peleo con la IA. Me encanta que la gente la use, pero resisto desde lo t¨¦cnico, desde los acr¨ªlicos, pinceles y papeles¡±, apunta.
Daniel Vargas, el usuario que defendi¨® al presidente en X, trabaja en dise?o web y logotipos. Comenta que se resist¨ªa la IA, pero cambi¨® de opini¨®n en los ¨²ltimos a?os y ahora defiende la necesidad de adaptarse. ¡°Al comienzo estuve muy en contra. Pero, a fuerza de trabajar con gente de Estados Unidos, me abr¨ª un poco m¨¢s. Me dije: ¡®Bueno, es una herramienta que no me va a reemplazar¡¯. A veces los errores de los humanos tienden a cosas interesantes¡±, dice en un audio de WhatsApp. ¡°El problema no es la herramienta, sino que algunos la utilicen para cosas fraudulentas. Como cuando reemplazan una voz o usan un rostro en otro cuerpo. En eso es que hay que establecer leyes claras¡±, afirma.
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