Uribe en el banquillo de los acusados

?Buenos d¨ªas!

?Se suele abusar de la palabra ¡°hist¨®rica¡±. La vemos en cada hecho que se quiere resaltar como si la realidad necesitara a¨²n m¨¢s drama. La verdad es que las ¡°noticias hist¨®ricas¡± son contadas. Esta semana s¨ª ocurri¨® una significativa: por primera vez en m¨¢s de medio siglo, un expresidente colombiano se sentar¨¢ en el banquillo de los acusados.

?Adem¨¢s, no es cualquier exmandatario: el incombustible ?lvaro Uribe, el que logr¨® que el Congreso cambiara un art¨ªculo en la Constituci¨®n para reelegirse y que es la sombra pol¨ªtica de las ¨²ltimas d¨¦cadas en Colombia, afrontar¨¢ un juicio que podr¨ªa durar meses e incluso a?os.

?Se trata de un caso por soborno, fraude procesal y soborno a testigos en actuaci¨®n penal que ha dado tantas vueltas y ha durado tanto tiempo que a¨²n no es claro en qu¨¦ terminar¨¢. Detr¨¢s de esa investigaci¨®n est¨¢ una de las acusaciones m¨¢s graves que le persiguen desde hace a?os: sus presuntos v¨ªnculos con grupos paramilitares, como se contaba en este extenso perfil.

?Por eso, como dice el colega Juan Pablo V¨¢squez, la jueza Sandra Liliana Heredia, que tom¨® la decisi¨®n, pasar¨¢ a la historia. A ella se le recordar¨¢ tambi¨¦n por un ¡°gracias, se?or imputado¡±, la frase con la que respondi¨® al expresidente durante la audiencia y no el usual ¡°gracias, presidente¡±, como lo suelen llamar muchos en distintos ¨¢mbitos pol¨ªticos, aunque Uribe terminara su mandato en 2010. Para un sector de los colombianos, ¨¦l es su presidente eterno.

?No as¨ª para muchas v¨ªctimas de los llamados falsos positivos. Bajo el principio de jurisdicci¨®n universal, Uribe ha sido denunciado por v¨ªctimas y organizaciones que piden que se investigue su responsabilidad penal en al menos 6.402 asesinatos de civiles cometidos por militares durante su Gobierno.

?Como escribe Juan Diego Quesada, su presidencia ¡°fue un parteaguas en la concepci¨®n de Colombia como pa¨ªs¡±. Es probable entonces que muchos colombianos conozcan del caso, pero vale recordarlo r¨¢pidamente para entender c¨®mo se lleg¨® hasta ac¨¢:

?En 2012, el representante Iv¨¢n Cepeda hizo un debate de control pol¨ªtico sobre el paramilitarismo en Antioquia y su relaci¨®n con Uribe. El expresidente denunci¨® a Cepeda ante la Corte Suprema por presentar testimonios falsos. M¨¢s tarde, en 2014, Cepeda hizo otro debate sobre las relaciones del expresidente con el narcotr¨¢fico y el paramilitarismo. En ese momento, la imagen fue la de Uribe abandonando el recinto y atravesando la plaza de Bol¨ªvar para ampliar la demanda contra Cepeda en la Corte Suprema.

?Sin embargo, en 2018, la Corte Suprema archiv¨® la denuncia de Uribe contra el senador Cepeda, y decidi¨® en su lugar investigar al expresidente por presunta manipulaci¨®n de testigos. Para ese momento, Uribe se hab¨ªa convertido en el senador m¨¢s votado en la historia de Colombia, con 800.000 votos, y su partido, el Centro Democr¨¢tico, en la mayor bancada del Congreso del momento.

?Con su ahijado pol¨ªtico, Iv¨¢n Duque, elegido presidente, nadie esperaba que, en agosto de 2020, la Sala de Instrucci¨®n de la Corte Suprema ordenara la detenci¨®n domiciliaria del senador y expresidente. Tampoco se esperaba que Uribe renunciara a su esca?o como senador (lo cual el permit¨ªa mantener el fuero). Y aunque luego obtuvo la libertad, permaneci¨® vinculado al caso hasta el pasado 24 de mayo, cuando oficialmente pas¨® a categor¨ªa de imputado.

?Uribe, sin embargo, ya recus¨® al fiscal Gilberto Villareal y ha pedido que sea apartado del proceso y se nombre otro funcionario en su reemplazo. Como aquella vez en 1994, cuando le dio un pu?etazo a un viejo amigo que en ese momento era un rival pol¨ªtico, falta ver cu¨¢l ser¨¢ el siguiente golpe, jur¨ªdicamente hablando.

?Y, m¨¢s all¨¢ del caso, est¨¢ pendiente el curso que tome el ¡°juicio hist¨®rico¡± al expresidente que marc¨® a generaciones de colombianos. Para el historiador Jorge Orlando Melo, el gran juicio en su contra ser¨ªa el de los falsos positivos. ¡°Como presidente fue eficaz; sin embargo, cre¨® un ambiente pol¨ªtico que llev¨® a la consolidaci¨®n de los paramilitares, a lo que se sum¨® un manejo inadecuado con las FARC. Se hizo mejor con Santos (su sucesor)¡±, dijo para el reportaje Uribe, el poder y el abismo, publicado en este medio.

Otras historias

Como esto nunca para, les recomiendo estar muy atentos a todos los reportajes sobre el sistema de salud que se publiquen en EL PA?S Am¨¦rica Colombia.?

De lo m¨¢s reciente, la decisi¨®n de la EPS Sura de retirarse del sistema de salud. La determinaci¨®n de la empresa, con m¨¢s de cinco millones de afiliados o el 10% de los colombianos, refleja la crisis del sector, escribe Santiago Torrado.?

La noticia de las ¨²ltimas horas que tiene muy felices a los animalistas: la decisi¨®n del Congreso colombiano de prohibir las corridas de toros.

?Sobre otro de los grandes temas de la semana, les recomiendo este an¨¢lisis de Camila Osorio, titulado Los globos constituyentes de Petro: una apuesta pol¨ªtica arriesgada en un camino legal inviable.

?La columna de Juan Camilo Restrepo, quien fue jefe del equipo negociador de Juan Manuel Santos, sobre lo que califica como ¡®Las ambig¨¹edades del acuerdo con el ELN sobre participaci¨®n de la sociedad civil¡¯.

?La entrevista de Lucas Reynoso a Carlos Carrillo, el actual director de la Unidad Nacional para la Gesti¨®n del Riesgo de Desastres, quien habla de la corrupci¨®n que carcome a la entidad y que tiene en jaque al gobierno de Gustavo Petro.

?Y una tribuna sobre la muerte del m¨²sico vallenato Omar Geles. En palabras de Gustavo Caraballo, autor del libro Pedazo de acorde¨®n y otros relatos vallenatos, ¡°un talento nato que sac¨® de su imaginaci¨®n m¨¢s de mil canciones en todo su andar art¨ªstico¡± y compuso para Diomedes D¨ªaz, Silvestre Dangond, Mart¨ªn El¨ªas, Jorge O?ate, Iv¨¢n Villaz¨®n y muchos otros. En otras palabras, un rey del vallenato.

?Hasta la pr¨®xima.

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