Los cambios de Domin¨®, el plan para frenar la extorsi¨®n desde las c¨¢rceles de Colombia
El programa insignia del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario ha incrementado las amenazas contra los funcionarios de la c¨¢rcel de Palogordo (Santander), donde se concentran 28 cabecillas
Ober Ricardo Mart¨ªnez Guti¨¦rrez, El Negro Ober, se hizo famoso en marzo de 2023. En ese entonces se revelaron varios videos en los que se ve¨ªa al cabecilla de la banda criminal Los Rastrojos haciendo llamadas extorsivas desde los tel¨¦fonos p¨²blicos de la c¨¢rcel de Palogordo, en Gir¨®n (Santander). Se le escuchaba amenazar a comerciantes con matarlos si no pagaban, y ¨®rdenes para que la estructura criminal continuara. Su caso llev¨® a que el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC), entidad que maneja las prisiones, creara el programa Domin¨® para enfrentar una aut¨¦ntica epidemia de delitos que se ordenaban y planeaban desde las c¨¢rceles.
La idea era darle un manejo especial a una treintena de presos que est¨¢n calificados como altamente peligrosos por su actuar delictivo tras las rejas. Para evitar que crearan y mantuvieran redes ilegales en las prisiones, y que amenazaran o corrompieran a los guardianes que son quienes dan permisos o permiten tener celulares, cambiar¨ªan de prisi¨®n cada veinte d¨ªas. Por su peligrosidad, lo har¨ªan solo entre las ocho prisiones de m¨¢xima seguridad que hay en Colombia: La Picota de Bogot¨¢, La Tramac¨²a en Valledupar, Picale?a cerca a Ibagu¨¦, La Dorada en Caldas, San Isidro en Popay¨¢n, Palogordo en Gir¨®n, Jamund¨ª en el Valle del Cauca, y El Barne, en Boyac¨¢. As¨ª ocurri¨®. El Instituto los movi¨® durante varios meses, con helic¨®pteros y aviones de la Polic¨ªa Nacional. Pero desde junio, y en sigilo, el INPEC cambi¨® la din¨¢mica.
El director del Instituto, el teniente coronel Daniel Fernando Guti¨¦rrez, explica que encontraron una mejor f¨®rmula. Por su ubicaci¨®n, en Palogordo no entra la se?al de telefon¨ªa celular, lo que dificulta mucho las acciones criminales. Por esa suerte de inhibidores naturales, han concentrado all¨ª a 28 de los 35 delincuentes que est¨¢n actualmente en el programa. Otro motivo, seg¨²n una fuente del INPEC, fue el presupuestal. ¡°Sal¨ªa muy costoso pagar tanta gasolina para mover a una veintena de presos cada mes¡±, ha dicho. El plan es ampliar el pabell¨®n de m¨¢xima seguridad para alojar a los 35, y otros que en el futuro requieran un grado similar de aislamiento, pero para eso se requiere dinero y tiempo.
Entre tanto, el Instituto defiende los logros del programa. Explica que, en poco m¨¢s de un a?o, no solo han cambiado la ubicaci¨®n de los cabecillas. El director cuenta que han llevado a cabo 1.793 operativos, han incautado 8.419 celulares desde los que se extorsionaba en las prisiones, y se han incautado de m¨¢s de 528 kilos de estupefacientes y m¨¢s de 73 millones de pesos (16.600 d¨®lares aproximadamente).
Sin embargo, los cambios del programa han levantado molestia. El gobernador de Santander, Juvenal D¨ªaz, ha alzado la voz de protesta. ¡°De seis delincuentes de alto riesgo, pasamos a tener m¨¢s de 20. Eso genera unos problemas de amenaza, de caos, de personas que vienen a visitarlos y que tienen nexos con estos bandidos¡±, le ha dicho el mandatario, un militar en retiro, al diario regional Vanguardia. Su incomodidad ha hecho eco en los sindicatos del Instituto. Carlos Andr¨¦s C¨®rdoba, guardia con el rango de dragoneante y quien trabaja en Palogordo, cuenta por tel¨¦fono a este diario que, aunque la estrategia parece haber ayudado a bajar las extorsiones en otras ciudades, ha puesto en un riesgo extremo a trabajadores del INPEC en esa c¨¢rcel.
Cuenta que all¨ª est¨¢n recluidos Jos¨¦ Manuel Vera, alias Satan¨¢s, del temido Tren de Aragua; o Digno Palomino, alias El viejo, de Los Rastrojos del Caribe. En total, la c¨¢rcel tiene 2.450 reclusos y 240 funcionarios para vigilarlos. ¡°La situaci¨®n con esos cabecillas se nos han complicado mucho. Ofrecen 100 millones de pesos a la persona que mate al capit¨¢n Dur¨¢n [Eliasid Dur¨¢n, el director de la c¨¢rcel], 10 millones por matar a un funcionario del INPEC. Lo hacen p¨²blicamente: lo gritan a viva voz en la parte interna de la c¨¢rcel¡±, cuenta el dirigente del Sindicato de Trabajadores Penitenciarios de Colombia. ¡°Para m¨ª el Plan Domin¨® fue improvisado, nosotros ac¨¢ no contamos con anillos de seguridad externos con la polic¨ªa y el ej¨¦rcito, no tenemos seguridad externa, carecemos de personal, de rayos X, trabajamos con las u?as. Hemos sido v¨ªctimas ya de 20 amenazas directas, y pedimos garant¨ªas de seguridad urgentes¡±.
A inicios de 2024, la Defensor¨ªa del Pueblo emiti¨® una alerta temprana en la que advert¨ªa que, en los meses anteriores, los funcionarios adscritos a esta prisi¨®n estaban siendo amenazados de muerte ¡°a trav¨¦s de panfletos, llamadas y videos que los grupos de criminalidad organizada hacen llegar a sus celulares, sus lugares de trabajo o residencia, al tiempo que los comparten por redes sociales para tener un mayor alcance¡±. Una de las que registraron est¨¢ fechada de 10 de mayo pasado. Fue firmada por el grupo autodenominado Muerte a Guardianes Opresores (MAGO), y est¨¢ relacionada con las medidas de la operaci¨®n Domin¨®. ¡°En retaliaci¨®n a las medidas de control implementadas contra las estructuras dedicadas a la extorsi¨®n desde el establecimiento carcelario¡±, dice la Defensor¨ªa.
?scar Robayo, otro dirigente sindical del INPEC, acepta que las amenazas contra los funcionarios han incrementado desde que se puso en marcha el plan, pero lo defiende. ¡°La estrategia ha disminuido los ¨ªndices de extorsi¨®n desde las c¨¢rceles¡±, dice. Alega que el problema es que ninguna entidad se hace responsable por la seguridad de los funcionarios carcelarios. En 2023 fueron asesinados 21 dragoneantes en todo el pa¨ªs, otros 10 lo han sido este a?o.
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