La crisis clim¨¢tica se impone entre las prioridades de Bogot¨¢
El racionamiento de agua ha marcado el primer a?o de Carlos Fernando Gal¨¢n como alcalde de la capital colombiana
Bogot¨¢ recibi¨® el 2024 con incendios forestales en sus emblem¨¢ticos cerros orientales, y acaba el a?o con los embalses que la surten de agua por debajo de la mitad de su capacidad, a pesar de que la meta establecida era que alcanzaran el 75% despu¨¦s de ocho meses de racionamiento del servicio. En el camino, la capital de Colombia se postul¨® fugazmente para albergar la conferencia mundial sobre biodiversidad, la COP16 que al final se celebr¨® en Cali, y hubo lluvias torrenciales que inundaron la Autopista Norte, una v¨ªa principal que atraviesa dos humedales. En otras palabras, los temas ambientales irrumpieron por varios frentes en la agenda del alcalde, Carlos Fernando Gal¨¢n, a punto de cumplir su primer a?o en el poder.
La noche en que gan¨® las elecciones a la Alcald¨ªa con pr¨¢cticamente la mitad de todos los votos, Gal¨¢n mencion¨® la seguridad, la movilidad ¨Ca trav¨¦s de la primera l¨ªnea del Metro de Bogot¨¢¨C y la lucha contra el hambre como los ejes de su mandato en una urbe de ocho millones de habitantes. Ni la sequ¨ªa, ni el nivel de los embalses, ni las campa?as de ahorro asomaron como un tema prioritario en el empalme que hizo con la Administraci¨®n saliente de Claudia L¨®pez.
Nada m¨¢s haberse posesionado en el primer d¨ªa de este 2024, los incendios en los cerros orientales dejaron en evidencia que los eventos clim¨¢ticos extremos se abr¨ªan paso el debate p¨²blico. El fen¨®meno de El Ni?o, reforzado por el cambio clim¨¢tico, se dej¨® sentir desde enero en toda su dimensi¨®n, con d¨ªas secos y altas temperaturas. La sequ¨ªa trajo una crisis en la que Gal¨¢n estren¨® su talante de estar sobre el terreno, en este caso el Puesto de Mando Unificado en la quebrada La Vieja, en los ic¨®nicos cerros orientales que se han convertido en s¨ªmbolos de la urbe. Cuando los principales focos de fuego fueron controlados, el Distrito retom¨® el impulso de reemplazar las especies de plantas invasoras ¨Ccomo pinos y eucaliptos¨C por ¨¢rboles nativos que generen menos combusti¨®n.
Por esos d¨ªas, Bogot¨¢ tambi¨¦n defendi¨® su candidatura para organizar la enorme Conferencia de Naciones Unidas sobre biodiversidad. El alcalde se asegur¨® de destacar que la capital alberga 17 humedales y se distingue por estar rodeada de p¨¢ramos. Entre ellos, el m¨¢s grande del mundo, el de Sumapaz, que es tambi¨¦n la m¨¢s grande de sus 20 localidades. Esa amistosa competencia la perdi¨® con Cali, que en febrero fue oficialmente escogida como la sede del evento. Poco despu¨¦s, qued¨® en evidencia la dilatada crisis del agua que ha llevado a Bogot¨¢ a un esquema de racionamiento desde el 11 de abril.
Los embalses levantados en esos p¨¢ramos que bordean la ciudad tambi¨¦n suministran el agua que consumen sus habitantes. Como ha recordado el propio Gal¨¢n en un esfuerzo pedag¨®gico, la distante capital bebe de la Amazonia, y la deforestaci¨®n acaba por afectarla. Los llamados ¡°r¨ªos voladores¡± viajan desde el oc¨¦ano Atl¨¢ntico hasta la cordillera de Los Andes, empujados por los vientos alisios, y se alimentan del vapor de los ¨¢rboles de la selva amaz¨®nica. Esos bosques garantizan la regulaci¨®n del clima y la oferta de agua en las grandes ciudades andinas, como Bogot¨¢.
Los embalses han llegado este a?o a niveles hist¨®ricamente bajos, debido a que disminuyeron las lluvias en la cordillera de Los Andes, en general, y en el p¨¢ramo de Chingaza en particular, que es la mayor despensa de agua para la capital. Los p¨¢ramos no retuvieron tanto l¨ªquido como acostumbran, en un ejemplo de lo vulnerable que es Colombia a la crisis clim¨¢tica. Cuando se dise?¨® el sistema de embalses que surten a Bogot¨¢, una ciudad famosa por su clima lluvioso, eran impensables ¨¦pocas de sequ¨ªa tan extrema.
Los bogotanos aprendieron en este 2024 que, en condiciones normales, cerca del 70% del agua que consumen proviene del Parque Natural Nacional Chingaza, en el que se construy¨® hace medio siglo un sistema artificial de recolecci¨®n, el llamado Sistema Chingaza. La ciudad y sus municipios vecinos tambi¨¦n obtienen en torno al 25% de los embalses de Neusa, Sisga y Tomin¨¦ ¨Cel Sistema Tibitoc, que potabiliza el agua del r¨ªo Bogot¨¢¨C, y el 5% restante de Sumapaz. Aumentar la capacidad de Tibitoc ha sido una de las soluciones coyunturales.
Los embalses suben y bajan de nivel de manera c¨ªclica. ¡°Pero si no llueve, como ocurri¨® en 1995 cuando se registr¨® el hist¨®rico de m¨¢xima sequ¨ªa en Chingaza, el agua no alcanzar¨¢ para el a?o siguiente y entonces surgir¨¢n problemas de abastecimiento¡±, explicaba en una de sus columnas Natasha Avenda?o, la gerente de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogot¨¢. En un ejemplo ilustrativo, agosto fue el mes con menos lluvias de los ¨²ltimos 55 a?os.
Los baj¨ªsimos niveles del Sistema Chingaza se convirtieron en motivo de constante preocupaci¨®n, y llevaron a Gal¨¢n a implantar el esquema de racionamiento que divide a la ciudad en nueve zonas para rotar los cortes del servicio ¨Csuspendido por las fiestas de fin de a?o hasta el pr¨®ximo 7 de enero¨C. Las medidas se han relajado o endurecido por momentos, a pesar de que las metas propuestas nunca se han cumplido del todo. La Alcald¨ªa se propon¨ªa terminar el 2024 con niveles de 75% en Chingaza, necesarios para resistir sin angustias los primeros meses secos del 2025. El embalse acaba el a?o por debajo de la mitad de su capacidad.
El racionamiento desnud¨® la mala gesti¨®n del agua en Bogot¨¢ que hab¨ªa pasado inadvertida desde hace a?os, apunta Andr¨¦s Torres, director del Instituto del Agua de la Universidad Javeriana. ¡°Es una gesti¨®n totalmente centralizada, poco flexible, no hay otras opciones de abastecimiento. No se piensa en el ciclo hidrol¨®gico, en una gesti¨®n integral: por un lado est¨¢ el abastecimiento y por otro el drenaje¡±, plantea como reparos a lo que considera un ¡°estilo consumista¡± este doctor en hidrolog¨ªa urbana. Hace falta una visi¨®n prospectiva, la mirada cortoplacista ha hecho a la ciudad vulnerable al cambio y la variabilidad clim¨¢tica. ¡°Es una situaci¨®n muy cr¨ªtica que vamos a seguir viviendo si no hacemos algo al respecto¡±, advierte.
A¨²n en medio de las restricciones, otro episodio, uno m¨¢s, volvi¨® a recordar el mes pasado los estragos que traen los fen¨®menos clim¨¢ticos extremos. Las inusuales lluvias de la primera semana de noviembre inundaron la Autopista Norte y dejaron atrapadas a m¨¢s de 2.000 personas, lo que subray¨® la equivocaci¨®n hist¨®rica de haber construido una avenida de seis carriles sobre el humedal Torca-Guaymaral, partirlo en dos y reducir la esponja natural que retiene agua. Como soluci¨®n de fondo, la postergada ampliaci¨®n de la Autopista requiere tambi¨¦n elevarla para recuperar esa conexi¨®n h¨ªdrica, pero el proyecto est¨¢ detenido en medio de diferencias entre la Alcald¨ªa y las autoridades ambientales. En el a?o que se extingue, el clima se ha impuesto por encima de las dem¨¢s prioridades en la gesti¨®n de Bogot¨¢.
Un a?o de desencuentros entre Gal¨¢n y Petro
Las relaciones entre Carlos Fernando Galán y Gustavo Petro han estado sembradas de desencuentros en el año que han compartido como gobernantes de Bogotá y de Colombia, respectivamente. La primera línea del Metro de Bogotá, por la que ya se habían sacado chispas en campaña, se mantiene como un punto de fricción. El alcalde cerró el año con una visita a las obras del metro, que iban por encima del 44% de avance con corte al 30 de noviembre. A partir del próximo septiembre comenzarán a llegar los trenes. “La obra va bien y la estamos protegiendo y blindando, en términos de garantizar que no se pare”, ha dicho Galán. A pesar de su talante conciliador, el alcalde se ha posicionado como contrapeso del presidente en otros temas de peso, como la postura de Colombia frente a la crisis de la vecina Venezuela, la lucha contra el hambre en Bogotá y el enrevesado proceso que rodea al hospital San Juan de Dios, parte del debate más amplio sobre la salud. La Alcaldía y el Gobierno nacional también chocaron por la ampliación de la avenida Boyacá, cuya licencia ambiental fue demandada por la ministra de Ambiente, Susana Muhamad. Galán ha acusado al Ejecutivo de entrometerse “en asuntos que deben ser definidos por Bogotá”.