Los Waorani se convierten en ¨¢guilas para proteger la Amazonia ecuatoriana
Un grupo de monitores conocidos como Kenguiwe o ¡°¨¢guilas arp¨ªas¡± vigila el territorio de esta nacionalidad ind¨ªgena para evitar el avance de la deforestaci¨®n, la extracci¨®n ilegal de madera y el extractivismo
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Jos¨¦ Nenquimo se sube cada semana a un peque?o monte desde donde observa el bosque primario que rodea al territorio Waorani en la Amazonia ecuatoriana. Sin necesidad de anteojos o binoculares, logra identificar un espacio donde se ha talado madera a m¨¢s de 20 metros de distancia. Como si tuviera alas, ¨¦l corre a trav¨¦s de la vegetaci¨®n de la selva para tomar fotograf¨ªas de la amenaza con su celular. Su destreza no sorprende a sus compa?eros. Nenquimo es parte del equipo de ¡°¨¢guilas arp¨ªas¡±, que protege y monitorea el hogar de esta nacionalidad ind¨ªgena.
De acuerdo a la cosmovisi¨®n de los Waorani, una de las 11 nacionalidades ind¨ªgenas de la Amazonia ecuatoriana, estas aves son como los centinelas de su mundo. Con su visi¨®n, hasta siete veces m¨¢s poderosa que la de los humanos, y con sus garras, del tama?o de un oso, las ¨¢guilas arp¨ªas vigilan las 800.000 hect¨¢reas que pertenecen a este pueblo en las provincias de Pastaza, Napo y Orellana.
Para complementar esta protecci¨®n que reciben desde el aire, los Waorani formaron un grupo de hombres y mujeres que han adquirido las destrezas de las ¨¢guilas arp¨ªas. Nombrados los Kenguiwe, como se conoce a estas aves en la lengua Wao Terero, recorren todos los d¨ªas el territorio para evitar el avance de actividades como la tala de madera, la caza y pesca, la contaminaci¨®n y la miner¨ªa ilegal.
¡°Ya me est¨¢n saliendo plumas en los brazos¡±, bromea Nenquimo, quien integra este grupo desde sus inicios en 2021. Primero fue monitor de su comunidad Konipare, despu¨¦s coordinador del grupo de Napo y ahora dirige a los 12 monitores Kenguiwe que se distribuyen por las tres provincias donde habitan los Waorani. Durante estos casi cuatros a?os, el equipo ha logrado registrar y mapear 1.063 alertas, incluyendo aprovechamiento de madera y flora, deforestaci¨®n, invasiones, caza y pesca ilegal, contaminaci¨®n, construcci¨®n de v¨ªas, as¨ª como miner¨ªa ilegal en su territorio.
Gracias a sus recorridos y a la coordinaci¨®n con las comunidades, los Kenguiwe han elaborado mapas de calor para identificar las zonas con m¨¢s amenazas, han emprendido acciones para evitar que extra?os ingresen a su territorio y han combatido la tala ilegal de madera, que es una de las principales amenazas para su hogar y para el Parque Nacional Yasun¨ª, tambi¨¦n considerado parte de su territorio ancestral.
Conocimiento tradicional y tecnolog¨ªa
El monitoreo es milenario, dice Ene Nenquimo, vicepresidenta de la Nacionalidad Waorani del Ecuador (NAWE). En la antig¨¹edad, sus ancestros se divid¨ªan en clanes o tribus para resguardar las cabeceras de los r¨ªos Napo, Villano y Pitacocha, al igual que la actual Reserva de Bi¨®sfera del Yasun¨ª.
Tuvieron su primer contacto con el mundo occidental hace 60 a?os, cuando ingres¨® la industria petrolera a su hogar. A pesar de que a¨²n viven rodeados de bosques primarios, las actividades extractivas avanzan en la zona.
Seg¨²n datos de la plataforma MapBiomas, el 63% del territorio ind¨ªgena de la Amazonia ecuatoriana est¨¢ concesionado a bloques petroleros y esta regi¨®n ha perdido 379.000 hect¨¢reas de bosque entre 1985 y 2020. A estos impactos, se suman los m¨¢s de tres derrames de petr¨®leo semanales que se registran en las provincias amaz¨®nicas, seg¨²n el Ministerio del Ambiente, Agua y Transici¨®n Ecol¨®gica (MAATE).
¡°Ya sentimos los efectos del cambio clim¨¢tico por la tala de ¨¢rboles y el da?o a los suelos amaz¨®nicos¡±, dice Jos¨¦, quien explica de memoria c¨®mo la deforestaci¨®n libera carbono a la atm¨®sfera, y describe el temor de iniciar el ¡®punto de no retorno¡¯ en la pr¨®xima d¨¦cada, como lo han previsto investigadores como Carlos Nobre. El problema es latente en la Amazonia ecuatoriana. En los ¨²ltimos ocho a?os, la Unidad de Protecci¨®n del Medio Ambiente de la Polic¨ªa Nacional (UPMA) ha retenido 25.200 metros c¨²bicos de madera en esta regi¨®n.
Por eso, la Nacionalidad Waorani del Ecuador, mediante una Asamblea, decidi¨® activar su sistema de monitoreo que abarca a las 87 comunidades. Con el apoyo t¨¦cnico de la Fundaci¨®n Ecociencia, los Waorani implementan la vigilancia satelital y en campo. Javier Vargas, coordinador de Gobernanza y Gesti¨®n Territorial de Ecociencia, explica que desde el 2017 se empezaron a construir las metodolog¨ªas. En funci¨®n a las presiones socioambientales, los Waorani designaron cuatro personas para que monitoreen Pastaza, cuatro en Orellana y cuatro en Napo.
¡°La diferencia es que en el pasado nos defend¨ªamos con lanzas y ahora nos ayudamos de la tecnolog¨ªa¡±, dice Ene, mientras toma fotograf¨ªas de un ceibo con su celular, la principal herramienta de monitoreo. Laura Enqueri, coordinadora territorial Kenguiwe de Pastaza, camina hasta ocho kil¨®metros diarios por la selva amaz¨®nica. Cuando encuentra una actividad il¨ªcita, registra en su tel¨¦fono las coordenadas, la fecha, el tipo de presi¨®n y el tama?o del ¨¢rea afectada. Tambi¨¦n sube im¨¢genes que funcionan como evidencias.
Una vez que tiene conexi¨®n a Internet, los hallazgos se cargan autom¨¢ticamente en una plataforma en l¨ªnea. Para la monitora de 27 a?os, que ahora domina el proceso, lo m¨¢s dif¨ªcil fue aprender a ¡°coger el punto de ubicaci¨®n¡±.
Luego, Jos¨¦ Nenquimo analiza la informaci¨®n en la oficina de la NAWE en Puyo, la capital de Pastaza. Durante estos cuatro a?os se ha convertido en un experto en esta tecnolog¨ªa. Cada semana, se asegura de que los datos reportados sean fiables y determina la gravedad de cada evento en el mapa satelital. Al final del mes, entrega un reporte con las conclusiones al Consejo de Gobierno de la NAWE para evaluar los siguientes pasos.
Controles en las v¨ªas
Carolina Rosero, directora del programa Amazonia de Conservaci¨®n Internacional (CI) Ecuador, considera que el monitoreo comunitario es indispensable para proteger esta regi¨®n, ya que el 63% de la selva ecuatoriana est¨¢ en manos de pueblos y nacionalidades ind¨ªgenas. La deforestaci¨®n, dice, es una de sus principales amenazas. Esta no solo tiene implicaciones en el cambio clim¨¢tico, sino tambi¨¦n en la regulaci¨®n de los ciclos h¨ªdricos y en los modos de vida de las poblaciones. Al talar los ¨¢rboles, se pierde biodiversidad, que es el alimento de estas comunidades, y se cambian las propiedades del suelo, lo que afecta la siembra de productos vitales para su dieta.
Gracias al monitoreo de las ¨¢guilas arp¨ªas han constatado que el aprovechamiento de flora, deforestaci¨®n y tala ilegal de madera est¨¢n entre las principales amenazas. Las tres suman el 49,17% de los 1.063 reportes obtenidos en estos casi cuatro a?os.
La p¨¦rdida de la selva es una de las mayores preocupaciones para los Waorani. El equipo ha reportado la deforestaci¨®n de 306 hect¨¢reas de bosque, lo que equivale a 756 canchas de f¨²tbol.
¡°?Sientes el ox¨ªgeno? Esto solo se siente en el bosque primario. Es lo que queremos proteger¡±, dice Ene, mientras camina con los monitores de Pastaza por la v¨ªa Nushi?o-To?ampare, que atravesar¨¢ 42 kil¨®metros de selva virgen. Durante su recorrido, a solo tres kil¨®metros de la entrada, encontraron las huellas de ¨¢rboles talados.
Debido al alto n¨²mero de reportes, los Waorani instalaron un puesto de control en la entrada a la v¨ªa, que se empez¨® a construir en 2022. En marzo de 2023, la Organizaci¨®n Waorani de Pastaza (OWAP) present¨® una denuncia al Ministerio del Ambiente para que se suspenda la construcci¨®n hasta que se asegure la protecci¨®n de los ecosistemas.
En esta estaci¨®n tambi¨¦n controlan el paso de los veh¨ªculos hacia Obepare, una de las tres comunidades con el n¨²mero m¨¢s alto de reportes. El 61% de los eventos de extracci¨®n de madera en Obepare est¨¢ relacionado a personas ajenas a la comunidad.
Ver¨®nica Enqueri, monitora de Pastaza, es la encargada de los controles en la v¨ªa. Su personalidad risue?a y amigable cambia de forma dr¨¢stica al detener a los veh¨ªculos. ¡°Tengo que ser m¨¢s seria para explicarles que est¨¢ prohibido entrar al territorio¡±, dice. Les pregunta sus datos personales y el motivo de su visita. Si detecta algo sospechoso, les niega el ingreso. A mediados de julio un grupo de mineros ilegales intentaron ingresar. ¡°Me asust¨¦ y no pude dormir toda la noche¡±, dice Enqueri, al recordar que incluso recibi¨® amenazas.
La estaci¨®n cuenta con Internet, que funciona con energ¨ªa solar, para comunicarse ante emergencias. Esa ma?ana, pidieron refuerzos a la presidenta de la comunidad Obepare, a la NAWE y a la Polic¨ªa Nacional, quienes acudieron en su apoyo. En esos casos, cuenta Jos¨¦, se activa un protocolo para proteger a los monitores, ya que est¨¢n conscientes de los peligros que implica combatir actividades ilegales. Adem¨¢s del puesto de control Nushi?o- To?empare, a finales de julio instalaron un centro en la entrada a la comunidad Me?epare, en Napo, otro punto conflictivo.
Ojos de ¨¢guila en el Parque Nacional Yasun¨ª
En Orellana no hay estaciones fijas. Los monitores caminan o recorren en canoa las ¨¢reas m¨¢s amenazadas. Uno de los mayores logros del equipo Kenguiwe ha sido el trabajo con los guardaparques del Parque Nacional Yasun¨ª. Roberto Lima, encargado de Gobernanza de la NAWE y parte de Kenguiwe, cuenta que en octubre de 2023, coordinaron acciones para decomisar motosierras y madera que iba a ser extra¨ªda del Yasun¨ª.
Seg¨²n la Unidad de Polic¨ªa del Medio Ambiente (UPMA), la extracci¨®n ilegal de madera representa el mayor problema en este ¨¢rea protegida, la m¨¢s grande de Ecuador continental. Se presume que las especies son transportadas hacia Per¨² a trav¨¦s del r¨ªo Curaray. Uno de los principales problemas de las reservas en Ecuador, es la falta de vigilancia y accesibilidad.
Para acompa?ar el trabajo en esta zona, se realiza un monitoreo satelital. Jorge Villa, especialista en Sistemas de Informaci¨®n Geogr¨¢fica y Sensores Remotos en Ecociencia, explica que movilizarse por estas zonas es costoso, demorado e inseguro. Con este proceso, se obtienen reportes para facilitar el trabajo de los Kenguiwe.
Los datos satelitales permiten analizar los cambios de uso de suelo a lo largo del tiempo y la modificaci¨®n del territorio con la apertura de v¨ªas. El equipo Waorani de Orellana logr¨® demostrar la deforestaci¨®n de 13 kil¨®metros de la selva virgen en Bataboro para abrir una v¨ªa para la miner¨ªa ilegal. Pusieron una denuncia en Fiscal¨ªa y los militares retiraron a los invasores.
Para Juan Bay, presidente de la NAWE, es necesario reforzar la presencia de los monitores en campo, instalar m¨¢s puntos de control y contar con tecnolog¨ªa para supervisar todo el territorio. Para sostener el proyecto a largo plazo, est¨¢n en b¨²squeda de m¨¢s fuentes de financiamiento.
La experiencia de los Waorani ha funcionado como un ejemplo para otras nacionalidades, como los Shuar y Achuar, que han implementado sistemas de monitoreo. Mientras tanto, los Kenguiwe siguen planificando nuevas rutas de vigilancia y movi¨¦ndose silenciosamente a lo largo del territorio Waorani para preservar los ¨²ltimos bosques primarios, guiados por el vuelo de las ¨¢guilas.
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