La misteriosa arqueolog¨ªa de la Amazonia brasile?a emerge de los r¨ªos en medio de una sequ¨ªa hist¨®rica
Grabados en la roca, urnas funerarias y un fuerte del siglo XVIII est¨¢n entre los restos arqueol¨®gicos que estaban bajo el agua y que ahora pueden estudiarse por primera vez
La grave sequ¨ªa que padece la Amazonia brasile?a, con los r¨ªos con el caudal m¨¢s bajo de los ¨²ltimos 121 a?os, provoca un da?o ambiental y social incalculable, pero simult¨¢neamente ha sacado a la luz importantes restos arqueol¨®gicos. Al menos cuatro yacimientos eran desconocidos hasta la fecha. En los alrededores de Manaos, en la Ponta das Lajes, la bajada del nivel del r¨ªo Negro ha dejado al descubierto numerosos grabados en la roca en forma de rostros humanos, algo poco com¨²n en la regi¨®n amaz¨®nica, donde son m¨¢s frecuentes los dibujos geom¨¦tricos o de animales. Algunas de estas caretas, como las llaman los vecinos de la zona, ya se conoc¨ªan desde la ¨²ltima gran sequ¨ªa, en 2010, pero ahora, con el r¨ªo m¨¢s seco que nunca, pueden verse muchas m¨¢s, seg¨²n explica por tel¨¦fono el arque¨®logo Jaime Oliveira, que trabaja para el Gobierno. Datarlas es muy dif¨ªcil, porque no hay restos de pigmentos que puedan ser analizados, pero se calcula que rondan los 2.000 a?os de antig¨¹edad y fueron realizadas por los pueblos nativos de la regi¨®n.
En los ¨²ltimos d¨ªas, el celular de Oliveira no para de recibir avisos de colegas y vecinos que sospechan estar ante alg¨²n descubrimiento. Recibe las alertas con sentimientos encontrados: peque?as alegr¨ªas en medio del drama de la sequ¨ªa, que ha dejado incomunicadas a miles de personas que dependen del transporte fluvial para moverse y obtener suministros. De momento tambi¨¦n han aparecido restos de urnas funerarias de cer¨¢mica en el municipio de Anam?, y m¨¢s grabados antropomorfos en Urucar¨¢ y S?o Sebasti?o de Uatum?, a menos de 300 kil¨®metros de Manaos.
Para el arque¨®logo, los abundantes yacimientos en un radio tan peque?o considerando el tama?o de la Amazon¨ªa (similar a la Uni¨®n Europea) son una prueba de que la regi¨®n central de la selva estuvo densamente poblada. ¡°Por las caracter¨ªsticas ambientales aqu¨ª no es com¨²n encontrar refugios rocosos, cavernas o yacimientos monumentales. No tenemos ese tipo de asentamientos, pero eso no quiere decir que no hubiera grupos con organizaciones sociales muy complejas y un buen conocimiento del territorio¡±, apunta.
Durante mucho tiempo, se pens¨® que la Amazonia era un desierto verde con escasa presencia humana, un lugar ¡°sin historia¡±, dice Oliveira en referencia a una idea ya descartada. Hoy, en el mundo acad¨¦mico es un consenso que antes de la llegada de los colonizadores, en esta inmensa selva tropical viv¨ªan entre nueve y diez millones de personas. El 90% de los ind¨ªgenas perecieron, sobre todo por los enfrentamientos y las enfermedades que llegaron de Europa, a finales del siglo XVI y en el XVII. Aqu¨ª no hab¨ªa grandes metr¨®polis como los imperios inca o azteca, sino importantes concentraciones de aldeas hechas a base de paja y madera. El uso de material org¨¢nico en las construcciones por la escasez de piedra en la Amazonia se lo suele poner dif¨ªcil a los arque¨®logos.
Al margen de los restos precolombinos, tambi¨¦n han aparecido restos m¨¢s f¨¢ciles de fechar: un fuerte del siglo XVII en Tabatinga, en la triple frontera entre Brasil, Colombia y Per¨². Los historiadores sab¨ªan que en alg¨²n momento all¨ª se alz¨® el fuerte de S?o Francisco Xavier, pero sus humildes restos han salido ahora a la superficie por primera vez. Era un fuerte de madera con algunas bases de ladrillos de barro, y era la ¨²ltima parada para quien sub¨ªa el r¨ªo Solim?es rumbo a los Andes durante el periodo colonial. M¨¢s que un papel defensivo, ten¨ªa un rol simb¨®lico, para marcar el l¨ªmite de los dominios de la corona portuguesa, explica el arque¨®logo.
Para el presidente del Instituto Nacional del Patrimonio Hist¨®rico y Nacional (IPHAN) del Gobierno brasile?o, Leandro Grass, lo m¨¢s urgente ahora es registrar todos los yacimientos y avanzar en las tareas de concienciaci¨®n para que no sean vandalizados o expoliados. Cuando aparecieron los grabados en las rocas de la Ponta das Lajes se hicieron virales unos videos de curiosos manoseando piedras y saltaron las alarmas. El ¨®rgano de protecci¨®n del patrimonio pidi¨® a la polic¨ªa que reforzara la vigilancia. ¡°Es un trabajo de hormiguita en los territorios, que b¨¢sicamente hacen nuestros arque¨®logos y t¨¦cnicos con las comunidades locales. Vamos a seguir invirtiendo en educaci¨®n patrimonial, una agenda que fue enterrada por el Gobierno [de Jair] Bolsonaro¡±, critica el gestor.
M¨¢s all¨¢ de los nuevos yacimientos que ahora ven la luz, excavar en una regi¨®n cubierta de densa vegetaci¨®n y donde la mayor¨ªa de vestigios son min¨²sculas piezas de cer¨¢mica o grabados en la roca no da mucho margen para descubrimientos espectaculares, pero alimenta la imaginaci¨®n y las leyendas urbanas.
El arque¨®logo Eduardo Go¨¦s Neves, del Centro de Estudios Amerindios de la Universidad de S?o Paulo (USP), uno de los mayores especialistas del pa¨ªs, toma aire cada vez que tiene que rebatir las teor¨ªas de la conspiraci¨®n que hablan de enormes ciudades perdidas que a¨²n est¨¢n por descubrir entre la espesura de la Amazonia, una especie del mito de El Dorado versi¨®n 2.0.
Aun as¨ª, dice que hay mucho margen para avanzar hacia hallazgos de peso. En Brasil, por ejemplo, ya se han descubierto importantes l¨ªneas en la selva, a modo de trincheras con formas geom¨¦tricas. Un hito importante se dio el a?o pasado, cuando unos investigadores alemanes descubrieron en la Amazonia boliviana unos mont¨ªculos en forma de pir¨¢mides construidos por la cultura Casarabe, entre el 500 y el 1.400 d.C. No lo hicieron a base de pico y pala, sino gracias a un l¨¢ser a¨¦reo que dispara rayos infrarrojos desde una aeronave o un dron.
¡°Estamos pasando por un momento de cambios muy importante, con tecnolog¨ªas de rastreo que nos permiten identificar estructuras que est¨¢n debajo de la copa de los ¨¢rboles¡±, dice el arque¨®logo del Centro de Estudios Amerindios sobre esta tecnolog¨ªa, que de momento no est¨¢ muy extendida en Brasil. Por ahora, los esforzados arque¨®logos que trabajan en la Amazon¨ªa brasile?a seguir¨¢n catalogando los hallazgos lo m¨¢s r¨¢pido posible, antes de que en diciembre empiece la estaci¨®n lluviosa y estos misteriosos vestigios del pasado vuelvan a quedar escondidos bajo el agua.
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