La paradoja de una ultraderecha que en Brasil y el mundo se adue?a de la rebeld¨ªa que fue de la izquierda
Una nueva experiencia, entre estramb¨®tica e iluminista, desaf¨ªa el liderazgo del bolsonarismo y muestra su capacidad de movilizar a los j¨®venes que se estaban apartando de la pol¨ªtica tradicional
La novedad pol¨ªtica en el ¨¢mbito de la extrema derecha bolsonarista de Brasil es la de Pablo Mar?al, que con su esfuerzo en utilizar las redes sociales y con sus oscuros manejos se hizo millonario y podr¨ªa conquistar la alcald¨ªa de S?o Paulo, la mayor y m¨¢s rica ciudad de Am¨¦rica Latina. El hecho de que el empresario pueda hasta amenazar el liderazgo del bolsonarismo ra¨ªz ha llevado al fil¨®sofo marxista Jones Manuel a afirmar en el sitio Brasil 247 que ello ¡°es el fruto de que la derecha se est¨¢ apropiando de la rebeld¨ªa y de la contestaci¨®n al sistema¡±. A?ade que ¡°la izquierda ha pasado a representar el statu quo¡± y que por ello los j¨®venes sienten la fascinaci¨®n de la nueva rebeld¨ªa que encuentran en el espejismo de la extrema derecha.
El discurso del nuevo y joven bolsonarismo que tiene preocupado a su fundador podr¨ªa ser un anzuelo para atraer la atenci¨®n del electorado m¨¢s joven que se identifica con la idea de hacerse rico e independiente de patronos con sus propios esfuerzos y su creatividad en el manejo de las redes.
Si la ideolog¨ªa de extrema derecha del capit¨¢n, Jair Bolonaro, se fundaba sobre todo en la lucha contra el comunismo y en la defensa de los valores tradicionales de la familia y de la religi¨®n, en la fuerza de la violencia y la nostalgia por las dictaduras militares, la nueva derecha que empieza a despuntar en Brasil, con los ojos puestos en los j¨®venes, es sobretodo una lucha contra el sistema como tal. Y usa la religi¨®n, un valor tan arraigado en el alma del pa¨ªs que abraza a todos los credos pol¨ªticos, no como un valor tradicional en peligro sino en la clave de la Iglesia Evang¨¦lica de la Prosperidad, que ofrece, junto con la fe, la riqueza material y hasta los milagros y la fuga de los demonios.
El joven nuevo bolsonarista est¨¢ sabiendo usar la idea de esa nueva Iglesia de la Prosperidad para intentar convencer a los j¨®venes que todo es posible cuando se est¨¢ fuera de las amarras del sistema, desde hacerse millonario a hacer milagros. ?l mismo lleg¨® al borde de intentar resucitar a un muerto. Y eso, apoy¨¢ndose en los evangelios, en las ense?anzas de Jes¨²s. Seg¨²n el joven antisistema, Jes¨²s dijo a sus disc¨ªpulos que har¨ªan milagros mayores que ¨¦l, que devolv¨ªa la vista a los ciegos, hac¨ªa andar a los paral¨ªticos y hasta resucit¨® a su amigo L¨¢zaro.
Esa idea de cambiar las viejas ideolog¨ªas de izquierdas y de derechas, las del sistema tradicional por nuevas formas de rebeld¨ªa que conduzcan a la felicidad y al enriquecimiento personal, pone en peligro m¨¢s que al bolsonarismo original, a la misma izquierda tradicional que acab¨® tantas veces identific¨¢ndose con el sistema, cayendo en los mismos errores y pecados de la extrema derecha cl¨¢sica.
La nueva experiencia pol¨ªtica de Brasil hace dif¨ªcil al mismo presidente Lula mantener vivo el fuego de la izquierda tradicional en un mundo en profunda transformaci¨®n laboral y hasta ideol¨®gica. Si un simple joven, salido de la nada, pero con un pu?adote de ideas estramb¨®ticas contra el sistema tradicional de partidos e ideolog¨ªas, asegura riqueza y felicidad y es capaz de conseguir cien millones de seguidores en sus redes, no cabe duda que algo no funciona en el hasta ayer tradicional sistema, sea de partidos, sea del modo de concebir la pol¨ªtica.
Para decirlo con palabras de esos j¨®venes que se presentan como nuevos profetas: si hasta hoy la pol¨ªtica cl¨¢sica de los partidos peca de la tentaci¨®n de enriquecerse y de enriquecer a toda su familia, hoy eso ya no es necesario, ya que est¨¢ naciendo un modo nuevo para todos de enriquecimiento f¨¢cil, el prometido por Dios en la Iglesia de la Prosperidad, sin necesidad de pasar por los arcos de la pol¨ªtica cl¨¢sica de partidos e instituciones.
Nadie es capaz a¨²n de pronosticar a d¨®nde puede llegar esa nueva experiencia entre estramb¨®tica e iluminista de una pol¨ªtica ejercida fuera del sistema tradicional de derechas e izquierdas y que, por primera vez, desde los tiempos de las grandes revoluciones de la izquierda, es capaz de movilizar e interesar a los j¨®venes que se estaban apartando de la pol¨ªtica tradicional.
Se trata, la de Brasil, de una experiencia a¨²n en ciernes que puede acabar en aguas de borraja para devolver a la escena a la pol¨ªtica tradicional de los partidos. Dada, sin embargo, la experiencia en curso del crecimiento de una ultradrecha a nivel mundial, tambi¨¦n antisistema pero anclada m¨¢s bien en los c¨¢nones del bolsonarismo ra¨ªz y del trumpismo americano, la nueva experiencia derechista juvenil de Brasil, no puede ser despreciada. Es como m¨ªnimo un alarma dentro del torbellino pol¨ªtico que nos azota y que cada d¨ªa pone m¨¢s en crisis a la izquierda tradicional que se emperra en seguir anal¨®gica en un mundo en que, sobre todo los j¨®venes, navegan ya en las aguas peligrosas pero irreversibles de las redes con sus pros y sus contras ya bien conocidos.
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