Latinoam¨¦rica en el espejo espa?ol
Am¨¦rica Latina est¨¢ destinada a seguir siendo un insumo de la campa?a electoral espa?ola
La comunidad cultural e hist¨®rica que integran Espa?a y Am¨¦rica Latina se proyecta sobre la pol¨ªtica. En tiempos de polarizaci¨®n ese v¨ªnculo se acent¨²a. A uno y otro lado del Atl¨¢ntico las facciones que luchan por el poder se interpretan a s¨ª mismas como parte de una cofrad¨ªa internacional. Alrededor de las elecciones espa?olas del 28 de mayo se ha desplegado este juego de afinidades y rechazos.
Los alineamientos se insinuaron antes de que los espa?oles concurrieran a votar. El presidente del Gobierno de Espa?a, Pedro S¨¢nchez, mantiene algunas diferencias con el brasile?o Lula da Silva. Por ejemplo, en torno al ataque de Rusia a Ucrania. Lula ha manifestado su disconformidad con que Europa y, en particular, Espa?a, provea de armas a los ucranianos, lo que explica el desaire de Volod¨ªmir Zelenski, que no quiso recibirlo en la cumbre del G7 en Hiroshima. Pero estos pronunciamientos, que alejan a Lula del socialismo y le acercan a Podemos, no alcanzan para romper una convergencia pol¨ªtica. Poco antes de las elecciones, S¨¢nchez llam¨® a evitar que en su pa¨ªs triunfara una versi¨®n local de Jair Bolsonaro, expresidente y l¨ªder de la ultraderecha brasile?a. Bolsonaro: el gran enemigo de Lula.
En Colombia se produjo una situaci¨®n sim¨¦trica. Cuando a pocas horas de conocerse los resultados de la pen¨ªnsula, la senadora Fernanda Cabal, identificada con el expresidente ?lvaro Uribe, festej¨® el progreso electoral de Vox, el presidente Gustavo Petro contest¨® con una agresiva referencia hist¨®rica: ¡°Es Alemania 1933¡å. Insuperable servicio a la campa?a socialista: Petro afirma que en Espa?a se estar¨ªa dando un proceso equiparable al ascenso del nazismo. Ni S¨¢nchez se animar¨ªa a formular esa condena.
En Venezuela, Nicol¨¢s Maduro guard¨® un silencio que se volvi¨® estridente en contraste con el aplauso a la victoria, el mismo domingo, de Recep Tayyip Erdogan en Turqu¨ªa, a cuya asunci¨®n del mando asisti¨® la semana pasada. Se entiende la circunspecci¨®n del caribe?o: la derrota del socialismo espa?ol era tambi¨¦n la de su amigo Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. Y el derrumbe de Podemos, el de un viejo aliado del chavismo.
La oposici¨®n a Maduro s¨ª se hizo sentir. Sobre todo, Mar¨ªa Corina Machado, que tiene v¨ªnculos estrech¨ªsimos con el Partido Popular. Salud¨®, en especial, a la exitosa presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel D¨ªaz Ayuso, celebrando que ¡°una vez m¨¢s, las ideas de libertad enamoran y convencen porque son las que s¨ª funcionan¡±. El antichavismo forma parte de la pol¨ªtica espa?ola de mil maneras: Felipe Gonz¨¢lez fue abogado de Leopoldo L¨®pez en el peor momento de su persecuci¨®n y, durante la administraci¨®n de Mariano Rajoy, el mismo L¨®pez encontr¨® asilo en la embajada de Espa?a en Caracas, a cargo de Jes¨²s Silva Fern¨¢ndez. Ese compromiso oficial con los opositores a Maduro termin¨® con la llegada de S¨¢nchez a Moncloa.
Argentina es otro pa¨ªs en el que las banderas de los partidos espa?oles parecen ser parte de las campa?as locales. Pablo Iglesias lo explicit¨®: el mi¨¦rcoles pasado afirm¨®, en una entrevista realizada desde Buenos Aires, dijo que ¡°en Espa?a hemos pedido los aliados de Cristina Kirchner¡±. Es verdad, aunque tal vez no fue amistoso recordarlo: la vicepresidenta argentina bastante pesar tiene con sus propias dificultades electoral para asociarse con naufragios transatl¨¢nticos. El rival y compa?ero de partido de la se?ora de Kirchner, el presidente Alberto Fern¨¢ndez, guard¨® un silencio luctuoso: Pedro S¨¢nchez es su mejor amigo en Europa.
El contrapunto es casi perfecto. Al d¨ªa siguiente de las elecciones espa?olas se realiz¨® un encuentro virtual de l¨ªderes de centro derecha que integran el Grupo Libertad y Democracia. All¨ª el argentino Mauricio Macri, el chileno Sebasti¨¢n Pi?era y el colombiano Iv¨¢n Duque agitaron las consignas del PP y festejaron su victoria. La m¨¢s enf¨¢tica fue la diputada espa?ola, de ra¨ªces argentinas, Cayetana ?lvarez de Toledo. Ella plante¨® que el proceso que se vive en Espa?a tiene, en realidad, un car¨¢cter regional. Dijo que el cambio que se insin¨²a en su pa¨ªs puede ser el punto de partida de ¡°la derrota de la izquierda reaccionaria en toda la regi¨®n¡±. Pero despu¨¦s fue muy precisa en criticar a ¡°los populismos de derecha y a la antipol¨ªtica¡±.
Las manifestaciones de los argentinos hicieron juego con estas afirmaciones y matices. Horacio Rodr¨ªguez Larreta y Patricia Bullrich, que compiten por la candidatura presidencial de su partido, el Pro, enviaron sus felicitaciones a sus amigos del PP. Bullrich, que se precia de ser el ala dura de esa corriente, salud¨® a D¨ªaz Ayuso con nombre y apellido. Larreta se ve siempre como la versi¨®n local del moderado Alberto N¨²?ez Feij¨®o en su pa¨ªs. Se reflejan los partidos y tambi¨¦n las l¨ªneas internas.
Am¨¦rica Latina est¨¢ destinada a seguir siendo un insumo de la campa?a electoral espa?ola. S¨¢nchez debe asumir el 1 de julio la presidencia del Consejo de Europa. Veintitr¨¦s d¨ªas m¨¢s tarde se celebrar¨¢n las elecciones que ¨¦l convoc¨® despu¨¦s de la derrota. Entre esas dos fechas, en Bruselas se realizar¨¢ la cumbre entre la Uni¨®n Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribe?os (CELAC). All¨ª estar¨¢n, en principio, Lula, Alberto Fern¨¢ndez, Nicol¨¢s Maduro, el nicarag¨¹ense Daniel Ortega, el cubano Miguel D¨ªaz-Canel y el chileno Gabriel Boric. ?Qu¨¦ mejor compa?¨ªa puede esperar S¨¢nchez para reiterar su llamado a detener a la derecha en nombre de la democracia espa?ola?
M¨¢s all¨¢ de esta agitaci¨®n proselitista, en varias canciller¨ªas latinoamericanas se realizan conjeturas sobre las consecuencias que puede tener para las relaciones econ¨®micas con Europa un cambio en el gobierno de Espa?a. En Bruselas se constituy¨® un fondo de 300.000 millones de euros, llamado Global Gateway, para movilizar inversiones en Am¨¦rica Latina hasta 2027. Si al frente de la Uni¨®n fuera reemplazado S¨¢nchez por N¨²?ez Feij¨®o, la administraci¨®n de esos recursos acaso cambiar¨ªa de criterio. En el PP adelantan que su asignaci¨®n se har¨ªa con criterios ligados a la calidad institucional: transparencia y respeto a las reglas constitucionales, sobre todo de divisi¨®n de poderes. Ser¨ªa un cimbronazo. Y las amistades y antipat¨ªas de facci¨®n que se registran a ambos lados del oc¨¦ano, se volver¨ªan m¨¢s ac¨¦rrimas. Como siempre que los sentimientos se mezclan con el vil metal.
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