Luis Antonio de Villena: ¡°La poes¨ªa de internet me parece muy pobre¡±
El poeta lanza su nuevo poemario ¡®Lujurias y apocalipsis¡¯ y dos contundentes vol¨²menes de su poes¨ªa reunida ¡®La belleza impura¡¯ (Poes¨ªa 1971-2021)¡¯
¡°He entrado en la vejez, con desd¨¦n, preocupado, sin ganas / no me enga?o, la vejez nada tiene de admirable¡±, escribe Luis Antonio de Villena (Madrid, 71 a?os) en unos versos de Lujurias y apocalipsis (Visor), su ¨²ltimo poemario que, adem¨¢s de la vejez propia, trata de la decadencia de un mundo que el poeta considera mediocre y, como titular¨ªa otro poeta en el mismo sello, echado a perder.
Sin embargo, De Villena se presenta jovial y animado bajo las nubes y la fina lluvia del oto?o, vestido de s¨ª mismo (el sombrero con pluma, el fular morado, las gafas redondas, los vistosos anillos, el bast¨®n) en una cafeter¨ªa no muy lejos de la madrile?a plaza de Chamber¨ª. Tambi¨¦n trae bajo el metaf¨®rico brazo (es demasiado voluminosa, en dos tomos, para el transporte f¨ªsico) su poes¨ªa reunida (a falta de algunos poemas del citado ¨²ltimo libro) publicada por la editorial Milenio, con el t¨ªtulo La belleza impura (Poes¨ªa 1971-2021). Pesa un kilogramo, lo sabe porque la ha pesado en la b¨¢scula del ba?o. Toda una trayectoria po¨¦tica: 50 a?os y un kilo.
Pregunta. ?Qu¨¦ siente usted al sopesar estos vol¨²menes?
Respuesta. Siento lo que significa el paso del tiempo, mucho tiempo...
P. ?Qu¨¦ hay dentro de ese mucho tiempo?
R. Est¨¦ticas diversas; situaciones ideol¨®gicas, vitales o sentimentales distintas. La mayor¨ªa de los poetas tenemos un fondo com¨²n, un mundo propio, que puede ser reiterativo, pero va cambiando en funci¨®n de la ¨¦poca y con la voluntad de que, al menos formalmente, el lector encuentre sorpresas.
P. ?Qu¨¦ cambios ha habido?
R. Mi primer libro Sublime solarium (1971), por ejemplo, era muy manierista, muy barroco, lleno de cultismos y de engolamientos. En cambio, Marginados (1993) es m¨¢s urbano y coloquial, todo lo contrario. Celebraci¨®n del libertino (1998) pretende ser una novela en poemas. Etc¨¦tera. Hay mucha diferencia y muchos juegos, pero un universo com¨²n.
P. ?Esto de la reiteraci¨®n puede ser un problema?
R. Hay peligros. Un gran poeta como Francisco Brines, que era muy amigo m¨ªo, no tend¨ªa a renovarse. Ten¨ªa su idea del poema, le quedaba muy bien, pero no se preocupaba en cambiarla.
La mayor¨ªa de los poetas tenemos un fondo com¨²n que puede ser reiterativo, pero va cambiando en funci¨®n de la ¨¦poca y la voluntad de que, al menos formalmente, el lector encuentre sorpresas
P. ?Qu¨¦ hay en ese sustrato constante suyo? ?Cierto culturalismo?
R. Bueno, eso quiz¨¢s fue un gusto al principio: hab¨ªa un af¨¢n de lucir lo que sab¨ªas. En ese tiempo los j¨®venes ten¨ªan un enorme af¨¢n de aprender cosas nuevas. Ezra Pound sab¨ªa algo de chino y algo de griego, yo tambi¨¦n estudiaba chino y griego. Pero la cultura para m¨ª no es solo un adorno, es una forma de vida. No me canso de saber, estudio todos los d¨ªas.
P. Se le ve nostalgia en los versos.
R. No tengo nostalgia de lo inmediato. Tampoco es que quiera volver a tener 20 a?os. A Juan Eduardo Cirlot le hubiera gustado volver al siglo XV, a m¨ª me pasa algo parecido, tengo nostalgia, pero de ¨¦pocas que no he vivido. Por ejemplo, de la Antig¨¹edad grecorromana. Dicen que el nivel de vida de la Roma del siglo II no se recuper¨® hasta el Londres victoriano.
P. ?Estamos en esa decadencia que describe en sus ¨²ltimos poemas?
R. Son malos tiempos, en Espa?a y en el mundo en general. Hay una crisis, pero no solo la econ¨®mica, que hace que seamos todos m¨¢s pobres por culpa de unos superricos que son la avaricia personificada, sino una crisis de los tiempos. Todo convulsiona, pero no ves que el tiempo que vaya a venir sea mejor. Los niveles de cultura y educaci¨®n han ca¨ªdo a niveles inimaginables. Hay que haber vivido lo anterior para darse cuenta. Parece que todo se hunde. Hay, lo hablaba con [Fernando] Savater, una terrible sensaci¨®n de que todo vale.
P. ?Ve muy relevante la pol¨ªtica cultural?
R. Felipe Gonz¨¢lez y Jose Mar¨ªa Aznar ayudaron a la cultura. Los siguientes, de ambos partidos, hicieron infinitamente menos. A Zapatero le cay¨® la crisis y se qued¨® perplejo, Rajoy no hizo nada, y a S¨¢nchez parece que ni le importa. Nunca menciona la cultura y cuando la menciona se equivoca: cit¨® un verso de Gil de Biedma y dijo que era de Blas de Otero.
R. Me parece muy bien que el Estado pague el cambio de sexo, porque hay gente que necesita recuperar el sexo que ¨ªntimamente tiene, pero cuando sea real. Aunque parezca extra?o, en el cambio de sexo podr¨ªa haber algo de moda. Por ejemplo, un travesti no es de otro g¨¦nero, es un hombre que solo quiere actuar como una mujer, o viceversa, a ratos. He conocido a muchos¡ A lo largo de 30 a?os de vida nocturna, imag¨ªnate. Creo que es bueno que se acompa?e de un proceso m¨¦dico, se tiene que cuidar un poco.
P. Hay una amenaza nuclear, pero no parecemos querer creerlo.
R. Eso no es nada nuevo, pero es una realidad pavorosa. Ya lo dijo Einstein, que la Cuarta Guerra Mundial ser¨ªa con palos y piedras. Hay miles de problemas, la superpoblaci¨®n es otro, y no se habla tanto. Tener hijos alegremente es una tremenda cat¨¢strofe. La mayor¨ªa de los hijos nacen porque se ha querido echar un polvo, los ni?os deber¨ªan nacer por voluntad de los padres. Encima las armas nucleares est¨¢n en manos de pol¨ªticos, lo que lo hace a¨²n m¨¢s pavoroso.
P. ?No le gustan los pol¨ªticos?
R. Los pol¨ªticos me parecen cada vez m¨¢s nefastos, todo el mundo habla mal de ellos. En pol¨ªtica hay hombres completamente est¨²pidos y hay mujeres que parecen haber perseguido la igualdad en esa estupidez.
La vejez ya supone una merma, no solo un cambio. Todo son limitaciones, y es un poco angustioso.
P. La llegada de la vejez tambi¨¦n se trata en sus ¨²ltimos poemas.
R. Vas cumpliendo a?os y, al principio, es una cosa venial. ¡°Ya tengo 46¡ Cu¨¢nto he vivido...¡± Se dan cambios enormes a trav¨¦s de la vida. Me sorprende cuando veo a poetas j¨®venes que conoc¨ª con 22 a?os y de repente aparecen cercanos a la cincuentena. Pero la vejez es diferente: ya supone una merma, no solo un cambio. Todo son limitaciones, y es un poco angustioso. El viejo vive como en una torre del homenaje, esa ¨²ltima torre que quedaba de los castillos cuando se destru¨ªan.
P. ?Cu¨¢ndo se dio cuenta?
R. A los 68 a?os me mir¨¦ en el espejo. Me vi unas ojeras profundas, me dije que habr¨ªa dormido mal. Pero no, me sal¨ªan por la edad. Se lleva muy mal la adecuaci¨®n a la propia imagen. Me hacen fotos y me veo mal, de manera inconsciente no acepto mi imagen nueva. Quiz¨¢s por eso algunos autores se ponen en los libros fotos con bastantes menos a?os. Si alguna vez me deterioro y no puedo vivir bien, prefiero no vivir. Creo en el derecho a una muerte digna, en la eutanasia. Muchos partidos de derecha han confundido este tema, que es moral, con un tema ideol¨®gico. Y lo han convertido en una idea de izquierdas. Pero no es una ideolog¨ªa pol¨ªtica.
P. En sus poemas alaba la belleza de la juventud.
R. Me gusta la juventud, y no solo por la belleza. Pero t¨² sabes que esos j¨®venes van a dejar de serlo, y eso es algo que ellos no saben. Ese es uno de los encantos de la juventud.
P. Siempre ha prestado atenci¨®n a la poes¨ªa joven.
R. He publicado varias antolog¨ªas, la ¨²ltima es La inteligencia y el hacha (en Visor) de 2010. Lo que pasa que ahora es muy dif¨ªcil porque hay un totum revolutum, es dif¨ªcil encontrar corrientes generacionales. Hay mucha poes¨ªa joven muy bien escrita, pero parece que uno ya la ha le¨ªdo. Falta voz po¨¦tica, personalidad.
P. ?Qu¨¦ le parece el fen¨®meno de la poes¨ªa en internet?
R. Me parece muy pobre. El otro d¨ªa le¨ª un poema en Instagram que me sorprendi¨® de lo pobre que era. Bueno, no me sorprendi¨® tanto, porque ya lo he visto mucho. M¨¢s que un poema parec¨ªa una anotaci¨®n de un diario, sin ning¨²n inter¨¦s. ¡°No s¨¦ si me ama / miro las nubes / creo que me voy a tomar una cerveza¡±. Algo as¨ª. La poes¨ªa tiene que ser m¨¢s compleja y honda.
La poes¨ªa de internet me parece muy pobre. La poes¨ªa tiene que ser m¨¢s honda y compleja.
P. Hay poetas que dejan la poes¨ªa con la edad, como si fuera un pecado de juventud.
R. Yo creo que no lo dejan por eso. Aqu¨ª cerca vive uno de esos, Julio Llamazares, al que met¨ª en mi primera antolog¨ªa de poetas j¨®venes. ?T¨² crees que lo deja por ser un pecado de juventud? Yo creo que la mayor¨ªa lo deja porque se les acaba la picaz¨®n po¨¦tica, y encuentran mejor expresi¨®n en la prosa. Porque ya no les sale.
P. ?Alg¨²n otro ejemplo?
R. Jaime Gil de Biedma, que era muy amigo m¨ªo, dej¨® de escribir poes¨ªa porque no quer¨ªa repetirse. Ten¨ªa un mundo muy intenso pero muy cerrado.
P. Su poes¨ªa reunida es, desde luego, mucho m¨¢s voluminosa que la de Gil de Biedma. ?De d¨®nde viene esa prolificidad?
R. Quiz¨¢s de que he trabajado mucho y no he trabajado nunca. Es decir, siempre he trabajado escribiendo, pero siendo un colaborador, nunca en n¨®mina. Gil de Biedma me dec¨ªa que parase un poco, pero es que cuando volv¨ªamos de salir de noche ¨¦l se duchaba y se iba a reuniones de ejecutivo, mientras que yo me pon¨ªa a dormir hasta la tarde, cuando me levantaba a escribir. ?l regresaba demasiado cansado para hacerlo.
¡®Lujurias y apocalipsis¡¯. Visor, 2022. 104 p¨¢ginas. 12 euros.
¡®La belleza impura (Poes¨ªa 1971-2021)¡¯. Milenio. 2022. 1.636 p¨¢ginas (dos vol¨²menes). 84,55 euros.
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