Mec¨¢nica cu¨¢ntica, cultura y pol¨ªtica en Weimar
Las nuevas tecnolog¨ªas, con la inteligencia artificial, la producci¨®n de energ¨ªa y el control del espacio exterior a la vanguardia, se est¨¢n dejando en manos privadas
Posiblemente no haya periodo en la historia de Europa m¨¢s excitante y convulso que los a?os veinte en Alemania. La Rep¨²blica de Weimar. Una pel¨ªcula, una serie de televisi¨®n y un peque?o libro los considero esenciales y de conclusiones que pueden, un siglo despu¨¦s, llevarnos a meditar sobre la situaci¨®n actual.
La pel¨ªcula es Cabaret, 1972, del director Bob Fosse, interpretada por una espl¨¦ndida Liza Minnelli. El guion de Cabaret, heredero de novelas, obras de teatro y musicales previos, se desarrolla al final del periodo, 1931, cuando la situaci¨®n pol¨ªtica y social en Alemania atisba el borde del abismo. La serie televisiva es la magn¨ªfica y monumental Babylon Berlin, creada recientemente por Tom Tykwer. Sin embargo, lo que, sin duda por mi oficio, encuentro m¨¢s fascinante de aquellos apasionantes a?os es el breve ensayo Cultura en Weimar, causalidad y teor¨ªa cu¨¢ntica, 1918-1927, de Paul Forman. Fue un oscuro art¨ªculo que descubr¨ª por casualidad en 1977, publicado como libro por Alianza Universidad en 1984. La tesis de Forman es tan compleja como sugiere su t¨ªtulo: la mec¨¢nica cu¨¢ntica se desarroll¨® influenciada directamente por el ambiente intelectual de la Rep¨²blica de Weimar.
Aquella incertidumbre deb¨ªa tener consecuencias en principios f¨ªsicos como la causalidad y la funci¨®n del observador
El arte y la cultura reflejaron la tremenda posguerra de 1918 y 1919, la hiperinflaci¨®n de 1923 y la depresi¨®n de 1929. Estas sumieron a Alemania en una etapa de v¨¦rtigo pol¨ªtico y social, pero tambi¨¦n de creatividad desatada. Pi¨¦nsese en Otto Dix, George Grosz, Thomas Mann, Stefan Zweig, Bertolt Brecht, Fritz Lang y decenas de otros autores de todas las artes. La incertidumbre de la ¨¦poca deb¨ªa tener consecuencias en los principios alumbrados por la f¨ªsica cu¨¢ntica en asuntos tan esenciales como la causalidad (desconexi¨®n de las causas y sus efectos), la complementariedad (dualidad tan inherente en la luz y la materia como el cuerpo y el alma de las personas), la indeterminaci¨®n (imposibilidad de aproximarse a certezas sin aumentar las ambig¨¹edades) y, sobre todo, la funci¨®n del observador alterando la realidad observada.
En las elecciones de mayo de 1924, el partido nazi obtuvo 32 diputados. En diciembre de ese mismo a?o, redujeron su representaci¨®n en el Reichstag a 14 asientos. En las elecciones de 1928 les fue a¨²n peor: 12 esca?os. Dos a?os m¨¢s tarde, 1930, los nazis se convirtieron en el segundo partido alem¨¢n con 107 diputados. Un siglo despu¨¦s en Europa se est¨¢ dando un proceso parecido. No estamos en una posguerra mundial ni, al parecer, ante una debacle econ¨®mica global como la de 1929. No se puede caer en el simplismo de que la historia se repite por muy inquietantes que sean los liderazgos recientes de muchos pa¨ªses europeos y otras potencias mundiales, con Rusia y China yendo a lo suyo. E Israel alentando con su genocidio un terrorismo ad infinitum. La pregunta clave es qu¨¦ relaci¨®n se puede establecer entre la f¨ªsica de los cuantos en sus balbuceos con la ciencia y la tecnolog¨ªa actuales avanzando hacia la computaci¨®n desmesurada (cu¨¢ntica, por supuesto), la inteligencia artificial, la biotecnolog¨ªa e ingenier¨ªa gen¨¦tica, las comunicaciones sin l¨ªmites y dem¨¢s. ?Est¨¢n estos desarrollos tambi¨¦n influidos por la deriva pol¨ªtica actual? Un aspecto de la respuesta es tan sencillo como estremecedor.
?Qu¨¦ pueden hacer los Trump, Milei, Meloni, Orb¨¢n, Le Pen y dem¨¢s neofascistas, con muchedumbres jale¨¢ndolos alborozadas, ante este poder futuro?
La mec¨¢nica cu¨¢ntica, junto a la relatividad de Einstein, sent¨® las bases firmes de la era at¨®mica en la que estamos inmersos. Una enorme parte de la ingenier¨ªa actual proviene de ellas. Pero la gran consecuencia de la mec¨¢nica cu¨¢ntica fue el desarrollo de la bomba at¨®mica, con ¨¦xito en Estados Unidos y fracasos en Alemania y la Uni¨®n Sovi¨¦tica. El primero llev¨® a Hiroshima y Nagasaki, ?hasta d¨®nde habr¨ªan llegado Hitler y Stalin? Posteriormente, de la mano sobre todo de los gobiernos estatales, la ciencia y la t¨¦cnica han conseguido aumentar el bienestar global de una humanidad creciente a un ritmo de 1.000 millones cada 12 a?os. Pero estamos en una situaci¨®n en la que la direcci¨®n de esas nuevas tecnolog¨ªas, con la inteligencia artificial, la producci¨®n de energ¨ªa y el control del espacio exterior a la vanguardia, se est¨¢ dejando en manos privadas. A¨²n m¨¢s, la moderna farmacolog¨ªa de car¨¢cter multinacional puede hacer obsoleta la destrucci¨®n mutua asegurada que supone el armamento nuclear siendo sustituida por el control estrat¨¦gico de epidemias a gran escala. ?Qu¨¦ pueden hacer los Trump, Milei, Meloni, Orb¨¢n, Le Pen y dem¨¢s neofascistas, con muchedumbres jale¨¢ndolos alborozadas, ante este poder futuro?
El dominio absoluto de las sociedades por minor¨ªas privadas que monopolicen las nuevas tecnolog¨ªas cu¨¢nticas puede suponer una tortura intensa y duradera. Por suave en sus formas que puedan parecer esas distop¨ªas, la liberaci¨®n de tales tiran¨ªas de nuevo cu?o exigir¨¢ un sacrificio aterrador. El aspaviento y el catastrofismo pueden rayar en lo rid¨ªculo, pero cuando temamos haber sobrepasado esa raya, pensemos en lo que vino despu¨¦s de la Rep¨²blica de Weimar y la formulaci¨®n de la mec¨¢nica cu¨¢ntica.
Como apuntaba otro fruto europeo de aquella ¨¦poca, Hannah Arendt, y sostiene Froman, quiz¨¢s tengamos que replantearnos la democracia representativa y pensar en un sistema de consejos, formas novedosas de democracia directa o v¨¢yase a saber. Lo que es incontestable es que Europa no puede seguir yendo a la deriva: el precedente de Weimar alerta inequ¨ªvocamente.
Manuel Lozano Leyva es catedr¨¢tico em¨¦rito de F¨ªsica At¨®mica y Nuclear de la Universidad de Sevilla. Su ¨²ltimo libro es ¡®La hechicera, el gato y el demonio. De Zen¨®n de Elea a Stephen Hawking: doce experimentos imaginados que cambiaron la historia¡¯ (Debate, 2023).
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