Cuando la pantalla es la plaza
Medialab-Prado propone recuperar la calle con videojuegos interactivos en la fachada digital del centro
Jugar una partida al Snake lejos del autismo individualizador de la pantalla. Esta es la propuesta de Serpento, una reinterpretaci¨®n del m¨ªtico videojuego de arcade, disponible en la pantalla del Medialab-Prado. Cada persona que entra en la Plaza de las Letras se convierte en una r¨¦plica virtual de s¨ª mismo que se plasma en forma de serpiente en la fachada virtual. ¡°As¨ª, uno est¨¢ a la vez en la plaza y en la pantalla. La plaza se convierte en la pantalla y, la pantalla, en la plaza¡±, explican Crist¨®bal Ba?os y Diego Iglesias, desarrolladores de este juego. Los participantes disponen del la fachada digital como tablero entre las 18.00 y las 22.00 hasta este 22 de enero.
Tanto el juego de la serpiente como Geoplanosocial, otro de los expuestos, son proyectos desarrollados en Juegos Reunidos, uno de los talleres de este centro de experimentaci¨®n tecnol¨®gica del Ayuntamiento de Madrid. La comunicaci¨®n entre los participantes es esencial para coordinar las jugadas y subir de nivel. Sus movimientos los registra un sistema de c¨¢maras CCTV y los plasma en la pantalla de 14 metros de ancho por 9 de alto. ¡°Estos proyectos l¨²dicos, que utilizan tecnolog¨ªa, est¨¢n pensados para revivir el espacio p¨²blico y que los ciudadanos hagan suya la plaza¡±, explica Patricia Larrondo, gestora cultural de Medialab-Prado. La fachada digital naci¨® con el nuevo edificio (inaugurado en 2013) como estructura art¨ªstica o de participaci¨®n ciudadana. ¡°La idea es que sea bidireccional, que no sea la instituci¨®n la que muestra,que el p¨²blico no sea pasivo, sino que se involucre¡±, explica.
La filosof¨ªa del centro impulsa que en la fase de creaci¨®n tambi¨¦n participen todos. Tanto los m¨¢s expertos como los que no tienen conocimientos sobre programaci¨®n. Sergio Gal¨¢n es ingeniero y participa en Medialab desde hace a?os, antes como usuario y ahora como asesor de Juegos Reunidos. ¡°Lo m¨¢s divertido es trabajar en proyectos locos, sin deadline, sin jefe. Curras porque te apetece con gente que est¨¢ en tu situaci¨®n¡±, explica Gal¨¢n. ¡°La gente no recibe honorarios, lo hacen de forma voluntaria, para desarrollar proyectos que en otro lugar no pueden¡±, matiza Larrondo. En este punto, Carles Guti¨¦rrez, otro de los asesores del proyecto, subraya la importancia de ¡°poder experimentar¡±, como una de las oportunidades de Medialab. ¡°El formato con el que trabajamos es prototipado, no conocemos qu¨¦ va a pasar hasta que sucede y en ese proceso van pasando muchas cosas¡±, apunta.
Tras la exhibici¨®n de estos videojuegos la pantalla no se apaga. Se rescatar¨¢n proyectos antiguos y saldr¨¢n otros nuevos, siempre con el objetivo de trasladar las relaciones de la red al espacio p¨²blico. ¡°Medialab, a trav¨¦s de los videojuegos, pero no solo de forma l¨²dica, es un lugar para conocer a gente que nunca te has cruzado. Puede que sea un paseante o alguien de tu proyecto¡±, se?ala Larrondo. Otros de los pilares clave del centro es el buen uso de la tecnolog¨ªa. ¡°En los talleres se utilizan herramienta de c¨®digo abierto, son colaborativos, p¨²blicos y al final tienen que quedar bien documentados, para que las ideas sean replicables y el que llegue detr¨¢s no tenga que empezar siempre de cero¡±, explica Larrondo. Esta combinaci¨®n de buenas pr¨¢cticas sociales y tecnol¨®gicas ¡°muchas veces no se entiende desde fuera¡±, coinciden. Los que quieran probarlo pueden hacerlo este 30 de enero. Carles Guit¨¦rrez imparte un taller de 4 d¨ªas para generar contenidos para el programa la fachada digital. ¡°Hasta que no vienes y lo vives no te enteras de qu¨¦ est¨¢ pasando¡±, dice Guti¨¦rrez.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.