Zambrano vuelve de la tumba
Una obra en el CDN traza un retrato po¨¦tico de la fil¨®sofa espa?ola del siglo XX
Un ni?o hambriento merodea por las brumas del cementerio en una noche de verano y despierta de su tumba a la fil¨®sofa Mar¨ªa Zambrano, que le dar¨¢ de comer. La magia sucede al leer el epitafio: ¡°Lev¨¢ntate, amiga m¨ªa, y ven¡±. Todo transcurre en un paisaje on¨ªrico lleno de s¨ªmbolos: la ra¨ªz, el laberinto, la espiral, el limonero que da limones de Proust. La sombra de los gatos se proyecta en las l¨¢pidas, el tiempo da vueltas sobre s¨ª mismo y regresa la Zambrano ni?a a la que su padre le dice dictados, mientras las botas del terrible fascista hacen retumbar la escena como hicieron retumbar Europa en tiempos de la pensadora.
La tumba de Mar¨ªa Zambrano (pieza po¨¦tica en un sue?o) tiene, como su subt¨ªtulo indica, m¨¢s de poema o de sue?o que de biopic documental de la fil¨®sofa malague?a, que en la obra busca la palabra ¨²ltima, la palabra perdida, la palabra ¡°paz¡±. ¡°Hay que recuperar la figura de Zambrano, una mujer exiliada, que luch¨® por libertad desde la Rep¨²blica, por el libre pensamiento, por la difusi¨®n de la cultura¡±, dice la directora Jana Pacheco, ¡°creo que es clave en esta ¨¦poca de ideas manipuladas¡±. Las funciones se pueden ver el Teatro Valle-Incl¨¢n del Centro Dram¨¢tico Nacional (CDN) hasta el 11 de febrero.
El texto de Nieves Rodr¨ªguez, que toma mucho de las ideas de Zambrano respecto al sue?o, tambi¨¦n toca problem¨¢ticas de total vigencia hoy. ¡°Por ejemplo, la de la falta de alimentaci¨®n en la infancia¡±, se?ala Pacheco, ¡°se trata de un problema social muy fuerte que la crisis ha ocasionado, mucha gente ha tenido que refugiarse en los hogares de sus abuelos, otra ha tenido que recurrir a los comedores escolares¡±. Un tema que ya preocupaba a la propia Zambrano. ¡°Y cuando hablamos de hambre, tambi¨¦n hablamos de hambre de cultura¡±, a?ade la directora.
En este poema esc¨¦nico, producido por Volver Producciones, Centro Dram¨¢tico Nacional (CDN) e Ibercover Studio, tiene gran peso el teatro corporal, lo coreogr¨¢fico (obra de la core¨®grafa Xus de la Cruz), lo musical (de Gast¨®n Horischnik) o la mat¨¦rica y potente escenograf¨ªa (de Alessio Meloni), todas las patas de lo teatral se combinan en una alquimia equilibrada. En sus ra¨ªces est¨¦ticas est¨¢ el realismo m¨¢gico posexpresionista de Franz Roh, que Ortega y Gasset, maestro de Zambrano, introdujo en Espa?a. La simbolog¨ªa, en el diccionario de s¨ªmbolos de Eduardo Cirlot.
En escena se mezclan las estampas de la infancia de Zambrano y la relaci¨®n con su padre, el drama vital de su hermana Araceli (viuda y torturada por los nazis) y, en definitiva, los grandes horrores del s. XX, que Zambrano conjura, todo en la carne interpretativa de ?scar Allo, Isabel Dimas, Aurora Herrero, Daniel M¨¦ndez e Irene Serrano.
Tras la Guerra Civil, Zambrano, vivi¨® un largo exilio en Cuba, M¨¦xico, Roma, Par¨ªs¡ Cuando regresa a Espa?a es por fin reconocida con premios como el Pr¨ªncipe de Asturias (en 1981) o el Cervantes (1988). Falleci¨® en 1991 a los 86 a?os, aunque en algunos escenarios vuelve a salir de su tumba para decir la paz. ¡°La filosof¨ªa de Zambrano era una filosof¨ªa de la vida¡±, concluye Pacheco, ¡°quiz¨¢s si hoy le prest¨¢semos m¨¢s atenci¨®n a la filosof¨ªa muchas cosas no estar¨ªan como est¨¢n¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.