Jordi Turull, encastillado en la defensa de la corrupci¨®n
El pol¨ªtico ha sido con su estilo agresivo la mejor defensa del PDECat frente a los casos de financiaci¨®n ilegal
Jordi Turull ha sido en las ¨²ltimas legislaturas el mejor defensa parlamentario que ha tenido Converg¨¨ncia (CDC, hoy PDECat) frente a la corrupci¨®n. Un fajador dispuesto a resistir todas las acusaciones antes de pasar a la ofensiva desde la tribuna. ¡°Espera su momento y, cuando ve la oportunidad, pasa al ataque para desquiciar al oponente con cualquier treta. Ha sido el Rafael Hernando de CDC¡±, explica un exdiputado de ICV en el Parlament. ¡°Es ante todo y sobre todo un hombre de partido. Sabe cu¨¢l es su misi¨®n y la cumple sin miramientos. Puedes cuestionarle muchas cosas, pero para CDC ha sido un activo insustituible¡±, a?ade un diputado socialista con muchas bregas a sus espaldas.
Turull (Parets del Vall¨¨s, Barcelona 1966) lleg¨® al Parlament en 2004 tras crecer pol¨ªticamente en el mundo local. Su meta, hasta ahora, fue ejercer como consejero de Presidencia y portavoz durante los ¨²ltimos meses de la pasada legislatura, los m¨¢s calientes de la historia del autogobierno catal¨¢n. Desde este cargo defendi¨® a capa y espada la hoja de ruta independentista, el refer¨¦ndum ilegal del 1 de octubre y lo hizo con una dial¨¦ctica incendiaria como nunca se hab¨ªa visto en la Generalitat. De hecho, cuando lleg¨® al Parlamento tard¨® poco en dar muestras de su estilo agresivo y de su disposici¨®n a actuar como correa de transmisi¨®n entre la actividad parlamentaria y las intimidades inconfesables del partido. Su primera misi¨®n relevante fue salir al rescate de Xavier Crespo, alcalde de Lloret de Mar (Girona) y figura emergente de CDC.
La Sindicatura de Cuentas investigaba en 2005 a Crespo, m¨¦dico de profesi¨®n, por unas irregularidades en un hospital p¨²blico. Con la auditor¨ªa a¨²n en marcha ¡ªy por tanto, secreta¡ª, Turull supo que las conclusiones eran demoledoras. Y pas¨® al ataque. Primero forz¨® una reuni¨®n con el jefe de la Intervenci¨®n, que hab¨ªa destapado el caso. Y luego lanz¨® en el Parlament una dura bater¨ªa de preguntas contra la Sindicatura. Inquiri¨® al s¨ªndico mayor, Joan Colom, sobre el alcance de las investigaciones. Pidi¨® ¡°el nombre¡± de los miembros del organismo de control que hab¨ªan decidido iniciar la auditor¨ªa. Plante¨® que la Sindicatura se hab¨ªa ¡°extralimitado¡± de sus funciones. Y exigi¨® saber ¡°de qui¨¦n era la responsabilidad¡±.
Turull gan¨® la partida. Meses m¨¢s tarde, el pleno de la Sindicatura decidi¨® pese a la gravedad de los hechos enterrar la auditoria en un caj¨®n. All¨ª permaneci¨® el llamado?Informe Crespo durante cinco a?os, hasta que EL PA?S lo sac¨® a la luz en 2011 para revelar que Crespo y su esposa se hab¨ªan lucrado con casi 300.000 euros a costa del centro sanitario. El entonces diputado sali¨® indemne del caso, pero su carrera pol¨ªtica acab¨® en 2013 tras ser detenido (y luego condenado) por sus relaciones prohibidas con la mafia rusa.
Turull hizo una jugada similar en 2009, cuando estall¨® el caso Pretoria. Las investigaciones destaparon graves pr¨¢cticas corruptas en el Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramanet (PSC). Pero si para los socialistas el caso era un problema local, para los convergentes supon¨ªa un duro golpe a nivel auton¨®mico, ya que en el centro de la trama estaban tambi¨¦n dos de las figuras con m¨¢s peso en los Gobiernos de Jordi Pujol: Llu¨ªs Prenafeta y Maci¨¤ Alavedra.
El ahora candidato a presidir la Generalitat puso entonces el foco en unas escuchas telef¨®nicas del sumario, que suger¨ªan que la constructora Tau Icesa recib¨ªa un trato de favor de los socialistas. Con otra bater¨ªa de preguntas parlamentarias, que hurgaban en todos los contratos adjudicados por la Generalitat a la constructora, Turull busc¨® extender la sospecha al Ejecutivo presidido por Jos¨¦ Montilla (PSC).
Documentos a los que ha tenido acceso este diario, sin embargo, revelan que quien estaba cobrando en esas fechas de la constructora era la propia Converg¨¨ncia. Solo unos d¨ªas despu¨¦s de que Turull lanzara sus preguntas, Tau Icesa hizo una donaci¨®n de 25.000 euros a la Fundaci¨®n CatDem, investigada por su papel clave en la financiaci¨®n ilegal del partido en el caso 3%. Era el primero de cuatro pagos que se solapan al mil¨ªmetro con la licitaci¨®n, adjudicaci¨®n y firma del contrato de un edificio de viviendas sociales en Sant Cugat, entonces la mayor administraci¨®n controlada por los convergentes. Las cuatro donaciones ascendieron a 109.000 euros, el 2,91% del importe de la obra.
No era la primera vez que se entrelazaba el destino de Turull, Sant Cugat y las donaciones de constructoras a Converg¨¨ncia. La sentencia del caso Palau destaca la presencia del pol¨ªtico en la mesa de contrataci¨®n que adjudic¨® en ese municipio un polideportivo por el que Ferrovial pag¨® una comisi¨®n ilegal del 4%. El fallo no imputa a Turull ning¨²n delito, pero s¨ª subraya que con su presencia ¡°la vinculaci¨®n entre mesa de contrataci¨®n y [¡] CDC aparece di¨¢fana¡±.
Nadie niega que Turull puede ser un parlamentario muy duro. En ICV a¨²n no le perdonan su papel en la comisi¨®n de investigaci¨®n por la muerte de cinco bomberos en el incendio forestal de Horta de Sant Joan (Tarragona), en 2009. ¡°Todos sab¨ªamos que aquello fue un tr¨¢gico accidente, sin negar que de estas desgracias siempre se sacan lecciones que ayudan a mejorar cosas¡±, recuerda un exdiputado. ¡°Pero ¨¦l, con los muertos casi sin enterrar, nos atac¨® despiadadamente con el ¨²nico objetivo de desgastar pol¨ªticamente¡±, a?ade.
Otro episodio recordado por el resto de partidos es su papel en la comisi¨®n sobre el caso Palau. Pese a todas las evidencias, Turull atac¨® duramente a la oposici¨®n por cuestionar ¡°la honorabilidad¡± de Converg¨¨ncia sin olvidarse de lanzar varias insinuaciones malintencionadas contra el resto de partidos.
Pero Turull tambi¨¦n tiene otra cara, la de buen compa?ero de partido y persona que no saca fuera del hemiciclo las contiendas, seg¨²n explican compa?eros de partido y otros diputados. En Catalunya S¨ª que es Pot (donde estaba integrado Podemos) tem¨ªan la primera reuni¨®n con ¨¦l. ¡°Nos hab¨ªamos pasado los ¨²ltimos a?os llam¨¢ndoles ladrones y corruptos, as¨ª que no sab¨ªamos muy bien c¨®mo iba a ir el encuentro¡±, recuerda un exdiputado. ¡°Pero nos recibi¨® tan tranquilo. Se levant¨®, nos dio la mano sonriendo y nos dijo: ¡°Hola, ?qu¨¦ tal est¨¢is?¡±.
Sus compa?eros de filas elogian su forma de trabajar. Turull asumi¨® en 2013 la presidencia del grupo parlamentario de CiU, un mandato que es recordado como ¡°muy apacible¡± entre los convergentes. ¡°Sabe delegar y dar juego. Solo le interesa que se haga el trabajo. Como lo consigue, acaba gan¨¢ndose a la gente¡±, explica un exdiputado de CDC. Otro compa?ero de partido le define con las siguientes palabras: ¡°No es especialmente brillante ni carism¨¢tico, pero s¨ª disciplinado, leal y trabajador¡±.
Fuera del Parlament, Turull ¡°es la persona m¨¢s normal del mundo, quiz¨¢ el que menos ha cambiado con la vida pol¨ªtica¡±, afirma el exdiputado convergente. Casado y con dos hijas, y aunque le apasiona viajar, desde hace d¨¦cadas tiene su refugio preferido en un min¨²sculo pueblo del Pirineo de apenas 40 habitantes, al que acude siempre que puede para desconectar.
Tampoco se le conocen aficiones ex¨®ticas ni gustos caros. ¡°Le gusta mucho el senderismo y disfrutar de la comida. Pero no de restaurantes caros ni cosas sofisticadas, sino la buena cocina de pueblo de toda la vida¡±, explican en su entorno. ¡°En la monta?a es un di¨¦sel. Va a un ritmo tranquilo. Pero va haciendo camino y cuando te quieres dar cuenta, te ha agotado. Puede ir despacio, pero llega lejos¡±.
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