Tambores de huelga en la atenci¨®n primaria
El hartazgo de los profesionales por las denostadas condiciones laborales y la presi¨®n asistencial anima los paros en los CAP
Se est¨¢ cociendo una huelga entre los m¨¦dicos de atenci¨®n primaria. El caldo de cultivo lleva mucho tiempo hirviendo entre consultas saturadas y sueldos diezmados y la olla est¨¢ a punto de reventar. El hartazgo de los profesionales ha tocado techo y algunos ambulatorios ya amagan con paros, sobre todo en las zonas del Vall¨¨s y el Maresme, especialmente castigadas por los recortes de la crisis y sus consecuencias. Detr¨¢s de todo est¨¢n las denostadas condiciones laborales (p¨¦rdida de m¨¦dicos y precariedad) y la presi¨®n asistencial (hasta 50 pacientes diarios por consulta).
No es la primera vez que amagan con huelga los m¨¦dicos de la atenci¨®n primaria. El pasado oto?o, los facultativos de varios ambulatorios de la gerencia territorial Metropolitana Nord (Vall¨¨s y Maresme), una zona con fuertes desigualdades sociales y muy golpeada por los recortes ejecutados durante la crisis, ya amenazaron con parar si no se atend¨ªa a unas peticiones de m¨ªnimos: m¨¢s m¨¦dicos, conciliaci¨®n laboral y menos agenda diaria. El Instituto Catal¨¢n de la Salud (ICS), la gran empresa p¨²blica que gestiona ocho grandes hospitales y el 80% de los centros de atenci¨®n primaria (CAP), claudic¨® y aprob¨® una instrucci¨®n que promet¨ªa horarios m¨¢s flexibles y 39 nuevos m¨¦dicos. Los m¨¦dicos respiraron aliviados.
Sin embargo, ocho meses despu¨¦s de esa instrucci¨®n, las expectativas de los profesionales han vuelto a caer en saco roto y los tambores de paro empiezan a sonar m¨¢s fuerte que nunca. De hecho, trascienden a la Metropolitana Nord. M¨¦dicos de toda Catalu?a han asegurado que, si se convoca una huelga, secundar¨¢n los paros. ¡°Esto ha sido una combinaci¨®n de factores. Entre 2012 y 2018 tenemos 850 m¨¦dicos menos, el presupuesto no llega al 17% del total cuando en 2012 era el 19% y hemos visto reducido el sueldo entre un 25% y un 28%. Con la instrucci¨®n de la Metropolitana Nord, adem¨¢s, se generaron unas expectativas pero, ocho meses despu¨¦s, no se cumple ni el 30% de lo que prometieron y no la extendieron a otros territorios¡±, resume Oscar Pablos, secretarios del sector de atenci¨®n primaria-ICS del sindicato Metges de Catalunya.
Los profesionales est¨¢n hastiados y dispuestos a parar. ¡°La gente est¨¢ muy tocada. Faltan m¨¦dicos, sueldos bajos¡ hay un profundo malestar, los m¨¦dicos se est¨¢n jubilando antes de tiempo. No hay inversi¨®n. Donde hay miseria y pobreza, los m¨¦dicos no quieren trabajar, se van, igual que de las zonas rurales. La gente no puede m¨¢s. Solo falta que se encienda una cerilla para que esto explote¡±, analiza Juancho Montero, m¨¦dico en un CAP de Matar¨® (Metropolitana Nord). El sector avisa de que las condiciones son distintas seg¨²n el territorio (en Barcelona es m¨¢s f¨¢cil encontrar m¨¦dicos y hay m¨¢s recursos, explican), pero el fastidio es global. ¡°En la Metropolitana Nord la gente est¨¢ fatal, desesperada y angustiada. Visitan entre 40 y 50 pacientes, adem¨¢s de los domicilios. En Barcelona la situaci¨®n no es esa pero hay equipos que tambi¨¦n tienen problemas y si dos personas se ponen enfermas, sobrecargas a los equipos¡±, valora Ana Vall-llosera, portavoz del Foro Catal¨¢n de Atenci¨®n Primaria (Focap).
El Colegio de M¨¦dicos de Barcelona (COMB) coincide en el diagn¨®stico: ¡°El diagn¨®stico est¨¢ hecho, solo falta poner la medicaci¨®n: que se inyecten recursos¡±, zanja Josep Maria Benet, miembro de la junta del COMB. Adem¨¢s de las condiciones laborales, la Focap apunta tambi¨¦n a que el origen del hartazgo est¨¢ en el papel de la atenci¨®n primaria dentro del sistema sanitario. ¡°Todo el mundo se llena la boca hablando de la atenci¨®n primaria pero los presupuestos no crecen. Ese papel de la hermanita pobre del sistema lo percibe la gente en todo el territorio¡±, protesta Vall-llosera.
El gran plan del Departamento de Salud para darle su lugar a la atenci¨®n primaria (Enapisc) fue celebrado por propios y extra?os cuando se present¨® hace un a?o y medio pero los m¨¦dicos apuntan que, sin inversi¨®n, no es m¨¢s que un marco te¨®rico. ¡°Es un gran dise?o, pero al llevarlo a la fase instrumental, nadie sabe c¨®mo funciona. La gente no sabe qu¨¦ le ha mejorado con ¨¦l¡±, apunta Rafa Garcia, responsable de atenci¨®n primaria de UGT. Incluso la Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria (Camfic) se ha posicionado en este sentido: ¡°Desde hace 18 meses, los profesionales no perciben ning¨²n cambio tangible derivado del Enapisc, viven con resignaci¨®n su d¨ªa a d¨ªa, y miran con desconfianza un plan que el profesional comienza a olvidar, por incompleto y por inacci¨®n, haciendo m¨¢s grande la distancia entre la asignaci¨®n real de recursos y el discurso pol¨ªtico¡±, apunta su junta de gobierno en un comunicado donde reclama 300 m¨¦dicos m¨¢s en el territorio, un 50% m¨¢s de plazas de m¨¦dicos residentes (MIR), m¨¢s tiempo de atenci¨®n a los pacientes y cobertura de las sustituciones, entre otras medidas. ¡°El Enapisc lo diluye todo, es un juego de trileros. Llama atenci¨®n primaria a equipos [como los de cuidados paliativos y los de apoyo a la cronicidad] que no lo son. Son dispositivos distintos que no nos tienen como filtro a los m¨¦dicos de atenci¨®n primaria¡±, lamenta Vall-llosera.
Una representaci¨®n de los m¨¦dicos se re¨²ne hoy con el gerente del ICS, Josep Maria Argimon, para abordar esta crisis. ¡°La pelota la tiene el ICS en su tejado. Si quiere desactivar esto, tiene que hacer acciones contundentes: que aplique la instrucci¨®n al 100% y a todas las gerencias territoriales¡±, apunta Pablos.
A la espera de que el ICS mueva ficha ¡ª¡°cuando tengamos las reivindicaciones encima de la mesa, las estudiaremos punto por punto con el ¨¢nimo de llegar a un acuerdo¡±, dice un portavoz de la empresa p¨²blica¡ª, los facultativos del territorio ya se est¨¢n movilizando en asambleas para determinar si, finalmente, se consuman los paros.
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