Las ciudades, m¨¢s poderosas que nunca
Los problemas de las grandres urbes -cambio clim¨¢tico, contaminaci¨®n, vivienda o migraciones- se asemejan cada vez m¨¢s Ha surgido una diplomacia municipal que busca acuerdos, pero tambi¨¦n incidir en aspectos clave de la pol¨ªtica global
Sus competencias son limitadas frente al poder que ejercen los Estados o las regiones (Comunidades Aut¨®nomas en Espa?a). Sin embargo, las ciudades, con sus pol¨ªticas locales, sus relaciones diplom¨¢ticas, sus alianzas y sus estrategias est¨¢n consiguiendo marcar la agenda global as¨ª como generar cambios que los gobiernos nacionales necesitar¨ªan d¨¦cadas de negociaciones para alcanzar. Un ejemplo: los problemas de contaminaci¨®n generados por los veh¨ªculos di¨¦sel. ¡°Con una normativa tan humilde como una ordenanza de movilidad, dos ciudades, Madrid y Par¨ªs, para sorpresa de propios y ajenos, pueden cambiar el mercado de los veh¨ªculos diesel¡±, dice el coordinador general de la Alcald¨ªa del Ayuntamiento de Madrid, Luis Cueto. Un logro pol¨ªtico conseguido gracias a la diplomacia municipal.
Adem¨¢s de la contaminaci¨®n, la lucha contra el cambio clim¨¢tico, el turismo, la vivienda, la cultura o las migraciones son asuntos con gran impacto en las urbes, que en el a?o 2050 concentrar¨¢n al 70% de la poblaci¨®n mundial, seg¨²n la ONU. Ante esa perspectiva de gestionar la vida de m¨¢s ciudadanos, los alcaldes y alcaldesas reclaman m¨¢s capacidad de acci¨®n y de decisi¨®n: ¡°Las ciudades reclaman un nuevo espacio para convertirse en actores transnacionales¡±, dice el polit¨®logo Pablo Sim¨®n, que acaba de publicar el libro El pr¨ªncipe moderno.
Piden m¨¢s poder y capacidad de acci¨®n. ¡°A diferencia de Estados Unidos o Reino Unido, en Espa?a, las ciudades tienen pocas atribuciones¡±, contin¨²a Sim¨®n. ¡°Por ejemplo, el problema de Madrid es que es como un DF [ciudad estado], pero sin serlo porque los marcos estatales y auton¨®micos no solo no lo facilitan sino que lo dificultan¡±, agrega el polit¨®logo, que defiende que se deber¨ªa ¡°redimensionar la influencia de las ciudades¡±.
Esa falta de cesi¨®n de poder no ha parado a los gobiernos locales: ¡°Poco a poco, las ciudades han ido creando equipos de paradiplomacia muy profesionalizados, que hablan idiomas, que han estudiado sobre los temas que tratan¡±, explica Agust¨ª Fern¨¢ndez de Losada, director del programa Ciudades Globales, del think tank Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB). Las alianzas y el hermanamiento entre ciudades no es algo nuevo. El Movimiento Municipal Internacional se cre¨® en 1903, mucho antes que Naciones Unidas. Su heredero, el Consejo Mundial de Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU), con sede en Barcelona, cuenta con 250.000 miembros, frente a los casi 200 estados de la ONU. ¡°Antes del siglo XIX, cuando los estados naci¨®n cobraron importancia, en el XVIII los gobiernos locales ten¨ªan una capacidad de decisi¨®n importante para gobernar a sus ciudadanos¡±, indica Emilia Saiz, secretaria general de CGLU. ¡°Ahora estamos volviendo a reconocer que la gobernanza o las leyes que nos rigen tienen que tener en cuenta las realidades locales¡±, contin¨²a Saiz.
En Europa, a finales de los ochenta y principios de los noventa, las autoridades locales se empiezan a organizar cuando descubren que pueden acceder a los Fondos Estructurales y de Cohesi¨®n de la Uni¨®n Europea y que parte de la legislaci¨®n aprobada les afecta directamente, explica Fern¨¢ndez de Losada del CIDOB. A nivel global, las ciudades reclaman poder desde mediados de la primera d¨¦cada del siglo XXI. ¡°Cuando se empieza a ver que temas que impactan a nivel global, como el cambio clim¨¢tico, las cat¨¢strofes naturales, la resiliencia o las migraciones, son muy dif¨ªciles de gestionar sin la ciudades, se les comienza a abrir la puerta¡±, se?ala el experto en ciudades de CIDOB.
Estrategias comunes
As¨ª, por ejemplo, las urbes empezaron a incidir en la pol¨ªtica internacional con las negociaciones de la Agenda 2030, dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Si hace dos d¨¦cadas, el empoderamiento de las urbes cobr¨® fuerza; ahora, desarrollan estrategias comunes.
A finales de noviembre, el Ayuntamiento de Madrid firm¨® un acuerdo con GovLab para que esta organizaci¨®n, dirigida por Beth Noveck, asesora de Obama en participaci¨®n ciudadana, abriese su primera sede europea en la capital. ¡°La clave de hacer que nuestras ciudades sean m¨¢s inteligentes [smarter cities] no es solo el uso del big data y la tecnolog¨ªa sino tambi¨¦n de tener en cuenta el capital humano de las mismas: los ciudadanos¡±, dice Noveck, que aunque reconoce las particularidades locales de cada urbe, incide en la idea de que los retos a los que se enfrentan -y las posibles soluciones- se asemejan: ¡°Desde la gesti¨®n del espacio urbano, la participaci¨®n, pasando por la contaminaci¨®n o los problemas de tr¨¢fico¡±.
¡°Las redes de ciudades est¨¢n presionando mucho¡±, asegura Cueto. Para el coordinador de la Alcald¨ªa de Madrid, participar en estas organizaciones permite a la ciudad ¡°fortalecer su visi¨®n del mundo, que seamos part¨ªcipes, colaborar y ser protagonistas¡±, dice. Tambi¨¦n, ¡°atraer inversiones y generar prestigio¡±. ¡°La urbes tienen cada vez mejores alianzas y m¨¢s capacidad de incidir¡±, confirma Fern¨¢ndez de Losada.
As¨ª, Madrid lidera la Uni¨®n de Capitales Iberoamericanas (UCI). Tambi¨¦n participa en alianzas como C40, impulsada por Par¨ªs, con Anne Hidalgo a la cabeza, e ideada para luchar contra el cambio clim¨¢tico y mejorar la movilidad; o en la red que busca c¨®mo regular el mercado inmobiliario en la que, adem¨¢s de la capital, participan Barcelona, Londres, Par¨ªs, ?msterdam y Berl¨ªn. Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, present¨® esta ¨²ltima alianza el pasado julio en Nueva York, mediante una declaraci¨®n pol¨ªtica. Por su parte, ?msterdam lidera un movimiento de nueve ciudades para regular plataformas de alquileres como Airbnb y que present¨® en la Comisi¨®n Europea.
La alcaldesa Carmena particip¨® en diciembre en la conferencia de la ONU en Marrakech (Marruecos) para adoptar el Pacto Mundial para la Migraci¨®n Segura, Ordenada y Regular. ¡°Con la migraci¨®n, en todos los continentes, las ciudades han puesto un espejo frente a los Estados: la inmigraci¨®n no es una cuesti¨®n de cifras, son vecinos que tenemos y hay que cuidarlos¡±, dicen los alcaldes a los gobiernos, seg¨²n la secretaria general de CGLU, Emilia Saiz. ¡°La voz de alarma en asuntos clave las est¨¢n dando las ciudades, y tambi¨¦n, est¨¢n intentando dar soluciones¡±. Sin embargo, como lamenta Cueto, ¡°les faltan competencias¡±. Cueto a?ora el poder legislativo que tienen autoridades locales como Berl¨ªn.
Mientras, ¡°buscan la interlocuci¨®n directa con organismos como la ONU, para tratar de defender sus posturas, que son muchas, pero con ¨¦xito relativo¡±, recuerda Fern¨¢ndez de Losada. ¡°Nos encontramos con grandes limitaciones porque este sistema multilateral no reconoce a los gobiernos locales como esfera de gobierno -ante la ONU, se nos considera sociedad civil-. Nuestra reivindicaci¨®n es que tienen que cambiar las cosas: tendr¨ªan que darnos un lugar en la mesa de decisi¨®n¡±, afirma Saiz. ¡°No decimos que tengamos que estar en todos los lados, pero s¨ª hay asuntos donde no solo es importante que se conozca nuestra opini¨®n, sino que debemos estar tambi¨¦n en la definici¨®n de la soluci¨®n¡±.
Madrid, Par¨ªs y Bruselas contra la Comisi¨®n Europea
Las alcald¨ªas de Madrid, Par¨ªs y Bruselas se apuntaron un ¨¦xito a nivel europeo el mes pasado: la presi¨®n y uni¨®n de las tres capitales consigui¨® cambiar el criterio de la Comisi¨®n Europea con respecto a las emisiones de los coches fieles. La CE defend¨ªa unos l¨ªmites m¨¢s laxos (aprobados en 2016), algo intolerable para las ciudades, que tendr¨ªan que lidiar con las consecuencias producidas por los contaminantes. Las tres acudieron a la justicia europea.
La sentencia del Tribunal General de la Uni¨®n Europea, publicada en diciembre de 2018, ha dado la raz¨®n a las ciudades y ha anulado parcialmente los l¨ªmites marcados por la CE. El dictamen no solo concluye que los umbrales eran ¡°demasiado elevados¡± (es decir, que permit¨ªan a los veh¨ªculos di¨¦sel expulsar demasiadas part¨ªculas a la atm¨®sfera) y que la Comisi¨®n no ten¨ªa las competencias para varias esos l¨ªmites. La Comisi¨®n, que puede recurrir el fallo, tiene un a?o para modificar la norma.
La Comisi¨®n Europea trat¨® de paralizar la demanda municipal pues consideraba que los Ayuntamientos no pod¨ªan recurrir un reglamento europeo. Seg¨²n el Tribunal, s¨ª que pueden. ¡°Reconoce que los ayuntamientos tenemos legitimaci¨®n para establecer el l¨ªmite de emisiones en las ciudades¡±, dijo la portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre, al conocerse el fallo. Para Anne Hidalgo, alcaldesa de Par¨ªs, la decisi¨®n fue no solo ¡°una victoria hist¨®rica¡± para el medioambiente y los consumidores sino tambi¨¦n para ¡°la democracia europea".
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