La rebeli¨®n de los pueblos sin ¡®cash¡¯
En unos 30 municipios de Madrid no hay bancos ni cajeros. Los vecinos solo pueden retirar dinero en una oficina m¨®vil y piden ayuda a la Comunidad
En la calle Mayor de Corpa, a pocos metros de la peque?a tienda de alimentaci¨®n del pueblo, un hueco en la pared pintado de blanco escenifica la herida de la crisis de 2008. Aqu¨ª hace algo m¨¢s de diez a?os hab¨ªa una sucursal de Caja Madrid. Atend¨ªa a los residentes en sus gestiones: abrir una cuenta, pagar impuestos, retirar dinero... As¨ª fue hasta que el terremoto financiero se lo llev¨® todo. "Primero cerr¨® la sucursal y despu¨¦s nos quitaron el cajero autom¨¢tico", relata Felipa, una vecina de 76 a?os, delante de su casa, a unos pasos de lo que era el banco de Corpa. "El problema es que aqu¨ª la gente es muy mayor y para hacer una gesti¨®n tienes que pedir a un familiar que te lleve a otro pueblo. Pero si la cosa es urgente, ya no puedes", se queja.
La gran recesi¨®n financiera se llev¨® consigo puestos de trabajo, los planes de futuro de muchos contribuyentes y decenas de cajas de ahorro. Un terremoto cuyos efectos siguen visibles en la Espa?a rural, donde los protagonistas de aquel temblor, los bancos, a menudo han desaparecido literalmente. Corpa se halla a 14 kil¨®metros de Alcal¨¢ de Henares. Tiene 700 habitantes y es uno de las decenas de municipios de la Comunidad de Madrid (no hay cifras oficiales, aunque fuentes locales hablan de m¨¢s de 30) cuyos habitantes no solo no tienen una sucursal bancaria, sino tampoco cajero autom¨¢tico.
Su ¨²nica v¨ªa para acceder a los servicios bancarios consiste en esperar a que llegue el d¨ªa 15 del mes, cuando el autob¨²s de Bankia (entidad heredera de Caja Madrid) aparca en la peque?a plaza de la Constituci¨®n, delante del Ayuntamiento, y ofrece a los vecinos una hora de extra?a normalidad.
Y si una persona mayor como ella se queda sin efectivo, ?c¨®mo compra comida y medicamentos? "Solo te queda que te lo f¨ªe el de la tienda", afirma una vecina
Eulogio Lozano, de 93 a?os, es un vecino de Corpa de "toda la vida" y uno de los clientes habituales del banco ambulante. Obrero de f¨¢brica, fue testigo de la historia de Espa?a del siglo XX: la Guerra Civil, el franquismo, la Transici¨®n. Su o¨ªdo es d¨¦bil y espera en la cola la llegada del Ofibus, prevista para el mediod¨ªa del lunes 17 de diciembre. El sol calienta la plaza, aunque la temperatura no supera los cinco grados.
"Antes lo ten¨ªamos todo y ahora tenemos que estar aqu¨ª aguardando una hora. No s¨¦ por qu¨¦ quitaron el banco y luego el cajero. Imagino que dicen que es por la econom¨ªa, pero por la de ellos...", critica Lozano, y relanza: "Lo suyo ser¨ªa que estuviese todo como antes: con nuestro banco y su cajero".
Una decena de personas tambi¨¦n espera a que el autob¨²s de Bankia, tras llegar, abra la puerta blindada que se halla en su interior, para que el comercial atienda a los clientes. "Son Eulogio, Felipa, Rosina...", se?ala el conductor del ofibus, Alejandro Corral. ?l va de pueblo en pueblo y se conoce los nombres de muchos usuarios. Antes de Corpa, la oficina m¨®vil se par¨® en Pezuela, donde atendi¨® a 50 personas. Cada mes abarca 37 pueblos: unos tres al d¨ªa.
Rosina entra despu¨¦s de Lozano. Tiene 88 a?os y acaba de salir de una operaci¨®n en la cadera. Para ella subir al veh¨ªculo no es cosa f¨¢cil: "Eso de que quitaron el cajero es un problema por la edad que tengo; antes pod¨ªa bajar a la oficina cuando me daba la gana", explica. Y si una persona mayor como ella se queda sin efectivo, ?c¨®mo compra comida y medicamentos? "Pues solo te queda que te lo f¨ªe el de la tienda", se r¨ªe Rosina mirando a Javier, que trabaja en el autoservicio y que tambi¨¦n ha bajado a la plaza.
Un correo reivindicativo
Ante la ausencia de los cajeros autom¨¢ticos, un correo electr¨®nico recorre los Ayuntamientos de la zona para organizar una respuesta conjunta. Es un intento de sumar varios municipios para pedir a la Comunidad de Madrid que resuelva el problema. Quieren que el Gobierno regional llegue a un acuerdo con una entidad financiera para que garantice, tras convocar un concurso p¨²blico, la instalaci¨®n de un cajero autom¨¢tico en todas las localidades de la Comunidad. La modalidad, dicen, podr¨ªa ser la del proyecto p¨²blico-privado, tal y como se ha avanzado en la Diputaci¨®n de Badajoz y, recientemente, en la Comunidad Valenciana.
El Alcalde de Corpa, Santiago Serrano (IU), se muestra partidario de esta soluci¨®n: "Pedimos que nos pongan en el Ayuntamiento un cajero para poder sacar dinero, nada m¨¢s. Lo primero que hicimos fue ir al Banco de Espa?a, pero el concurso se qued¨® desierto. Hablamos con otros bancos, pero nos dijeron que no les interesaba meter un cajero, por los gastos de mantenimiento. Ahora nos hemos puesto en contacto con la federaci¨®n de municipios y provincias para seguir la v¨ªa de un acuerdo entre la Comunidad y una entidad bancaria".
En Corpa hay poca cobertura y los dat¨¢fonos no siempre funcionan. Los comercios se cuentan con los dedos de la mano y algunos recientemente han cerrado, como el bar en la plaza central
La Comunidad de Madrid, tras ser preguntada por este diario, mantiene su "disposici¨®n" a "mediar" entre las Administraciones locales y las entidades financieras. Desde la Consejer¨ªa de Econom¨ªa recuperan una respuesta redactada para una petici¨®n del PSOE sobre la estrategia regional ante los pueblos sin sucursal bancaria, que reza: "El cierre de sucursales bancarias ha afectado (...) fundamentalmente a aquellos municipios que por su escasa poblaci¨®n no registran suficiente actividad para hacer rentable el mantenimiento de una sucursal con el personal correspondiente. La Comunidad no ha sistematizado una iniciativa sobre este tema, pero est¨¢ dispuesta a poner en comunicaci¨®n a los Ayuntamientos y las entidades financieras para que encuentren una soluci¨®n a este problema".
Por su parte, Bankia recuerda que el cierre de muchas sucursales desde 2012 (un tercio de la red) correspondi¨® a un plan para dar "viabilidad a largo plazo" a la entidad. Y mantiene que todav¨ªa es pronto para aclarar su posici¨®n sobre la idea de instalar cajeros en todos los pueblos de Madrid: "Sabemos que en algunas comunidades, como la valenciana, en la que Bankia cuenta con una elevada cuota de mercado, han lanzado la idea de implantar cajeros autom¨¢ticos en localidades que no cuenten con oficina bancaria. En todo caso, a¨²n no disponemos de la informaci¨®n suficiente sobre el proyecto para poder valorarlo", explica un portavoz.
Un estudio del Instituto Valenciano de Investigaciones Econ¨®micas (IVIE) cifra en 64 los municipios de esa comunidad sin sucursal bancaria. Son el 35% de todos los Ayuntamientos de la zona (hasta m¨¢s de 46.000 vecinos). Desde 2008, en todo el territorio nacional el n¨²mero de sucursales se ha reducido en m¨¢s del 40%. Castilla y Le¨®n es la regi¨®n m¨¢s afectada: m¨¢s del 80% de los municipios no tiene bancos. Todav¨ªa faltan datos concluyentes sobre los que tampoco tienen cajeros.
Mercedes L¨®pez Moreno es alcaldesa de Canencia, un pueblo de la Comunidad de Madrid donde hay un cajero, pero no bancos. "Dejamos un espacio en el propio Ayuntamiento para instalarlo porque era un problema tremendo no tenerlo. Aqu¨ª siempre hubo una oficina y de pronto la cerraron. Solo viene un ofibus cada quince d¨ªas, pero esto es insuficiente", subraya la regidora.
Para L¨®pez el problema se manifiesta cuando lo tienes delante: "En muchos peque?os comercios de aqu¨ª, el bar, la tienda, la panader¨ªa, no hay posibilidad de pagar con tarjeta, necesitas el dinero. Y las personas mayores no pueden trasladarse en transporte p¨²blico a otro pueblo. Adem¨¢s, es peligroso tener en tu casa el dinero que puedas utilizar durante el mes", afirma. Y recuerda: "Te das cuenta solo cuando no lo tienes de lo importante que es un cajero. Esta zona es, adem¨¢s, tur¨ªstica y la gente que viene necesita tenerlo. Es fundamental para los vecinos y para los que nos visitan".
Tener o no un banco, en efecto, incide en el turismo. De ah¨ª que la ausencia de una oficina bancaria puede lastrar la econom¨ªa, ya muy fr¨¢gil, de estos pueblos perif¨¦ricos. En Corpa, por ejemplo, hay poca cobertura y los dat¨¢fonos no siempre funcionan. Los comercios se cuentan con los dedos de la mano y algunos recientemente han cerrado, como el bar de la plaza central.
Javier Garc¨ªa, de 51 a?os, trabaja en una tienda que vende pan, charcuter¨ªa, bebidas y helados. Cree que "el cajero ven¨ªa muy bien", porque, dice, "algunos pagan con tarjeta, pero aqu¨ª hay mucha gente mayor, que no est¨¢ familiarizada con el dat¨¢fono". A pocos metros de la tienda de alimentaci¨®n se halla la farmacia de Juan Manuel Garc¨ªa. Lleva abierta en el pueblo desde hace 35 a?os. "Un cajero es un servicio m¨¢s y es necesario para las personas mayores. Quitarlo fue una barbaridad", acusa el farmac¨¦utico, aunque agradece que el centro de salud del pueblo sea eficiente y sus trabajadores, profesionales ("la doctora es una maravilla, escr¨ªbalo, por favor", pide).
Pasada la una de la tarde, tras atender durante una hora a unos 15 clientes, el interventor del banco ambulante mira a su alrededor en la peque?a plaza de Corpa. Fuera reina el silencio. Un reba?o de palomas se apoya en el campanario. "Alejandro, ya nos vamos", ordena el interventor al conductor. Un t¨¦cnico del Ayuntamiento les ayuda a desenchufar un cable con el que alimentaron el banco ambulante.
Su pr¨®xima etapa es Anchuelo. A Corpa volver¨¢n el 17 de enero, cuando Eulogio, Felipa, Rosina y los dem¨¢s vecinos bajar¨¢n otra vez a la plaza. "Esto va a durar unos 10 a?os como mucho", comenta el conductor para referirse a la edad de los clientes. El problema es que, cuando ellos se vayan, si ya no queda m¨¢s actividad econ¨®mica, ser¨¢ todo el pueblo el que habr¨¢ desaparecido del mapa.
"Son mayores y quieren pagar con dinero"
A¨²n no existe un recuento exhaustivo de los pueblos que se han quedado sin cajeros. Solo se sabe, a ra¨ªz de un estudio del Instituto Valenciano de Investigaciones Econ¨®micas, que el 35% de los municipios de Madrid (64) no tienen un banco. Entre ellos se encuentra Corpa, que, al no tener cajeros autom¨¢ticos, podr¨ªa parecer la tierra prometida de los gur¨²s de la revoluci¨®n digital, ya que todas las transacciones deber¨ªan realizarse por la v¨ªa telem¨¢tica.
Pero existe un problema: muchas personas mayores ignoran el funcionamiento de las aplicaciones m¨®viles y miran con recelo el dat¨¢fono. "Los j¨®venes pueden pagar en Internet, pero en estos pueblos hay mucha poblaci¨®n mayor y para ellos es fundamental tener efectivo", explica la regidora de Canencia. "Desde comprar el pan hasta el turr¨®n para los nietos, para todo quieren pagar con dinero", a?ade el conductor del ofibus.
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