Mar¨ªa Jos¨¦ Naudon: ¡°La conmemoraci¨®n del 11 de septiembre exacerb¨® la crispaci¨®n y polarizaci¨®n basal de la pol¨ªtica chilena¡±
La abogada analiza c¨®mo queda el Gobierno de Gabriel Boric y las derechas chilenas tras el aniversario de los 50 a?os del golpe de Estado y los desaf¨ªos para lo que resta de 2023
Mar¨ªa Jos¨¦ Naudon (Santiago, 50 a?os) es una aguda observadora de la din¨¢mica pol¨ªtica en Chile. Abogada, mag¨ªster en Artes Liberales de la Universidad de Navarra y profesora de la Universidad Adolfo Ib¨¢?ez (UAI), mira con preocupaci¨®n las divisiones generadas a ra¨ªz del aniversario de los 50 a?os del golpe de Estado en Chile que, considera, pueden traer aun m¨¢s dificultades al Gobierno de izquierdas de Gabriel Boric para sacar adelante sus reformas.
Por otro lado, ve a la derecha tradicional -su domicilio pol¨ªtico, aunque no milita en ning¨²n partido- en un punto de inflexi¨®n para tomar la responsabilidad de su papel de bisagra en el Consejo Constitucional, en el que el Partido Republicano, de Jos¨¦ Antonio Kast, tiene la mayor¨ªa.
Pregunta. ?Qu¨¦ etapa se abre en la pol¨ªtica chilena despu¨¦s del aniversario del 11 de septiembre?
Respuesta. Creo que los desaf¨ªos son enormes y las condiciones muy complejas. La conmemoraci¨®n del 11 de septiembre exacerb¨® la crispaci¨®n y polarizaci¨®n basal de la pol¨ªtica. Se desperdici¨® la oportunidad de poner la mirada lejos de la contingencia y del discurso de las barras bravas da?ando, a¨²n m¨¢s, la confianza entre los actores pol¨ªticos y, tambi¨¦n, entre ellos y la ciudadan¨ªa. Estas distancias impiden que la pol¨ªtica habilite la gesti¨®n del conflicto, de la incertidumbre y de la diversidad que es, precisamente, aquello que le da sentido. Esa ausencia de valor es muy riesgosa. La imposibilidad de firmar un acuerdo conjunto, a 50 a?os del golpe, es un doloroso reflejo de lo anterior. Si queremos torcer la ruta, el esfuerzo es hoy mayor que hace unos meses.
P. ?Y c¨®mo queda la derecha despu¨¦s de esta conmemoraci¨®n?
R. La respuesta necesita matices. En la derecha, salvo voces afortunadamente minoritarias, los hechos acaecidos en la dictadura son reconocidos y los derechos humanos defendidos de forma irrestricta. De la misma manera, la promoci¨®n de la democracia, la condena a la violencia, la relevancia del Plan de B¨²squeda tienen un reconocimiento transversal. El problema es la justificaci¨®n o no del golpe de Estado y ah¨ª las voces se dividen. Cuando un pa¨ªs se parte en dos, como ocurri¨® en 1973, es imposible, como dec¨ªa la senadora Isabel Allende (hija del expresidente Salvador Allende), confluir en una verdad oficial. Pero s¨ª es posible, 50 a?os despu¨¦s, conociendo los hechos ocurridos y proyect¨¢ndolos al futuro, condenar los golpes de Estado. Lo anterior no inhabilita un an¨¢lisis cr¨ªtico de la Unidad Popular y de las condiciones que en ese momento se generaron. Esa, me parece, es una oportunidad perdida para algunos sectores de la derecha.
P. ?C¨®mo viene el camino del Gobierno para retomar la agenda de reformas?
R. El Gobierno desperdici¨® una oportunidad ¨²nica. El presidente enmara?¨® los aires y dificult¨® los encuentros. Podemos apreciar una seguidilla de actos, declaraciones, desprolijidades y tomas de postura que marcan esa ruta. El esp¨ªritu de unidad fue doblegado. El llamado al di¨¢logo y los acuerdos no fue tal. Invitar a un contrato de adhesi¨®n no es construir en conjunto y, por el contrario, exacerba las desconfianzas lejos de amainarlas. Hoy las condiciones son peores y, por lo tanto, el trabajo para retomar la agenda es cada vez m¨¢s arduo.
P. ?C¨®mo queda la figura del presidente Boric?
R. El presidente demostr¨® en esta fecha la misma actitud zigzagueante que le hemos visto muchas veces. Y frente a esto cabe preguntarse si el problema es de liderazgo o de convicciones. Memoria, democracia y futuro decantaron en una clara intenci¨®n de imponer una verdad hist¨®rica y en una exaltaci¨®n de la Unidad Popular y de Salvador Allende, peligrosamente romantizada. Esta postura olvida las sombras que aparecen frente a las luces y tambi¨¦n desconocen las cr¨ªticas que desde la misma izquierda se han realizado.
P. Hoy la figura pol¨ªtica mejor valorada en Chile es la alcaldesa de Providencia Evelyn Matthei, pero llam¨® la atenci¨®n su silencio en este aniversario. ?A qu¨¦ cree que se debi¨® esto?
R. Cada uno juega su rol en la arena pol¨ªtica. A veces puede ser positivo no meterse al fango y esperar los tiempos adecuados.
¡°Existe una cierta liviandad frente a un nuevo fracaso constitucional¡±
P. ?C¨®mo observa lo que ocurre en el Consejo Constitucional, que prepara una nueva propuesta de texto?
R. Con mucha preocupaci¨®n. Existe una cierta liviandad que minimiza los efectos nefastos de un nuevo fracaso constitucional. La l¨®gica electoral y de corto plazo parece estar instalada en un proceso que deber¨ªa estar guiado por una visi¨®n exactamente contraria. Las lecciones del proceso anterior no han sido incorporadas del todo y la preocupaci¨®n por un eventual rechazo ha puesto los ojos, m¨¢s que en el ¨¦xito del proceso, en situarse adecuadamente para evitar ser contaminado por el resultado. El problema es que al final el gran perdedor ser¨¢ el pa¨ªs. La estabilidad y el progreso de Chile dependen de un compromiso serio y profundo en este tema
P. ?Qu¨¦ tendr¨ªa que pasar para que el Apruebo gane terreno? Si hoy fuera el plebiscito, seg¨²n las encuestas, ganar¨ªa el Rechazo...
R. Varias cosas, unas dentro del consejo y otras fuera. Dentro del consejo un acuerdo y una propuesta constitucional m¨ªnima. Unas formas que no se agoten en evitar el espect¨¢culo, sino que permitan a la ciudadan¨ªa ver algo m¨¢s que ruido y estridencia, acerc¨¢ndola. El abandono de la l¨®gica transaccional y la pantomima de flexibilidad que, en todos los sectores, oculta una profunda rigidez. Hacia afuera una pol¨ªtica que acompa?e en la misma l¨®gica y no fomente el voto antipol¨ªtico, contestatario o contra todo.
P. ?C¨®mo ve a Chile Vamos en el contexto del Consejo Constitucional? Algunos dicen que la derecha tradicional se est¨¢ mimetizando con el Partido Republicano...
R. Chile Vamos debe cumplir un rol fundamental, ser bisagra y fomentar la responsabilidad oponi¨¦ndose, con claridad, cuando sea necesario. Mimetizarse es un error. Hay que cuidar el deslumbramiento frente a resultados que pueden esconder muchas variables. Repensar la categor¨ªa de ganador. ?Qui¨¦n podr¨ªa considerar ganador a alguien que llegue a La Moneda y le sea imposible gobernar? Hay que pensar en dos niveles: uno, generar condiciones de gobernabilidad, cerrando bien y con legitimidad suficiente el proceso constituyente, y dos, ganar las elecciones.
P. ?Qu¨¦ pasa en Chile si se rechaza el 17 de diciembre en el plebiscito de salida? ?Qu¨¦ escenarios posibles ve?
R. Si se rechaza se desperdiciar¨¢ una oportunidad fundamental de estabilidad pol¨ªtica y econ¨®mica. El pa¨ªs requiere un marco estable sobre el cual proyectar el futuro. Si no se resuelve la fragmentaci¨®n y bloqueo del sistema pol¨ªtico, as¨ª como la imperiosa necesidad de modernizaci¨®n del Estado, nos enfrentaremos a un estancamiento mayor que el actual. Si a eso le sumamos el desencanto ciudadano y el hast¨ªo, el escenario est¨¢ servido para la antipol¨ªtica que es la puerta de entrada a los mayores vicios de la democracia.
P. ?C¨®mo queda el Partido Republicano si gana el rechazo?
R. El Partido Republicano entr¨® a este proceso habiendo estado en contra del mismo. Ten¨ªa una gran posibilidad de demostrar gobernabilidad, capacidad y conducci¨®n pol¨ªtica real. Si el proceso fracasa, podr¨¢ construir un relato que lo explique, pero lo que no podr¨¢ hacer ser¨¢ evitar las consecuencias: generar un escenario donde ser¨¢ imposible gobernar. Visto as¨ª, el ¨²nico triunfo ser¨ªa aprobar y hacerlo por una mayor¨ªa que garantice una legitimidad suficiente.
P. ?Y c¨®mo quedar¨ªa Chile Vamos, de la derecha hist¨®rica, en ese escenario?
R. Depender¨¢ del rol que en definitiva siga jugando. Las consecuencias de un fracaso tampoco son evitables para Chile Vamos, pero la responsabilidad bien ejercida y no haberse quedado en silencio farre¨¢ndose esta oportunidad, lo pondr¨¢ en una situaci¨®n francamente mejor. El desaf¨ªo es no ceder a los cantos de sirena cortoplacistas y jugar la moneda de la responsabilidad a largo plazo.
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