Viva la libertad con seguridades
Una aut¨¦ntica defensa de la libertad exige hacerse responsable de que se cumplan condiciones m¨ªnimas de dignidad para todos, que brinden un ejercicio elemental de esta capacidad de decidir
Durante los primeros d¨ªas de esta semana se desarroll¨® en Berl¨ªn el encuentro anual de la CDU, el partido dem¨®crata cristiano alem¨¢n, que tiene la particularidad de estar liderando las encuestas para las elecciones en el Parlamento Europeo de fines de este a?o como en los comicios de Alemania del 2025. En otras palabras: si todo sigue como est¨¢, es probable que Friederich Merz, reelegido presidente de la CDU, pueda transformarse en el pr¨®ximo canciller de la Rep¨²blica Federal de Alemania.
Como aspecto novedoso, durante los d¨ªas de conferencia se present¨® la nueva propuesta program¨¢tica del partido, que adem¨¢s de planteamientos sobre la paz en Europa ¨Crelacionado a la guerra entre Rusia y Ucrania¨C, temas migratorios y asuntos ambientales, puso el foco en el necesario complemento que debe existir entre libertad y seguridades, en el marco de un Estado Social de Derecho. En momentos donde la bandera de la libertad copa el espectro pol¨ªtico, desde libertarios de derecha hasta progresistas de izquierda, la particular aproximaci¨®n de los dem¨®cratas cristianos alemanes resulta muy interesante, pues reafirma lo que ya dijeron los padres del milagro alem¨¢n: la libertad solo puede ser defendida si no es algo puramente nominal, que ejercita una minor¨ªa de la poblaci¨®n.
Durante el fallido proceso constitucional chileno de 2023 se plante¨® como gran innovaci¨®n la incorporaci¨®n del Estado Social de Derecho, en coordenadas bastante precisas: resguardo de m¨ªnimos garantizados, promoci¨®n de la cooperaci¨®n p¨²blico-privada, respeto de las libertades, aspiraci¨®n a avanzar lo m¨¢ximo posible y respeto de la sustentabilidad financiera. En simple: una copia pr¨¢cticamente id¨¦ntica al ideario de la CDU, plasmado en la Constituci¨®n y jurisprudencia alemana. Adicionalmente, se insisti¨® en la consagraci¨®n expl¨ªcita de los derechos sociales, con novedosas menciones al derecho a la vivienda, al agua e incluso a la garant¨ªa de un plan b¨¢sico de salud. A alguien podr¨ªa llamarle la atenci¨®n que un proceso manejado por las distintas expresiones de la derecha tenga componentes de ese tipo. Mal que mal, las izquierdas chilenas han pretendido tener un monopolio discursivo en estas tem¨¢ticas, promoviendo muchas veces la peor versi¨®n de estas; a saber, la del estatismo centralista, excluyente y hegem¨®nico.
Estos planteamientos no han estado exentos de cr¨ªticas desde la actual oposici¨®n, considerando que ser¨ªan concesiones y/o contradicciones con los principios de la derecha. Nada m¨¢s lejano a la realidad. Una aut¨¦ntica defensa de la libertad exige hacerse responsable de que se cumplan condiciones m¨ªnimas de dignidad para todos, que brinden un ejercicio elemental de esta capacidad de decidir. En ese sentido, la pensi¨®n garantizada universal, los subsidios habitacionales (con su intr¨ªnseca l¨®gica p¨²blico-privada), las garant¨ªas expl¨ªcitas de salud (GES) y la gratuidad educativa son componentes que deben reflexionarse en este sentido. Para alguien de derecha no puede ser secundario el que la libertad cuente con condiciones b¨¢sicas de ejercicio. En especial, cuando la mejor manera de garantizarlas es mediante una l¨®gica de subsidiariedad-solidaridad, de cooperaci¨®n p¨²blico-privada, de sistemas mixtos con garant¨ªas esenciales.
De cara a los desaf¨ªos que vienen, tanto la propuesta pol¨ªtica como el programa de Gobierno de las fuerzas opositoras debiese hacer propio este planteamiento de libertad y seguridades, comenzando por la seguridad ciudadana frente a la delincuencia, pero proyect¨¢ndose a la seguridad familiar, social, econ¨®mica y clim¨¢tica. ?C¨®mo brindamos seguridad a los padres, para enfrentar la crisis de natalidad y el debilitamiento de la familia como asuntos p¨²blicos de primera necesidad? ?C¨®mo construimos una red de cuidados que no sea cooptada por el Estado, sino que brinde seguridad a los cuidadores con propuestas enmarcadas en el fortalecimiento de las comunidades? ?C¨®mo avanzamos hacia una aut¨¦ntica red de clase media protegida y a un plan que se haga cargo de los grupos vulnerables, como empujase en su minuto Alfredo Moreno desde el Ministerio de Desarrollo Social? ?Por qu¨¦ no plantear desde la derecha un plan b¨¢sico de salud garantizada, una pol¨ªtica habitacional moderna y un incremento de la PGU con est¨ªmulos a la cotizaci¨®n y al ahorro voluntario, todos asuntos que se refieren precisamente a seguridades sociales? ?C¨®mo nos hacemos cargo de recuperar la seguridad jur¨ªdica, pilar esencial para reactivar nuestra alica¨ªda econom¨ªa? ?C¨®mo generamos pol¨ªticas que enfrenten el cambio clim¨¢tico en una l¨®gica de seguridad y responsabilidad intergeneracional?
Hay que mirar con atenci¨®n la reflexi¨®n que viene de la CDU alemana y atender a sus propuestas en esta diversidad de ¨¢mbitos, las cuales he tratado de acoger en el documento Unidad por el Cambio. De este modo, estoy seguro de que podremos repetir sin vacilar el discurso de uno de los referentes de la derecha latinoamericana actual, el presidente de Uruguay Luis Lacalle Pou, cuando afirma que ¡°se necesita un Estado fuerte para gozar de la libertad; es dif¨ªcil si se vive en un rancho sin acceso a la salud y a la educaci¨®n.¡± O incluso valernos de la conocida frase del presidente Javier Millei, agreg¨¢ndole un peque?o matiz: viva la libertad, con las seguridades necesarias para que sucesivamente le llegue a todos.
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